Day seven

Eternal.

Acomodó correctamente su traje de héroe y colocó correctamente las telas y verificó que las cuerdas vocales artificiales funcionaran correctamente, guardó el bolso en su casillero y miró su teléfono ante de bufar. Anoche había conectado mal el cargador así que no había cargado nada, el pelimorado pensó en que luego buscaría alguien la agencia a quien confiarle el teléfono cargando.

—¡Hitoshi estás aquí! –Exclamó con alegría alguien a sus espaldas, el héroe se giró para encontrarse con su compañero de patrulla y su buen amigo, Kaminari Denki, el rubio ya estaba vestido y como siempre le enseñaba una alegre sonrisa, Shinsou también le sonrió.

—Buenos días Denki. –Saludó mientras tomaba el cargador de su bolso y cerraba el casillero.

El rubio ladeó su cabeza y lo observó fijamente, la excesiva atención comenzó a poner nervioso al pelimorado, quien siempre sentía como su corazón palpitaba con más fuerza de la normal al estar junto a aquel chico de ojos dorados.

—¿Pasó algo Hitoshi? –Los ojos de Denki se posaron en el celular y el cargador, la sonrisa del rubio se expandió. —¿Acaso no tienes batería? –Preguntó mientras daba un paso hacia él, acortando la distancia.

Shinsou quería retroceder instintivamente pero ya era un héroe hecho y derecho, no se dejaría intimidar por aquel chico.

—Así es, y ya sé que es lo que estás pensando pero ya te digo que no. –Respondió con firmeza.

Kaminari hizo un puchero y se acercó más al pelimorado.

—Vamos Hitoshi no seas anticuado, he estado practicando. –Aseguró.

Shinsou rodó sus ojos.

—No me interesa, eso dijiste la vez anterior y cuando te dejé hacerlo fundiste la batería de mi teléfono. –Le recordó. —Así que ésta vez paso.

Denki frunció el ceño y tomó el brazo de Hitoshi para acercarlo bruscamente a él, aquello hizo poner nervioso al pelimorado quien tragó saliva al ver más de cerca los brillantes ojos del otro.

—Te prometo que si ésta vez no funciona no sólo no volveré a molestarte, sino que también te compraré uno nuevo con mi dinero. –Propuso seriamente. —Vamos Hitoshi, dejame intentarlo. –Le suplicó.

Shinsou se sentía débil ante aquella mirada del rubio por lo que inspiró hondo antes de ceder, nunca podría decirle que no a aquel rubio carismático.

—De acuerdo, última oportunidad Denki. –Respondió antes de alejarse un poco por su propia salud y entregarle el teléfono y el cargador.

Denki sonrió ampliamente y conectó el cable al teléfono y liberó la entrada USB, volvió a entregarle la parte que no necesitaba del cargador a Shinsou y la sonrió.

—Verás que ésta vez si me saldrá, confía en mi. –Le guiñó un ojo y sin apartarle la mirada al pelimorado llevó el cable a su boca, sonrió con eso entre los dientes y los rayos brotaron débilmente alrededor del cuerpo del rubio.

Shinsou sentía que se estaba quedando sin aire mientras veía como el teléfono comenzaba a subir el porcentaje. Pasaron unos segundos y Denki apagó su quirk con una sonrisa.

—No lo cargué por completo porque es bastante difícil controlar todo en mínimo pero aquí tienes Hitoshi. –Dijo alegremente mientras le devolvía el aparato al pelimorado.

Shinsou lo miraba sorprendido y tomó sus cosas sin apartar la mirada del rubio, el héroe no lo pensó mucho antes de decir:

—Eres increíble Denki. –Lo había dicho con total sinceridad con una leve sonrisa.

Kaminari sintió sus mejillas enrojecer por el halago de su tan especial amigo, había practicado mucho tan sólo para impresionarlo y ver que rindió frutos lo hizo extremadamente feliz, el rubio le dió la espalda a Shinsou para ocultar su sonrojo y carraspeó.

—Por supuesto que lo sé Hitoshi, soy un excelente héroe después de todo. –No resistió estar por más tiempo ignorando el bello rostro del pelimorado y se giró con una sonrisa a él. —Ahora debemos irnos a patrullar, vamos. –Lo tomó de la muñeca y comenzó a arrastrarlo fuera de la agencia con su corazón latiendo como loco por el simple hecho de tocar a Shinsou Hitoshi.

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Denki jadeó mientras fruncía el ceño hacia el villano frente a él, habían intervenido en un robo a una joyería, Shinsou estaba en la parte de atrás luchando con los dos que aguardaban afuera mientras él se encargaba de los tres de adentro, con su quirk había podido dejar fácilmente fuera de combate a dos pero uno se mostraba especialmente difícil ya que podía convertir partes de su cuerpo en un vidrio bastante duro y se defendía con éste de los ataques del rubio, pues claro, el vidrio no era conductor de electricidad y era excelente para evitar los rayos de Kaminari.

El rubio había optado por el combate físico, esperando que durante la lucha encontrara alguna abertura para poder electrocutar a aquel desgraciado pero ésta era una tarea bastante difícil ya que los golpes que recibía eran provenientes de las partes convertidas en vidrio, lo que lo hería más e incluso lo cortaba. Denki jadeó y tomó su distancia nuevamente, limpió su mejilla cortada.

—Parece que te quedas sin opciones estúpido héroe. –Le dijo aquel hombre con una sonrisa divertida. —Sólo dejame ir con las joyas y prometo no hacerte daño.

Kaminari se sintió furioso por aquel comentario y los rayos comenzaron a envolverlo mientras miraba fijamente al villano frente a él, quien se mostraba confiado ya que podía protegerse fácilmente de los ataques del rubio.

—Oye Sato apúrate que no tenemos tiempo. –Dijo una voz desconocida desde atrás de la joyería. —Pudimos dejar fuera de combate al otro héroe idiota pero seguramente no tardarán en llegar más, son como cucarachas.

Denki cerró su puño con fuerza y comenzó a dirigirse hacia el hombre quien aún no borraba su sonrisa.

—De acuerdo, esperame unos segundos Hina, ya término con éste. –Respondió divertido.

Kaminari le devolvió la sonrisa al ver como el hombre quedaba sorprendido, no podía mover ni un sólo músculo y por lo tanto no pudo esquivar el puño del rubio que le dió de lleno en la cara –cargado de electricidad– y cayó al suelo con un ruido sordo, junto a los otros que había vencido el chico eléctrico.

—Ya lo tenía de todas formas. –Mencionó Denki mientras apagaba su quirk, se oyeron unos pasos y Hitoshi entró por la puerta trasera.

—Oh lo siento entonces, pero comenzaba a aburrirme luego de derrotar a aquellos dos. –Mencionó antes de tirar de las telas y hacer que dos hombres inconscientes cayeran al lado de los otros tres.

Kaminari rodó sus ojos.

—Como sea llamemos para que los arrest... –Las palabras murieron en su garganta cuando sintió los dedos de Hitoshi limpiando su mejilla que nuevamente había comenzado a sangrar. —¿Qué sucede? –Preguntó al notar la preocupación en los ojos del otro.

Shinsou inspiró antes de hablar.

—Yo en realidad... Realmente me preocupé al verte tan cortado y sangrado que simplemente... Me desesperé, no quería intervenir así como así a tu pelea, lamento si eso te molestó. –Le susurró en voz baja.

Denki abrió sus ojos con sorpresa y finalmente sonrió dulcemente, tomó la mano libre del pelimorado y la entrelazó con la suya.

—No tienes que disculparte por eso Hitoshi, yo en realidad realmente me sentía furioso al pensar en que tú habías sido vencido y... Enloquecí, estaba dispuesto a herir a aquel tipo sin importar el costo, iba a cometer alguna estupidez y si no fuera porque oí la frase clave que utilizabamos realmente iba a hacer alguna locura. –Le dijo con una sonrisa.

Ambos se miraron a los ojos, sus rostros a escasos centímetros y sus corazones acelerados de igual forma.

—Yo te... –Shinsou tragó saliva. —Te quiero proteger siempre Denki. –Le confesó con sus mejillas levemente sonrojadas.

Kaminari también se sonrojó por eso y le sonrió al otro.

—Yo también te quiero proteger siempre Hitoshi. –Le dijo. —En mi corazón siempre está latente el deseo de ser tu... Tu compañero, tu eterno compañero.

Shinsou apoyó su frente en la del otro y sonrió aliviado.

—Espero que así sea entonces.

Ambos se volvieron a mirar a los ojos y encontraron en el otro la comprensión de las palabras dichas, del verdadero significado y del sentimiento que en sus corazones se acrecentaba.

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