La verdad no sabia lo que pasaba en ese momento, Manuel le estaba hablando, y justo cuando estaban más mal que nadie en el mundo, le invito a salir, para tratar de arreglar sus malas relaciones políticas que tenían, lo hubiera rechazado, pero la verdad era que esto se estaba poniendo de mal en peor, así que más daba lo acepto; en ese mismo momento estaba de ida al lugar acordado, no tenía muchas ganas de llevar, así que caminaba a paso lento mirando todo el lugar, cuando llegó, Manuel ya estaba ahí mirando el reloj, se notaba nervioso.

- Hola - le saludo como siempre lo hacía con él.

Busco de donde provenía la voz y observo que se Julio acaba de llegar - Hola - fue lo único que dijo, para luego pensar en que más hablar.

Julio por su parte, estaba desinteresado en todo, no tenía ganas de estar en primer lugar ahí, pero bueno, al final parece que le obligaron ir - Muy bien y que vamos hacer - le dijo mientras trataba de no ser muy frío en su forma de hablar aunque a veces le era imposible.

El otro suspiro y luego dijo - Primero pasa, que la reunión es dentro de este lugar - Pasaron el restaurante era tranquilo, aunque parecía que nadie había llegado al lugar.

Paso varios minutos había traído lo que pidieron para comer, aunque por su parte Julio no tenía ganas ni de comer, es mas ni siquiera quería estar ahí, cada vez que trataban de arreglar algo entre ambos países casi siempre todo se volcaba a que las cosas ocurrieran mal, nunca podía suceder nada bueno, tal vez era porque el simple hecho de que ambos tenía un carácter algo tosco y difícil de tratar, y que dos personas del mismo carácter traten "sociabilizar" era casi imposible, si no era uno, era el otro, lo mejor que podía hacer en ese momento era comer en silencio.

Paso casi medio hora, mucho tiempo sentado también era molesto para el Boliviano, por suerte ya había recogido los platos los cuales ambos terminaron de comer.

- Bien ahora si, me vas a decir como vamos a resolver el problema... - le miro aun desganado, ya no tenía caso tratarse bien, si todo salía mal a cada rato, hasta empeoraba.

- Ah... - pensó un momento y le dijo - Quieres que sea aquí, o vamos a otro lugar.

- No importa donde se resuelva, todo va mal - fue sincero con su respuesta, pero era cierto - Además que vamos a resolver, no me quieres dar el mar, nuestros gobiernos son incompatibles, me vale todo, es mas antes de empeorar, deberíamos retirarnos y esperar otros 50 o más años para que esto se resuelva. - Se levantó de su asiento estaba ya bastante cansado de todo, hasta de estar sentado, no quería estresarse más de la cuenta.

- Espera - Le dijo el chileno - Tal vez está vez si se pueda resolver - Dijo tratando de convencer al otro con eso.

- Ya hemos dicho eso tantas veces que hasta perdí la cuenta, como piensas que se va resolver todo esto en un día, me parece imposible, ya te dije, dejemos esto como esta, y metamos más leña al fuego que se provoca un incendio forestal - le dijo no quería insistir en algo así.

Pensó por un momento, sabía muy bien que era cierto, pero la cosa es era que esa reunión no era para tratar sobre esos asuntos, más bien todo lo contrario era para otros asuntos que por su tema no se podía hablar de así por así, no supo cuanto tiempo estuvo pensando, era ese tiempo fue más que suficiente para que el boliviano ya no estaba en el restaurante, salio del lugar y lo miro caminado ya algo lejos, tal vez era enano pero cuando se quería ir se iba rápido, no lo pensó más y fue a buscarlo, lo más rápido que pudo - ¡Julio espera! - el menor se volteo ya cansado de la insistencia del otro.

- Que quieres... - bufo molesto, y cruzó sus brazos en señal de fastidio.

- Bueno... - en ese momento pensó rápido en una buena excusa - Ya que estamos aquí, podemos ir a mi casa a hacer algo.

- Mira Manuel, ya tenemos bastante, es mejor dejar de tratarnos como si fuéramos "Amigos del alma" - expresó muy bien el entre comillas en el aire - Y solo hablar cuando se nos dicte, es mejor para ambos, así nos ahorramos el lío entero, espero que estés de acuerdo con eso.

Manuel ya estaba un poco cansado de seguir convenciendo al otro de tratar que vaya con él, y lo ultimo que logró hacer fue - Bien, entoces somos conocidos - le iba a seguir el juegos aunque de otra manera - apenas nos conocemos así que te invito a mi casa a conocernos mejor - fue lo único que dijo para luego tomar la mano del otro y arrastrarlo hasta su casa, aunque Julio se encontraba más que molesto con lo que ocurría.

Al cabo de 20 minutos ambos estaban ya en la casa del Chileno, Julio estaba de brazos cruzados en el sillón, mientras que Manuel trataba de mantener la calma de que el otro dejará de comportarse de manera infantil.

- Y bien... - dijo el menor mirando donde el otro estaba, en el sillón del frente - Si para mirarnos las caras me trajiste, mejor me hubiera ido a mi casa a dormir.

- Ya puedes dejar de hablar así - le miro, también estaba molesto, ninguno de los dos estaba de buena manera para hablar.

- No, ahora si, me puedo ir - fue casi como una pregunta sarcástica, aunque de pregunta no tenía nada, lo que deseaba era irse.

- No - le respondió, trataría de calmarse y que la paciencia le llegue, se levantó del asiento y fue al lado del otro - Sólo trato de ser bueno contigo, y sigues teniendo ese carácter de... - Hubiera seguido, sino fuera porque se notaba en la cara del otro que pronto iban a empezar otra pelea si terminaba la frase.

- Sigue, te escucho, fuerte y claro - le dijo sabia muy bien que le estaba retando, además las ganas de pelear nunca le faltaban.

- Uff... - Suspiro, estuvieron mucho tiempo en silencio, no se puso cuanto pero ninguno de los dos decía nada, de nada. A lo lejos se podía oír el sonido del agua caer, y eso también era algo molesto, en especial porque no se sabía de donde provenía en realidad - Julio... - Le llamo, le iba a decir en fin de todo lo que ocurrió ese día, el porque del todo.

- Dime - fue lo único que respondió, tratando de saber, ya el agua estaba calmado así no había problema alguno de una simple charla tranquila.

- Tengo que decirte algo muy importante, es sobre todo, y porque se hizo la reunión - estaba por seguir a lo que le dijo, pero fue interrumpido por el boliviano.

- Y que es, para quitarme tierras o algo por el estilo - le dijo aun mirando en frente sin ver al otro al rostro.

- No, y no me interrumpas. - le miro, aunque el menor no volteo a verlo, suspiro y siguió - Lo que pasa, es que... - No podía decirlo, tal vez era su orgullo o algo, pero todo lo interrumpía, hasta el mismo lo hacía. Tomó mucho aire, acercó con lentitud su mano, sin saber si debía o no hacerlo, pero lo decidió estaba por tomarle la mano, pero como siempre algo le interrumpió, estaban tocando la puerta, y no tuvo de otro más que atender a para ver quien era.

Por su parte, Julio estaba muy aburrido, miro la hora en su reloj, y se levantó del asiento para marcharse.

Manuel abrió la puerta y un muy emocionado Martin entro.

- Hola Manu ¿Cómo estás? - fue lo que le dijo, para luego sentarse en el sofá.

- Y a ti quien te invito a entrar a mi casa - fue lo que le dijo al argentino, el cual seguía igual de contento, como anteriormente.

El boliviano más que acostumbrado a eso, solo dijo - Bueno ya me voy - empezando a retirarse del lugar mirando de nuevo la hora.

Manuel estaba por decir algo pero fue interrumpido por el rubio - Que te vaya bien - se reía ya que mentalmente termino su frase con enano. Por su parte el menor de todos se retiró, cerrando la puerta.

Chile dio la vuelta mirando al rubio - Ya te puedes ir de mi casa - muchas interrupciones y nunca pudo decir lo que quiso.

- Tan temprano, yo solo quiero pasar el tiempo con mi vecino favorito - se levantó del sillón para ir donde estaba parado el otro - Vamos relájate, además hay muchas cosas que podemos hacer estando solos - se acercó más para tomarlo de los hombros - Que dices.

- Que te vayas de mi casa - fue lo último que hizo antes de sacarlo y cerrar la puerta. No todo salio bien, era cierto nada salía bien la vida...

(Si quieren segunda parte diganme ;v)