Las pasadas noches de copas había recaído en el hecho de emborracharse hasta perder la conciencia, varios países ya se había rendido, y solo quedaba Julio que empezaba a decir todas las cosas de manera sincera.

Pero todo eso recayó en el hecho de terminar con el Brasileño en uno de sus cuartos, la cerveza solo hizo que de paso a Julio hiciera lo que el mayor quería, entre ellos ponerse una ropa un tanto diferente, por no decir que mucho, las manos de mayor tocaban cada parte del boliviano, el otro apenas y si podía mantenerse tranquilo, pero debes en cuando no podía dejar de gemir, por solo el hecho de tocar lugares sensibles en el menor.

La ropa que el menor traía apenas y no dejaba mucho a la imaginación, los besos intensificados, y las mordidas pequeñas que dejaban el mayor, hacia que todo el ser de este se descontrolara.

La falta de aire en los besos, la cerveza y sensación a alcohol están haciéndose presentes más que antes, el brasileño metía sus dedos en el interior del Boliviano simulando las penetraciones, aunque rápidas, el otro gimiendo sin control, y tratando de que su cordura no se perdiera o la poca que le quedaba.

Julio no tardó mucho en sentir como el otro retiraba sus dedos y metía su pene en él, dio un grito ahogado ya que fue muy rápido en inesperado, pero pronto sintió placer, un placer que le lleno por completo y hacia que sólo un hilo de salida saliera de sus labios y respirando dificultoso; el mayor seguía en su labor no podía evitar sentir el placer, y las ganas de acelerar el ritmo, el interior cálido y apretado del otro sólo hacia que sus ganas aumentará, pero aun se contenía, o por ahora.

El menor arqueaba la espalda, no podía resistirse, el clímax estaba a la vuelta de la esquina, se aferro a la espalda del otro tratando de sostenerse pero en cambio empezó a arañar la espalda del brasileño, se besaron en busca de ir más con sus ganas de orgasmo.

Solo bastó poco tiempo y el menor llego por completo dejando el abdomen de ambos manchados de su semen, mientras que Luciano sintió el interior caliente del otro contrayendose no pudo más, solo unas estocadas más y todo el semen quedo en el interior del boliviano; exhaustos y sudados se durmieron en la cama, para tratar de recuperar el aliento, aunque en el fondo fue lo mejor que pudo tener.