En una boda
Omega Verse
🐺🐺
Muchas cosas pueden suceder en una boda, por ejemplo: terminarte liando con un omega completamente ardiente como el infierno.
Shinsou había sido invitado a la boda más importante en todos los tiempos: Todoroki-Midoriya.
Su amigo peli verde le había enviado la invitación y pedido su corroboración un mes antes de poder llevar acabo el evento, vivía solo desde hace mucho tiempo y no había tenido pareja desde más de 5 años, así que sí, tendría que ir solo.
Probablemente sería uno de los pocos invitados en ir sin compañía y era casi seguro sería ubicado en una mesa con invitados en la misma posición, casi como diciendo: ¡Hey, vengan a la mesa de solterones y solteronas! Eso le estaba haciendo reconsiderar seriamente si debía de asistir o no, pero era muy tarde, ya estaba colocando por último su reloj FREDERIQUE CONSTANT de edición limitada; ajustó por una última vez su corbata plateada y partió de forma inmediata.
Mientras conducía directamente al salón que marcaba la invitación, pensaba en que quizá con un poco de suerte podría terminar llevando alguien a la cama. Era natural y tener sexo era parte de sus necesidades, aunque por otra parte también exista la oportunidad de conocer a su futura pareja o quizá su destinado.
Soltó una gran carcajada. — Confórmate con tener un buen polvo.
Al llegar al lugar entregó su invitación y pronto estaba siendo escoltado hasta su mesa. Mucha gente de las mesas que estaban alrededor podían sentir su presencia como el gran Alfa que era. No lo iba a negar, había muchas omegas y betas a sus pies y ese momento parecía que seguiría siendo así. Será una gran fiesta, pensó y pronto formó una sonrisa socarrona.
Al llegar a su sitio pudo observar a tres hombres más. Por la complexión de cada uno, podía tener idea qué eran; Un alfa de pelo cenizo y ojos, rubíes; un beta pelirrojo con ojos color rojo y un omega, rubio con un particular mechón negro del lado izquierdo y ojos color ámbar, aunque lo que estaba destacando en ese momento, era su aura, distinta a cualquier otro omega presente. Todos parecían ser hijos de familias con gran prestigio o de buena reputación y al parecer ellos (como lo suponía) estaban sin pareja.
No pudo evitar seguir viendo al de ojos ámbar, le estaba produciendo curiosidad su porte y su presencia; sin embargo, fue poco su deleite porque éste le devolvió la mirada sin inmutarse, se quedaron así un par de segundos hasta que el rubio siguió en lo suyo, ignorándolo completamente. Se quedó un poco impresionado, jamás un omega o beta había podido sostener su mirada y más aún ningún otro le había barrido al mirarlo. Definitivamente la fiesta empezaba a tomarse interesante.
El ambiente estaba fluyendo rápidamente entre las entradas de la comida, el peli-cenizo y él comenzaron a conversar acerca de qué parte eran invitados, resultando ser de Midoriya; sin embargo, Shinsou lo conoció hasta la Universidad y el otro alfa era amigo desde la infancia. El pelirrojo y el de ojos ámbar fueron invitados por parte de Todoroki, ambos amigos de la infancia.
Siguieron una conversación acerca de que tan bien estaba la comida y lo lujoso que era el lugar, quizá los otros dos no lo habían notado, pero ese omega estaba ignorando a Shinsou, no de manera directa, pero se las arreglaba para poder disfrazarlo entre la conversación grupal. No había duda alguna, quería retar a ese chico de muchas maneras y primero sería su forma de hablar.
— ¿De qué familias vienen? Es decir, parece que son de familias con estatus alto. — Comentó un tanto altanero. — No me gustaría compartir mesa con quienes no son de mi clase.
El otro alfa y el beta no le tomaron importancia a lo dicho, casi siempre era de esperarse en eventos así y mucho más si implicaba el apellido Todoroki o Midoriya, pero cierto rubio afiló su mirada y posó su vista en Shinsou, como queriendo lanzarle dardos y se atoraran en todo su ser.
— Parece que usted no lo es, siendo tan arrogante al preguntarlo.
Shinsou, de lo complacido con esa respuesta, formo una sonrisa mostrando sus dientes, mientras el rubio seguía intentando matar con la mirada. Los otros dos invitados en la mesa sabían que la situación estaba tornándose extraña, tenían que irse ahí.
— ¿Quisieras ir a bailar un poco? — Se dirigió el alfa de cabello cenizo al pelirrojo.
— ¡Seguro!
Ahora yacían completamente solos en aquella mesa, ninguno iba hablar y tampoco iban a retirarse, el juego estaba hecho. Quien dominaría al otro.
— Sabe señor ...— hizo una pausa para que captara el otro.
— Shinsou, Shinsou Hitoshi.
— Señor, Shinsou — continuo el rubio — me sorprende que sea tan arrogante en una fiesta que no es suya. Además de que se ve a leguas ser pretencioso y para nada educado como lo aparenta ser.
— Que bello cumplido
— Además de cínico.
Soltó una pequeña risa. — Escuche hermoso ...
— Kaminari para usted. — Le interrumpió y corrigió de inmediato.
— Hermoso, Kaminari. — Se inclinó hacia delante — No tengo la menor idea de por qué se está comportando así conmigo desde que llegué a este lugar, incluso aun cuando estaba admirando su belleza, me barrió completamente sin darme una oportunidad siquiera de conversar.
El rubio parecía no contestar, se notaba en su expresión, así que optó por levantarse y acercarse a una silla próxima a Kaminari.
— Ciertamente no esperaba encontrarme a un omega como tú, pero no significa que me desagrade; — tomó su mano con la derecha y con la izquierda comenzó a formar círculos en su palma — tu aura me produjo algo de curiosidad — se acercó a su oído — curiosidad por provocar su enojo. — Soltó un suspiro ronco. — porque apuesto a que enojado, eres bueno en la cama.
— ¿Así te los llevas? — habló tajante el rubio.
De pronto Shinsou regresó a su lugar confundido. El rubio frente a él estaba totalmente tranquilo, con una ceja alzada por su comentario. Tenía sus sentidos totalmente controlados, aparentemente no iba a ceder en ningún momento.
— En realidad, no tengo que hacer todo eso. Ellos solos se entregan a mí con solo mirarme. Tu ciertamente despiertas mi curiosidad y si tengo que citarte poemas para conseguirte, lo haré.
— Sigues siendo un arrogante alfa.
— Solo si me logran poner.
Pronto el aura de poder que estaba encima del omega incrementó y no solo eso, sino que su rostro demostraba enojo. El rubio se levantó y lo miró fijamente. Probablemente le daría una cachetada o algo por el estilo, pero su sorpresa fue ver como colocaba sus piernas en cada lado de la silla para luego sentarse en su regazo; ambas manos rodearon su cuello y lo atrajeron al rubio. Frente a frente unos segundos después su expresión cambió de enojo a una de seducción.
— Tienes razón — comenzó hablar con voz suave y baja — me encantó como tratabas de provocarme, pero — comenzó a mover su trasero, creando fricción a su pene — no es el enojo lo que me excita — se acercó al oído derecho — es tenerte bajo mi control.
Al terminar la frase Kaminari paso su lengua por la oreja derecha de Shinsou, luego libero un poco de sus feromonas y acercó más sus cuerpos para sentir mejor esa sensación, estuvo así un par de minutos hasta que sintió lo suficiente un gran bulto entre las prendas.
Estaba comenzado a desear más a ese omega, pero cuando quiso tomarlo de la cintura, el rubio se levantó como si nada. Se arregló el traje, le dio una última mirada y se fue cruzando el gran salón.
— Que mierda ...
Bien podía estarle jodiendo, pero no iba a largarse tan fácil. Conocía los límites, tampoco iba a ser un hijo de puta, presionándolo o forzándolo a tener sexo, pero quería una respuesta clara por parte del otro. Estaban provocándose, sí, pero lo importante era continuar, sino, estaba perdiendo su tiempo.
Calmó un poco sus emociones, arreglo su traje y disimuló su erección. Caminó cerca de 5 pasillos para poder adivinar donde estaba Kaminari: los sanitarios. Antes de llegar vio como hablaba con alguien fuera de la puerta, ignoró su presencia y cada uno fue en dirección opuesta; el rubio cruzando la puerta y el otro en su dirección. Al toparse al sujeto, supo que de nada serviría tratar de intimidarlo con su esencia, era una beta trabajadora del lugar. No quería problemas, suficiente tenía con ese omega.
Abrió la puerta y pudo divisar al rubio, quien estaba mirándose al espejo con su rostro totalmente calmado, como si nada hubiese pasado apenas unos minutos atrás. Eso solo estaba haciéndolo enojar.
— Deberías ver tu rostro, es más feo de lo que ya estaba.
Eso fue todo.
Tan pronto terminó de escuchar esa frase lo acorralo entre el lavamanos y su cuerpo, con su rodilla separó las piernas del rubio y su muslo presionó su ingle, provocándole soltar un gemido corto. Tomó su cintura haciendo que el rubio se inclinara hacia atrás dejándole inmóvil.
El rostro de Shinsou aun expresaba enojo, su aura estaba saliendo frente al rubio y su instinto estaba conteniéndose por salir completamente mientras que el rubio, un poco asustado por la rápida acción del peli-violeta, decidió simplemente sonreírle.
— ¿Te crees que puedes empezar algo y luego largarte así? Déjame decirte algo, dulzura. — Bajo sus manos hasta prensar los glúteos del rubio — Estas provocándome de muchas maneras, pero tampoco soy una mierda como para simplemente hacerte mío a la fuerza. Así que quiero una respuesta clara y directa, ¿quieres follar o no?
— Eres un alfa dominante muy especial — comenzó hablar el rubio con voz seductora. — pero ya te lo dije — tomó las manos del alfa para acomodarlas en su cintura; dio un salto para poder sentarse en el lavamanos, enredó ambos brazos alrededor del cuello y lo acerco lo suficiente para que sus labios rozaran. — soy yo quien te domina a ti.
El alfa sintió como el pequeño rubio estaba liberando feromonas, sabía que no eran como las de otros omegas, estas eran muy fuertes, casi asfixiantes para su alfa interior, lo estaban enloqueciendo y casi sentía estar controlado. Kaminari era un Omega dominante.
— ¿Y mi respuesta?
— Destrózame
Eso destruyó completamente su estabilidad.
Comenzaron a besarse de forma desenfrenada. El alfa no estaba reconociendo que había alguien quien le dominara, pero el omega poco estaba interesado en eso, sabía quién era ese alfa y aunque le enloquecía, tampoco iba a dejarse dominar.
Era un beso fogoso, hurgaban con sus lenguas, recorrían toda la cavidad bucal, la saliva escurría, rozaban con sus dientes los alrededores, comenzaban aprisionar sus labios en pequeñas mordidas aumentando cada vez más el peligro entre ellos, no estaban controlándose y el resto del cuerpo estaba exigiendo más. El rubio despeinaba el cabello de Shinsou y este delineaba desde su cintura hasta sus muslos con pequeños apretones cada tanto, aumentando la tensión en ambos, pero de pronto aumento el reto, rasgándole el labio inferior a Kaminari.
Su alfa estaba orgulloso, sin embargo un quejido le hizo salir de su encanto. Vio el rostro adolorido del omega, un hilo de sangre comenzaba a recorrer su barbilla hasta su cuello. La culpa llegó, pero la lujuria seguía ahí.
En una forma erótica, comenzó a deslizar su lengua por donde el trayecto de la sangre fluyó. Al final con las miradas cruzadas, dio pequeños lengüetazos a la herida, como queriendo calmar su dolor, pero solo quería provocarle y hacerle sentir mucho mejor el ardor. Aun sosteniéndose la mirada, Shinsou apretó la cadera del contrario. Cambió de posición, haciendo que las piernas del rubio quedasen juntas y él lo tuviera completamente atrapado, o al menos eso quería creer, porque de pronto, entre tanto movimiento algo estaba jalando su pantalón, sí, era el omega con ojos brillantes.
Kaminari no dejaba de mirarle, demostrándole cuanto deseo estaba fluyendo en él; adoraba ver las expresiones que podían reflejarse en el rostro cuando estaban deseosos y parece que Shinsou estaba captando ese mensaje, por lo que no se atrevió a desviar la mirada, dejándose disfrutar del toque.
Nada se escuchaba en el vacío baño más que solo sus respiraciones pesadas, pronto se agregaron dos sonidos: un cinturón desabrochándose y una cremallera bajando. Shinsou no podía ver, pero sabía que la mano del rubio estaba tocando por encima de la tela de su bóxer, acariciando su miembro palpitante y erecto. Se coló un dedo en el elástico de la prenda y despacio fue deslizándolo por el muslo hasta quedar totalmente expuesto.
Shinsou respingó y Kaminari sonrió por eso, pero aún no estaba cercano a estar satisfecho; ninguno de los dos. El rubio lo tomó de la corbata y lo acercó solo un poco, tomó su virilidad y comenzó a masturbarlo con un vaivén lento y un toque suave. Al llegar a la punta se detenía para masajear el glande con su pulgar y luego presionar un poco y soltar.
El peli-violeta estaba conteniéndose cerrar los ojos por el placer, era muy difícil cuando lo que estaba frente suyo era un rubio con aire de inocencia, soltando de vez en cuando suspiros eróticos.
De momento sintió como presionaba entre sus testículos un punto especial, haciéndole generar un gutural gruñido y aferrarse a la cadera del otro con tanta fuerza que dejo marca en la piel y el omega subía y bajaba su pecho en descontrol.
— Suficiente. — Gruñó Shinsou
Inmediatamente Kaminari fue alzado por los muslos, retirándolo del lavamanos hasta chocar pared, pronto estaban hurgando en su bolsillo para luego pasar a desatar su cinturón y solo quedarse solo en ropa interior.
— Parece que alguien estaba preparado. —El alfa estaba mostrando un paquete plateado frente al omega — además — comenzó a pasar una mano en su entrada — alguien está tan excitado que mojo completamente su ropa. No te preocupes, tu alfa te va a satisfacer.
— Tu omega lo desea
Ninguno de los dos se había dado cuenta de quienes estaban hablando a través de ellos. Tampoco habían tomado en cuenta que las feromonas de ambos ya no estaban controladas desde hace un buen rato.
Bajó el bóxer que estorbaba, abrió el empaque, retiro el condón y poco a poco fue deslizándolo en el palpitante pene. Se acercó al rubio y con la punta rozó su entrada. El rubio solo colocó sus manos en los hombros de Shinsou y trago audiblemente; tenía mucho deseo y sus feromonas estaban haciendo estragos en el alfa.
Tomó su miembro, lo alineó y poco a poco fue abriéndose paso en el interior de Kaminari, pero no iba a ser tan fácil para el omega, así que solo introdujo la mitad sacándolo casi de inmediato. El rubio iba a protestar, pero antes de eso ya estaba volviendo dentro de una manera salvaje y en esta ocasión, estuvo completamente dentro haciendo que cualquier palabra quedara ahogada y fuese remplazada con un gemido que mezclaba el dolor y placer al mismo tiempo.
— ¿Qué pasó? ¿no ibas a decir algo?
Kaminari lo fulminó con la mirada, ya estaba cediendo un poco y el estúpido alfa estaba jugando otra vez, tuvo que tomarlo de nuevo de su ya desarreglada corbata.
— Escúchame bien, idiota, haz eso de nuevo y te castro aquí mismo.
Dominante hasta el fin, pensó Shinsou. Eso solo aumento su egoísmo e hizo vibrar su pene.
No lo dudo más, se aferró mejor a los muslos del rubio y comenzó a darle embestidas rápidas y profundas; el choque de pieles resonaba escandalosa en el vacío lugar y el sonido erótico de las hebillas de los cinturones al movimiento de cada penetración solo incrementaba su placer. guardarse cada gruñido, gemido, rasguño y maldición estaba totalmente prohibido llegado este punto.
Kaminari estaba extasiándose cada vez que llegaba a lo más profundo y no solo eso, si no que estaba dando exactamente en su punto más delicado y difícil de encontrar, por supuesto, ese era su alfa. Sus pensamientos estaban en las nubes y no fue hasta que una mano le hizo vibrar todo su cuerpo.
— Necesitas un poco de atención extra ¿no crees?
Ese alfa enloquecido tomo su miembro y comenzó a masturbarlo mientras seguía entrando y saliendo del rubio; no podía creerlo, estaba a punto de correrse.
— Pa-para ...
— ¿Eh? — se hizo el desentendido
— Que te detengas.
— No creo, cariño. — se detuvo en seco después de entrar profundo. — tienes que correrte para tu alfa.
— Ni sueñes, tú tienes que¡ Ngh! — recibió Una, dos, tres, cuatro embestidas y el olor a feromonas estaba más denso, se estaba haciendo uno solo — ¡Alfa!
La voz del omega salió en forma retadora y el otro por instinto le gruño. Seguía dando embestidas constantes en su punto y lo masturbaba tan rápido podía, la lucha por dominar estaba de vuelta, sin embargo, ambos estaban cerca del borde y en cualquier segundo se venía llegar un orgasmo.
Aumento de presión, adrenalina corriendo a su máximo pico, uñas enterrándose en unos hombros anchos, estocadas desenfrenadas, piernas estrujando a mas no poder, cuerpos arqueándose y la eyección de un líquido blanquecino se hizo presente, llenando el producto de látex y el rubio desbordándose en la mano del alfa.
Ambos gimieron tanto como sus gargantas les permitieron hacerlo. Respiraciones y exhalaciones profundas y pesadas estaban siendo emitidas para poder estabilizarse. La fuerza iba desapareciendo en el rubio, haciendo que Shinsou lo siguiese cargando. Poco a poco cuando el alfa salió de él, teniendo cuidado con el condón, estiró sus piernas y se sostuvo por sí mismo unos segundos, sin embargo, el temblor apareció y se tuvo que deslizar en la pared para no caer en seco.
El más alto tuvo que recargarse unos instantes en el lavamanos, estaba completamente mareado, jamás había sucedido con algún otro, pero creía entender por qué.
Kaminari sentía que el mundo estaba de cabeza, tal vez era porque ya había caído completamente en el piso y ahora se encontraba de lado. Que fuese dominante no le quitaba el hecho de su debilidad física, sobre todo después del sexo. Estaba muy feliz que poco le estaba importando verse de esa forma, sin embargo, unas manos le hicieron recobrar el sentido, era el alfa que lo estaba levantando de nuevo para el lavamanos.
Minutos después ambos estaban arreglando la vestimenta del contrario, ropa interior, pantalón, hebillas y corbatas, todo en su posición original.
Se miraron por unos cuantos segundos.
Realmente estaba jugando cuando creía que encontraría a su destinado en esa fiesta, pero vaya que forma de conocerse.
Hubo un silencio de algunos segundos. El rubio deslizó una mano en la mejilla de Shinsou y sonrió de manera socarrona. —No eres tan malo haciéndolo.
— Lo mismo puedo decir. — dijo lo más sincero posible
— No esperaba encontrarte de esta forma.
— Honestamente, yo tampoco. ¿Quién diablos iba a querer un omega dominante y frívolo como tú?
Kaminari frunció el ceño y le apretó la nariz — ¿Sí? Pues un alfa dominante, cínico y arrogante como tú no es precisamente lo mejor del mundo.
Shinsou lo abrazo por la cintura y lo acercó hasta rozar sus labios. — Me está encantando provocarte.
— ¿Ah sí? Pues a mí me va encantar encestar esto cada vez.
Y sin más el omega le dio un rodillazo en su ingle. Se levantó y se dirigió a la puerta de una manera muy elegante, dejando a Shinsou en el piso, quejándose.
— Maldita sea. — tosió por presión — Me encanta.
🐺🐺
----
Pues les cuento, al escribir este OS estaba escuchando unas cumbias bien buenas jajajajajjaja.
Ojalá les guste como escribí esto, normalmente tengo las ideas muy claras, sin embargo, al plasmarlas es otra cosa.
Me encanta siendo Kaminari dominante y no solo en omegaverse, si no en la relación y más cuando se trata en la cama. Probablemente los otros OS que estén subiendo aquí, sea de esa forma, pero también habrá otros de muchas temáticas.
Por si se lo preguntan: Sí, Shinsou y Kaminari son destinados.
Sí, lo supo cuando estaban las feromonas de Kaminari, pero como lo dejo con la cabeza de abajo excitada, primero iba a ver que andaba tramando jajajajaja.
Sip, ambos eran dominantes, pero controlan bien sus instintos y feromonas que pueden hacerse sumisos uno con el otro.
No todos los OS que escriba van a terminar como si fuesen pareja jajajaja, algunos serán unos verdaderos vale madre, tanto Kaminari como Shinsou.
¡Gracias por leer! Les estaré anunciando cuando hay otra actualización, así como de mis otras obras <3
Cambio y fuera. 😎
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top