Celo II
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Omegaverse
Más de media noche y una familia muy conocida llegaba a la entrada de un grande y elegante edificio; donde el guardia, alegremente sonreía a su llegada y les abría la puerta, sobre todo porque el de cabello peli-violeta llevaba en frente una hermosa carriola negra con perfectos detalles de oro a su alrededor.
— Buenas noches señores Shinsou.
— Buenas noches, Jean. Muchas gracias, por abrir la puerta.
— De nada señor. Que tenga una linda noche.
— Gracias, espero que sea una noche tranquila para ti.
Del brazo izquierdo su hermoso rubio se colgaba, feliz por haber ido a esa boda con su pequeño rayito de sol.
Tranquilamente tomaron el ascensor hasta llegar a su piso correspondiente, felices en su ambiente familiar.
Antes de entrar a su hogar, su pequeño niño comenzó a gimotear, así que, con el mayor cuidado, Kaminari deslizó hacia un lado la cubierta de la carriola, dejando ver a su cachorro, con pequeñas lagrimillas atrapadas en sus pestañas, apretando sus ojos algo molesto. Lo tomó en brazos para que volviese a dormir tranquilamente.
Era un pequeño de 16 meses de edad, resultado de su último celo, ese que no olvidarían tan fácilmente; un omega ofendido, cuerdas, una silla ... La visualización de sus lados salvajes y la consumación que dio fruto a su pequeño cachorro; el heredero rubio con ojos violetas.
Todo el mundo predecía que sería un alfa como Shinsou, en primer lugar, porque sus facciones eran tan parecidas a las del mencionado, incluso el cabello estaba en la misma forma, solo el color lo había heredado de Kaminari. Además, en cada revisión su peso y talla encajaban perfectamente con predictores de asignación.
Kaminari liberaba un par de feromonas para asegurarse que su pequeño sintiera seguridad mientras lo dejaba lentamente en su cuna, dentro de su propia habitación. Shinsou por su parte, adoraba ver a su esposo de esa forma, tan amoroso con su hijo, encantado por el olor que desprendía ya que era una rica combinación de frutos silvestres y el olor a lluvia.
El peli-violeta dejó el transporte de su pequeño en el armario correspondiente, se quitó su corbata y poco después se deshizo del primer botón de la camisa formal que llevaba junto con sus zapatos. Fue hasta su habitación y decidió tumbarse de espaldas en ella, para poder descansar de aquella fiesta.
— Fue una boda tan linda — Escuchó decir al rubio mientras ingresaba al lugar.
— Lo fue. Hasta que por fin Sero decidió dar el paso con Mina — Comentó mientras veía como su pareja iba directo al baño.
Un poco extrañado de que aún tuviera esos tacones puestos, le siguió unos segundos con la mirada y solo pensó en que quizá era porque le gustaban demasiado y quería tenerlos puestos un par de minutos más, al igual que ese vestido, porque algo era seguro, si Kaminari le gustaba alguna prenda, seguramente la usaría, independiente que sea.
Un día podría estar usando unos jeans desajustados, al siguiente algún pantalón deportivo con sudadera, otro día podría usar bermudas, jeans ajustados, shorts que revelaban sus hermosas piernas blanquecinas o como en esa ocasión, ese vestido. Lo recordaba bien. Habían ido a comprar un hermoso traje formal para su pequeño, y cuando paseaban por las tiendas quedó enamorado de aquel vestido, negro, con un aire juvenil espectacular y formal para ir a la boda. No siempre se encuentra el atuendo adecuado, pero para Kaminari Denki, era evidente.
Era más que perfecto, pues a diferencia de muchos otros omegas después del parto, el rubio se veía con un brillo mucho más reluciente e incluso parecía que reafirmó partes de su figura. Además, siempre recitaba lo feliz y dichoso que era formando una familia con la persona que le enloquecía en todos sus sentidos.
Shinsou sonrió enternecido por pensar en todo lo que el hermoso rubio alguna vez dijo, pero de pronto, el olor de las feromonas cambió de un momento a otro, activando su modo alerta. Se levantó extrañado porque reconocía perfectamente esa intensidad. Era su primer celo desde aquella ocasión ..
— Cariño... ¿Te encuentras bien? — Preguntó estando aun en la habitación.
Se acercó lentamente hacia el cuarto del baño, viendo cerca de la entrada los tacones quetenía durante la fiesta. Cada paso que daba sus fosas nasales se sentían invadidas por ese olor en particular. Abrió despacio la puerta y aparentemente su novio no se encontraba a simple vista. Se adentró por completo y la única opción restante era detrás de la cortina perteneciente a la regadera. Tan pronto la hizo a un lado se vio rodeado por Kaminari, quien deslizó hábilmente sus brazos alrededor del cuello y lo atrajo hasta tener sus labios unidos.
El peli-violeta algo sorprendido, parpadeó unas cuantas veces y solo atinó a ver el rostro levemente sonrojado de su esposo.
El rubio deslizaba su lengua por encima de los suaves labios de Shinsou, incitando e invitando a intensificar aquel simple roce de labios a uno donde el aire les hiciera falta.
Aunque confundido por lo repentino de la acción y algo aturdido por el repentino aroma de celo de su pareja, correspondió aquella invitación.
Lo acercó más a su pecho, profundizo el beso y mientras le recorría suavemente con solo la punta de sus dedos desde los hombros hasta las caderas del rubio, este último enredaba sus dedos entre las hebras lacias y ahora despeinadas de Shinsou.
Pasaron unos largos y apasionantes minutos en ese lugar que solo era perturbado por el sonido de los chasquidos e intercambio de saliva. La falta de aire se hizo presente, forzándolos a separarse por apenas unos milímetros.
Con los ojos semi-cerrados, Shinsou logró ver el lascivo brillo en los ojos de Kaminari, sus mejillas enrojecidas, características de su calor interno que deseaba salir; esos labios rosados e hinchados por el demandante beso. Con ambas manos en cada lado de la cintura, lo separó un poco.
— Mi lindo ángel... —Tragó grueso — Tenemos que ir al doctor antes.
— Mmmm... — Ronroneaba mientras desviaba su mirada aparentando inocencia — Fui a verla en la semana. Dijo que era normal tener un celo puro, aun si tengo el implante.
— Cariño...
— No te preocupes — Introdujo su dedo índice en la orilla del pantalón contrario—. Usaremos condón, ¿sí?
Ladeó el rostro dulcemente, en un intento por convencer al peli-violeta y en realidad estaba funcionando, además, el alfa interior de Shinsou estaba gozando de placer ver como el omega dominante estaba suplicando por ser tomado. ¡Tómalo! ¡Tómalo! ¡Demuestra quién manda hoy! Gritaba enloquecido en su interior. ¡Se está entregando en bandeja de plata!
Lo meditó un par de segundos y cuando menos esperaba el rubio, fue cargado estilo princesa.
Con mucho cuidado fue saliendo del baño con Kaminari en los brazos; atravesó la habitación y con mucha delicadeza lo depositó en medio de la gran cama. Se colocó encima de Kaminari, exactamente entre en medio de sus piernas; localizó esa mirada ámbar y no apartó vista de ahí; tomó ambas manos del rubio y las colocó por encima de su cabeza, haciéndolas formar un arco, tocando ligeramente el anillo, símbolo de su unión.
Cuando se acomodó adecuadamente, le besó de manera necesitada, un poco más lento para poder disfrutar de la ocasión, transmitiendo ese estado en donde tenía el control y el otro solo se estaba dejando hacer. Sin alejar sus cuerpos, Shinsou rozó ligeramente sus caderas con las de Kaminari, quien apenas al sentir el mínimo contacto tuvo un espasmo, haciéndole curvar ligeramente la espalda. El rubio no resistió esa corriente eléctrica repentina, rompiendo el beso solo para poder liberar un pequeño gemido; el peli-violeta estaba con sus sentidos a flor de piel y su lado alfa no deja de estar más que feliz por poder tomar el control.
Soltó las manos de su esposo y colocó las suyas a cada lado de la cabellera rubia, a la altura de sus ojos. Comenzó a frotarse por encima de la ropa, provocando una fricción atormentadoramente deliciosa para ambos. Veía el rostro de quien estaba abajo sonrojado; frunciendo el ceño; esos labios suaves y carnosos emitían ligeros suspiros y las largas pestañas se recubrían en su mayoría por lagrimillas perdidas, como pequeños diamantes adornando su mirada.
Decidió que quería probar cada parte de Kaminari y al mismo tiempo, transmitirle el amor que sentía por él. Con delicadeza le plantó un beso en la frente, siguió por la nariz, un ligero roce en los labios, cuello, clavículas, por encima de la ropa siguió en su pecho, en su abdomen, en su vientre y por encima de los casi imperceptibles holanes del vestido besó el miembro erecto que se encontraba debajo. Deslizó ambas manos desde la cintura hasta recorrer la punta de sus pies, sintiendo perfectamente la piel suave de esa zona, haciéndole sonreír por recordar que a su esposo no le gustaba usar medias, él tenía unas piernas perfectamente deslumbrantes y le encantaba lucirlas.
Su instinto le obligó a erguirse para tener una vista mucho más completa de ese hermoso espécimen que yacía echado entre la cama; sonrojado, con los brazos aún elevados y las piernas abiertas, absorbido por la combinación entre el deseo y el ser domado esa noche.
Comenzó a desabotonar su camisa de manera seductora, uno a uno con un tiempo determinado y a paso lento. Alzó la mirada y notó como la mirada de su pequeño estaba siguiendo cada detalle, sin embargo, sabía muy bien lo que quería decir, pero seguramente quería dejar su lado omega lo más dócil posible. Con eso en mente, se dispuso a desabrochar el cinturón y poco después deslizarlo por sus piernas simular quitárselos y como lo imaginó un ligero cambio en el ceño de su ángel estaba presentándose ante tal acción.
— No te preocupes, no me voy a quitar nada del traje. Sé cuánto te enloquece hacerlo cuando lo tengo puesto —. La voz que resonaba era su lado alfa, todo con una sonrisa y voz prepotentes.
En respuesta, Kaminari terminó por completar ese ceño fruncido, agregando ahora ligeras arrugas a su nariz y alzando el labio superior, mostrando uno de sus colmillos no omegas con las manos aferradas a las sábanas, pero conteniéndose para no soltar su omega dominante.
— Tranquilo mi lindo cachorro. Te voy a dar lo que quieres en unos momentos más, pero...
Recorrió con la mirada todo su cuerpo, pausándolo ligeramente entre sus piernas, logrando que Kaminari las cerrara de un solo movimiento. Al verlo tan sensible, con suavidad consiguió separarlas para poder colarse entre ellas y volver a esta de frente a su pequeño.
— Voy a darte mucho más que eso, cariño — Besando suavemente sus labios al finalizar.
Comenzó a pasar la punta de los dedos suavemente por la orilla de- tórax, abdomen y pelvis, de forma muy suave pero que parecía quemarle el sentido del tacto al rubio, tanto que parecía tener espasmos.
— A mí .... — Comenzó a pronunciar Shinsou sin dejar de recorrerle el cuerpo — Realmente me gusta todo lo que te pones, indistintamente, pero hoy tengo unas ganas terribles de perderme por debajo del vestido, solo para probarte.
Bajo las pupilas dilatadas y ese sonrojo que le adornaba completamente las mejillas, observaba como el peli-violeta iba haciendo camino desde su vientre hasta encontrarse justo frente a su miembro necesitado de atención. Estaba completamente embriagado por el momento, no solo porque era su primer celo de esa manera desde que había tenido a su cachorro, sino porque dejó que su omega cediera por una maldita vez y dejara hacerse un manojo de gritos y disfrutar cada movimiento sobre su cuerpo, piel y alma.
Shinsou vio como el lado omega de Kaminari se dejaba llevar completamente por lo que ordenaba su alfa interior y este último lo disfrutaba como ninguna otra ocasión, por lo que se dispuso a seguir con sus intenciones para esa noche. Con mucho cuidado tomó las pantorrillas del rubio e hizo doblarlas y separarlas un poco más, haciendo que el vestido cayera de los muslos hacia la cadera, exponiendo unas bragas de encaje color negro, las cuales cubrían la erección de su pequeño manojo de excitación que tenía por esposo.
Colocó ambas manos por detrás en la zona lumbar y lo incitó a levantarse ligeramente, mientras que con sus dientes tiraba de aquella prenda tan sexy, solo lo suficiente como para tener acceso a esa zona que suplicaba ser atendida. Sin esperar más tomó con fuerza la parte de enfrente de los muslos del rubio y comenzó a lamer el palpitante miembro, desde la base hasta la punta, solo un par de veces antes de que lo enrollarla con la mano izquierda y segundos después comenzó a introducirlo en su boca, asegurándose que la humedad que se emanaba antes del contacto, hiciera estragos en su pequeño, lo cual parecía dar efecto, ya que con ambos antebrazos cubría sus ojos y cuando por fin su lengua tocó la parte del glande y el resto fue poco a poco deslizada por la cavidad, provocando que soltara un gemido largo y agudo, mientras que su cuerpo sufría un espasmo generalizado.
— Hi-Hitoshi... Mmmm-mha... — Decía lo mejor posible entre cada suspiro —. Yo...
Shinsou continuó subiendo y bajando por la extensión del rubio, sin dejar de sentir como se movía del placer entre las sábanas, hasta que de pronto sintió como unos delgados dedos se enredaban en su cabello, haciéndole liberar el miembro de su boca y obligarse a mirar al frente.
— Yo... n-no... quiero que .... — Apenas podía formar unas palabras.
Sonrió de lado — No te preocupes, cachorro, no te permitiré correrte sin antes haberte dado lo que tanto deseas.
Un suspiro se escapó de los labios de Kaminari cuando el peli-violeta tomó nuevamente con la mano izquierda y seguir masturbándolo. El rubio echó su cabeza hacia atrás, cuando de pronto la punta de la lengua de Shinsou pasó por los testículos siguiendo hasta delinear la entrada por completo, provocando que le jalara el cabello con un poco más de fuerza cada que la lengua se acercaba más y más hasta que entró completamente. Presenció ligeras contracciones en la parte baja del omega y para evitar que terminara de esa forma colocó su dedo índice y pulgar como un anillo en la zona que conecta la base del pene.
— Oh no, no, mi bello ángel — Pronunció algo apresurado — No te vas a liberar solo con eso. Todavía no despierta el pequeño rayo de luz y la noche es larga.
Ante tal frase, los ojos ámbar se cristalizaron sutilmente, una ola de feromonas se liberó, haciendo que el alfa interior de Shinsou aullara ante tal presencia de una presa sumisa.
— Siéntate y gira hacia donde yo miro— Ordenó con su voz de alfa.
Sentía como su lado omega baja las orejas y metía la cola entre las patas, con una combinación entre la excitación y el enojo, sin embargo, el segundo era algo tan natural en el rubio, que no estaba considerando todo realmente, pues estaba dispuesto a ceder toda la noche.
Obedeció lo más rápido posible; sin dejar de mirar esa mirada color violeta, primero se irguió completamente y antes de girar hacia donde estaba la cabecera quería quitar completamente su ropa interior, acercándose lentamente, sin embargo, fue interrumpido antes de si quiera tocar la prenda.
— No — Soltó de forma autoritaria con esa ya predominante voz peculiar.
Kaminari tragó saliva; la voz, el ambiente y los hechos ocurridos con anteriormente solo estaban provocando el aumento de su lujuria disfrazada en ser sumiso.
Se dejó la prenda donde estaba, apoyó sus manos sobre el colchón, se arrodilló y de manera lenta giró para darle la espalda a Shinsou. Segundos después, unas manos rodearon su cintura para poder acercar su cuerpo al de quien estaba atrás.
Shinsou acercó su rostro al cuello del omega, justo donde estaba la marca que los unía; inhaló profundamente el aroma que desprendía, luego, dejó un par de besos sobre ella mientras que frotaba su pene en el trasero que ahora estaba nuevamente cubierto por parte del vestido.
— Mmmhh...
Kaminari ronroneaba por las sensaciones que le producía aquel movimiento y sin darse cuenta, pronto se encontraba moviendo la cadera para que su trasero produjera mayor fricción con un ritmo mas acelerado. La punta de los dedos de la mano derecha del alfa comenzó un recorrido desde la unión del muslo con la pierna, subiendo lentamente, topándose con las bragas dándoles un ligero tirón solo para provocarlo, continuando su camino hasta terminar perdiéndose dentro del vestido y ahora uno de esos dedos daba círculos alrededor de su entrada.
— Eres un maldito jugador — Reclamó algo nervioso su omega.
— Mmm... Digamos que estoy aprovechando la oportunidad — Contestó altanero el alfa — Mejor busca el preservativo, porque necesito estar dentro de ti ahora mismo.
El peli-violeta jamás dejó de hacer esos movimientos y parecía que no se detendría. El rubio por su parte vio la mesita de noche, ahí encontraría la reserva de ambos. Se estiró unos cuantos centímetros para poder abrir el cajón, obteniendo unos momentos después uno de esos conocidos paquetes ya mencionados.
Antes de volver a su posición anterior, sintió como el dedo que estaba tentando la surte se fue colando poco a poco, creando una sensación electrizante que le recorría toda su vertebras. Volvió lentamente, disfrutando cada vez que entraba y salía, mordiéndose el labio cuando luego de unos minutos introdujo un segundo dedo y cuando el tercero llegó tiempo después, se encontraba sosteniéndose de la cabecera, arqueando su espalda.
— Hi-Hitoshi — Pronunció suplicante.
— Abre el paquete, cariño — Susurró en la oreja derecha a la par que liberaba feromonas.
Con manos temblorosas por sus palabras y el olor, aun cuando sabía que siempre revisaban la caducidad y el lugar indicado para mantenerlos en buen estado, pero se aseguró una última vez para no correr ningún riesgo, aun si tenía el implante no habían discutido lo suficiente de tener otro cachorro.
Al verificar su buen estado y estar el empaque abierto de modo que no dañara el preservativo, le pasó el empaque para que su esposo se lo colocara, el no verlo hacía que aumentara su deseo. Agudizó sus sentidos, teniendo claramente cómo se deslizaba el producto de látex por sobre el miembro de su alfa. Pronto, una mano en su cadera izquierda le hacía acercarse al cuerpo que se encontraba detrás.
— Me encantas demasiado.
Shinsou le canturreo por detrás al nivel de la nuca, alineando con la mano derecha su pene, rozando su entrada.
— No me hagas sufrir más. Hazlo ya.
— Como ordene mi lindo omega.
Y con esa frase terminada comenzó abrirse paso en las paredes internas del trasero del rubio. Primero fue lento hasta que la base llegó a chocar con las nalgas, luego de unas veces yendo lento, comenzó un ritmo más acelerado sin entrar completamente.
Kaminari por su parte estaba a punto de perder la paciencia, pues él quería que llegara más profundo, que sus pieles chocaran hasta hacer resonar toda la habitación y gritar; gritar a lo alto y suplicar que siga de esa manera y resonara por todo el edificio, así que, sin pensar, aventó su trasero hacia atrás.
— ¡Sí, alfa! — Soltó gimiendo de placer.
— Eres una mamá muy ruidosa — Le dijo de forma socarrona — Sé que quieres más y gritar hasta quedar sin voz, pero recuerda que un pequeño cachorro duerme a dos habitaciones de aquí.
— Solo ... Más fuerte.
Shinsou sabía que pedirle no hacer ruido era imposible, pero tal vez recordándole del pequeño integrante de la familia, se moderaría. Ojalá...
Tomó ambas caderas y sin pensarlo dio una embestida bastante profunda, llegando al punto exacto del rubio, esto lo vio reflejado en sus manos enganchadas en la orilla de la cama, palideciendo por la presión que ejecutaba en aquella parte. Ver lo que estaba provocando solo lo incitó más. Se aferró con un aumento de: fuerza, velocidad y profundidad. Cada estocada se veía envuelta con esas características, produciendo un sonoro choque de pieles que sonaba armonioso con los gemidos y suspiros que liberaba con cierto volumen el rubio.
La cordura de ambos estaba pendiendo de un hilo y parecía que podían llegar hacer más ruidosa la noche, cuando de pronto Shinsou hizo al rubio caer de espaldas al colchón en un solo movimiento.
Se acercó para robarle un beso de los más obsceno, tomándole de ambas manos y entrelazándolas en lo más alto sobre aquellas sábanas.
Se reposicionó entre las piernas de Kaminari, alineó nuevamente su miembro y sin más, continuó la entrada y salida de tan perfecto cuerpo. Todo aquello ahora disfrutando de frente cada expresión, gemido, suspiro que ya no estaba contenido ni medido por ninguno.
— Ahhh... Mmmm... Hitoshi. Más, más, más.
— Gime, amor, gime.
Las uñas que se clavaban en el dorso de su mano le estimulaban bastante, haciendo que la cama crujiera por el peso y movimiento, resonando la cabecera contra la pared. El éxtasis auditivo no dejaba de colarse entre el sentido agudizado del omega; arqueó la espalda y abrió los ojos, cambiados a color dorado; sus colmillos salieron. Su omega había salido para demostrar que se estaba entregando totalmente.
— Hitoshi, voy a- Ahhh.... Va a salir.
Shinsou y su alfa sonrieron felices por lo que veían, así que también se unirían al momento, pero la diferencia fue que solo sus colmillos saldrían.
— Dámelo, ángel. Hazlo.
Con eso último, las estocadas, el sonido de la habitación y ahora la mordida por parte de su alfa, hicieron que liberara su semilla con un temblor en todo el cuerpo, mareándose, sintiéndose muy débil, pero con una gran satisfacción.
El peli-violeta terminó poco después de ver como el orgasmo llegaba a su pequeño rubio; también sintiendo espasmos por todo el cuerpo.
Antes de otra cosa, tuvo que salir del omega, no quería anudarlo, mucho menos cuando sabía que estaba rendido por todo lo sucedido, además era más riesgo el que quedara en cinta.
Un par de minutos después, luego de asegurarse de sujetar bien el producto de látex, atarlo y tirarlo adecuadamente, se escuchó un ligero llanto por parte de su pequeño. Echó un vistazo rápido a su ángel, lo cubrió con las sábanas, acomodó su ropa y fue directo a verlo.
Cada paso que daba aumentaba el volumen del sollozo. Respiro profundo, dejó de emanar feromonas, trató de recomponerse y entró a la habitación.
El pequeño aún entre las cobijas lloraba, lo tomó en brazos e hizo que se acurrucara en su hombro mientras lo mecía para calmarlo y con suerte volverlo a dormir.
— No lo harás dormir. Tiene hambre.
El peli-violeta dirigió su mirada a la puerta, la cual estaba siendo dejada atrás por cada paso que daba Kaminari hasta ellos.
— Es muy lindo que me quisieras dejar descansar, pero mamá sabe cuando su cachorro tiene hambre.
— Bueno, creí que podría calmarlo.
El omega le sonrió con dulzura. Tomó al pequeño en brazos, se dirigió al sillón acondicionado para el momento de darle de comer. Aspiró el aroma que desprendía el cabello del pequeño, lo acercó y comenzó a darle pecho. Shinsou se colocó al lado izquierdo de su esposo, viendo con amor la escena.
— Creí que dejarías de darle pecho.
— La doctora recomendó que podía irse dejando poco a poco, contemplando la comodidad, que no lastime mi pecho con los dientes y muchas otras cosas — Volteó hasta ubicar su mirada — Decidí que será gradual hasta antes de que llegue a dos años.
El peli-violeta le sonrió con dulzura y le besó la frente. Rodeo los hombros con su brazo y los acercó más a él mientras seguía tomando pecho su cachorro, viendo como un par de minutos después sus ojos fueron cerrando y su respiración se hizo más calmada.
Lo volvieron a colocar en su cuna, admirando lo tranquilo que lucía, abrazados uno del otro. De pronto Shinsou interrumpió la atmósfera, acercándose a la cuna bajo la mirada de su esposo.
— ¿Deberías tener un hermano o hermana?
Sólo pudo decir eso, ya que un codo se clavó en su abdomen, provocándole flexionar y apenas estabilizarse con la orilla del mueble.
— No hagas tanto ruido o se despertará — Giró el rostro del alfa para besarle la nariz — Vamos a descansar.
Lo dejó aun con el dolor y la falta de aire.
— Parece que serás hijo único — Apenas pudo decir — Aunque si eres así de tranquilo con lo fuerte que grita mamá y el ruido de la cama. No creo que dure mucho tiempo.
Al recomponerse tras unos momentos más de dolor, camino despacio y por fin cerró el cuarto, listo para descansar con su lindo rubio. Abrazados dulcemente mientras la luz de la luna iluminaba el lugar.
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Actualización nuevaaaaaaaaa ¡Ahhhhhhhhhhhhh!
OS dedicado a: Death_neko~~🌸 @death_min Ya que también tenía ganas de ver a Kaminari con vestido, así que, aunque ya estaba algo así planeado, fue como un pedido confirmado para escribirlo.
Hola mis lindos ángeles ¿Cómo han estado? ¿Cómo van las clases o el trabajo?
Aclaracioneeeees.
Me fue algo interesante el armar la historia involucrando el omegaverse junto con los métodos anticonceptivos, el celo y todo eso.
Así que dejemos esto así:
El método anticonceptivo en este OS funciona técnicamente igual que en la realidad, solo que aquí inhibe el celo, pero no significa que inhiban el deseo sexual, por lo que seguramente nuestro bello Shinkami si logró hacerlo después de cierto tiempo haber tenido al pequeño rayo de sol.
Le denominé celo puro, porque me gustaba la idea de que el implante luego de un tiempo inhibiera el poder tener cachorros, pero si le dejara todas esas sensaciones que le producían naturalmente el ser omega. En este OS les produce un mayor placer el hacerlo y más aún si es con su pareja. Imaginando que pregunten qué sucede cuando no tienen pareja (en mi mundito ficticio de omegaverse) pues si tendrían experiencias como dolor de cabeza, fiebre, cólicos y tendrían que tomar los supresores. Además, recordemos que me gusta hacer a Kaminari y a mi Shinsou dominantes, es decir teniendo un mejor control sobre sus acciones cuando se encuentran en celo.
Cuando Kaminari da pecho, solo es posible que salga una especie de bulto en ambas mamas cuando huele a su cachorro, indicándole que es hora de alimentar. No es que tenga pechos y pueda producir leche como en la fisio-anatomía de sexo femenino.
Mensaje importante: Usen condón (femenino o masculino) cuando tengan relaciones sexuales mis queridos lectores. Es por su salud y la de su pareja. Además, previene enfermedades de transmisión sexual y con el uso correcto previene embarazos no deseados.
Un condón puede formar perfectamente parte del juego previo y por supuesto que en el momento sexual.
La parte de Kaminari dando pecho la tuve que hacer sí o sí porque soy pro-lactancia materna. La leche materna es lo mejor para los bebés. Hay situaciones que no lo permiten, pero si es posible y si se quiere, que se haga.
¿Les ha gustado este OS? Ojalá que sí.
Les agradezco infinitamente por leerme, dejarme estrellitas y muchos comentarios en mis historias. ¡Son lo mejor! ¡Ya casi llegamos a las 10,000 lecturas! Y eso que apenas comenzamos en agosto :')
Una pregunta fuera de todo, a ustedes quién les gusta más para que inicie las situaciones de los OS
¿Kaminari o Shinsou?
¡Cuídense mucho mis ángeles! Si quieren mandarme mensajito porque sienten que necesitan hablar y liberar su mente, les aseguro estar aquí en wattpad.
Y por si no actualizo este libro en el mes. ¡Felices fiestas decembrinas!
Sin más que decir, cambio y fuera.
03/12/2020
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