Parte 1
-¡¿Dónde están esos dos?! ¡Ah! ¡Kimura! ¡Piña, ahora!- Grité andando de un lado a otro del gimnasio.
-Miyaji cálmate, no ganas nada gritando.- Otsubo puso su mano en mi hombro.
-¡Pero es que no lo entiendo! ¡Si decimos que el entrenamiento especial empieza a las cuatro! ¡Empieza a las cuatro no a las cuatro y media!
-Aun así...
-¡Estoy de acuerdo con el idiota de mi hermano! ¡Esos dos siempre llegan tarde!- Yuya también gritó.
-¡¿A quién llamas idiota?!- Corrí hacia él, agarrándolo por el cuello del uniforme, ¡¿Quién se creía para hablarme así?!
-¡Suéltame Nii-Chan!
-¡Parad los dos!- Gritó Kimura separándonos.- ¿Qué más da si llegan media hora tarde? Tenemos todo el fin de semana por delante.
Di un gruñido. Hoy empezaba el "entrenamiento especial" que tenía lugar todos los años en Shutoku. Aunque no entendía porque se llamaba entrenamiento especial cuando, se hacía después de la Winter cup, y apenas entrenábamos el primer día del fin de semana. Yo más bien lo consideraba una despedida para los de tercer año, en este caso nosotros.
-¡Otsubo haz algo! ¡Por algo eres el capitán!
-Yuya, aunque sea el capitán, no significa que pueda hacer que los del equipo lleguen cuando yo quiera. Además aún tienen tiempo, ni si quiera llegó Nakatani-San.
-Disculpe Otsubo-Senpai.- Hikaru de primer año, se acercó a Otsubo.- ¿Podemos empezar a practicar nosotros mientras no llegan Midorima y Takao?
-Claro, lo mejo...
-¡Cuando lleguen esos dos pienso tirarles mi mejor piña!- Me puse de espaldas a la puerta, para poder dirigirme a todo el equipo presente.- ¡Y a los demás más os vale entrenar mientras esos no llegan! ¡Quiero que tengan que hacer lo mismo que vosotros pero el doble de tiempo y el doble de rápido!
-S-Sí Miyaji-Sen...- Todos los que estaban hablando, callaron de golpe, empalideciéndose por segundos.
-¿Se puede saber que os pasa a todos ahora?- Miré a los demás, que también estaban igual que los de primero, incluso Kimura, Otsubo y Yuya se estaban poniendo cada vez más blancos.- ¡¿Qué os pasa?! ¡¿Habéis visto un fantasma o algo?!
-De... Detrás de ti.- Dijo Kimura señalando a lo que fuera que estaba detrás mío. Tragué saliva, preparándome para lo que fuera que estaba detrás de mí.
¿Qué clase de horror había detrás de mí? ¿Un fantasma? ¿Un ogro? ¿Una piña gigante? No esperad, eso último no sería malo.
Poco a poco me giré, viendo parados en la puerta, a un pequeño niño peli verde con un peluche en forma de conejo en la mano izquierda, y a su otra mano cogida a de un niño azabache quien no paraba de sonreír.
-¿Q-Quienes sois vosotros?- Preguntó Yuya.
-¡Soy Takao Kazunari! ¡Y tengo... Etto...- Contó con sus dedos.- ¡Cuatro años!- Mostró toda su manita, equivocándose a la hora de contar y mostrando todos sus dedos en cambio de cuatro de ellos.- ¡Y él es Shin Onii-Chan!
-N-No me llames así ¡B-Bakao!- Nos miró sonrojado.- S-Soy Mi-Midorima Shintaro... Y-Y te -tenemos cinco años.- Estaba seguro, que en este momento mis ojos estaban brillando y mis mejillas sonrojadas. Al ver un pequeño Midorima, y un pequeño Takao, reaccioné como cualquier persona normal lo hubiera hecho.
-¡KYAAAA!- Grité y me lancé a abrazarles, poniéndome a su altura.- ¡Lindos! ¡Lindos! ¡LINDOS! ¡Son tan lindos! ¡No me importa que haya pasado! ¡KYAAA!- Los abracé con aun más fuerza.
-¡S-Suéltame! ¡N-No soy lindo!- Gritó el pequeño Midorima.
-M-Me ahogas...- Takao rió levemente.
-¡¿Podemos quedárnoslos?! ¡Por favor Otsubo di que sí!- Me giré hacia Otsubo, y al hacerlo, vi como todos los del gimnasio me miraban aún más pálidos que antes.
-M-Miyaji deberías soltarlos antes de que se queden sin aire...- Dijo Kimura con una gota de sudor cayendo por su frente.
-¡Ni pensarlo! ¡No pienso soltarlos! ¡Son demasiado lindos!
-Antes Nii-Chan era alguien que daba miedo, y ahora...- Todos asintieron.
-¡Cállate maldito!- Fruncí el ceño mirando a Yuya.- ¡Y todos vosotros id ahora mismo a practicar antes de que saque una piña!
-M-Miedo...- Me giré hacia la voz, viendo como Midorima tenía lágrimas en los ojos.
-¡No chico! ¡No llores no iba por ti!- Abracé al pequeño para intentar calmarlo.
-Miyaji... Será mejor que me dejes a mí.- Otsubo se agacho junto a mí, poniéndose delante de Midorima.- Venga, no debes llorar ¿Sí? Porque eres un chico grande, y los chicos grandes no lloran.
-Y-Yo n-no estoy llorando.- Sorbió su nariz, limpiando sus lágrimas con la mano.
-¡Kyaaaaa!-Grité todo lo flojo que pude. Extendí levemente mis brazos, para así poder abrazarlo.
-Miyaji resiste las ganas de abrazarle.- Kimura me agarró por el cuello de la camisa.
-Así me gusta.- Sonrió Otsubo.- ¿Ves? Ahora eres un chico grande.- Midorima estiró sus brazos, para lanzarse a abrazar a Otsubo, quien sonrió y también le abrazó. No pude seguir resistiéndome y saqué mi teléfono, empezando a tomar tantas fotos como podía.
-P-Papá no da miedo.- Susurró Midorima aun hundido en el cuello de Otsubo.
-¿Pa-Papá?- Todos los presentes, menos los pequeños, nos miramos entre nosotros, estallando en carcajadas al instante.
-¡Otsubo! ¡¿Cómo no nos dijiste que tenías un hijo?!- Gritó Kimura sin poder parar de reír.
-Papá Otsu, ¿Por qué se ríen?- El pequeño Takao tiró de la camiseta de Otsubo. Volví a tomar una foto.
-¡Me quedaré sin memoria en el teléfono, pero valdrá la pena!
-Dile a mamá que deje de tomar fotos.- Susurró Midorima sonrojado, escondiéndose en el torso de Otsubo.
-¡¿M-Mamá?!- Exclamé señalando hacia mí, cosa que hizo que los demás rieran aún más.
-¡¿Nii-Chan como le explicaras esto a mama y papa?!- Yuya se limpió las lágrimas de sus ojos de tanto reír.
-¡Ya verás cuando te coja idiota!- Intenté correr hacia él, pero me paré al sentir un leve tirón de mi camisa.
-Mama Miyaji... Aúpa.- Takao levantó sus brazos para que lo cargara.
-Bien, Yuya pienso golpearte, pero cuando Takao dejé de ser tan tierno.- Alcé a Takao hasta subirlo para que se agarrara a mi cuello.
-¡Ahora soy alto!- Levantó sus brazos sonriendo.
-¡Vosotros!- Miré los chicos del equipo.- ¡Que alguien le tome una foto!
-¡S-Sí Senpai!
-A ver... ¡Chicos! ¡Mientras no llega Nakatani id a empezar con el entrenamiento fuera!
-¡Sí capitán!- Dijeron todos a coro. Los demás del equipo se fueron del gimnasio, dejándonos solo a Kimura, a Yuya, a Otsubo y a mí, con los dos pequeños.
-Vamos a ver... ¿Se puede saber que les pasó?
-Ni lo sé, ni me importa, mejor que sé queden así. ¡Se ven tan adorables!- Dije mirando a Takao, quien ahora estaba entretenido en despeinar mi pelo.
-¡¿Y nos quedamos sin dos de nuestros mejores jugadores?! ¡Miyaji no podemos hacer eso!
-Aguafiestas.- Hinché mis mejillas.
-¿Representa que ahora son mis sobrinos?- Preguntó Yuya con una sonrisa burlona.
-Hasta que vuelvan a la normalidad, sí.
-¿Y yo que representa que soy?
-El típico amigo de la familia... ¿Tío Kimura?- Reí por mi propia frase.
-¿Tito Kimu?- Preguntó Takao mirándolo confundido.
-¡Exacto!- Volví a reír.- Rayos... Hasta confundido se ve lindo.- Le saqueé otra foto a Takao.
-Midorima.- Otsubo separó algo a Midorima de él, ya que seguía aferrado a su torso.- ¿Cómo llegasteis aquí?- El peli verde se encogió de hombros.- ¿Y tú Takao? ¿Sabes cómo llegasteis?
-Nu se.- También se encogió de hombros.
-Son pequeños, no creo que preguntándoles a ellos lleguemos a saber que ocurrió.- Habló Kimura.
-¿Entonces que hace...
-¡Nii-Chan!- Una voz femenina sonó detrás de Otsubo. Nos giramos hacia ella, viendo a la hermana de Otsubo, Tae, corriendo hacia el gimnasio.- ¡Al fin te encuentro Nii-Chan! ¡Te dejaste tu ropa de recambio en casa y Mamá me la hizo traer!
-Oh... Lo siento, gracias.- Otsubo fue a tomar la bolsa que traía Tae, pero Yuya se interpuso entre ellos.
-Ho-Hola Tae-Chan.- Ella sonrió.
-Cuanto tiempo Yuya-Kun.
-S-Sí, eso parece.- Yuya desvió la mirada nervioso.
-¡Yuya Oji-San se puso rojo!- Takao rió, señalando a Yuya.
-¡Cállate enano!- Gritó. Takao hinchó sus mejillas, con los ojos cristalizados aferrándose de nuevo a mi cuello.
-M-Malo.- Susurró empezando a llorar.
-¡A-Ah! ¡¿A-Ahora qué hago?!- Grité balanceando a Takao intentando hacer que se calmara.
-Dámelo a mí.- Le pasé a Takao a Kimura.- Vamos no llores, no hagas caso a Yuya Nii-chan, siempre dice tonterías.
-P-Pero...
-Hagamos algo, si tú dejas de llorar, yo luego te daré un juguete ¿Vale?
-¡Sí!- Takao sonrió.- ¡Kimu-Chan! ¡Al suelo, al suelo!- Kimura dejó a Takao en el suelo. Él en seguida vino hacia mí, poniéndose a mi lado.- Mami, ¿Quién es?- Señaló hacia Tae.
-Ella es la hermana de Otsubo.
-¿La hermana de Papi?- Asentí levemente sonrojado.
-C-Como sea, Tae-Chan, te gustaría que nosotros fuera...- Antes de que Yuya siguiera, Otsubo puso su mano en su hombro.
-¿Qué tienes que hacer tú con MI hermanita?- Preguntó con un rostro que en ese momento podía figurarse al del capitán de Rakuzan.
-Na-Nada Otsubo-San, s-se lo prometo.- Yuya puso sus manos delante de él.
-¿Quiénes son esos niños? Y... ¿Por qué te tratan como si fueras su padre?- Tae intentó retener su risa.
-Ellos son Midorima y Takao, te hablé de ellos, y... No sé porque me tratan así.
-Papá... Q-Quiero ir con Tae-San.- Susurró Midorima.
-Dame.- Ella extendió los brazos, recibiendo a Midorima en ellos.
-¡Yo también quiero que Tae Onee-Chan me cargue!- Takao corrió haca ellos. Tae sonrió, cargando a Takao en su otro brazo.
-Midorima, Takao.- Otsubo se puso a la altura de ambos.- Seréis unos niños, pero si os acercáis a mi hermanita no tendré piedad.- Los ojos de ambos se cristalizaron, indicando que iban a empezar a llorar.
-¡OTSUBO!- Gritamos todos.
-¿Qué?
-¡Nii-Chan los hiciste llorar!- Tae empezó a balancear a ambos.- No lloréis, papa malo ya se calmó, ¿A que sí?- Miró a Otsubo de forma amenazadora, casia travesándole con la mirada.
-Sí...- Chasqueó la lengua.
-Y cómo es que... ¿Ahora son así?- Preguntó Tae.
-No lo sabemos... Estamos intentando saber porque, pero preguntándole a ellos no sacamos nada.
-¡Que importa! ¡Que se queden así, están mucho más tiernos!
-¡Dijimos que no Miyaji!- Dijo Kimura riñéndome.
-Jo, no es justo.
-¿Y habéis avisado a su familia?
-Ahora que lo pienso aun no pe...
-Siento llegar tarde, el director me había convocado.- Nakatani-San entró en el gimnasio.
-¡Mabo Jii-San!- Takao se lanzó hasta Nakatani-San, quien por pura inercia tomó a Takao en sus brazos. Lo subió hasta dejarlo a la altura de su rostro, mirando al pequeño azabache sorprendido, mientras este movía sus brazos y sus piernas riendo.- ¡Jii-San ya vino! ¡Papa ya vino Jii-San!- Siguió gritando feliz, cosa que hizo que yo le sacara otra fotografía.
-Sí, ya le vi Takao.- Otsubo sonrió. Nakatani-San seguía en la misma posición, mirando alternativamente a Takao y a Midorima, quien empezó a dormirse en los brazos de Tae.
-¿T-Takao?- Todos asentimos.- ¿Takao Kazunari?- Volvimos asentir, viendo como Nakatani-San también se volvía pálido.
-Creo que sería mejor ser más suaves con Nakatani-San, no queremos que le dé un infarto o algo por el estilo.- Susurró Yuya hacia mí.
-Necesito... Tomar asiento.
-¿Mabo Jii-San no se siente bien?- Preguntó Takao inclinando su cabeza hacia un lado.
-Nakatani-San.- Dije serio.
-¿Qué ocurre Miyaji-Kun?- Me acerqué a él, tomando a Takao en brazos.
-¡¿A QUE ES LINDO?!- Grité alzando a Takao, cosa que hizo que todos los de la sala me gritaran, otra vez.
-C-Chicos...- Todos miramos hacia Tae.- Midorima-Kun se quedó dormido.- Sonrió nerviosa, con el pequeño en brazos.
-Kyaaaaa...- Saqué mi teléfono.- Tan lindo... Y pensar que este pequeño es nuestro tsundere gruñón.
-¡Mami, mami!- Gritó Takao.- ¡Quiero ir con Nii-Chan! ¡Nii-Chan!- Movió sus bracitos señalando hacia su "hermano".
-Ya vamos, ya vamos.- Reí acercando a Takao hasta Midorima.
-Shin-Chan, despierta.- Puso su mano en la mejilla de peli verde, moviéndola levemente para intentar despertarlo. Todos los de la sala reímos levemente al ver tan tierna escena.- Esta dormido.- Miró hacia nosotros haciendo un pequeño puchero. Se acercó hasta la mejilla de Midorima, dejando un pequeño beso en ella.- Descansa Nii-Chan.
-¡Kyaaa!- Gritamos Tae y yo a la vez.
-En serio, si vuelvo a oír un "Kya", me tiro por la ventana.- Gruñó Yuya tapándose los oídos.
-P-Pero míralos...- Empecé.
-S-Son muy lindos.- Siguió Tae.
-Si Tae-Chan lo dice, es porque es verdad.- Yuya pasó su brazo alrededor de los hombros de Tae, siendo apartado al instante por Otsubo.
-Esto aprieta.- Takao hinchó sus mejillas, intentando quitar los botones de su uniforme.
-Ahora que me doy cuenta, ¿Sus uniformes se hicieron pequeños con ellos?
-Eso parece.
-Mama Miyaji, no gusta.- Takao hinchó sus mejillas.
-No es la ropa más adecuada para un niño.- Reí levemente.- Deberíamos comprar ropa de su talla.
-Realmente, pareces su madre Nii-Chan.
-¡Cállate!- Golpeé la cabeza de Yuya.
-Si no recuerdo mal... El club de costura termina sus prácticas a las seis, todavía quedan diez minutos, estoy seguro que allí habrá ropa para ellos.- Dijo Otsubo. Tae y yo nos miramos, dejamos a Takao y a Midorima con Otsubo y Yuya respectivamente, y empezamos a correr hacia fuera del gimnasio.
(...)
-¡¿Se puede saber dónde habíais ido?!- Kimura nos gritó al volver a entrar en el gimnasio. Tae y yo sonreímos, mostrando un pequeño disfraz de conejo azul, y uno con orejas de perro naranja.
-¡Ya tenemos ropa para los pequeños!- Dijimos a la vez.
-Sabéis que... No son unos muñecos ¿Verdad?
-Lo sabemos Nii-Chan, ¡Pero son muy lindos!- Tae puso el disfraz de conejito delante de Otsubo quien suspiró.
Al final Tae y yo, conseguimos vestir a Midorima y a Takao con sus nuevos trajes, tomado tantas fotos como podíamos.
-¿Podríamos dejar de tomar fotos y centrarnos en saber que ha pasado?- Una pequeña vena se resaltó en la frente de Otsubo.
-¿Sabéis algo de su familia?- Preguntó Kimura.
-Por lo que me dijo Takao, está a cargo de su hermana mientras sus padres están fuera.
-Nakatani-San podría llamar a los familiares de Midorima y Takao por si saben algo de su situación.- Todos miramos hacia Nakatani-San, quien suspiró.
-Veré que puedo hacer.- Salió del gimnasio. Mientras, nosotros nos quedamos jugando con los pequeños, al cabo de unos minutos Nakatani-San volvió a entrar.- Por lo visto ambas familias están fuera, solo están sus hermanas, dijeron que vendrían a buscarles.
-¡Pero yo no quiero que se los lleven!- Abracé a Takao.- Por una vez que no tengo ganas de golpearlos...
-¿Les dijo algo sobre su... "estado"?- Preguntó Otsubo.
-No pensé que me creyeran si se lo decía, así que no.
-Así que cuando lleguen, les decimos tan solo "Vuestros hermanos de dieciséis años se han convertido en niños de cinco" ¿No?- Preguntó Yuya con clara burla.
- Será lo mejor, así quizás se los puedan llevar a sus casas.
-¡NO!- Grité abrazando aún más a Takao.- ¡No me quitaran a mis niños!
-Miyaji, te recuerdo que no son tuyos.- Kimura me miró con una gota de sudor cayendo por su frente.
-¡Me da igual! ¡No se los llevara...
-¿Disculpad?- Una voz femenina interrumpió mis gritos.- Nos llamaron porque había un problema con Takao Kazunari y Midorima Shintaro.- Aparecieron una chica azabache con el pelo corto y los ojos miel, junto a otra chica con el pelo largo peli verde y los ojos rosados y unas gafas del mismo color que sus ojos.
-¿Ustedes deben ser las hermanas de Kazunari-Kun y Shintaro-Kun?- Ambas asintieron.
-Soy Hikaru Takao, y ella es Saki Midorima.- Contestó la azabache sonriendo, mientras la otra chica tan solo se ajustó las gafas.
-Es una Midorima en miniatura.- Susurró Kimura hacia mí, a lo que yo asentí.
-¿Y qué pasó con nuestros hermanos?- Preguntó Saki, quien era la primera vez que hablaba.
-Pues... Es complicado.- Nakatani-San miró hacia atrás, donde estábamos Otsubo y yo con Takao y Midorima.
-¿Cómo complica...- Nakatani-San y Yuya se apartaron, dejando ver a los dos pequeños, quien ahora estaban confundidos por la aparición de las dos chicas.- E-Esos son...
-Takao y Midorima.- Empezó Yuya.- No tenemos ni idea de que rayos ocurrió, pero llegaron aquí así.
-S-Saki-Chan crees que haya sido cosa de...
-No hay duda.- Ambas chicas sonrieron mirándose, a la vez que sacaban su teléfono para tomar una fotografía.
-Perdonad pero... ¡¿Sabéis que está pasando aquí?!
-Es largo de explicar... ¿Oísteis sobre la "bruja" de la que últimamente hablan en todos los medios?
-Esa mujer que afirma que convirtió un conejo en un gato. Sí, la mitad del país la ha tachado de loca.- Dijo Kimura.- Lo oí en la radio.
-Bien, esa mujer en realidad es una herbolaria, o eso dice. No sé bien bien como se lo hace, pero todo lo que dice que ha hecho, es verdad, esta es la prueba.- Hikaru señaló a ambos niños.- Shintaro-Kun es un tsundere, y Nii-Chan un lento, así que ninguno de los dos quiere admitir que le gusta el otro. Y como buenas hermanas que somos, fuimos a ver si esa "bruja" tenía algún remedio para demostrarles que están enamorados el uno del otro. Nos dio una pequeña botella a cada una, y nos dijo que les diéramos tan solo dos gotas a cada uno mezcladas con agua. Si tenían algún efecto "extraño" significaba que ambas personas estaban enamoradas.
-Al principio creímos que no pasaba nada, así que añadimos otra gota... Y otra... Hasta que acabamos con la botella... Las dos botellas.- Ambas miraron hacia el suelo nerviosas.
- ¡Pero eso significa que estábamos en lo cierto! Nii-Chan ya no va poder negar más su amor por Shin-Kun.- La azabache levantó su puño triunfante, con los ojos brillantes.
-¿Me estás diciendo que ese "efecto extraño" es el que ha convertido a estos dos en niños?- La azabache asintió. Yo me acerqué a ella tomando su mano con los ojos brillando.- Gracias.
-¡Miyaji!- De nuevo me gritaron regañándome.
-La cosa está, en que nosotras somos responsables del estado de nuestros hermanos.- Saki se ajustó las gafas.- Así que lo más justo es que nos los llevemos a casa.
-Estoy de acuerdo con ello. Dado el "problema" que surgió, no hará falta que firmen ninguna autorización para llevárselos.- Concluyó Nakatani-San, haciéndonos una señal para que les diéramos a los niños. Renegado, me acerqué a la hermana de Takao para darle al pequeño, que miraba asustado y confundido a todos lados.
-¿M-Mama quiénes son?- Preguntó Takao casi sollozando, una vez en brazos de su hermana, pero sin soltarse aun de mi camisa.
-Es tu hermana, va a llevarte a casa.- Sonreí intentando calmarle.
-¿Y-Y Papi y tú?
-Nosotros nos quedamos aquí.- Volví a sonreír. Takao abrió levemente la boca intentando decir algo pero tan solo le salían balbuceos mientras ya había empezado a llorar.
-¿P-Porque? ¿Y-Ya no nos queréis?- Takao me miró con las mejillas completamente rojas y el rostro empapado en lágrimas.
-¡S-Seremos buenos lo prometo! ¡P-Pero que no nos lleven!- Gritó Midorima también llorando, intentando limpiarse con sus mangas.
-¡Po-Por favor Mami! ¡Q-Que no nos lleven!- No pude resistirlo más, agarré a ambos niños abrazándolos con tal de que los dos dejaran de llorar.
-Ya pasó, ya pasó.- Los balanceé calmándolos.- No os van a llevar tranquilos.
-M-Mami.- Sollozaron ambos pequeños escondiéndose en mi torso. Otsubo se acercó a mí, acariciando el pelo de Midorima y Takao con una leve sonrisa, yo le miré, dedicándole también una sonrisa.- ¿Es normal que se vea tan bien en este momento?
-Qué problema...- Nakatani-San masajeó su sien.
-Yo no encuentro problema en que se queden aquí.- Habló Saki con un rostros serio como el que solía tener Midorima.
-Ni yo.- Hikaru sonrió.
-¡¿Pero cómo vamos a cuidar de ellos?!
-No lo sé Yuya pero... Ni ellos tienen intención de irse, ni creo que esos dos les dejen marchar.- Kimura nos miró sonriendo.
-Desde luego... Realmente parecen una pareja.
-Déjalos Yuya-Kun, se ven tiernos así.- Otsubo y yo nos miramos a los ojos, sonrojándonos al instante.
-¡De-Dejaos de estupideces!- Me giré hacia ellos.
-Awww, Nii-Chan se sonrojó.-Canturreó Yuya con una sonrisa.
-¡¿Qué estás diciendo maldito idiota?!
-¡Dejad de discutir!- Nakatani-San se puso entre ambos, separándonos.- Vamos a lo principal, los niños necesitarán comida y algo para entretenerse. Yuya-Kun, Tae-San, vayan al supermercado que hay en un par de manzanas, no se gasten más que esto.- Siguió, dándoles yenes para que fueran a comprar.
-Está bien pero... ¿Qué comen los niños de cuatro años?- Todos, incluyendo a Tae, golpeamos nuestra frente.
-Usted déjeme a mi Yuya-Kun.- Los dos abandonaron el gimnasio, cosa que hizo que yo tuviera que sujetar a Otsubo para que no fuera a matar a mi hermano.
-M-Mami...- Takao tiró de mi camiseta.- M-Me hago pis...
-Y-Y yo...- De nuevo Otsubo y yo intercambiamos miradas.
-¡Los llevas tú!- Gritamos a la vez.
-¡¿Queréis dejar de gritar?!- Se acercó Kimura.- ¡¿Cuál es el problema ahora?!- Intercambié la mirada con Otsubo, entendiéndonos sin decir nada.
-¡Les llevas tú!- Le dimos a ambos niños.
-¡¿E-Eh?!- Señalé hacia los baños.- ¡¿Cómo?! ¡Son vuestros hijos es vuestro trabajo!
-Te toca a ti por ser su tío.- Otsubo asintió, dándome la razón.
-Os odio tanto.- Refunfuñó mientras se dirigía al baño.
-Ya que Kimura-Kun se encargará de cuidar a ambos niños, vosotros dos os encargareis de prepárales algo para comer. No creo Yuya-Kun y Tae-San vuelvan antes de las ocho, en la cocina del instituto hay algo de arroz.
-¿Seguro que está bien que utilicemos la cocina?
-No es la primera vez que pasan aquí la noche, ya saben que la utilizamos todos los años.- Nakatani-San sonrió levemente, ya que normalmente en los "entrenamientos especiales", solían ser los Senpais de tercer año quienes cocinaba.
Otsubo y yo fuimos a preparar la cena para los pequeños, aunque más bien cocinaba Otsubo, porque yo tenía extremo peligro de quemar el instituto. La cocina nunca fue lo mío.
Cuando oímos como llegaban Yuya y Tae, aunque Tae tuvo que irse ya que ella aun pertenecía al instituto, sacamos la cena para Midorima y Takao, que por falta de alimentos tenían que comer arroz hervido. Midorima, como era de esperarse, aun ser un niño era muy educado incluso en la hora de comer, pero Takao...
-Vamos Takao, tienes que comer.
-No.- Se cruzó de brazos desviando su mirada.- No quiero comer.- Me dio la pequeña cuchara que estaba usando. Gruñí, intentando darle yo mismo de su comida, pero seguía sin aceptarla, desviando su rostro.
-¡¿Si no quieres esto que quieres?!
-¡Galletas! ¡He visto que Yuya-Nii llevaba!
-No vas a cenar galletas.- Hinchó sus mejillas.
-Por fi mami...- Agarró mi camiseta, haciendo un puchero. Tragué saliva, era demasiado lindo como para resistirse, pero sabía que si le daba galletas Otsubo se enfadaría.
-Yo...
-No vas a darle galletas para cenar.- Contestó Otsubo sin ni siquiera dejarme contestar.
-P-Pero... E-Está haciendo un puchero.- Señalé hacia Takao, quien aun haciendo un puchero se giró hacia Otsubo.
-Con Mamá funciona esto, pero conmigo no, así que come el arroz o no hay galleta de postre.- Takao bufó ofendido, empezando a comer.
-Eres bueno con los niños.- Miré hacia Otsubo.
-¿Quién crees que cuidaba de Tae cuando era pequeña?- Rió levemente, contagiándome de su risa.
Después de que ambos niños cenaran, y que nosotros junto a todo el equipo también, colocamos los futones donde teníamos que dormir, ya que teníamos que hacerlo en el gimnasio. Por orden de Nakatani-San, Otsubo y yo teníamos que juntar nuestros futones para que también pudieran dormir Midorima y Takao entre nosotros. No había problema en dormir con los niños, ya que cuando era más pequeño, muchas veces Yuya se venía a dormir a mi cuarto ya que tenía miedo, aunque él a día de hoy sigue negando eso. El problema era dormir tan cerca de Otsubo, ¡Era extraño y me ponía nervioso!
-M-Mami...- Takao se acercó a mi torso.- E-Está todo muy oscuro... T-Tengo miedo...
-Dile a Midorima que te deje su conejito de peluche.- Negó con la cabeza.
-N-No... Abrazo.- Subió la mirada, con los ojos algo cristalizados por el miedo. Sonreí levemente, pasando mi brazo por encima de Takao para abrazarlo. Pero al hacerlo, me encontré tomando la mano de Otsubo, quien también estaba abrazando a Midorima.
-P-Perdón... Midorima tenía miedo y...
-N-No importa... S-Será mejor que intentemos dormir.- Otsubo asintió. Yo empecé a cerrar los ojos, intentando dormir, pero justo en el momento que creía que ya estaba por dormirme, Otsubo entrelazó nuestros dedos, haciendo que abriera los ojos de golpe, completamente sonrojado.- Genial... No creo poder dormir esta noche.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
-la imagen no me pertenece-
Aclaraciones:
Onii-Chan/ Nii-Chan: Hermano
Onee-Chan: Hermana.
Oji-San o Jii-San: Según la pronunciación puede significar Abuelo o Tío (Gracias Google)
Llevaba con esta obra desde hace al menos tres meses y no me atrevía a publicarla u-u En principio, serán dos partes e intentaré colgar la siguiente la semana que viene :3
Gracias por leer~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top