Mi primera historia de OP, probablemente con millones de faltas de ortografía porqué aún no la edité, no obstante es pero que guste.

Portada hecha por uchihasoul , a quien se lo agradezco encarecidamente.

Sabaody, el Archipiélago Sabaody, para unos es un archipiélago cercano al Red Line, en la parte final de Paradise, que sirve como última parada para entrar al Nuevo Mundo. En este caso es distinto. Para los Sombrero de Paja, también conocidos como Mugiwaras, es un lugar donde perdieron por primera vez, donde se dieron cuenta de sus errores y tomaron dos duros años de entrenamiento en compensación. Es aquel lugar donde saben a ciencia cierta que siempre se reunirán a pesar de flujo del tiempo y de la muerte, es donde supieron que siempre permanecerán juntos. Este día no es una excepción.

Hace un año y medio la tripulación de estos famosos novatos se dispersó, ¿por qué motivo? Lo siento, eso será en otro momento.

Durante ese año y medio separados, el capitán de estos famosos piratas siguió su camino en soledad y en total anonimato. Aun así, aunque los rumores se propagaron; traición, deshonor, envidia. La tripulación siguió adelante en busca de su amado capitán hasta llegar el día de hoy.  

Su búsqueda se detuvo. Él estaba allí, en Sabaody.

Por alguna razón Luffy se encontró en aquella isla*. La razón por la que el resto de la tripulación se situaba ahí era simple, puesto que la famosa mano derecha de la tripulación del Rey de los Piratas, Sylvers Rayleigh, los había reunido ahí por alguna razón. 

— ¿Por que nos has reunido aquí?— Pregunto de inmediato el peliverde. No iba a perder ni un minutos más sin saber el motivo de su inesperado encuentro.

— Me he enterado de que estáis buscando a Luffy, vuestro capitán.

— Correcto.

— Luffy llegó ayer a esta isla.

— ¿¡Quee!? —Todos gritaron a la vez –a excepción de Robin y Zoro, estos solo se vieron sorprendidos–, y ya sea por la emoción o los nervios, les provocó un leve escalofrío a través del cuerpo.

— Os seré sinceros, yo también busque a Luffy. —hizo un breve pausa mientras miraba las expresiones de todos —. Y lo encontré. Lo invité a venir aquí al igual que vosotros, anoche me reuní con él 

— ¡Entonces vamos ya a por el! — Gritó emocionado el narizón mientras daba media vuelta para marcharse. El resto de la tripulación no se movió a excepción del renito y la de cabellos anaranjados.

— ¡Usopp tiene razón! ¡Vamos a llamarle y vayámonos de aquí ya!— Siguió la navegante que estaba igual de emocionada.

— Os quería advertir. — Todos se callaron al momento y miraron preocupados. Algo andaba más y todos lo sabían.

— ¿Advertir? — Preguntó la arqueóloga  con una leve expresión de sorpresa en su rostro.

— Luffy no es el mismo.

— ¿Que quieres decir? — El cocinero frunció el ceño ligeramente.

— No se comporta de la misma manera — "el tiempo cambia a las personas" pensó el anciano.

— ¡Eso seguro que es normal!  ¡Todos cambiamos!— La voz de Usopp sonó más preocupada de lo que quisiera admitir.

— Ya ni si quiera sonríe además, tal y como están las cosas si quiera quiere verse con  vosotros...— Esas palabras fueron las que faltaban para romper a la tripulación completamente. La voz del anciano tembló ligeramente mientras miraba a los demás presentes.

— ¿Q-Que quieres decir con que no quiere saber nada de nosotros?— Preguntó asustado el esqueleto viviente. Su pobre corazón se paró ante las palabras anteriores (aunque el no tiene corazón YOHOHOHO).

— Eso no me corresponde decíroslo, deberíais ir a hablar con el inmediatamente. — El anciano se levanto de su lugar y salió de aquél local, ningún mugiwara volvió a decir nada después de ver como Rayleigh desaparecía de su vista y los dejaba solos en aquel lugar mohoso.

La tripulación se dirigió hacía el Sunny Go, y para su sorpresa allí vieron a un hombre, a un hombre más bien alto que bajo, pelo azabache, tez morena, pero algo le falta, ¿qué había pasado con esa característica sonrisa que alumbraba a donde fuese?
Durante unos segundos dudaron en creer que aquél hombre era su capitán.
Este, al darse cuenta de que le observaban, dio media vuelta y encaró a su "tripulación".
Era seguro, ese era Luffy, pero a la vez no, era realmente extraño de explicar.

— ¿L-Luffy? Has vuelto... — La voz de esperanza de la joven navegante resonó en el lugar.

— No. Te estás equivocando, solo vi el barco y me llamó la atención. — Aquélla voz fría y neutral sorprendió a toda la tripulación.

— ¡N-No es un barco! ¡Es el Sunny Go!  ¿Qué te pasa Luffy?  Estas muy raro. — el único que tuvo la valentía para responder al capitán fue Usopp.

— Lo llamaré como quiera.  — El pelinegro giró hacia el lado opuesto de la tripulación y empezó a caminar —. Me sorprendió verlo aquí, sin camuflaje ni nada, deberían tener cuidado, recordad que tienen recompensas. —Su tono de voz no sonaba para nada preocupado o agobiado, era totalmente neutral.

— Luffy. — La voz del espadachín rompió el incomodo silencio que se había formado. Este sonó tan frío como lo había hecho Luffy momentos antes, pero logró que el nombrado se fijara en el.

— ¿Que?

— ¿A donde vas? — Aquella pregunta pareció molestar al pelinegro, el cual chasqueo la lengua.

— No lo se, y si fuera el caso de que lo supiese. No es de tú incumbencia.

— ¿No sabes?

— No tengo nada interesante que hacer.

— ¿Ser el Rey pirata no es interesante?

—¿Oh? ¿Rey pirata? Ese sueño es una tontería. — Aquella aclaración sorprendió a todos, pero el espadachín no se lo tomó demasiado bien...

— ¡No digas gilipolleces!

— .... — la expresión del pelinegro no titubeó pero apareció un destello divertido en sus ojos ante las palabras del mayor. 

— ¡Eras tu el que siempre iba gritando a los cuatro vientos ser rey de los piratas! ¿Ahora de repente cambias todos eso?

— Bastante inmaduro por tu parte ¿no crees, Roronoa?  — El pelinegro volvió a caminar de nuevo, pero esta vez sin hacer caso a quien le llamase. Chasqueó por segunda vez su lengua.  — ¿Yo de repente he cambiado todo eso... ? — la ironía resbaló de sus labios carmesí.

— ¡Luffy,  Luffy! ¡Zoro haz algo! ¡Llámale de nuevo! ¡Zoro! — las lágrimas empezaron a deslizarse sobre las mejillas de la joven navegante mientras le daba leve golpeteo al espadachín, el cuál miraba bastante impasible hacía el suelo. La vergüenza centelleaba de sus ojos oscuros.

— Nami-San, no podemos hacer nada ahora mismo. — el rubio detuvo las manos de la muchacha mientras miraba por donde el moreno se había ido minutos antes.

— Todos sabemos que significaba la ironía en lo último que a dicho... — el peli verde apretó aún más sus puños haciéndolos quedar blancos.

Nadie supo que decir. Les dolía demasiado, porqué sabían que aquella frase iba por ellos. El daño estaba hecho y no podían detenerlo en aquel punto culminante. Minutos pasaron hasta que finalmente partieron hacia el barco.

— Deberíamos planear algo... — comentó la mujer más mayor. 

—Tienes razón, tenemos que hacer un plan o algo parecido... —Usopp apoyo la idea de la arqueóloga —. De vemos convencer a Luffy para que vuelva de nuevo

— Primero deberíamos traerlo al Sunny, hacerle entrar en razón y tal vez el sombrero ayude de algo... — La navegante sugirió.

— Tienes razón, mañana iremos a por él, le pediremos que venga e intentaremos hacer que entre en razón. — ordenó el espadachín.

—¡Sii!

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Isla*: En ese momento había referido al Archipiélago Sabaody como una isla, pero realmente NO es una isla. 

Sabaody es el mayor bosque de Mangrooves (árboles gigantes con raíces hundidas en el agua) que existe. Cada árbol representa una islote para que la gente viva. Por lo tanto no es una isla, si no más bien un bosque flotante, por eso no tiene ninguna señal magnética que pueda registrar el Log Pose.