Las dos se sentaron en el Mochi de Burbuja, Ino en un incómodo silencio y la otra como si nada la molestara. Sakura mordió su mochi de mango con la espalda enderezada como la de un rango más alto.

-"Sakura... sama..."-

-"Sakura está bien cuando somos los dos"- Dijo el Otokage. Ella dio otro mordisco -"Como decías, Ino?"-

Ino respiró hondo mientras se obligaba a mirar a su vieja amiga a los ojos. Esos iris verdes parecían irreconocibles, saturados completamente con años y años de ser un shinobi. Sólo había visto una mirada como esa en un veterano shinobi endurecido por la batalla y la vista de muchas, muchas muertes.

-"Estoy viendo lentamente por qué hiciste esto, pero después de verte así... Te veo como el líder de este pueblo ... Sakura, ¿qué te pasó? Qué... No eres tan fuerte y es ¡Como si hubieras perdido la habilidad de enojarte!"- Ella exclamo. Sakura observó cómo su cara se tiñó de rosa con exasperación. Luego tomó un sorbo de su té de hojicha.

-"Quizás es porque crecimos en un pueblo tan agradable, el primer Kage que sabíamos era un tipo viejo y todo el mundo podría haber sido la persona más amable en todo el mundo, sólo si no eras Naruto, con tristeza- Konoha prosperó en las emociones positivas y no fue diferente para nosotros. Después de salir, vi que los otros pueblos ciertamente no eran como nosotros. Nosotros somos demasiado agradable y misericordioso. Pero desde que viene aquí, creo que he perdido parte de eso..."-

Sakura arrancó otro mochi de mango del plato frente a ella.

-"Seis años pasaron y yo había hecho más de lo que jamás había imaginado, pero no se produjo hasta que experimenté lo que significa ser un shinobi cuando se esculpió en mis huesos"-

El recuerdo de ella y de Kabuto que había sido capturado y torturado durante dos semanas resonó en su mente. Tenía veintiún años cuando sucedió, la peor de sus heridas dejando su torso y sus muslos horriblemente marcados y poniendo a Kabuto en fisioterapia durante tres meses. Se escaparon cuando ella golpeó la cabeza con un asaltante, fracturando su cráneo en el proceso, y auto-dislocación de su hombro para alejarse de las fijaciones.

Fue también en ese momento que sintió algo en la cabeza. Pero ella no sabía lo que era.

Rápidamente ignoró tanto ese pensamiento como la mirada sorprendida de Ino.

-"Lo que estoy logrando es que he crecido fuera de los ideales de Konoha. Los shinobis no son buenas personas, Ino, no importa lo que digan todos, tomamos cosas, reunimos información, matamos gente"- Sakura dijo, con una sonrisa pequeña pero cruel en sus labios, pero no en sus ojos: -"Esta última, sobre todo... ¿Cuántas personas crees que han muerto por mis manos?"-

Ino apretó los puños.

-"... ¿Cuántos?"-

-"Ya no me acuerdo"-

Un escalofrío recorrió la espalda de la rubia.

-"No recuerdo cuántas personas he enterrado, no recuerdo cuántas vidas se perdieron por mí, no sé cuántas familias he destruido, pero ¿sabes lo que recuerdo? Recuerdo las miradas en sus caras cuando las corto, cuando las asesino, cuando les quito todo lo que han tenido"-

Ino no pudo apartar los ojos. Había matado antes, sí, pero sólo en las peores circunstancias y podía enumerar los nombres de esas personas y contarlas en sus dedos. Los ojos verdes habían oscurecido, emitiendo un aire impasible y despreocupado. ¿Sinceramente? La persona sentada frente a ella la asustaba. No era Sakura. No podría ser. Quienquiera que sea... era...

-"Cuando matas a esta gente, su sangre te mancha las manos, te preguntas por qué no puedes sacarla, por qué ni siquiera el blanqueador puede lavar el color, es una contradicción, yo soy un médico, pero tengo que matar. Realmente cambia a alguien, ¿sabes?"-

La sombra desapareció abruptamente de su mirada y el aire a su alrededor volvió a la normalidad. Sakura tomó el último mochi de su plato.

-"¿Eso responde tu pregunta?"- ella preguntó. Ino permaneció en silencio un buen rato antes de que sus labios se encogieran de ira.

-"Tú... tu estúpida frentona"-

::

Shikamaru suspiró al entrar en una tienda de conveniencia para comprar un paquete de cigarrillos. Estaba contento con su equipo en términos generales no hiciera nada impulsivo. Ino era la que esperaba que actuara de los cuatro, pero estaba seguro de que se había calmado porque Sakura estaba aquí. Ahora iba a haber una pelea fuera de la aldea en su campo de entrenamiento personal mañana a las tres. Era una demanda hecha por el peliazul que él no esperaba que ella lo aceptara. Se metió en la sección de comida chatarra. Él ya estaba aquí, también podría tomar una merienda.

En medio de decidir qué fichas conseguir, oyó una voz gruñir desde el pasillo a su lado.

-"¿Estás en serio con el pez de colores del arco iris, hm? No tienes cinco años. Creo que puedes ser un chico grande y obtener el tipo regular, un"-

-"¡Pero me gustan los verdes!"-

-"... ¿Dónde te he equivocado, no?"-

Un hombre relativamente alto se volvió hacia el pasillo con una sonrisa desgarbadora en su rostro y sus ojos buscando esos bocadillos de peces dorados. Shikamaru lo reconoció como el diplomático que permaneció en Konoha durante la duración del Programa de Intercambio. Tobi, si lo recordaba correctamente. Mientras tomaba una bolsa de peces de colores del estante y se volvía, captó el ojo de Shikamaru.

-"Eh, tú eres Nara-san, ¿verdad?"-

Shikamaru asintió con la cabeza.

-"Sí, ¿Tobi-san?"-

Se dieron la mano. ¿Fue él de quien hablaron los concejales? El otro en la lista de los muertos que de repente decidieron hacer su aparición. El Uchiha.

-"¿Estás aquí en una misión?" -preguntó Tobi. Tobi tenía algunas características que podían pasar por uno de los clanes y tenía una similitud con Sasuke e Itachi. Sin embargo, las cicatrices lo tiraron.

-"Una pequeña"-

-"Ya veo ya ve"-

Parecía demasiado amable para ser un miembro anterior de la Akatsuki.

-"¡Oi, Tobi! ¡¿Cuánto tiempo tardas en encontrar tu maldito arco iris, hm?!"-

-"¡Vamos, senpai!"-

Sonrió a Shikamaru y se excusó para volver a Deidara. Antes de marcharse, pronunció unas palabras con tanta sutileza que la Nara casi no las había oído. Pero él seguro que no se perdió la amplia sonrisa y la forma en que sus ojos desparejados destellaron la misma sombra de sangre roja.

-"No causen ningún problema, ¿de acuerdo?" -