°•Imperio Romano•°

El gran imperio Romano,el que alguna vez fue el más grande y que tuvo al mundo en sus manos.

Hijo de Roma,la romana lo había criado en base al sentimiento de ser más que un pueblo,ansiar la grandeza en toda su plenitud.

Imperio Romano también tenía su hermano,su hermano gemelo,Sacro Imperio Romano,quien siempre se mantenía alejado de el y paraba más cerca de su madre,la Romana le había mencionado que debía expandirse,además de que ya era momento de que se independice y logre su destino,su madre veía en el la grandeza de un hombre y la prosperidad de un magnánimo imperio.

Salió de las tierras de su madre,rumbo a la exploración que pronto condenaría a su corazón a estar amarrado a quien más amaría en su vida.

En el camino empezó a aprender el combate con lanzas y espadas,aprendió a entablar amistad con pueblos inferiores a el,en realidad el egocentrismo lo estaba llevando a la egolatría,sus aires de grandeza superaban la atmósfera.

En plena juventud se había convertido en un gran Imperio,lastimosamente tras esos años alejado de Roma y de su hermano supo una noticia que lo daño,su madre,Antigua Roma había fallecido y según muchos pensaban su hermano tambien,rumores que corrían por la boca de otros.

Después de aquella pérdida se vio metido en busqueda de más tierras,para así dar a conocer a su madre que el era lo que siempre soñó y vio en el,un gran Imperio lleno de vida y que pronto tendría el mundo a sus pies.

Sabio también era,aun siendo muy joven poseía cierta cultura decadente,debía averiguar por todos los medios algo en lo cual creer fervorosamente,algo único,tal vez dioses.

Cerca del río estigia se hallaba alguien muy particular quien miraba con desdén las aguas,había música de fondo,estaba solo.

Escondido detrás de pequeños arbustos conocía mediante su espionaje a Grecia,quien estaba ¡¿cantando?!,su voz parecía hipnótica,lo estaba atrayendo bastante,era como un canto sublime,único y sin igual.

Por que pensaba de esa manera?¿por que empezaba a sentir atracción por alguien inferior como lo era aquel plebeyo que se sumergía en aquellas aguas?.

Ni el mismo lo sabia,empezaba a acomodarse para ver el "espectáculo" de aquel joven sujeto,de aquella joven nación tal vez o pueblo que se sumergía lentamente en aquellas aguas.

Pero para conseguir su comodidad debía moverse un poco,curiosamente cuando rompió con su rodilla unas cuantas ramas la música de fondo dejo de sonar y había alertado al joven quien se sumergía rápidamente.

Pensando en que el joven se había ahogado por instinto había salido de su escondite,era el miedo que sentía y transmitía la mirada del joven sobre las aguas.

La verdad era que el griego veía en aquellas aguas el alma de su padre,quien al igual que la madre de Romano también fallecio,solo que en sus creencias,en ese mismo río el barquero,Caronte,transportaba a las almas al reino de Hades y después de su juicio tal vez llegaría a los campos eliseos...

En fin,Imperio estaba en la ribera,buscando con la mirada a quien anteriormente había espiado,estaba preocupado por el joven extraño.

-Quien eres misterioso pueblo invasor?

Esa pregunta lo puso helado,buscó con su mirara su espada,no ayudaba el hecho de no verla en su sitio,era obvio que quien la tenia ahora era quien lo estaba interrogando.

-Que demonios haces!!¡hay un joven que se ahoga!¡DÉJAME AYUDARLO!

Estaba alterado,más al sentir el filo de aquella espada en su espalda,escucho un suspiro pesado.

¿Quien era ese sujeto?

¿De donde diantres había salido?

¿Como es que había hurtado su arma mortal sin que se diera cuenta?

Muchas Preguntas....

Una sola respuesta...

¿Acaso el joven sólo era una ilusión óptica que lo había traído hasta ahí para solo acabar a pocos centímetros de su póstuma muerte?

Era un enigma planteado en su cabeza mientras observaba el lugar donde antes había visto al joven "ahogarse".

Una sorpresa que jamás se le pasó por la cabeza conocería una vez se diese la vuelta...

Y lo hizo.

Frente suyo queda un joven hombre cuya piel es tersa ante su vista,donde aquellos ojos que parecen un pedazo de cielo mañanero lo miran inquieto y curioso,donde los colores de sus delgadas franjas azules lo perplejan,azul como el fondo del mar,azul como los zafiros,su corazón se acelera no mas por miedo sino por que aquel joven lo atrae,algo que no pensaba sentir y mucho menos por otro ser de igual género sexual.

Su sonrojo no es notorio debido a que su piel es totalmente roja,roja como la sangre que recorre su ser a toda velocidad,rojo como los rubíes que yacen sobre las coronas y collares,rojo como su capa.

Solo es,solamente el se había aventurado por distintas partes de un mundo que no conoce y henos aqui,justo en Grecia,y aquel hombre cuyo cuerpo enclenque parece ser ejercitado vagamente lo atrae no lo deja pensar con tranquilidad.

Se pierde en su mente,posee un nombre pero su identidad de serlo aún no se ha desarrollado,su objetivo es ser aquello que su madre siempre vio en el,en su hermano que ahora ya no recuerda,en ser el dueño del mundo que lo rodea y en el cual reside y existe.

Ser aquel Grandioso Imperio del que todo mundo hablaría cosas bellas,heroicas,conocido y aclamado por todos por ser quien los lleve a la civilización con su nombre.

Ser el Poderoso Imperio Romano.

Pero antes debía aferrarse a algo para no caer en el inmenso vacío de la desesperación que es tan amplio que lo podría consumir de una y borrarlo sin piedad alguna,borrandolo de la faz de su existencia.

El temor a la muerte lo lleva a caer en sus propios deseos egoístas que logran lastimar a quienes lo rodean,a aquellos que lo amaron y quisieron,ya sea como padre o como pareja,sus propios deseos no deben ser perjudicados...

No dejará que nadie se le ponga encima.

El...en la cima ante todo.

Todo...

Continuará...