Same old love

Paseaba en mis pensamientos por las afueras de Alexandria. El aire soplaba de una manera fuerte y las nubes se estaban poniendo de un color grisáceo, me decían que en cualquier momento iban a dejar caer lo que es la lluvia. Acababa de tener un enfrentamiento con Carl, otra vez. Perdí la cuenta de la cantidad de veces que hemos estado en desacuerdo, que hemos peleado o nos hemos enfrentado.

*Flashback*

-¿En serio te quedaras ahí parado? -le pregunté cruzado de brazos.

Carl me miró con preocupación. Acababa de preguntarle si estaba interesado en Enid. Me encontraba en la calle frente a mi casa, y él a unos cuantos metros frente a mí. Tan solo ver su cara sentía ganas de golpearlo. Y lo peor, era que... Estoy profundamente enamorado de aquel chico que tanto quiero golpear. Jamás podía haber pensado que me enamoraría de un chico, pero... No puedo negarlo. Me enfurece saber que me tiene así Carl.

Después de todo lo que me hizo, a pesar de todo eso, yo lo quiero mucho. Tengo enojo conmigo mismo al sentir eso hacía él. ¿Cómo es posible que me pase algo así a mi? Todo él me tiene tan débil. Una mirada suya puede hacer que sonría aunque no quiera hacerlo. Su suave tacto puede hacerme sentir en los cielos. Su cabello me hace querer tocarlo cada vez que estoy cerca. Y aquí estoy yo, gritándole y celoso por llegar a pensar que él está interesado en mi ex novia. Lo que más me destroza en estos momentos es que sé que jamás llegaré a tener una oportunidad y jamás seré correspondido. Y a pesar de todo este tiempo, no me lo he podido sacar de la cabeza.

-¿Ron? -Carl me preguntó tímido.

-¿Qué? -respondí enfocando mi vista en él y con inocencia.

-No sé, te fuiste por un momento. -comentó mientras se acercaba un poco a mi.

Oh no. Ahí va, otra vez. Se acerca a mi de esa manera que me pone los pelos de punta y me hace sentir muy nervioso. No dejaré que me controle esta vez... Esta vez no.

-Aléjate, ¿quieres? -di unos pasos para atrás.

Ahora estaba a centímetros de mi.

-¿Por qué te pones tan nervioso? -me preguntó con su carita estúpidamente linda de curiosidad.

-No-o, estoy nervi-ioso. -tartamudeé haciendo ver lo contrario.

-Mira... -se acercó todavía más.

Parecía que quería poner su mano en hombro en señal de apoyo. Al instante, lo empuje para atrás.

-No te acerques. -musité mirándolo a los ojos con rabia.

Carl frunció el ceño, y me empujó de vuelta, pero de una manera más brusca.

-¡Hey! -gruñí y me sacudí mi chaqueta de mezclilla azul.

-Yo solo quería ayudarte. -me reclamó mientras me miraba ahora con fuego en sus ojos.

-No necesito tu ayuda. -me le acerqué y esta vez lo tumbe al suelo.

Carl tosió ya en el suelo. Noté que se sobó su rodilla. Lo mire aún molesto hasta que me di cuenta que había una rama en el césped y se había raspado la pierna. Sangre manchó su pantalón de una forma extremadamente rápida. Entonces en ese momento lo miré con sorpresa y preocupación. Me tiré al suelo a lado de él y miré la herida que le había hecho.

-¿No vas a decir nada? -Carl preguntó con dolor aún sobándose la pierna izquierda.

En ese momento, lo miré a los ojos con pena. Tenía tantas ganas de disculparme y de curarle su herida. Después cambie mi mirada a enojo y me levanté del suelo. Recordé que todo esto es culpa de él, no mía. Me di media vuelta y salí corriendo sin voltear atrás, no sin antes escuchar los gritos de Carl.

»¿Ron?« »¡RON!«

*Fin del Flashback*

Habían pasado unas cuantas horas desde que huí de Alexandria. Quería estar al aire libre, lejos de Carl, de Rick, de mi mamá... De todos. Y así es como estoy ahora. Decidí sentarme debajo de un árbol a seguir reflexionando sobre mí, y sobre el asco de vida que tengo.

Debo admitir que la culpa me comía. Me sentía mal por lo que le hice a Carl. Y en lo más profundo de mi corazón sé que en realidad todo esto es mi culpa. En fin de cuentas fui yo quién se fijó en él. A Carl ni si quiera le importo o intereso. Odio tanto que siga amando a alguien por tanto tiempo. Me enferma este mismo viejo amor.

Escuche unas ramas moverse cerca de dónde me encontraba. Me paré del suelo en segundos y tomé mi pistola por instinto. ¿Era un caminante? ¿Un lobo? ¿O un asesino loco? Aquel cuerpo salió de la nada y se abalanzó contra mi. Era un caminante. Mi pistola salió volando de mis manos y quedó muy lejos de mi.

-Agh. -gruñí haciendo el esfuerzo para quitármelo de encima.

Sentí miedo. Temor a que ahí quedara todo. Moriré por mi estupidez de salir solo de mi burbuja. Al menos puedo decir que disfrute estos momentos de soledad y sé que este mundo de cualquier manera no es digno para vivir. Veía como la boca del caminante estaba a centímetros de mi brazo y yo seguía luchando en vano contra él. Me tenía en el suelo y vi sus ojos con detenimiento. Sus ojos verdes y amarillentos, idos... Muertos. Estaba listo para cualquier cosa.

-¡Ron! -me gritó una voz.

Escuché un disparo y el caminante cayó sobre mi, muerto. Cerré los ojos con fuerza y tosí varias veces. ¿Estoy muerto?

-Ron, ¿estás bien? -me preguntó aquella voz que reconocía como si fuera la mía.

Abrí los ojos de golpe y me encontré con aquel chico castaño ha quién había lastimado. Carl Grimes.

-¿Ca-arl? ¿Qué de-emonios haces aquí? -pregunté tartamudeando y con sorpresa.

Él caminó hacia mí de una forma que me intimidaba, a pesar de que cojeaba por su herida. Yo seguía tirado en el suelo y él ahora estaba parado a un metro de mi. Se tiró sobre mi, y eso causó que me pusiera rojo como tomate.

-Pudiste haber muerto, idiota, ¿te imaginas que hubiera pasado? -me gritó con rabia mientras me sujetaba los hombros.

-Yo-o... -dije interrumpido.

-Pase toda la tarde buscándote, y tú aquí. Jugando con los caminantes. -se quitó de la posición y se sentó a un lado mío mientras se tomaba su cabello aún molesto.

¿Me estaba buscando a mi? Eso quiere decir... ¿Quiere decir que le importo?

-¿Buscándome a mi? -pregunté incrédulo mientras me sentaba a un lado suyo.

-Sí, imbécil. Después de la pelea que tuvimos... Dennise me curó la herida y en seguida salí a buscarte. -confesó desviando la mirada y frunciendo el ceño.

-¿Por qué? -pregunté con curiosidad.

-Porque... Eres mi amigo. -me dijo entrecortado.

Me quedé en silencio. Sé que no es por eso... Pero a la vez sé que es demasiado arriesgado preguntar si era por algo más.

-Eres mi mejor amigo... -continuó cabizbajo.

Parecía haber leído mi mente, pero todavía no sabe a lo que me refiero. Seguí en silencio.

-Eres mi... -siguió, esta vez susurrando.

Abrí los ojos con sorpresa y podía sentir como mis mejillas empezaban a arder poco a poco. Este es el momento en que...

-Estoy enamorado de ti. -confesé sin pensar y sin dejarlo terminar.

Carl abrió los ojos como platos y entreabrió la boca. Vi como sus mejillas se tornaron de un color carmesí, lo cual hizo que se viera demasiado tierno. Sonreí por lo bajo. Ahora sí estaba jodido.

-Yo... Yo también. -el castaño me sonrió.

Escuchar esas palabras de su boca me puso los pelos de punta. Desde hace demasiado tiempo esperaba y soñaba con algún día escuchar eso, y ahora lo hacía. Mis mejillas ardían como el demonio. Entonces ambos soltamos unas risitas. Me sentía tan libre ahora que sé que él también siente esta locura por mi.

-¿Deberíamos...? -empecé a hablar, pero no pensaba continuar.

-¿Besarnos? -volvió a leerme la mente.

Me quede en silencio.

-No estamos en un cuento de hadas, Ron. -Carl rió.

Su risa era tan linda y me enamoraba cada vez más.

-Supongo que tienes razó-... -Carl me interrumpió plantando sus labios contra los míos.

Mi primer beso debajo de un árbol, a un lado de un caminante y con el chico que me vuelve loco. Fue el beso más inexperto, pero el más hermoso para mí. Él se separó lentamente de mi rostro y me miró a los ojos. Esos ojos tan bellos en los que podía ver el mar. Era incorrecto, pero yo lo sentía más que correcto. Y pensar que hace unos segundos estaba por morir a manos de un caminante, y ahora Carl me hacía tan feliz en este momento.

-Creí que no estábamos en un cuento de hadas, Grimes. -reí con pena todo rojo.

-Los besos de amor también ocurren en los sueños. -me sonrió cálidamente.

Le sonreí de vuelta.

-Eres un idiota. -le di un golpe en el brazo.

-Lo dice quién me lastimó la pierna. -se encogió de hombros.

-Lo siento, Carl. Créeme que en ese momento yo-... -hablé, pero Carl volvió a interrumpirme.

-Shh, eso ya pasó. -puso su dedo índice en mis labios y lo movió de una forma que hacía que me viera ridículo.

Sonreí y él me imitó. Después de un rato de hablar con él sobre nosotros, decidimos dirigirnos a casa. Carl tomó mi mano con delicadeza y yo entrelace mi mano con la suya. Nada me importaba ahora y todo era felicidad pura... Todo esto pasó por este mismo viejo amor.

I'm so sick of that same old love, that shit, it tears me up
I'm so sick of that same old love, my body's had enough
Oh, that same old love
Oh, that same old love
I'm so sick of that same old love, feels like I've blown apart
I'm so sick of that same old love, the kind that breaks your heart
Oh, that same old love
Oh, that same old love
Same Old LoveSelena Gomez

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