Day one

The pocket ghost.

La penumbra y el silencio reinaban en aquel momento, el suave susurro del viento los acompañaba. Cada uno llevaba una linterna en su mano, pese a que eran conocidos por ser uno de los cursos más alborotadores en ese momento toda la clase A estaba callada, armandose de valor para lo que vendría.

—Ésto es una estupidez, no sé por qué me obligaron a venir a ésta mierda, además es muy tarde. –Rezongó Bakugo Katsuki, rompiendo el silencio. Kirishima Eijirou y Kaminari Denki iban a su lado, éste último se quedó callado, estaba intentando con todas sus fuerzas no demostrar el temor que sentía.

Kirishima sonrió y palmeó amistosamente el hombro de Bakugo.

—No digas eso Blasty, la prueba de valor de la UA es una tradición anual, ¿No crees que es emocionante recorrer todo el instituto de noche? Hay bastantes rumores sobre espíritus que habitan por aquí, tal vez tengamos la suerte de encontrar uno y... ¡Atraparlo! –Exclamó con alegría mientras sacaba un pequeño artefacto metálico y de forma triangular. —Esa chica del departamento de apoyo, Hatsume Mei, ha dicho que éstos aparatos realmente son capaces de capturar hasta la última partícula de un ser del más allá. –Katsuki simplemente murmuró algo sobre que aquello era una idiotez y decidió volver a cerrar la boca.

Más adelante, encabezando el grupo estaba —para sorpresa de todos—Tenya Iida, moviendo roboticamente sus brazos mientras les explicaba a Uraraka Ochako y Midoriya Izuku sobre los pasos que debían seguir para la prueba de valor, el chico de gafas realmente se encontraba entusiasmado ante la idea de poder capturar un fantasma, por lo que poco había reprochado sobre ingresar a hurtadillas a la UA. El grupo ya estaba llegando a la entrada trasera por la que debían escabullirse cuando se encontraron con una —desagradable para algunos— sorpresa, la clase B estaba frente a ellos.

—Pero qué... –Kendo Itsuka se mostró brevemente sorprendida y luego procedió a reírse. —No esperaba que la clase A también decidieran realizar la prueba de valor hoy, buenas noches a todos. –Dijo con una sonrisa amable.

Pronto los dos grupos se acercaron y Monoma Neito junto con Bakugo no tardaron en lanzarse comentarios mordaces, que fueron totalmente opacados por el varonil encuentro de Kirishima con Tetsutetsu Tetsutetsu. Los dorados ojos de Denki buscaron con prisa a alguien en específico y cuando lo encontró una sonrisa se plasmó en su rostro mientras se acercaba.

—Hola Shinsou. –Saludó sonriente. El pelimorado fijó sus ojos púrpura en él y el rubio sintió como su corazón revoloteaba con nervios, aún no lograba entender por qué le sucedía aquello cuando estaba al lado de Shinsou Hitoshi pero extrañamente no lo encontraba desagradable.

El joven llevó una mano a su nuca y ladeó ligeramente su cabeza, sus ojeras se veían más pronunciadas que antes lo que hizo que Denki se preguntara si estaba durmiendo bien últimamente.

—Hola Kaminari. –Susurró un tanto incómodo, aún no comprendía bien lo que era tratar con amigos, aunque el rubio siempre se lo dejaba fácil ocupando él gran parte de la conversación, llenando así los vacíos que dejaba el constante silencio de Hitoshi, éste poco a poco había comenzado a acostumbrarse a la compañía del de ojos dorados. El pelimorado se percató de que había pasado varios segundos viendo fijo a Denki—quien también había quedado en silencio, observándolo— y decidió tomar la iniciativa para romper el silencio. —¿Es realmente necesario hacer ésta tonta tradición de la prueba de valor? No creo que el edificio cambie mucho estando oscuro o no. –Murmuró con pereza, él realmente deseaba estar en su cama pero lamentablemente Monoma lo había arrastrado a aquel lugar.

Kaminari jugueteó con la linterna en su mano y sonrió.

—Yo pienso que es divertido hacer éste tipo de cosas con amigos, aunque preferiría pasar tiempo con ellos haciendo otra que cosa que no requiera... Lugares oscuros y cosas tenebrosas... –Murmuró con un hilo de voz, al percatarse de lo que dijo rápidamente alzó la vista y sonrió. —Pero qué cosas estoy diciendo, yo no tengo miedo de éstas cosas... Bueno sí pero se supone que debía mantenerlo en secreto, maldición, Shinsou no le cuentes de ésto a nadie, si Mina y Sero se enteran sufriré el resto de la semana de sus burlas. –Pidió haciendo un puchero con sus labios, a Hitoshi eso le dió gracia —y tal vez un poco de ternura— así que sonrió levemente antes de asentir.

—Ninguna palabra saldrá de mi boca Kaminari, no te preocupes. –Aseguró con una sonrisa. El rubio palmeó el hombro de Shinsou a modo de agradecimiento.

Itsuka e Iida pidieron silencio y se colocaron delante del grupo de adolescentes expectantes (y en pijama).

—Muy bien todos. –Dijo Kendo con una sonrisa. —Hemos hablado con Tenya al respecto y creemos que será más divertido si la prueba de valor la hacemos los dos cursos en conjunto. –Se oyeron varias quejas al respecto por lo que la joven alzó una mano para hacerlos callar. —Vamos no sean amargados y escuchen, resulta que los de la clase A tienen un increíble aparato que, según dicen, podrá servir para atrapar algún espíritu, dado que cada persona en su clase tiene uno hemos decidido que la prueba se hará en grupos en los que los cursos estén mezclados, ¿No es divertido? –Nuevamente las quejas volvieron a oírse pero eso ya no le interesaba a Kendo, que ya había comenzado a preparar a los grupos.

Al final iban a entrar en grupos de seis y recorrerían distintas zonas del enorme instituto. Kaminari, Kirishima, Bakugo, Monoma, Shinsou y Tetsutetsu habían quedado en un grupo, se encargarían del ala este que pasaba por la sala de práctica, armados con sus linternas y el pequeño aparato de Mei ingresaron a la oscuridad que envolvía a la UA.

Kaminari se había pegado a sus dos amigos, sorprendentemente Bakugo no había dicho nada por la cercanía, aunque Denki notó que era porque el rubio ceniza estaba muy atento a la animada charla entre Kirishima y Tetsutetsu, quienes se sonreían mutuamente.

—No seas celoso Bakugo. –Le susurró con sorna, el de ojos rubí se giró furioso a él y Denki se alejó un poco mientras desviaba su mirada, haciéndose el desentendido.

Shinsou lo observaba de reojo desde atrás en compañía de Monoma.

—Aún no entiendo como puedes juntarte con esos inútiles de la clase A, pensé que eras más listo Hitoshi. –Kaminari se giró con sorpresa hacia ellos y miró con curiosidad a Neito, quien observó de reojo al de ojos dorados antes de sonreír con arrogancia. —Como sea, había algo que quería preguntarte, Hitoshi. –Dijo mientras reía por lo bajo al ver la reacción de Kaminari.

Shinsou —totalmente ajeno a lo que sucedía— ladeó ligeramente su cabeza hacia Monoma.

—¿Qué cosa? –Preguntó curioso. El joven se le acercó un poco, rozando sus hombros y sonriendo divertido.

—Sabrás tú que yo soy una persona muy intuitiva Hitoshi, por lo que he notado algo... Extraño. –Murmuró con aire de misterio.

Shinsou rodó sus ojos por la extensa introducción y se acercó un poco más a su compañero.

—¿Y qué querías preguntar? –Dijo de forma directa el pelimorado. Monoma se inclinó aún más para acercarse al oído de Shinsou mientras le sonreía a Denki quien ya los miraba con poco disimulo.

—Tú y ese chico eléctrico de la clase A parecen llevarse bien y es extraño Hitoshi, porque yo pensaba... ¿Acaso él te gusta? –Aquella pregunta desconcertó al pelimorado que se alejó con sus ojos ligeramente abiertos y con un casi notorio sonrojo en las mejillas.

—Pero qué cosas dices Neito, yo no... –El joven no lo dejó terminar que ya soltó una risa casi malévola.

—Parece ser que ya encontré con que molestarte querido Hitoshi y para que sepas, es demasiado obvio... Aunque no diría que es sólo de tu lado, tal vez tengas oportunidad. –Monoma le guiñó un ojo mientras Shinsou se volvía a sonrojar.

Kaminari se cruzó de brazos e hizo un pequeño puchero mientras seguía caminando, Bakugo a su lado sonrió de forma tétrica.

—No seas celoso bastardo eléctrico. –Susurró con malicia el de ojos rubí. Denki abrió su boca con sorpresa y finalmente le sacó la lengua de forma infantil antes de alejarse con rapidez para resguardar su vida. —Oh vamos en serio huirás pikac... –Las luces de las linternas se apagaron casi al mismo tiempo en el que un llanto comenzó a oírse a lo lejos. Kaminari se estremeció del miedo y retrocedió lentamente hasta que sintió que su espalda chocaba contra algo... ¿Cálido?

—¿Kaminari? –Oyó el rubio justo en su nuca, sus músculos se relajaron al percatarse de que era Shinsou.

—Sí, estoy... –Su cuerpo temblaba ligeramente por el miedo al oír ese llanto que no cesaba. —Creo que estoy... –Tragó saliva mientras intentaba que sus ojos se adaptaran más rápido a aquella oscuridad. De pronto, Denki sintió como Hitoshi lo tomaba de la mano y entrelazaba sus dedos con timidez.

—No te preocupes, lo entiendo, volvamos por nuestros pasos no podemos seguir así. ¿Verdad chicos? –Preguntó el pelimorado, solo que nadie le respondió. —Pero qué...

Denki comenzó a sentirse aún más nervioso, la linterna no volvía a encenderse y el llanto había cesado abruptamente, apretó con fuerza la mano del pelimorado.

—¿Hola? –Preguntó con temor.

De repente las linternas se iluminaron con rapidez y los dos adolescentes abrieron sus ojos sorprendidos al ver que estaban solos en el pasillo, además...

Ese no era el pasillo en el que se encontraban antes.

Kaminari sintió como el aire se iba de sus pulmones y quiso retroceder un paso pero nuevamente su espalda dió contra el pecho de Shinsou, que lo miró con preocupación.

—Tranquilo solo... Habrá sido una broma, vamos, nosotros seremos héroes y no podemos permitir que algo como ésto nos asuste, ¿De acuerdo? –Dijo mientras le hacía suaves caricias al dorso de la mano del rubio quien se limitó a asentir. —Busquemos a los demás y salgamos. –Hitoshi comenzó a caminar sin separar sus manos, por suerte el pelimorado se había ubicado y ya sabía que camino tomar para regresar al lugar en el que habían estado sus compañeros de grupo.

Denki sentía su corazón latir con fuerza, y no sólo por el terror que sentía por aquella situación, sino que también al ver sus manos unidas. El rubio necesitaba distraerse con algo antes de empezar a hiperventilar así que optó por meter la mano libre en su bolsillo para dejar la linterna que era suya y tomar el artefacto triangular que supuestamente atraparía a un fantasma.

—Oye crees que... –La frase de Kaminari murió en su garganta cuando tropezó con la espalda de Shinsou. —¿Qué pasó? –El de ojos púrpura se giró y lentamente puso el dedo índice sobre sus labios, indicándole que hiciera silencio, el rubio asintió. Hitoshi le hizo una seña con su cabeza para que mirara al frente, Kaminari posó sus ojos detrás del atractivo chico y sintió como su cuerpo quedaba estático, al final del pasillo en el que iban la linterna alcanzaba a iluminar brevemente a una silueta femenina que llevaba un camisón blanco empapado de sangre y unas sabanas verdes y sucias en los brazos, el llanto volvió a oírse y esta vez pudieron identificarlo como de infante.

La mujer meció el bulto se sabanas y tarareó de forma horrorifica.

Shh... Silencio pequeño, no quiero volver a hacerlo, no puedo permitirme dañarte una vez más así que tal vez... –La cabeza de la mujer se giró hacia ellos y los dos adolescentes se estremecieron, su piel estaba putrefacta y se caía a pedazos, sus ojos estaban hundidos y huecos pero lo peor era su sonrisa... Se extendía hasta sus orejas mientras pedazos de piel se caían a su alrededor. —Tal vez deba dañarlos a ellos.

Kaminari no dudó ni un segundo antes de aferrar su mano a la de Shinsou y obligarlo a correr en la dirección contraria a la de ese ser, que se acercaba sorprendentemente rápido mientras su cabeza hacía movimientos erráticos y sonidos perturbadores. Los dos corrieron con prisa y doblaron en un pasillo, sus respiraciones comenzaban a agitarse por lo que Hitoshi abrió la primer puerta que encontró y los empujó allí adentro, apagó con rapidez su linterna y colocó una mano sobre su boca para evitar hacer algún ruido que los delatara.

Denki apenas podía oír por los acelerados latidos de su corazón, por lo que sin pensárselo mucho hundió su rostro en el pecho de Hitoshi, quien no dudó en envolverlo con su brazo libre. Afuera se oía el llanto que comenzaba a acercarse al igual que el aterrador sonido que hacía el cuerpo de esa horrible... ¿Mujer?

Vamos pequeño... Sólo haz un poco de silencio, debemos encontrar a nuestros nuevos amiguitos y... ¡Cierra la maldita boca! –Gritó la mujer, el llanto del bebé cesó y aquel ser volvió a tararear, cada vez más cerca de donde se encontraban. —Oh... Me pregunto dónde estarán, salgan ya y...

Un fuerte estruendo se oyó a lo lejos y tanto Denki como Hitoshi se pusieron en alerta.

¿Pero qué rayos? ¿Acaso ese inútil no sabe hacer bien su trabajo? –Los dos adolescentes se miraron y el estruendo nuevamente se oyó. —Rayos, parece que alguien más sufrirá contigo bebé. –Dijo aquel ser mientras se oía como se alejaba.

Kaminari estaba seguro, conocía perfectamente aquel ruido.

Bakugo estaba realmente furioso.

—¿Estás bien? –Le preguntó Shinsou, su mano había descendido hasta la cintura del rubio y lo miraba con preocupación.

Kaminari sintió su rostro enrojecer mientras asentía, aquella reacción en el de ojos dorados también hizo que Shinsou se sonroje, ambos se habían percatado de algo, sus cuerpos estaban prácticamente pegados ya que estaban en un armario de limpieza, además de eso sus rostros se encontraban a escasos centímetros, haciendo la situación bochornosa.

—Algo está pasando, lo presiento, esa mujer de allí afuera es... –Tragó saliva. —Sin dudas aterradora pero hay algo más, debemos confrontarla antes de que hiera a alguien. –Mencionó con preocupación.

Hitoshi asintió estando de acuerdo.

—Además por lo que habló, parece que no está sóla hay alguien más. –Agregó el pelimorado.

—Y ese alguien parece estar luchando con Bakugo, debemos apresurarnos antes de que ésto se vuelva un desastre. –Los dos se miraron y reconocieron el instinto de héroe en el otro por lo que sonrieron antes de ponerse a trazar un plan.

Salieron con cautela del armario y caminaron con sigilo en la oscuridad, no se atrevían a encender la linterna para así no revelar su ubicación, buscaban interceptar a aquella horrible mujer sin que ella los notara primero.

—Como lamento no tener mi traje de héroe en éste momento, no puedo controlar mi quirk sin las herramientas, temo lastimar a alguien. –Murmuró con pena.

Shinsou colocó una mano en el hombro del rubio y le dió un ligero apretón.

—No te preocupes, podemos encargarnos de ella incluso sin tu quirk, hallaremos la manera. –Le aseguró.

Mientras Denki caminaba más sentía que sus pelos se erizaban, algo horrible estaba pasando o iba a suceder y eso realmente lo inquietaba, buscó nuevamente el tacto del pelimorado para tranquilizarse y éste no dudó en volver a entrelazar sus dedos, después de todo él también comenzaba a ponerse nervioso.

A lo lejos los adolescentes pudieron distinguir nuevamente esa mancha oscura que se movía.

Oh bebé... Ese inútil no sirve para nada, pero lamentablemente lo necesitamos para... –El bebé volvió a llorar. —No te preocupes, nos desharemos de esos niños entrometidos y beberemos hasta lo último de su alma, han pasado años desde que estuve tan cerca de almas tan jóvenes, es... –La mujer calló y gruñó. —Las siento... Están por aquí cerca.

Denki y Hitoshi se miraron antes de asentir, cada uno tomó un camino distinto para desorientar a aquella horrible mujer.

Shinsou había encendido la linterna directamente en la cara espantosa de ese ser, pudo observar con horror como su carne desgarrada se movía ligeramente con ella y liberaba un olor putrefacto, aunque también pudo notar que más allá de su rostro lo demás no parecía tener una forma física, parecía una simple neblina que se movía ligeramente con el viento. Shinsou sintió que reunió la suficiente información y usó todas sus fuerzas para correr lejos de ella, sus manos estaban vacías, sólo contaba con una linterna y nada más, pero confiaba en su fuerza física así que puso toda su fe en ella y corrió lo más rápido que pudo.

Kaminari por su parte estaba escondido justo en la esquina de un pasillo, aguardando la llegada de Shinsou con el artefacto triangular en su mano, lo aferraba con fuerzas mientras rogaba una y otra que vez que funcionase, que no le ocurriera nada a Hitoshi.

A lo lejos se oyó la pesada respiración del pelimorado y el aterrador chillido de la criatura que estaba furiosa por no alcanzarlo.

¡Maldito seas!¡Cuando te agarré disfrutaré un buen rato arrancando poco a poco tus miembros, disfrutaré devorar hasta la última gota de tu miserable alma!

Denki asomó la cabeza para espiar y notó que Shinsou estaba a sólo unos metros por lo que asintió y se puso en posición, lo que siguió a eso si bien fue en un lapso de segundos se sintió como una eternidad para los dos jóvenes.

Shinsou logró llegar hasta donde estaba el rubio, rápidamente se lanzó y cubrió su cabeza mientras la mujer relamía sus labios acercándose a él, Kaminari —quien aún no había sido descubierto— activó el mecanismo de aquel aparato y lo deslizó justo debajo del camisón de aquel ser, quien pudo ser fácilmente atravesado por el objeto que comenzó a chirriar y a emitir chispas, captando la atención de la mujer quien se giró furiosa hacia el rubio e intentó atacarlo. Hitoshi había visto eso y no dudó en lanzarse hacia Denki y empujarlo hacia atrás con todo su cuerpo, la mujer chilló con rabia sólo rozando la tela del pantalón de Shinsou mientras era succionada por el aparato en sus pies.

Todo quedó en un silencio tal que los jóvenes podían oír los acelerados latidos de sus corazones, Shinsou rápidamente reaccionó y tomó el rostro del de ojos dorados entre sus manos.

—Denki, Denki ¿Estás bien?¿Te hizo daño?¿Te...? –Sentía su respiración agitada y realmente se encontraba preocupado por el bienestar del rubio, cosa que conmovió a éste y sonrió levemente mientras posaba su mano sobre la ajena –que aún acunaba su rostro– se sentía extrañamente aliviado.

—Estoy bien, no te preocupes, ¿Tú cómo estás? –Le preguntó con voz suave mientras incorporaban ya que habían terminado tirados en el suelo. —Tú me salvaste, eres mi héroe Hitoshi.

El pelimorado abrió sus ojos con sorpresa mientras aquellas palabras se asentaban en su corazón.

—Yo... ¿Soy tu héroe? –Preguntó conmocionado.

El rubio estiró su mano para volver a tomar la mano de Shinsou.

—Así es, lo eres. –Afirmó con una sonrisa, pero lamentablemente no pudo durar mucho. Cuando esa horrible mujer desapareció la manta verde había caído al suelo con un ruido seco y el llanto del infante volvió con más intensidad, los jóvenes héroes quisieron acercarse a él pero un aura negra envolvió aquella manta y reveló que debajo sólo habían huesos, huesos que poco a poco recuperaban su carne y mostraban un aterrador rostro aún peor que el de aquella mujer, sus ojos se posaron en los adolescentes y de forma instintiva Kaminari rodeó con sus brazos a Shinsou intentando protegerlo, el pelimorado también hizo lo propio y apretó con fuerza la cintura del chico, ambos cerraron sus ojos con fuerza, esperando lo peor.

—¡Te encontré bastardo! –Se oyó un chasquido metálico y el llanto junto al aura negra desaparecieron. —Ya pueden soltarse tortolitos. –Shinsou reconoció aquella voz y alzó la vista hacia Monoma, que tenía sus cabellos alborotados y su pijama ligeramente roto.

Tanto Kaminari como Shinsou suspiraron aliviados, pero tardaron un par de segundos más en soltarse e ir junto a Neito.

—Tal parece que aquí realmente había algo paranormal. –Explicó el joven. —Alguien con un quirk asombroso se escabulló dentro de las instalaciones, tal parece que podía invocar criaturas horrendas de dios sabe dónde, una de ellas nos atacó a nosotros y tal parece que esa fea criatura era controlada por la asquerosa mujer que estuvo con ustedes, ese bebé que ella tenía en brazos en realidad estaba suelto por ahí siguiendo sus órdenes para comerse mi bella alma y bueno, la de los demás.

Kaminari ladeó ligeramente su cabeza.

—¿La mujer tenía ese quirk? Porque nosotros la encerramos en ese aparatito, ¿Qué le sucedió? –Preguntó confuso.

Monoma bufó, lamentándose por tener que explicar todo.

—No, esa mujer era una de las invocaciones, el convocador era un hombre horrible con mal sentido de la moda que tuvo la mala suerte de encontrarse con el explosivo Bakugo y el entusiasta Kirishima, oh tendrían que haber visto la paliza que le dieron. –Sonrió casi orgulloso de los de la clase A, casi. —Como sea, sus feos bichos anduvieron sueltos por aquí y causaron un gran alboroto, realmente grande ya que los profesores están aquí, quieren que nos juntemos en el patio, nos darán el regaño de nuestras vidas. –Dijo con una sonrisa divertida. —Tomen ese feo aparato y vayan al patio, yo me adelantaré. –Mencionó. —No quiero ser el mal tercio. –Agregó mientras le guiñaba un ojo a Shinsou.

Kaminari se sonrojó levemente y fue en busca del salvador de sus vidas, el aparato de Hatsume Mei y lo guardó en su bolsillo.

—No puedo creer que realmente esté allí adentro, ¿Curioso no? –Dijo con una sonrisa hacia el pelimorado. —Pero no tenemos tiempo que perder, Aizawa estará realmente molesto, creo que estaremos castigados por un largo tiempo Hitoshi. –El de ojos púrpura se vió sorprendido al oír como el rubio lo llamaba por su primer nombre. —Oh vamos Hitoshi, creo que finalmente hemos dado ese paso y hay más confianza entre nosotros para llamarnos así, ¿No lo crees? –Preguntó divertido.

Shinsou sonrió de lado y se acercó a él.

—Así es Denki, hemos pasado por bastante en poco tiempo así que hemos logrado tener confianza para distintas cosas, ¿No te parece? –Le preguntó sin borrar su sonrisa y tomando su mano con confianza.

El rubio se sonrojó levemente pero no se quejó, comenzaron a caminar hacia la salida con sus manos unidas, sus hombros rozandose y con un fantasma en el bolsillo.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°•°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Buenasss, aparezco con el primer día.

Disfruté mucho escribiéndolo aunque por alguna razón se me dificultó mucho avanzarla.

Espero que les guste 💜

Darkness

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top