Mi siniestro gusto

Dedicado a jack3144


Ser la diosa de la muerte y la matanza no es algo que te abra muchas puertas. Siempre te ven como una diosa sanguinaria y a todo el mundo le causas miedo. Y cuando terminas siendo emparejada en matrimonio concertado, tus libertades se reducen aún más.

Kali no era lo que se llamaría una persona dulce. Simplemente lograba mantener sus impulsos violentos a raya. Desde que causó todo aquel caos al enfrentar a una horda de asuras, tuvo que casarse con Shiva, el dios que la paró. No fue un matrimonio deseado, pero tampoco fue tan malo. Shiva no era un mal marido, pero se notaba a cuales de sus esposas amaba más. Se notaba a la legua que tenía favoritismo.

Aún así, ella había estado bien con esto por un tiempo, pero poco a poco Kali empezaba a hartarse. Se sentía frustrada, y algo molesta. Su esposo no era precisamente el tipo de hombre que le gustaba, pues luchaba como si fuera un simple deporte, no una batalla, y casi nunca iba a matar.  Ella era una diosa con un ansiaba la destrucción y la masacre, por lo que pensó que casarse con el dios de la destrucción sería divertido, pero se equivocaba. Realmente buscaba a alguien que tuviera una buena sed de sangre, pero todo lo que veía eran idiotas egocéntricos.

Necesitaba alguien con más clase.

Así que cuando llegó la cuarta ronda del ragnarok, su sorpresa fue enorme cuando descubrió a aquel humano al que llamaban la mayor escoria de la humanidad. Jack el Destripador. Lo miró atentamente mientras entraba a la arena de combate. Su mera presencia ya emanaba sed de sangre, ganas de matar y malicia. Sintió un cosquilleo cuando lanzó su mascara y mostró su rostro. Realmente era un hombre hermoso.

A lo largo de la batalla observó como se movía, de forma elegante y mortal, como si fuera un actor interpretando un papel en una obra. Notaba como el ansia de matar lo consumía, sin por ello dejar de mostrarse caballeroso. Era un ser terriblemente intrigante, con una voluntad sanguinaria que se mezclaba con su educación y su galantería, además de notar que también tenía la cantidad justa de bien en su interior. Realmente un hombre increíble.

El cuarto combate terminó con la victoria de Jack, quien fiel a su estilo, se despidió de la muchedumbre lo abucheaba y le arrojaba piedras con una reverencia, como si el telón acabara de bajar. Kali se levantó despacio y salió sin que nadie lo notara, puesto que la mayoría estaba aún en shock por la pérdida del héroe más grande de todos. Caminó por los pasillos buscando a aquel hombre. Quería conocerlo más de cerca.

- ¡¿TE PARECE BONITO LO QUE HAS HECHO, CAPULLO?!- Unas voces se oyeron al otro lado de la esquina.

Al doblarla, vio a un par de guardias golpeando a Jack, el cual, ensangrentado y débil, apenas podía levantarse. Intentó erguirse sobre las rodillas mientras su mano cubría la herida de su costado, pero una patada directa a la barbilla lo tiró de nuevo al suelo. Uno de los guardias pisó su cabeza mientras otro le propinaba una patada en las costillas. El humano escupió un chorro de sangre mientras respiraba con dificultad y gruñía de dolor.

- No podemos tocaros mientras estáis aquí, pero estoy seguro de que harán una excepción contigo.- El segundo guardia fue a alzar la lanza, pero una voz lo detuvo.

- No creo que debierais hablar por nosotros.- Kali sonó dura terrible.

Ambos guardias se volvieron asustados hacia la diosa, envuelta en un aura asesina, mientras los miraba con una mirada fría y profunda. La diosa de la muerte mostraba su verdadera naturaleza.

- Si tenéis tanto valor como para atacar en mayoría a un hombre moribundo ¿Podríais enfrentaros a mí? Marchaos.- A su orden, ambos guardias salieron corriendo.

- Se lo agradezco, mi señora. Me temo que no podía encargarme solo.- Jack habló mientras se ponía en píe, apoyándose en la pared.

- No necesitas agradecerme. Los dioses no estamos ahora precisamente para humillarnos aún más- Kali habló mientras ayudaba al herido asesino a levantarse.

Apoyándose en ella, Jack logró llegar a la enfermería de los Einjerhar. Por suerte no había nadie. Mientras lo ayudaba a colocarse, Jack preguntó:

- ¿Por qué me ayudasteis, mi señora?-

- ¿Qué quieres decir?- Ella estaba confundida.

- Soy la persona que le ha dado otra victoria a la humanidad, además de matar a uno de sus héroes ¿Por qué me ayuda?-

- Muy bien, te seré sincera. Tengo algo que preguntarte.- Kali se irguió para verlo cara a cara.

- ¿De qué se trata?-

- ¿Querrías ser mi segundo esposo?- Kali dijo esto como si fuera algo normal.

- . . . ¿Disculpe?- Jack la miró con ojos como platos, completamente atónito.

- He visto como peleas. Tu agresividad mezclada con tu actitud caballeresca es bastante cautivadora. Me gustan los hombres como tu.-

- Lamento mi ingenuidad mi señora, ¿Pero usted no estaba casada?- Jack preguntó para tener todos los datos. Un caballero jamás se involucraría de esa manera con una mujer casada.

- Así es, pero por suerte el lugar de donde yo vengo permite tener más de un consorte. Mi marido no es malo en sí, pero no es alguien que me satisfaga.-

Jack miró perplejo a la diosa, que parecía estar hablando de algo mundano trivial. De repente, un pinchazo de dolor en el costado lo trajo de vuelta a la realidad.

- ¿Estás bien?- Kali notó el dolor en la cara del hombre.

- Si, estoy bien. Discúlpeme mi señora, pero creo que ahora no puedo responderos.-

- Perdón. Te dejaré que te recuperes. Cuando pienses una respuesta, buscame.- Kali dijo mientras se levantaba y se iba.

Jack se recostó en la cama mientras respiraba para calmar su mente y su dolor. Este era un día de locos. Primero tenía que matar a un dios y ahora una diosa le pedía que se casase con ella. No era lo que esperaba. Pero había algo que le decía que tal vez podría intentarlo. El color que había visto en la diosa no era ese amor incondicional que había visto en Hércules, pero si que era un interés genuino. Tal vez, esta vez podía ser algo que perdurara.

Finalmente, el sueño terminó de vencerlo. Cayó rendido ante el suave abrazo del cansancio y la oscuridad cubrió sus ojos. Pasaron varias horas de sueño. Cuando finalmente despertó, vio a un hombre de pie al lado de su camilla.

- Vaya, parece que te has despertado.- Dijo el hombre con un claro acento francés.

Jack miró a su costado y vio que la herida estaba sanada. De hecho ya no le dolía. No sabía que clase de medicina habían usado en él, pero era casi milagrosa.

- Nostradamus, un placer.- El hombre extendió su mano en un saludo.

- Jack, igualmente.- Jack respondió al saludo como todo caballero haría.

- Puede que no despiertes en el mejor momento. La verdad es que se ha formado un pequeño barullo cerca de aquí.- Nostradamus habló sin interés

- ¿A que se debe?-

- Y yo que sé. A mí me importan los enfermos, no el cotilleo.-

- Entiendo. Creo que saldré a dar una vuelta.- Jack se levantó y salió por la puerta.

Mientras recorría los pasillos, la pregunta que la diosa le había hecho volvió a su cabeza. De repente, un grupo de voces llegaron a sus oídos. Siguió andando tratando de ignorarlos, pero no pudo.

- ¡ES Él!- Una voz gritó desde el fondo de un pasillo.

Jack giró y vio a un gran grupo de dioses indios mirándolo, justo antes de lanzarse hacia él para acribillarle a preguntas.

- ¡¿ES VERDAD QUE USTED Y LA DIOSA KALI ESTÁN PROMETIDOS?!-

- yo. . .-

- ¡¿EL DIOS SHIVA YA SABE DE ESTO?!-

- No creo que. . .-

- ¡¿CÓMO ES QUE LLEGARON A ESTO?!-

Jack no sabía a que contestar ni como. No había siquiera decidido lo que quería, y ahora tenía que responder a todos esos seres curiosos como podía. No tenía tiempo para pensar que decir. Por suerte, la diosa de la que se hablaba apareció callando las bocas al abrazar a Jack por el brazo.

- Si me dejan pasar, por favor. Es verdad que he decidido tomarlo como mi segundo esposo. Sí, mi esposo Shiva lo sabe y está de acuerdo. Ahora por favor, márchense.- Kali terminó la frase con un tono oscuro, haciendo que todos los dioses se marcharan corriendo.

Jack miró confundido a Kali. No sabía que ella estuviera tan convencida de aquello.

- ¿Es eso verdad?- Preguntó Jack.

- Si. Shiva fue fácil de convencer, entendió fácilmente mi situación y mis razones. Ahora solo falta tu respuesta ¿Qué decides?- Kali lo miró.

Jack se decidió. Podía ser una oportunidad que realmente llegara a buen puerto. No veía los horribles colores de las otras personas, sino un pequeño destello bello.

- Si usted lo desea, mi señora, no me importaría.- Jack le dedicó una sonrisa amable.

- Eso me alegra. No te preocupes, pase lo que pase en el ragnarok, tu estarás a salvo. Me encargaré de ello. Bueno, ahora solo falta preparar la boda.-

- ¡¿Tan pronto?!- Jack se sorprendió de que se hablara tan rápido de la ceremonia.

- Sí. Si lo dejamos para más tarde, puede que no lo logremos.- Kali sonrió y le dio un beso en la mejilla.

Sería su segundo esposo. Su siniestro gusto.


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Aquí está el siguiente one shot. A decir verdad, este es uno de los ships más extraños que he visto, pero sinceramente me ha gustado mucho la idea. Espero que os guste.

Dedicado a jack3144

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