❄️ ❝Enfermo ━ O4❞ ✨
薪⸾ ¡Hola! Sé que ha pasado bastante tiempo desde la última actualización, pero me dio un bloqueo y no supe cómo seguir esto. Había empezado a escribir esta parte, pero hubo cierto punto en el que ya no sabía cómo seguirla y me vi obligada a empezarla de nuevo.
También debo añadir que he cambiado el tiempo en el que escribo la historia, ya que no estaba acostumbrada al otro y ya no me veo capaz de escribir en presente nuevamente.
Eso era todo. ¡Espero que les guste!
⃘⃙⃩⃰⃟🏮⃟⃚⃙⃘⃫⃭⃬⃨⃜⃜⃛⃗⃩⃰㜻҉⃚᪵ཹ᭄⏜⏜⏜⏜⏜⏜⏜⏜⏜
⃘⃙⃩⃰⃟🏮⃟⃚⃙⃘⃫⃭⃬⃨⃜⃜⃛⃗⃩⃰㜻҉⃚᪵ཹ᭄⏝⏝⏝⏝⏝⏝⏝⏝⏝
Siempre que algo le pasaba a su querido hermano menor, Sanemi iba al apartamento de este para cuidar de él y asegurarse de que no le pasara nada malo, ya fuera porque se enfermara o le pasara algo que le hiciera daño.
Ese era su papel como hermano mayor, cuidar de Genya todo lo que pudiera siempre que estuviera mal. Y por eso, ahora, pese a la nieve y el fuerte viento que lo azotaba, se encontraba yendo a aquel que era el hogar de su hermano.
Estaban en una mala época del año, aquella en la que todos empezaban a enfermarse, y su hermanito menor había acabado contagiado por cuidar de Muichiro mientras estaba enfermo.
— Te dije que no era necesario que cuidaras de mí.— Le reprochó Muichiro mientras se cruzaba de brazos. No estaba enfadado, pero se sentía mal por haber contagiado a su compañero de piso.
— Pero me sentía mal al verte así...— Se quejó Genya, quien estaba tumbado sobre su cama, tapado hasta el cuello.— No pude evitarlo.
Tokito suspiró y se puso en pie.— De todos modos, he llamado a tu hermano para que cuide de ti. Me gustaría poder hacerlo yo, pero los de la cafetería han llamado. Haré horas extras por tu ausencia y así no tendremos problemas con el pago.— El de ojos negros soltó un suspiro.— Y que ni se te ocurra sermonearme por nada. Es mi culpa que hayas enfermado, así que ahora es mi turno de devolverte el favor por cuidarme.— El de cabello bicolor retiró algunos mechones sueltos del rostro del contrario para luego ir a la entrada a tomar su abrigo.— ¡Que te mejores!— El contrario no respondió, simplemente se limitó a taparse hasta la cabeza para evitar ver a Tokito. No tenía ganas de quejarse por la decisión que había tomado.
Escuchó la puerta ser abierta, para luego escuchar a su hermano hablar con su compañero de piso sobre algo que ya no alcanzó a comprender por no echar la suficiente cuenta ni escuchar bien debido a su constante tos.
— Está bien. Te lo dejo a ti.— Pudo escuchar a Muichiro decir, para seguidamente oír la puerta ser cerrada.
— Buenas tardes, Genya.— Sanemi habló, justo antes de que Genya pudiera sentir cierta parte de su cama hundirse debido al peso sobre ella.
— Hey, Nemi.— El contrario rio con sorna ya que la voz de su hermano sonaba algo más ronca que siempre y algo inestable, para luego dirigir su mano derecha a la manta que cubría el rostro de su hermano menor.
— ¿Tan mal estás que no quieres que ni tu hermano mayor te vea?— Sanemi no supo si fue por el comentario o por el resfriado, pero el rostro de su hermano se tiñó de un tono carmín.
Genya hizo un mohín y se incorporó, sujetándose con uno de sus brazos.— ¿En vez de cuidarme te vengarás de mí por reírme de ti y sacarte fotos porque Kanae-san te obligó a vestirte de mujer?— El menor de los Shinazugawa lo observaba desconfiado, a lo que el mayor rio.
— No, no, he venido aquí porque el tonto de mi hermano se ha resfriado y no hay nadie para cuidarle.— Comentó, acercándose a su hermano y plantando un suave beso en su frente. Tras eso, le obligó a tumbarse nuevamente y se puso en pie.
— Te pareces a mamá.— Genya no pudo evitar decir eso por lo que su hermano acababa de hacer. Siempre que alguno de sus hermanos estaba enfermo, lo trataba con esa suavidad.
— Es porque estás enfermo. No voy a tratarte mal.— Hizo una corta pausa.— Pero prepárate para cuando te mejores, porque Kanroji, Tokito y yo te vestiremos de mujer.— Le advirtió. Su hermano menor se reincorporó nuevamente lo más rápido que pudo y observó horrorizado a su hermano mayor.
— Dime que es broma.— Pidió, más bien, rogó. Sanemi rio lo observó con maldad.
— Perdón, me equivoqué. También vestiremos a Muichiro para que no te sientas solo.— Hizo una corta pausa. Genya parecía molesto con él.— Bueno, dejando eso de lado... ¿Tienes hambre? Traje unos ohagis.— El rostro de su hermano menor cambió por completo.
— Sí.
— No sé por qué pregunto si siempre tienes hambre.— Comentó. Genya rio, pero se vio interrumpido por un estornudo.
— Mierda...
— Esa boca.— El menor se disculpó en voz baja para luego ponerse en pie y dirigirse al sofá de su apartamento, llevando su manta consigo. Allí se acurrucó y cerró sus ojos, buscando conciliar el sueño, cosa que logró.
No pasó mucho tiempo, cuando Sanemi se acercó con dos tazas de té, las cuales dejó un poco en el suelo, es decir, el tiempo que tardaría en ir a por los ohagis y despertar a su hermano.
Una vez ambos estuvieron juntos, comiendo, Sanemi encendió una tele, aunque no tenía muchas ganas de verla, tal vez su hermano sí.
— ¿Cómo acabaste resfriado?— Preguntó después de un rato Sanemi mientras se tapaba él también con la manta que cubría a su hermano menor, quién se acurrucó al instante.
— Muichiro me contagió.— Su hermano mayor lo observó con los ojos entrecerrados.
— ¿Qué hiciste para que te contagiara?
— Cuidarlo.
— ¿Así de fácil te contagió?— Genya suspiró y le dio un golpecito con sus dedos en la frente.
— Ya sé a dónde quieres llegar. No pienses cosas raras, Nemi.— Le dijo, dejando su taza, ya vacía, en el suelo, colocada a un lado para evitar pisarla o darle una patada cuando se levantara.
— No he pensado cosas raras.— Le reprochó, haciendo lo mismo que su hermano con la taza.
— Hm, claro.— El menor se acomodó junto a su hermano, quien empezó a pasar canales a ver si encontraba algo interesante.
Mientras lo hacía, su hermano fue rindiéndose lentamente ante el sueño.
— Mierda, no hay nada...— Chasqueó la lengua molesto y apagó la tele, dejando el mando bajo el brazo del sofá.— Gen-
Se quedó callado al notar que su hermano se había quedado dormido apoyado en él. Sin pensarlo dos veces, movió el brazo en el que descansaba y lo pasó tras su cuello, colocando su mano en el hombro del menor. Tras eso, se echó hacia atrás para tumbarse con su hermano menor y así poder dormir más cómodamente.
— Ya volvió por quien lloraban.— Comentó Tokito mientras cerraba la puerta de su hogar. Realmente, juntarse con Inosuke le hacía mal.
Al notar el pulcro silencio que había en el apartamento, se vio confundido. Genya y Sanemi siempre eran muy charlatanes, por lo que ese silencio solo le dejaba dos opciones.
Uno estaba dormido y el otro estaba con el móvil o algo, o, la más probable, ambos habían caído rendidos ante el sueño. Eso explicaba por qué no había respondido nadie. Muichiro suspiró y se fue directo a la ducha, ya los despertaría al salir.
Y así fue. Nada más salir (ya vestido y todo), se acercó al sofá y vio a ambos dormidos tranquilamente. Genya tosía de vez en cuando, de hecho, llevaba todo el rato tosiendo, al fin y al cabo, estaba enfermo.
Por eso, su compañero decidió no despertarlo de la manera tan brusca de siempre, es decir, lanzándose encima de él. Decidió despertar a Sanemi y que este se encargara de Genya, quien era muy difícil de convencer para que se levantara.
— Shinazugawa, o te levantas o subo tus fotos travestido a mis redes.— Y, por arte de magia, Sanemi reaccionó al instante.
— Ni de coña.— Muichiro rio y se puso en pie.
— Ya es la hora de cenar. Despierta a tu hermano y ven a ayudarme, anda.— Sanemi suspiró, pero no rechistó. Tokito fue a hacer la comida en lo que llegaba su ayudante, es decir, el hermano mayor de los Shinazugawa.
— Genya, despierta.— Sanemi, quien se había acomodado, sacudió a su hermano menor.— Espabila, que es hora de cenar.— Soltó, dándole un golpe en la frente con sus dedos.
— ¡Auch!— Genya se tocó la frente, dolorido.— ¿A qué-— Y ahí iba el castigo por alzar demasiado su tono de voz, la tos apareció nuevamente, y esta vez más fuerte, acompañada de un dolor de garganta.
— Lo siento, pero si no hacía eso iba a ser imposible que reaccinaras.— Se disculpó Sanemi, soltando una suave y nerviosa risa.— Bueno, quítate de encima que debo ayudar a Tokito.— Genya asintió y se puso en pie, llevándose la manta consigo.
— ¿Eh? ¿Ya llegó?— Sanemi asintió mientras se ponía en pie.
— Y me pidió ayuda para preparar la cena. Tú mientras tanto quédate aquí.
— Sí.— Dijo, alargando la “i”.
— ¡Tokito! ¡Dime en qué necesitas ayuda!— Gritó mientras iba junto al de cabello largo y bicolor.
— ¡No hace falta que grites, estamos en la misma habitación!— Le gritó de vuelta, lo que provocó que empezará una discusión. Genya no pudo evitar reír ante la actitud tan infantil de su hermano mayor y su mejor amigo.
Los tres pasaron la noche juntos. No faltaron las peleas entre Muichiro y Sanemi, tampoco las risas. Al final, los tres acabaron en el sofá, siendo tapados nuevamente por la manta que Genya había llevado con él desde la tarde.
— Bueno... Creo que yo debería irme.— Sanemi se puso en pie con mucho cuidado, dejando a Genya y Muichiro dormidos en el sofá, abrazados. El mayor se acercó a su hermano y plantó un suave beso en su frente. Tras eso, fue a retirarse, cuando no pudo evitar estornudar. Después de unos segundos en silencio, habló.— Aunque... Mejor me quedaré un poco más.— Dijo desconfiado, pensando que probablemente su hermano le había contagiado su resfriado.
Soltó un suspiro y fue a la cama de su hermano, donde se tumbó y acomodó. No quería ir con los otros dos y correr el riesgo de despertarlos.
A la mañana siguiente, se despertó encontrándose mal. Pudo ver a Muichiro y Genya ya despiertos.
— Veo que te encuentras algo mal.— Comentó Tokito divertido.— Así que te ha pasado lo mismo que a tu hermano.— Sanemi suspiró.
— Ahora parece que el que tiene que ser cuidado soy yo, ¿no...?— Comentó desanimado.
— Yo sigo sin encontrarme muy bien, pero aun así cuidaré de ti.— Comentó Genya, dedicándole una sonrisa a su hermano mayor, quien cerró sus ojos nuevamente.
No pudo evitar reír. Muichiro había enfermado, contagió a su hermano y ahora su hermano lo había contagiado a él.
Definitivamente, estaban malditos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top