Guerras Médicas
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490 a. C - 449 a. C

Había sido tolerante con Grecia en cuanto a su respuesta de sumisión pero aquella tolerancia desapareció cuando las pequeñas ciudades que conquisto del mundo helénico en especial Jonia inicio revuelta en contra suya apoyada por la democrática Atenas.

La ateniense lo tenia cautivado por su estrategia de mando,por otra parte al tratar con Esparta esta fue mucho mas atrevida y muy insolente dando a entender que era una mujer de armas tomar.

Encaminado en grandes navíos planteaba atacar en Maratón, tenia valioso contingente naval que lucharían contra los atenienses comandados por Atenas,la mujer se veía radiante en aquel atuendo militar, una joya que quería poseer.

Era septiembre de un verano lluvioso en la que la brisa del mar rugía furiosa,el cielo lloraba y se ponía gris,su vestimenta militar resplandecía con los leves y moribundos rayos solares sobre el agua que cubría la misma,su mirada desafiante de fuego fulgurante se postraba en la orilla, a lo lejos una hermosa mujer vestida de traje militar lo esperaba,era un sueño verla,radiante y aguerrida esperándolo bajo la tormenta.

Pero su rey no lo dejaría ir a luchar y seria el espectante esta vez de como la guerra se desarrolla sin el participando.

El grito aguerrido de Atenas lo hizo estremecerse y a la vez excitarse, era tan única, nunca había visto semejante audacia en una mujer helénica.

Muchos hombres la acompañaban y combatían con feroz valor contra su gente,muchos persas desfallecían ante el filo mortal de la espada ateniense,esperando su venganza aguardaría hasta que el ultimo de sus hombres cayera muerto.

Pero no se daría por vencido...no esta vez.

Volvió nuevamente tras haber acabado con la revoltosa de Babilonia y haber sofocado la revuelta de Egipto,mas aguerrido que nunca.

El fuego de sus ojos brillaba con una monstruosa intensidad, consumido por el deseo de tener mas y de acabar con aquella mujer que era el súcubo infernal de sus pesadillas en mar.

El barco se detenía en Termopilas.

Al detenerse por mar algunos en costas estrategias el camino por tierra,encontrándose con 300 hombres de Esparta, aquella mujer no estaba presente y aquello lo desilusionó un poco,tenia muchas ganas de conocer a la mujer mas aguerrida e insolente de la cual había escuchado mucho hablar.

Montado en enormes bestias el y su rey Jerjes mandaron a los soldados de su guardia elite,los llamados Inmortales a acabar con ellos,todos fueron diezmados y no hubo la necesidad de mancharse las manos con sangre.

Camino en dirección a la cuidad Atenas donde le dio una ultima oportunidad de rendirse a la mujer cosa que ella denegó ante sus condiciones sexuales que le impuso por el deseo de poseerla.

Aquel rechazo hizo que se enfureciera de forma abismal lanzando el presagio de que muy pronto ella aclamaría por que la propuesta vuelva a estar vigente.

Se presento ante Grecia a quien hizo se postrase cuando  acabo con todos aquellos que se le interponían,cuando incineró hasta los cimientos a la cuidad de Atenas y llevo cautiva a la misma,pensando que sin ella toda la tropa que fueran en contra suya perecerían y tendría una victoria significativa ante aquel desastroso fracaso de Maratón.

Nuevamente en el barco,sus presagios se hicieron reales y la Ateniense estaba dispuesta a entregarse a el siempre y cuando el se marchara,algo que prometió sin cumplirlo realmente.

Era 27 de agosto de 479 y se libraba la guerra en Platea,el viento susurra una hermosa canción de cuna para calmar sus miedos y temores mientras su navío se encamina a la batalla, vestido como todo un rey sostiene su espada sedienta de sangre helénica en dirección al cielo,prometiendo victoria.

Retenida la mujer Atenas solo era cuestión de asesinar a la reina Esparta para que así las revueltas nunca llegasen a concretarse en guerras.

Lucho con fervor pese a que el barco choco contra otro griego,entre aquellos escombros supo sobresalir en la lucha, el filo acero de su brillante espada se manchaba de sangre griega,gozaba cada instante,sus movimientos tan sorprendentes lo salvaban de que muchas flechas arremetieran contra su vida,el turbante se desprendía y sus cabellos largos y rojizos jugaban con el viento de una forma espectacular,su mirar desafiante y penetrante seria la tortura de quien lo mirara por ultima vez,aquellos orbes de fuego calcinarían tu alma en un instante.

Tan hermoso era Aqueménida pero era una belleza corrompida.

Jamas se espero que Esparta apareciera desde el horizonte,una Reina que vestía uniforme militar y que tenia un buen manejo del arma mortal hacían ver que ella era el verdadero peligro,aquella forma de matar,aquella brutalidad salvaje la hacían única en comparación a la ateniense.

Un combate contra ella era el mayor de sus anhelos que se cumplía,aquella mujer se movía con total libertad,como si danzara con el filo de la muerte sin miedo alguno, podía ver sus hermoso labios abrirse para gritar con fervor mientras trataba de acabar con su vida,no esperaba que la ateniense estuviera presente,un combate en desigualdad no seria nada contra el,lucharía con ambas hasta dejarlas muertas,no cometería el error que ya cometió.

Haber dejado viva a Atenas.

El choque del acero,los intrépidos alaridos decoraban su lienzo de muerte donde era muy predecible que uno de ellos muriera.

Una predicción que no se cumpliría,no en manos de ellas...

Viéndose en desventaja se escabulló no sin antes dañar a una de las féminas que luchaban contra el,una linea en diagonal del ojo izquierdo seria la marca suya antes de marcharse.

Huiría otra vez y marcaría su derrota nuevamente ante los griegos generándose un odio hacia ellos de formas inimaginables.

Otra derrota no estaba dispuesto a tolerar,grandes hazañas tendría por contar a sus descendientes, dejo a Persia ir a otra guerra en el río Eurimedonte donde se le notificó de otra derrota,algo que le sirvió mucho de experiencia.

Acabado y derrotado, con su ego destruido regresaría a sus tierras pero aun mandaría sobre aquellas porciones de tierra que conquisto,tenia que poner orden en todas ellas para evitar revueltas...en especial en una.

Macedonia que se había proclamado reino y a lo cual no presto severa importancia alguna.

Su verdugo estaba tan cerca de el que ni lo noto,como si se tratara de una cobra se oculto dispuesta a atacar en el momento en que bajase la guardia.

Solo era cuestión de tiempo y táctica.

Su fin estaba mas cerca de lo que pensaba.

Si el aun viviera señalaría que el siguiente pensamientos resume su vida en siete palabras.

"cría cuervos y te sacaran los ojos"

Te sacaran los ojos...