Capitulo 39: El Poder De Un Dios

1

El cielo nublado se convirtió en tormenta al mismo tiempo que Nyarlathotep comenzaba a manifestarse desde dentro del cuerpo de Lovecraft quien emitía rugidos y aullidos de dolor, la neblina verde que los rodeaba comenzó a emitir rayos que abrazaban el rojizo cuerpo áspero y deforme del caos reptante. El usuario de las mil caras extendó sus manos al terminar de manifestarse. Nyarlathotep miró a su alrededor, todos los espectadores miraban estupefactos a la criatura de tres metros. 
- Qu- ¿qué demonios es eso? -preguntó Wukong temblando.
- No... Yo no tengo idea... -respondió Ereshkigal.
- Es... Es.... Es un dios. -contestó asustado Enlil quien lo miraba asustado.

2

El escritor no había tenido otra opción, debía invocar al caos reptante si quería ganar la pelea. 
Nyarlathotep se mantenía mirando fijamente al soberano de Egipto para después de haber transcurrido unos segundos comenzar el combate.
Dios contra dios, la batalla de los dioses hizo retumbar el suelo y cegó a los espectadores con las impresionantes y desconocidas artes arcaicas de la muerte roja. Ra contraatacaba con sus arcanos poderes solares pero ningún espectador o dios estaba preparado para lo que estaba por avecinarse, el fin de la batalla estaba por surgir...

Amón se mantenía estoico frente a la presencia de La Muerte Roja, no se sentía intimidado ni por su apariencia ni por el nefasto aspecto del dios del caos. 
- Vaya... -comenzó a hablar el usuario de las mil caras alzando su dedo frente al egipcio- eres el primer ser que no se ha mostrado atemorizado por mí... ¿Cuál es tu nombre, criatura?
- Yo soy Ra, el soberano dios de Egipto, amo del poder del sol... Y quien te dará muerte, horrenda criatura.
- Con que un dios egipcio... - dijo en tono burlón Nyarlathotep adoptando la forma de un faraón-Sí... Recuerdo a los "dioses egipcios", sí recuerdo el auge de los dioses, el dios del sol, el dios de la tierra, de esto y aquello, no sabes cuán fácil fue eliminarlos a todos ellos, je, je... 
Pero sin duda, lo más divertido fue reemplazarlos... Permíteme presentarme, yo soy Nyarlathotep, El Caos Reptante, La Muerte Roja... Y déjame decirte que solo es tiempo para que todos ustedes sufran el mismo destino de los dioses egipcios que alguna vez conocí.
- Oh, me temo que no será tan sencillo como crees. 
Ra lanzó una onda de rayos gamma que impactó directamente en el cuerpo del caos reptante. 
El faraón negro ni se inmutó ante el ataque. 
- ¿Crees que con esa insignificante energía podrás derrotar a un dios? ... Contempla el verdadero poder de un dios. 
Nyarlathotep alzó su mano y una energía invisible impactó en Ra quien perdió el aliento y cayó de espaldas en el suelo. Nyarlathotep seguía apuntando con su mano pero antes de que lanzara un nuevo ataque, Ra se levantó y se alejó de la dirección del ataque. Poco a poco se acercó a él y le asestó un golpe en la mandíbula, El Caos Reptante contraatacó con un golpe al estómago seguido por una patada en el rostro. Ra retrocedió, ya estaba sangrando de la frente y pensaba una forma de poder dañar a La Muerte Roja. 

4

- ¿Estás diciéndome que ese monstruo es un dios? -preguntó Tyr asombrado.
- Un dios de un universo desconocido para nosotros. 
- ¿Cómo es que sabías de su existencia? 
- Tanto Brunhilde como yo realizamos una exhaustiva investigación de la raza humana para identificar quiénes serían los mejores candidatos para pelear por la humanidad, hace mil años Brunhilde había recolectado a más de 100 humanos de entre los cuales destacaban los anteriores contendientes y los que hoy están peleando, yo volví a revisar la lista para este Ragnarok, cada uno de los contendientes de ahora me sorprendió enormemente, pero hubo tres humanos que llamaron especialmente mi atención. Bruce Lee, Howard Phillips Lovecraft y Tzilacatzin, de entre estos tres el más extraño era Lovecraft, un escritor. ¿Qué podría aportar un simple escritor a la salvación de la humanidad? Investigando un poco más en su vida y su legado hubo cientos de teorías sobre él, y una de ellas decía que todas las criaturas que describió son reales. Y si fuera así... ¿Qué harían los dioses contra tal poder abrumador?, ¿Por qué mi hermana no lo convocó antes?... 
- Vaya...


Nyarlathotep se acercó a Ra, lo golpeó tres veces en el rostro y dio un golpe más dirigido al estómago, retrocedió un paso y lanzó un ataque de energía al cuerpo de Ra quien quedó con la piel con quemaduras. 
- ¡Agh! 
- Me das lástima, todos ustedes me dan lástima... Pregonan y alegan ser dioses, pero yo solo veo que tienen miedo... Miedo a otros dioses y lo que es peor, le temen a los humanos. ¡No tienen el derecho de llamarse dioses!
La Muerte Roja asestó nuevamente un golpe al estómago de Ra mandándolo a volar por el cielo para después lanzarle un ataque de magia, Ra por su parte, reaccionó rápidamente en los cielos y de igual forma lanzó energía radioactiva que impactó directamente con  la magia de Nyarlathotep dando vida así a un hermoso e impactante color nuevo nacido de una explosión. 
<<Tal vez pueda contrarrestar su magia...>> pensó Ra al ver la explosión. 
Ra se abalanzó contra el usuario de Las Mil Caras dándole un par de puñetazos que no afectaban al dios,  tan pronto como Ra vio que Nyarlathotep alzaba su mano lo lanzó con una patada. 
Nyarlathotep lanzó su magia y Ra contraatacó con su poder radioactivo. Una explosión más fuerte y grande nació dejando un hueco en el suelo.  La onda expansiva hizo que Nyarlathotep retrocediera un paso. 
Ra corrió rápidamente hacia La Muerte Roja propinándole dos golpes más en el rostro, tomó de la cabeza a Nyarlathotep y la golpeó con su rodilla para después finalizar con una explosión más de radiación la cuál quemó el cuerpo del usuario de las mil caras. 
Todos los humanos miraron asombrados el ataque del dios solar mientras que las divinas entidades dieron un grito ahogado de la emoción, finalmente Ra había conseguido herir el cuerpo de Nyarlathotep. 

6

- ¡Perfecto! -dijo con emoción Enlil- Ya encontró la forma de dañarlo, ¡la victoria es nuestra!
Enlil volteó a ver la expresión de los demás dioses quienes se convencían de sus palabras a excepción de Sun Wukong que miraba con seriedad la arena de combate. 
- ¿Qué te pasa? -preguntó Afrodita- ¿Acaso no ves que Ra puede volver a tomar la delantera en este combate y vencer al humano?
- Ese es el problema, hemos olvidado un detalle muy importante... ¿Dónde está el humano? 
- ¿A qué te refieres? -cuestionó Enlil- Es obvio que el humano es esa monstruosidad que está intercambiando golpes con Ra.
- Te equivocas Enlil, -comentó  el humano no se transformó en el monstruo, si pusiste atención la criatura salió del cuerpo del humano, desde dentro, como si el humano lo hubiera vomitado y desde ese momento no volvimos a ver al humano.
- Eso quiere decir que el humano debe estar escondido en algún sitio de la arena;- reflexionó Ereshkigal- y aunque Ra logre vencer a ese monstruo el humano ya tendrá otro preparado para vencer a Ra. 
- ¡Maldición! -dijeron al unísono Enlil y Afrodita. 

- Vaya... Hasta que haces interesante esto...  Dijo levantándose Nyarlathotep del suelo.
Ra lo miró, vio claramente cómo la piel achicharrada del faraón negro se regeneraba en un santiamén. Nyarlathotep adoptó una nueva forma, un hombre pálido y delgado cubierto por una larga y gran capucha roja miró nuevamente el derredor y finalmente señaló a Ra. 
- Mírate, todo este circo, toda esta masacre solo para extinguir a la raza humana. ¿Por qué no simplemente los exterminan sin previo aviso y ya? ¡Tú mismo tienes el poder de hacerlo ahora!
Ra lo consideró por un segundo.
- Sí... Después de todo... ¿por qué no? ¿por qué no extinguirlos de una vez?... 
Ra extendió su mano y creó un diminuto sol imperceptible a la vista y comenzó a mirar a toda la humanidad reunida frente a él, la gravedad comenzó a distorsionarse, el suelo empezó a desvanecerse lentamente.
Todos se desconcertaron, los dioses temían que realmente Ra destruiría a la humanidad mientras que los humanos aunque se encontraban protegidos por la barrera de Vishnu se encogieron de miedo al ver que Ra consideraba exterminarlos. 
Lentamente, Ra, alzó su mano dispuesto a lanzar el sol que creció hasta llegar a ser divisible, sin embargo, su mirada se detuvo al ver a Geir que lo miraba desafiantemente.
"Esta vez sí le temen a los humanos" había asegurado  Geir al proponer el Ragnarok. 
"¿Qué pasará con todos ustedes cuando no haya un solo humano que los venere?, cuando acaben por completo con los humanos, ¿Todos ustedes no pasarán a ser simples mortales?" dijo Lovecraft. Esas palabras dieron vueltas en la mente de Ra, anhelaba extinguir a los humanos, los seres despreciables que lo ridiculizaron y se mofaron de él pero su orgullo no le permitía aceptar las palabras de Geir y de Lovecraft. 
- No... No tenemos miedo de los humanos, ¡YO NO LE TEMO A NADA! - Ra le lanzó el sol a la muerte roja haciéndolo retroceder una ve más-  ¡Los humanos rogarán e implorarán por nuestra piedad cuando el viento deje de soplar, cuando el sol deje de alumbrar sobre sus cabezas y  la esperanza los haya abandonado!, ¡La negrura caerá y la tormenta la acompañará, en ese momento saldrá a relucir su verdadera naturaleza nefasta y egoísta, se habrán arrepentido de sus pecados! ¡Y SERÁ MEJOR QUE ME ESCUCHEN CON ATENXIÓN!: ¡CON PLEGARIAS INVOCARÁN NUESTRO NOMBRE SUPLICANDO EL PERDÓN PERO NO HABRÁ QUIEN LOS ESCUCHE! ¡EN EL MOMENTO EN QUE LLEGUÉ NUESTRA IRA VERÁN CON CLARIDAD TODOS SUS CRÍMENES CONTRA LA VIDA Y LOS DIOSES!, ¡SOLO SE ESCUCHARÁ EL INMENSO GRITO DE TERROR Y CLAMOR DE LOS QUE ALGUNA VEZ HABITARON LA TIERRA, Y NI LAS ARPÍAS NI LOS CUERVOS VENDRÁN A COMER DE SUS RESTROS POR QUE NO HABRÁ NADA QUE QUEDE DE LO QUE ALGUNA VEZ SE HIZO LLAMAR RAZA HUMANA! ¡Y LO ÚLTIMO QUE VERÁN SERÁ CÓMO TODOS SUS SERES QUERIDOS DESAPARECEN DE LA FAZ DE LA EXISTENCIA DEJANDO SOLO EN LOS ASIENTOS VACÍOS LA DESOLACIÓN!
- Bien... -dijo Nyarlathotep mirando a los espectadores humanos- Ya suenas como un dios... ¡Ahora muéstrame el poder de un dios!
Ra dio un gran salto al cielo alcanzando a sobrepasar la altura del inmenso coliseo y con la punta de su dedo índice comenzó a crear un sol que crecía a cada segundo dejando a todos los espectadores boquiabiertos. La estrella creciente que creó Ra obligó a Vishnu  reforzar la barrera y recubrir todo el coliseo por dentro y por fuera. Por su parte, la muerte roja extendió sus brazos a la espera del ataque. 

Nuevamente pido una disculpa por la demora de este capítulo pero ya ahora sí se retomará la publicación de esta historia hasta el final. Espero que este capítulo les haya sido de su agrado, si es así dejen su estrellita y compartan la historia con sus amigos para que puedan disfrutar de la historia también. Comenten qué les ha parecido la historia en general, yo siempre los leo pero en fin por mi parte esto ha sido todo, esperen más capítulos. 

Próximo capítulo 27 de marzo de 2023.

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