Idilio de amor

Idilio de Amor
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La adolescencia y la madurez le cayeron como anillo al dedo,estaba preparado para aquellos cambios y su emancipación fue lo mejor,obtuvo grandes logros,en su autonomía encontró lo que buscaba.

Su personalidad innata,su yo real.

El era tan distinto y único en su clase,el era persa y aquello nadie se lo quitaría.

En su sangre corría la sangre persa,sangre guerrera,una sangre que seguiría existiendo de generación en generación.

Al enfrentarse contra la Babilonia el ganó he hizo morder el polvo de la derrota a quien durante muchos años le hizo la vida a cuadritos,fue su venganza ante aquel maltrato sufrido de infante.

El ya dejo de ser aquel niño para convertirse en un hermoso hombre,alto,de cuerpo bien formado,de una mirada unica,una penetrante,de una sonrisa encantadora y principio de un futuro gran linaje.

La miro con desdén y acabo con ella,no tuvo piedad,la perdió cuando era un niño y se le enseñó el combate a espada y fue obligado a asesinar para olvidarse lo que es pena,lo que es sentir.

En aquel gran palacio,entre suciedad y los calabozos hallo a un joven descansando en el suelo,con cadenas en los tobillos,con grilletes en las manos y en el cuello,como si fuera un animal,uno peligroso.

-Levantate...-dijo autoritario en su idioma nativo,ordenando al joven levantarse del suelo.

Cuando aquel joven cuya cabellera parecía lana de oveja se levantó ante su orden,el lo miro y se asombro de su belleza,de aquellos ojos únicos hasta ahora en alguien tan semejante a el,otra pequeña nación,su cuerpo vestía de harapos sucios y remachados,la sangre estaba coagulada en las telas,se notaba por el tétrico aroma a azufre mezclada con azucenas o jazmines según percibía.

Le dio tanta pena ver aquellas heridas en el rostro de aquel ser angelical,tétricas cicatrices que no sanan adecuadamente,lo tomo de su mano con delicadeza,era blanca como un pedazo de tela fina y suave como un pétalo de jazmín y rosa,observó su mirada de esperanza un brillo tan extraño que lo atrajo desde aquel primer encuentro,su dulce voz semivaronil le parecía tan inocente,le recordaba a el cuando era un niño,cuando aún era inocente.

Lo cargo entre sus brazos,su cuerpo era tan frágil y liviano,la piel se le pegaba a los huesos,poseía una triste mirada de miedo,pánico,podía sentir como su respiración se aceleraba y como su mirada cansada se desvanecía para dormir plácidamente en sus brazos,repitiendo entre su caminar sólo un nombre que le molesta aún después de tanto tiempo sin respirar.

《EGIPTO》

Sus labios agrietados pronuncian aquellas palabras que transmiten amor y nostalgia,como si lo extrañará,casado con Asiria por un matrimonio de conveniencia no dejaría que aquello influya en lo que de verdad existe en el,una atracción a primera vista con aquel joven enclenque que tiene en brazos.

Las marcas en su cuello le preocupaban,tal vez sería mejor llevarlo a su tienda y curar personalmente de el y sus heridas.

Pasarían largos años para que aquel joven que rescató se abra a el de forma amigable,que deje de tenerle miedo extremo y pase a considerarlo un amigo,un gran amigo.

Caminar con el por los pasajes de su gran y bastó Imperio,tomando su mano de vez en cuando,dejando que cada caminata a ciertos campos verdes termine en una situación tierna,que termine siendo peinado por aquel joven que descubrió que era hebreo,su hebreo que no lo ama a el sino que ama a alguien que está del otro lado de su Imperio.

Sin querer se aferraba a el lo más que podia,deseando que algún día deje de mirarlo como un amigo y se le acerque como algo más,que lo ame tal y como lo hacía el,con aquella loca e incandescente intensidad,que alguna vez lo mire con aquellos ojos tal y como miran el vacío mientras suspira o como cuando observa el tranquilo mar donde menciona que le da libertad.

Acariciar su rostro toda la eternidad en su lecho,observando cómo el sonríe para el es su gran anhelo,pero no siempre se tiene todo lo que uno quiere,confundirlo sería lo mejor...lo mejor para acercarse de otra manera.

Todas las noches extraña su compañia,hecho que lo obliga a tenerlo como un siervo que para con el día y noche,de un lado a otro,con cadenas en las muñecas y el cuello,no quería perderlo,no quería quedarse solo...no más.

Pese a que le infligia sufrimiento curaba sus heridas cada noche,cada noche en que el dormia,curando cada segmento de su maltratada piel,brindándole atuendos que estén de acorde a el,atuendos finos,tratarlo como un noble,como su semejante cosa que ninguno hizo y el sabe que es su igual,lo entendió hace muy poco.

Ambos descienden de una misma persona...

Prefirió callar antes que decir lo que sentia,prefirió verlo suspirar por otro cuando el suspiraba por el,prefirió guardar en sus adentros su amor al hebreo antes de espantarlo y verlo irse de su lado dejándolo una vez más solo.

-Cuidaré de ti...es una promesa.-comenta entre susurro casi inaudibles en su idioma,acariciando el hombro de quien dormita sobre sus piernas.

Vestir como todo un rey,un principe,con telas de lino,cubriendo su cabellera que en las noches cálidas goza de la libertad y deslumbran su cuidado minucioso  ante la vista ajena,sus manos de grandes dedos decorados con joyas del mundo,lo mas atrayente de todo ante su voz y su cuerpo son sus ojos,su mirada,aquellos orbes que parecen fuego del infierno o simplemente la incandescencia del carbón a grados sobre valorados.

Callar para tenerlo a lado suyo cuando sus labios finos desean tocar aquellos ajenos que se curan,sentir su piel tersa sobre la suya de forma especial,escuchar como su gentil voz le dice te amo durante toda su existencia.

La tensión lo mata,observando los peligros a los que puede llegar a estar sometido su idilio por su tan extraña atención lo inquietan y lo obliga a luchar,luchar para que no lo alejen de su lado.

Aveces su buena voluntad de querer ayudar no es recibido de la misma forma en que lo transmite,desatando una enemistad enorme que se nutre de deseo y expansión,de lastimar,de asesinar.

Le dejo conocer aquel lado tierno que creyó muerto hace mucho tiempo apartandolo de aquello que cree lograría alejarlo,su lado sádico,cruel e inhumano.

Era hora de prepararse para una guerra....una que esta dispuesto a ganar a sobremanera,haría que Grecia se arrepienta de su osadía a resistirse a su amable acuerdo expansionista,a osar resistir su invasión y osar no someterse a su voluntad.

Todo para resguardar y salvar además de proteger a quien quiere y ama con locura,proteger al hebreo dueño de su corazón imperial.

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