Untitled Part 1


Sin desesperación ni esperanza

Quiero ser transparente como el cielo [...]

¿Estoy feliz de ser quién soy?

Quitémonos los abrigos y entremos

Sin principio ni final

Hikaru Utada "Take 5"




Un hombre de aspecto severo con un visor de calor que cubría su rostro, sostenía una fotografía de un chico castaño de aspecto frágil y desgarbado.

-El hijo de Ikari. ¿era esto lo que querías?

Unas manos pálidas tomaron el retrato del chico, una sonrisa, se dibujó en el rostro de un muchacho muy bello de quince años.

-Perfecto.

-No lo olvides Tabris, debes mantener vigilado al..

-Debo mantener vigilado al hijo de Ikari. Lo mencionaste. Te pedí personalmente que me dejarás entablar diálogo con Shinji Ikari. Respondió el último enviado.

Keel Lorenz frunció el ceño, desde Lorenz había declarado que todavía les quedaba una carta bajo la manga, Tabris le había pedido a Keel Lorenz que le dejara a hablar con Shinji Ikari. Al principio el anciano líder de SEELE le negó la petición, pero Tabris le convenció, pues el muchacho le provocaba una enorme curiosidad. Al final el hombre acabó accediendo, pero si le recordó.

-No olvides que el hijo de Ikari es nuestro enemigo, y cuál es tu deber. No te involucres demasiado con el muchacho, por tu bien, Tabris. De esa forma recuperarás tu forma original y volverás a casa.

El muchacho de cabello gris dio una sonrisa mientras seguía sosteniendo la fotografía de Ikari, el muchacho de cabello gris musitó: "A casa" , esta era su última oportunidad, la oportunidad de fusionarse con Adán, utilizando al Eva Unidad 0-2, de la segunda niña elegida, ahora que había caído, fue el motivo perfecto para que los ancianos empezaran a movilizarse.





La batalla entre el tercer niño elegido y el quinto se vio suscitada, Shinji no podía creerlo, Kaworu era un ángel, todo este tiempo, él lo había engañado.

-Me traicionaste. Le reclamó.-Traicionaste mis sentimientos, como mi padre, como todos.

Kaworu volteo a mirarlo con una sonrisa, y en su mente le dedicó un pensamiento: Lo lamento, Shinji, pero debo volver a mi antigua naturaleza, regresar a mi hogar, de la misma forma que tú.

El Eva unidad 0-2 bajó al dogma terminal, mientras que la unidad 0-1 iba tras la 0-2 intentando detenerla, ahora poseída por el último enviado. A pesar de que la mente de Shinji era un cumulo de emociones y confusiones, el chico intentó dar caza a su enemigo. Contrario a él, Kaworu se mantenía sereno, observándole con su misma expresión calmada. 

-Te he estado esperando, Shinji ven. Le invitó.

Shinji respondió con rabia intentando atacar primero, pero el Eva 0-2 desvió su ataque, los evangelions comenzaron a luchar entre ellos, mientras que Kaworu observaba la pelea impasible. Shinji volteo a mirarlo y le dijo.

-Ya basta Kaworu. ¿Por qué haces esto?

El muchacho respondió.

-El Evangelion y yo compartimos la misma naturaleza. Si no hay mente dominante puedo sincronizar con él porque también soy hijo de Adán. La mente del Eva 0-2 se oculta por lo tanto es mía.

El cuchillo que el Evangelion 0-1 intentó desviar se dirigió hacía Kaworu pero este no logró hacerle ningún daño pues un campo AT se vio manifestado. Shinji se impresionó definitivamente no era humano.

-No eres humano. Respondió impresionado. Posees un escudo AT..

Kaworu volteo a mirarlo y le dijo.

-¿De qué te impresionas? El campo AT tú también lo posees. Es un campo del alma, un territorio sagrado.

Shinji perplejo parpadeó, no entendía, nada de lo que él ángel le estaba diciendo, a qué se refería.

Demasiada información pasaba y pasaba en la cabeza del muchacho como si fuesen continuos flechazos. Pero finalmente, el último enviado terminó falleciendo en sus manos, dejando a Shinji completamente triste y perturbado. Kaworu le había dicho que acabara con su existencia, era su último albedrio su último anhelo. Kaworu solo le sonrió de una forma apacible, y su vida se cerró para siempre.

Shinji había revivido varias veces ese momento tan duro, el joven Ikari, había quedado traumatizado, pues, le había dicho a Misato que Kaworu no merecía lo que le pasó. En aquella playa Shinji le dijo a su tutora.

-Dijo que me amaba a mí, él se parecía a mí, y también se parecía a Rei. Era él... era él quién debió haber sobrevivido. Él...

-Shinji, solo merece sobrevivir quién realmente lo desea. Respondió Misato.

El chico no le sostuvo la mirada a su tutora, ¿por qué decía algo tan duro? Si ese era su punto, entonces él no merecía sobrevivir, no quería seguir en ese mundo cruel, y muchos menos que otros tuviesen que morir por él. No pudo salvar a Touji, otro de sus amigos que sin duda era mejor que él, ni tampoco a Ayanami, y ahora Kaworu ¿qué sentido tenía sobrevivir si otros morían? Al final solo quedaba una inmensa soledad. La bella mayor de Nerv agregó.

-Él deseaba morir, ignoró su voluntad de vivir, y eligió morir por una falsa esperanza.

Shinji sentía que la odiaba por eso, no, eso no era verdad, justo aquella noche en la que Shinji había decidido irse a dormir al cuarto de Kaworu, ofreciéndose él mismo dormir en el piso a que el quinto elegido tuviese que hacerlo, Shinji le había preguntado.

-Una vez que se acaben los ángeles ¿qué harás después Kaworu?

El joven albino lo había volteado a mirar y le respondió.

-Supongo que regresar a casa.

-¡ohh! ¿de dónde eres? ¿tienes familia? Inquirió Shinji.-

Kaworu negó con la cabeza sin perder la sonrisa, contestándole en una actitud tranquila, sus ojos rojos mostraron un brillo.

-Tal vez... puedas acompañarme.

-¿Qué? Inquirió Shinji confuso, Kaworu no le había respondido directamente la pregunta que le acababa de hacer, y en su lugar había respondido otra cosa.

-También estás solo ¿no es cierto? inquirió el joven. Quisiera llevarte conmigo..

Aquellas palabras que Kaworu le había dicho, ¿era por qué su hogar estaba con Adán? Tal vez, Kaworu deseaba que Shinji fuese con él cuando lograrse su objetivo de fusionarse con Adán, lo que significaba morir. A lo que Shinji pensaba: No lo hubiese detenido..entonces, lo hubiese acompañado hasta la muerte. Pero un pensamiento cruzó su mente, probablemente si eso hubiese pasado la humanidad misma habría perecido, Shinji no estaba dispuesto a correr ese riesgo. Tal vez, ambos debieron haberse destruido mutuamente. Sí eso era lo mejor, sin dañar a nadie.. Si Kaworu no tenía un hogar, Shinji le hubiese ayudado a hacer uno.

-Shinji. Vámonos. Tenemos que regresar.

La voz de Misato fue un golpe de realidad, el chico no dijo nada solamente acompañó a su tutora hasta el departamento.

Por supuesto que, al llegar al departamento de Misato, la joven mujer le preguntó a Shinji si se le apetecía pedir una pizza, pues sabía de antemano que debido a la muerte de Kaworu, el joven Ikari estaba prácticamente desecho. Shinji solo le dijo.

-No gracias, Misato.

-¿sabes? Puedes pedirme cualquier cosa. Respondió la mujer mientras pasaba una mano sobre su espalda.

A Shinji no le gustó ese tocamiento, el joven Ikari se apartó inmediatamente, volteo a mirarla y le dijo.

-Por favor quiero estar solo.

Misato abrió los parpados impresionada por lo que el chico Ikari le estaba diciendo, así que no le insistió más, y salió de su apartamento. Dejando a Shinji sumergido en el cuarto, el joven se echó a dormir, esperaba que al hacerlo pudiese desaparecer, y no pensar que existía un mañana. Lágrimas aparecieron en sus ojos mientras susurraba un: lo siento tanto.

El sonido de los pájaros hizo que Shinji despertara de su sueño, el joven miró a todos lados, parecía su hogar. No estaba en el departamento de Misato, sino en una casa común: ¿Qué? Inquirió, ¿en qué momento había llegado a ese lugar? El joven Shinji intentó pellizcarse varias veces, para asegurarse si no estaba soñando. ¿fue un sueño? Todo este tiempo.. ¿nunca estuvo en NERV? ¿ni tampoco luchó contra los ángeles? ¿ni tampoco...?

-Shinji. Una voz mujer lo llamó.

Shinji se sorprendió por escuchar esa voz, no era la de Misato, la doctora Akagi, Maya, sino la de...

-¿Mamá? Inquirió.

Ciertas lágrimas cayeron en las mejillas del chico, no lo podía creer, su madre estaba viva, ¿cómo es que? El chico no lo pensó dos veces, y salió bajando las escaleras para toparse con su madre. Ella estaba haciendo el desayuno mientras que su padre leía el periódico. Shinji estaba sorprendido de ver a sus padres sentados en la mesa, el tercer elegido no sabía que decir. ¿sus dos padres estaban en la cocina? ¿ambos juntos? El joven Ikari cerró fuertemente sus ojos, no creyendo lo que veía, abrió los ojos, y sus dos progenitores seguían allí. Su madre, Yui Ikari, mostrando una sonrisa bastante afable le preguntó.

-Bueno, Shinji. ¿desayunarás o te vestirás? Acuérdate que hoy tienes examen..

¿Examen? Pero se suponía que habían cerrado la escuela dado a la situación de los ángeles, en qué momento, tenía examen. El muchacho seguía sin comprender de lo que estaba pasando.

-¿examen? Inquirió.

-Si Shinji examen. Le respondió su padre sin soltar el periódico. Y está vez quiero que saques una buena nota, confío en que Soryu te supo orientar.

-¿orientar? Shinji se sentía cada vez más tonto.- De qué estaban hablando sus padres, si hasta hace ayer, su madre estaba en la conciencia del Eva, y su padre la había clonado, dando como resultado a Rei Ayanami.

Pero ahora.. Su madre, Yui Ikari, estaba físicamente allí, enfrente de él. Sonriéndole de esa forma cariñosa y serena que tanto la había caracterizado. Parecían una familia típica japonesa. Los dos padres presentes con su hijo, fruto de ese amor que se tenían. Yui entonces le dijo.

-Bueno, Shinji. ¿Prefieres desayunar o te irás a vestir?

-Emm. Me iré a vestir mamá. Respondió. Comeré camino a la escuela.

Yui asintió sin perder su sonrisa de su rostro, Shinji subió las escaleras, el joven meditó sobre todo lo que le rodeaba. Por un momento, él pensó que estaba en un sueño profundo, pero durante los próximos minutos, por más que Shinji se pellizcaba seguía en el mismo sitio. Tal vez, si era cierto, todo lo que había vivido los últimos meses habían sido todo fruto de un sueño. El joven sonrió al saber que los ángeles nunca existieron. El joven ya estaba listo para ir a la escuela, aunque le hubiese gustado disfrutar de la mañana tranquila, la voz de una chica le hizo sobresaltarse.

-Shinji idiota. Apúrate que llegamos tarde.

-¿ehhh? Inquirió Shinji.-Sí, sí, ya voy.

El joven bajó corriendo las escaleras, Asuka ya estaba allá abajo con su cara típica de malos amigos, la joven pelirroja le dijo.

-Vámonos Shinji que se nos hace tarde.

-Si.

-Qué tengan buen día, chicos. Saludó Yui Ikari.

-Gracias, señora Ikari. Respondió Asuka con una sonrisa.

Durante el recorrido hacia la escuela, Asuka le fue preguntando ciertas cosas que habían estudiado ayer, Shinji intentó hacer memoria, pero todo parecía estar en blanco. Asuka dejó caer sus manos un tanto enojada.

-¡ohhh! Dios. ¿No te acuerdas de lo que estudiamos ayer?

Shinji negó con la cabeza, si ayer... Asuka estaba en coma, Shinji acababa de matar a un ángel, y todo el mundo comenzaba a acercarse a un terrible Armagedón, o eso es lo que creía. El joven volvió a negar con la cabeza.

-Dios, Shinji idiota. Tú papá te va a matar si repruebas otra vez.

Shinji miró a la joven un tanto desconcertado.

-¿me va a matar? Preguntó.

-Dios. Shinji. Eres tan tonto que te expulsaron de la competencia de tontos porque no aceptaban profesionales.

Shinji se rascó la cabeza, todo lo sentía tan extraño, el joven se encogió de hombros, pero justo cuando quería contestarle a Asuka que él había estudiado, los dos chicos ya habían llegado a la escuela, pero eso no era lo único que había captado poderosamente la atención de ambos. En medio de la escuela una limosina negra estaba en la entrada, varios de los compañeros de Shinji estaban murmurando entre ellos. Shinji le preguntó a Asuka.

-¿será el hijo de un político?

-Probablemente sea un miembro del consejo escolar. Respondió Asuka encogiéndose de hombros.

Shinji se quedó contemplando el lujoso auto que estaba enfrente de su escuela, de él bajó una señora muy guapa rubia con un lunar en la mejilla, y luego detrás de ella... Un bello joven de cabello gris, ojos rojos, vestido con el uniforme. Shinji se impresionó: "Ese chico" musitó..

¿Por qué aquella impresión de que ya lo había visto antes? Ese muchacho con un aire lleno de misterio, esos ojos rojos, la piel muy pálida. Shinji estaba sin hablar, fue en ese momento en que el chico dejó de contemplar a la mujer rubia que iba con él, para voltear a observar al chico Ikari, dedicándole una sonrisa enigmática lo que provocó que Shinji se estremeciera. El muchacho de cabello castaño oscuro se vio obligado a desviar su rostro.

-¡Ashhh! Ya se me había olvidado.. el hermano gemelo de la niña modelo

-¿su hermano gemelo? Preguntó Shinji extrañado.

-Si Shinji idiota. Acuérdate que Rei Ayanami regresó a Alemania con su familia, y en su lugar, vendrá su hermano gemelo a esta escuela. Se quedará seis meses.

-¿seis meses? Preguntó Shinji.

¿Rei Ayanami? ¿su hermano gemelo? Todo esto era bastante extraño, parecía que Shinji había estado viviendo la vida de alguien más, todo lo sentía tan lejano. No recordaba que hoy tenía un examen importante, que su madre seguía viva, su padre estaba presente en su vida, Asuka era su mejor amiga, y ahora esto.. Rei no solo era una estudiante común más de la escuela, sino que encima tenía un hermano gemelo. Asuka lo miró con el ceño fruncido, y lo jaló.

-Dios Shinji. Hoy estás más perdido que lo usual. Ven vámonos, espero que un milagro te ilumine en el examen de hoy.

Shinji entró al salón de clases, un tanto confundido, el hermano gemelo de Ayanami, ¿por qué sentía que ya lo había visto antes? ¿quién era él? Shinji entró al salón de clases mientras se sentaba en su asiento, sacó de su mochila el libro, quizás pueda estudiar algo antes del examen. Shinji abrió el libro tratando de leer el libro, pero en ese momento Touji y Kensuke entraron al salón.

-Shinji ¿entendiste algo del teorema de Pitágoras?

Shinji se sorprendió de ver a Touji allí presente, la última vez fue cuando... ciertas lágrimas aparecieron en el rostro del chico Ikari. Touji extrañado le preguntó.

-¿oye Shinji estás...?

Shinji dejó atrás el libro y se levantó para abrazar a su amigo.

-Touji, estás vivo. Qué alegría que estés bien.

-¿Shinji?

-Hey. Shinji. ¿Qué ha pasado? Preguntó Kensuke.

Shinji lloró fuertemente, sin romper el abrazo.

-Touji, lo que te he hecho... perdóname, perdóname por favor.

Touji puso sus manos y le dijo.

-Hey, hey. Cálmate.

-Perdón, Touji, perdón..

-Oye, cálmate Shinji. Te perdono.. Solo dime si le entendiste al teorema de Pitágoras.

Shinji no sabía qué decir, Touji estaba vivo, no perdió la vida, cuando su estúpido padre decidió aplastarlo utilizando al Eva 01, de nueva, eso probablemente fuese el resultado de una horrible pesadilla. Shinji quiso decir algo más pero la voz de la delegada de la clase interrumpió.

-Touji, deja de molestar a Shinji. Si no estudiaste es tu responsabilidad.

-Por favor, Horaki. Tengo la cabeza apunto de estallar por el estudio..

-Ajá sí. Respondió Hikari sarcástica.

Shinji sonrió, era gratificante volver a escuchar esa pequeña rivalidad que Touji mantenía con la delgada, era como si nada hubiese cambiado. El joven Ikari estaba a punto de relajarse, definitivamente esta era la realidad, lo de los ángeles y los Evas simplemente un sueño. Ahora podía preocuparse de cosas de chicos de su edad. Y la cotidianidad regresó pues en ese momento, la puerta se abrió y entró el profesor quien les dijo.

-Buenos días clase. Saludó el maestro.

-Buenos días. Respondió la clase

El maestro observó a la clase, puso su portafolio en la mesa, y explicó.

-Como sabrán, hoy se integra al salón un nuevo estudiante. El hermano gemelo de Rei Ayanami se unirá a nosotros seis meses. Espero que todos traten bien a nuestro estudiante de intercambio.

El maestro volteo a mirar a la puerta la cual se abrió, la persona que entró, sin duda alguna, dejó una gran impresión. El chico entró al salón lo que provocó que varias chicas comenzaran a susurrar entre sí, hablando de lo atractivo que era el nuevo estudiante de intercambio. No cabía duda de que Kaworu y Rei eran hermanos gemelos, Kaworu poseía los mismos ojos rojos que Rei, la piel muy pálida, solo que al contrario que ella, tenía una actitud más relajada y tranquila.

-Hola, soy Kaworu- Nagisa Kaworu. Espero que estos seis meses nos logremos llevar muy bien.

"Nagisa Kaworu" musitó Shinji, eran tan extraño, ¿no debería ser Kaworu Ayanami? Al ser ambos gemelos, quizás a los dos hermanos los separaron nada más nacer, y Ayanami fue criada por una familia diferente. Era la única respuesta que podría encontrar de que Kaworu y Rei no tuviesen el mismo apellido. Shinji quería seguir teorizando sobre el origen de los gemelos, pero su mirada se le iba en el hermano gemelo de Rei, quien se sentó en una mesa apartada. El chico le respondió el gesto, sosteniendo su mirada, Shinji se sorprendió. Lejos de parecer molesto, Kaworu sonreía y se mostraba muy confiado. Los pómulos de Shinji se enrojecieron y su rostro se vio obligado a desviarse. Por otra parte, Shinji sentía que ya había visto al joven Kaworu Nagisa en otro lugar, y sitio. Pero ¿en dónde lo había visto? Por qué se sentía cómo si sus destinos ya se habían cruzado previamente.

La voz de su maestro hizo que el joven Ikari dejara atrás sus pensamientos en torno a Kaworu Nagisa pues el profesor les dijo entregándoles unas copias del examen que los alumnos se fueron pasando.

-Tendrán una hora para hacer el examen. Guarden todo. Nagisa-kun, como tú eres nuevo, tienes la opción de no hacer el examen.

El chico de cabello de gris dio una sonrisa suave y contestó.

-No hay problema, sensei. Quiero hacer el examen como todos los demás.

Eso al profesor si que le sorprendió, y no solo a él, pues varios alumnos susurraron entre sí.

-¿ese tipo está loco? Si el examen es increíblemente difícil. Se hablaron las dos chicas de atrás.-

Otros chicos dijeron.

-Je, je. Este idiota va a reprobar el examen.

Shinji observó que Asuka frunció el ceño, obvio, que estaba bastante nerviosa, y es que antes de que Ayanami se fuera a Alemania con sus familiares, ella era la alumna más aventajada del grupo. Siempre disputándose el puesto de primer lugar con Asuka, probablemente su hermano gemelo fuese igual de inteligente que ella. Sin embargo, los exámenes del profesor de matemáticas se caracterizaban por ser increíblemente difíciles, incluso Ayanami y Asuka los pasaban con un 4, el hermano de Ayanami no lo iba a lograr.

Los alumnos hicieron el examen, Shinji no estaba tan asustado, de todas formas, su mente era un cumulo de emociones interconectadas, todavía estaba dudosa qué se supone que era la realidad y qué era un sueño. Por qué se sentía cómo si todo esto no fuese real y solo una simple fantasía. Intentó pellizcarse varias veces, pero seguía allí, además podía leer perfectamente todos los documentos que tenía enfrente, se supone que, en los sueños, el ser humano era incapaz de leer. Entonces si era real esta vida y la otra simplemente una ilusión.

Al terminar el examen, Shinji sintió mucho alivio, pero no por el examen en sí mismo sino por descubrir que esta realidad era exactamente la vida que él había deseado vivir desde hace mucho tiempo. El joven salió de clases cuando terminó de hacer la prueba, salió antes que Touji quien tenía cara de preocupación en el rostro. Shinji Ikari se recargó en la puerta echando un suspiro.

-Vaya. Por tu actitud puedo suponer que te fue muy bien en el examen. Expresó una voz.

Shinji abrió los ojos, Kaworu Nagisa estaba enfrente de él sonriéndole. Shinji sintió sus mejillas enrojecer.

-¡ohhh! Na....Na...gisa-kun. Hola.

Kaworu no dejó de sonreír.

-Llámame Kaworu. Ikari.

Shinji se sintió como una de esas adolescentes que se sonrojan por estupideces en las películas.

-Tú... tú... dime Shinji.

Kaworu le sonrió.

-¿Eres el hermano gemelo de Ayanami?

-¡ohh! Sí. Ya lo habrás imaginado.. Estaré aquí solo seis meses.

-Entiendo. ¿y por qué te transferiste aquí?

Kaworu le sonrió y dijo.

-Por una promesa que tengo que hacer a un viejo amigo.

-¿un viejo amigo? Se impresionó Shinji-. Espero que la puedas cumplir.

-Gracias por tus buenos deseos, Shinji-kun

¿Una promesa a un viejo amigo? ¿por eso se había transferido a este sitio? Qué permisivos eran los padres de Nagisa-kun de haberlo dejado venir a Japón siendo que estaba muy lejos, por solo una promesa.

Los dos se quedaron en silencio un largo rato. Finalmente, Kaworu le dijo.

-Dime Shinji. ¿Crees que puedas enseñarme la ciudad?

Esa preguntó tomó al chico por sorpresa, pero aun así se atrevió a contestar.

-Claro Kaworu-kun.. Por... supuesto.

Kaworu cerró los ojos con suavidad, y le sonrió.

Al terminar las clases, Shinji esperó afuera de la escuela, Asuka un tanto extrañada frunció el ceño.

-Shinji. ¿Qué haces? ¿No tienes que regresar a casa?

Shinji se sorprendió, el joven pasó su mano sobre su cuello y le contestó.

-B...bueno es que Nagisa-kun quiere conocer la ciudad. Y me he ofrecido a enseñársela.

Asuka no le gustó lo que escuchó.

-Pero te vas a meter en problemas con tus papás.

Shinji se quedó quieto. Tendría que pedirle a Asuka que le hiciera el favor con sus padres.

-Por favor, Asuka. ¿podrías decirles a mis padres que voy a tardarme?

La pelirroja volteo a mirarlo, a juzgar por su expresión, Shinji estaba cien por ciento seguro de que Asuka lo iba a mandar al diablo. Pero sorprendentemente, la pelirroja expresó.

-Bueno. Pero no te vayas a tardar.

Shinji sonrió.

-Gracias Asuka. Te debo una.

-No. Me debes 20. Adiós, idiota. Respondió Asuka alzando su mano para irse.-

Shinji río por debajo, era la forma que tenían Asuka y Shinji de llevarse, pero la verdad, es que Asuka era una autentica amiga para Shinji, pues ambos se querían y se respetaban. A pesar de que a primera vista su relación podría confundirse con una de rivalidad, la verdad es que era algo totalmente opuesto. Shinji nunca dejó de agradecerle a Asuka lo buena amiga que era.

Shinji se recargó contra la pared, alzo su cabeza hacía atrás mientras contemplaba el hermoso azul cielo, y el sonido intermitente de las cigarras, se sentía todo tan tranquilo. Finalmente, Shinji sintió una presencia enfrente de él, Kaworu estaba allí.

-Hola Shinji-kun}.

Shinji se sorprendió de verlo.

-¡Ahh! Kaworu-kun.. emm yo..

-Te agradezco que me hayas esperado, me tenían en la recepción de la escuela para ordenar unos papeles.

-¡Ahh! Si claro. Espero.. que no te hayan molestado tanto.

-Descuida. Respondió él de forma afable. Fue bastante gratificante.

El muchacho Ikari no sabía qué decir, observó a Kaworu Nagisa sonriéndole de esa forma tan cariñosa y entusiasta, Shinji se aclaró la garganta y dijo.

-Emm. ¿A dónde te gustaría ir primero?

-Aquí hay un lago ¿no?

-Emm. Sí. Contestó Shinji. Está a unas cuantas cuadras de aquí.

-Excelente.

Los dos caminaron en silencio hasta que llegaron al hermoso lago con sus aguas reflejadas por el sol, Shinji siguió sintiéndose esa misma clase de paz. Kaworu cerró sus ojos sintiendo la briza del verano en su cara. Y si era verano después de todo, se notaba, el verano estaba en la briza y el olor de los árboles, la tierra, el agua. Kaworu le confesó.

-Me encanta el agua, y el como fluye.

Shinji se le quedó mirando a Kaworu quien seguía absorto contemplando el agua. Por supuesto, su apellido, también estaba relacionado con el agua. Específicamente con el océano de la misma forma que el apellido de Ayanami. Incluso, sus apellidos a pesar de ser diferente ambos estaban interconectados. Kaworu volteo a mirarlo y le preguntó.

-¿entramos?

-¿Qué? Pero... ¿cómo?.. si no.. tenemos trajes de baño.

Shinji solo llevaba sus libros, apostaba de que Kaworu tampoco llevaba ningún traje de baño.

-Podemos nadar desnudos. Sugirió.

-¿Qué? Shinji sintió sus mejillas arder.-¿Qué? Pero..

Kaworu soltó una risita, y expresó.

-No tiene nada de malo, ambos somos hombres.

-Pero... yo... Farfulló Shinji.

-Vamos. Se nota que el agua se ve deliciosa.

Shinji tragó saliva, una parte de él le decía que la sugerencia de Kaworu era bastante rara, pero por otra parte, Shinji Ikari deseaba estar con Kaworu, quedarse con él. Era algo que anhelaba más que cualquier otra cosa. Era como si en cualquier momento Kaworu pudiese desaparecer.

-Emm está bien.

Kaworu sonrió al ver que Shinji había accedido. El chico de cabello castaño oscuro se fue quitando las prendas, dándole un vistazo de reojo, Shinji había notado de que Kaworu se quitaba la ropa con mucho desenfado. Como si no le importara estarse desnudando delante de otro chico, Shinji sintió cierto pudor. Quizás era su temor de estar completamente expuesto delante de otro muchacho... Es decir, si tuviese un traje de baño no le daría tanto vergüenza pero esta vez sentía que su corazón latía y sus mejillas estaban rojas. Kaworu por otra parte le sonreía y emitía una sonrisita, Shinji no dejó de prestarle atención, el joven Nagisa acomodó su ropa de una forma pulcra y ordenado. Shinji por su parte, una vez que se quitó los calzones, intentó hacer lo mismo pero estaba temblando. Kaworu se acercó a él y le dijo.

-Permíteme.

El joven guapo le acomodó la ropa con mucho cuidado, Shinji tragó saliva, Nagisa recogió la ropa de Shinji y luego la junto con la suya propia. Shinji pasó su mano sobre su brazo algo que Kaworu le extrañó, el joven levantó una ceja.

-Shinji qué pasa.

-Emm. Esto se siente como El señor de las moscas.

Kaworu se carcajeó, y respondió.

-Ni naufragamos ni somos ingleses, tampoco creo que nos volvamos malos si no hay adultos

de por medio. Tranquilo, todo estará bien. Nadie nos verá. Confía en mí. -El chico le tendió la mano.

-¿Qué dijiste? Inquirió.

-Qué confíes en mí. Respondió Kaworu sin dejar de tenderle la mano.

Shinji asintió y tomó su mano, los dos comenzaron a meterse al agua, la verdad es que Kaworu tenía razón, el agua estaba deliciosa, el sol se reflejaba en el agua, lo que le daba al agua toque cristalino. Kaworu alzó su cabeza hacia atrás dejando que el agua bañara su sedoso cabello gris.

-Relajante ¿no?

Shinji asintió un tanto nervioso, no sabiendo cómo actuar, y es que Kaworu lo ponía un tanto nervioso con su seguridad en sí mismo e indescriptible belleza. El joven entonces confesó.

-No sé cómo actuar.

-Cierra los ojos. Le respondió Kaworu.

Shinji asintió cerró los ojos, Kaworu entonces añadió.

-Pon tu cabeza hacia atrás.

El joven obedeció, el agua del río empapó su cabello castaño oscuro, era cómo si las preocupaciones que sentía sobre lo que era real o no desparecieran por completo. Kaworu le sonrió.

-¿ves? Te ves más lindo cuando te relajas.

Shinji sintió sus mejillas enrojecer, el joven dejó que las pequeñas olas lo fueran empujando poco a poco, ¿cuánto tiempo no se relajaba de esa forma? Sin que hubiera ángeles ni adultos que le estuvieran ordenando que hacer tampoco EVAS, si esta era su vida real y la otra era solo un simple sueño. Y teniendo a Kaworu a su lado, era la cereza en el pastel. Shinji estaba tan satisfecho con estar relajado en el agua que notó que su cabeza topaba con algo. Al principio, el joven Ikari pensaba que era una roca pero en ese instante sintió las manos suaves en su cuello, y la piel mojada. Shinji se estremeció al sentir ese tacto, Ikari alzo su cabeza, estaba reposando en abdomen de Kaworu Nagisa, Shinji se alejó visiblemente sonrojado.

-Lo...lo lamento.. Balbuceó Shinji.

Kaworu se le acercó puso sus manos sobre su rostro, y le susurró al oído.

-No te apures.

Shinji pudo sentir cómo sus ojos se iluminaban al sentir aquel tacto proveniente de Kaworu Nagisa. Era cómo si nunca quisiera dejarlo y conservarlo siempre con él.

Los dos chicos salieron del agua, dejaron que el sol bañara sus cuerpos hasta que el crepúsculo hizo acto de presencia, definitivamente briza de verano, Shinji no tenía frío. Se sentía lleno y pleno con el calor que emanaba de su compañero quien se encontraba a su lado, el joven mantenía los ojos cerrados. Shinji lo contempló, Kaworu al parecer se había quedado dormido, su respiración era tranquila suave como si estuviese presa de un sueño tranquilo y relajado.

-Oye.. ¿Kaworu?

-¿mm?

-Este.. es la puesta de sol. Tenemos que volver.

Kaworu abrió sus ojos rojos y le sonrió.

-Si tienes razón.

Los muchachos se vistieron, gracias a que Kaworu había ordenado bien la ropa y que la puso en un sitio considerable, tanto su ropa como la de Kaworu no se mojaron.

Los dos caminaron de regreso a casa por las vías del tren, la suave hierba se movía lentamente, y las luciérnagas hicieron acto de presencia. Kaworu caminaba con las manos metidas en sus bolsillos, Shinji no dejaba de contemplarlo. Si pudiese se perdería para siempre en la belleza de Kaworu, perdiéndose en sus bellos ojos rojos como la sangre. "Sangre" musitó Shinji, el joven volteo a mirar su mano, a pesar de que estaba limpia, Shinji se sintió como Lady Macbeth, su mano estaba manchada por sangre, la sangre de Kaworu, era algo que no podía ser borrado. Shinji comenzó a temblar y llorar, el joven albino volteo a mirarlo, se acercó a él.

-¿Shinji? ¿Qué te ocurre?

-Kaworu... yo... yo te hice algo terrible.

-¿terrible? Inquirió Kaworu.- ¿A qué te refieres, Shinji-kun?

-Yo, yo... .-Shinji no sabía qué decir, su mano comenzaba temblar, su cuerpo en ese instante se hizo demasiado pesado.

Shinji estaba a punto de caer sobre sus rodillas, pero en ese instante, Kaworu abrazó al castaño oscuro, impidiéndole que cayera. Shinji sintió el cuerpo del albino sobre el suyo, abrazándolo de una forma como si no quisiera dejarlo ir. Las lágrimas cayeron sobre las mejillas del muchacho, completamente sumergido en la soledad. Kaworu dejó de abrazarlo, sostuvo su rostro en sus manos y le dio una sonrisa bonita. Colocó sus labios sobre los de él, acariciándolo suavemente con su gesto. Shinji en ese instante sintió que las lágrimas se detenían, y dejaba de temblar.

-Dejaste de temblar, Shinji.

-Pero yo...

Kaworu le sonrió y le dijo.

-Está bien. Ven. Sigamos caminando. Hay un lugar que me gustaría visitar antes de que se acabe el día.

Shinji asintió, los dos amigos se agarraron de la mano, caminando por las vías del tren. El joven le preguntaba a Kaworu.

-Kaworu.. no entiendo por qué eres tan bueno conmigo, yo siento que te hice algo terrible.

Kaworu lo contempló y le respondió.

-Es que yo siempre ando pensando en ti, Shinji-Kun. Siento que eres un jarrón de estrellas.

Shinji no se lo podía creer, las palabras de Kaworu era tan significativas, una sensación de paz alimentaba su alma. Shinji deseaba decir algo más pero en ese momento escuchó el sonido de lo que parecía ser un tren. Kaworu alzó su vista hacia el puente, en consecuencia, el joven Ikari le siguió con la mirada. Al final del túnel pudo ver que dos luces hacían acto de presencia junto con el sonido de un tren, los dos chicos se retiraron de las vías del tren y se alejaron a una altura considerable. Un enorme tren de fachada negra con rojo, Shinji se impresionó al verlo, lo había escuchado en varias ocasiones el sonido de ese tren, pero nunca lo había visto tan de cerca. El vehículo se detuvo enfrente de los dos amigos, y un hombre uniformado con bigote se bajó de la puerta principal. Kaworu dio unos pasos hacia adelante, y sacó de uno de sus bolsillos un boleto, el conductor tomó el boleto.

-Todo en orden adelante.

Kaworu dio unos pasos al vehículo, y volteo a mirar a Shinji con una mirada que lo incitaba a que se subiera. Shinji expresó.

-Ka...woru yo no tengo boleto para el tren.

-Lo sé. Respondió. ¿podría mi amigo subir?

El conductor frunció el ceño, a juzgar por su actitud, Shinji supuso que el conductor no le dejaría subir, pero para su sorpresa, el hombre uniformado expresó.

-Bueno haré una excepción con él.

Kaworu sonrió, Shinji, parecía poseído, sus piernas se movieron al interior del tren siguiendo a Kaworu.

Shinji se impresionó pues los asientos del tren estaban casi vacíos, parecía como si ellos fueron los únicos en el interior de los vagones, Kaworu siguió caminando, algo que al chico Ikari le pareció un tanto extraño, pues al estar vacíos los asientos, Kaworu podía sentarse donde quisiera, pero él parecía tomarse su tiempo, Shinji se limitó a seguirlo, el joven peliblanco se sentó en un asiento que conectaba con otro vagón. El joven Nagisa le indicó a Shinji que se sentara, Shinji lo hizo, los dos chicos se miraron mutuamente, compartiendo una sonrisa.

El tren finalmente se movió, alejándose, primero de una forma lenta para después arrancar a una velocidad considerable. Shinji pudo sentir cómo si aquel tren comenzara a volar, Shinji quiso mirar hacia la ventana, pero Kaworu lo detuvo.

-Relájate. Le indicó.

Shinji asintió, dejándose llevar por el momento, Kaworu lo contempló y le dijo.

-Shinji-Kun. Me reconforta estar a tu lado.

Shinji sintió sus mejillas arder..

-Emm. Yo siento lo mismo Kaworu...

A pesar de que Kaworu le había dicho que se tranquilizara, y que se olvidara de ese recuerdo tan doloroso, Shinji aún sentía cómo si le había hecho algo muy malo a Kaworu, un escalofrío comenzaba a recorrerle la columna vertebral. Kaworu lo miró con cierta tristeza.

-¿Qué te preocupa? Preguntó

Sosteniendo sus manos, Shinji intentó negarlo con su cabeza.

-No es nada. Es solo que... Yo, sé que me dijiste que lo olvidara.. Pero yo siento que te hice algo malo, Kaworu-kun. Algo muy malo.

-Shinji-kun. Yo no siento que me hicieras algo malo.

-Pero lo hice. ¡Ayy! Kaworu a veces quisiera que no tuvieses un corazón tan noble. Tú y Touji, les hice algo terrible a los dos. Por qué entonces..

Las lágrimas de Shinji comenzaron a caer, Kaworu lo observó de una forma comprensible. A pesar de que quería aferrarse a la idea de que esta era su vida con todos sus seres queridos a su alrededor, la verdad es que se estaba engañando. Esto no era la realidad, era simplemente un sueño. Un sueño del cual no quería despertar nunca, prefería morir en él a abrir los ojos y enfrentarse a la cruel realidad.

-Shinji-kun. En cuanto más te acercas a las personas el dolor de perderlas se incrementa. Pero no hiciste algo malo cuando decidiste aniquilarme. Te lo pedí ¿no?

Shinji se impresionó, lo sabía, si le había hecho algo malo a Kaworu, y allí estaba el albino enfrente del tercer elegido, Kaworu dio una media sonrisa y comenzó a cantar: Quiero quemarme con el sol, solo para saber que estoy vivo... No me digas que estoy muriendo porque no quiero saber, si no puedo ver el sol tal vez debería irme... No me despiertes porque estoy soñando con ángeles en la luna.

Shinji no entendía qué quería decir con eso. El joven salió de sus pensamientos, enfocó sus ojos rojos en Shinji.

-A los lilims les aterra perder cosas importantes. Los llego a envidiar por eso.

"Lilims" Musitó Shinji, varias escenas de ellos en la playa se hicieron presentes en la mente de Shinji, aquella vez que ambos se encontraron en la playa. Kaworu sonriéndole e imitando la novena sinfonía, diciéndole que la música era una de las creaciones más maravillosas que tenían los lilims. Probablemente Kaworu estaba recitando una canción que había escuchado en algún otro lugar, o tal vez esa canción fuese una referencia a su propia muerte.

-No debiste pedirme eso. Respondió Shinji.-Tú eras mejor que yo, y Misato, Misato.. ella se equivocó. No decidiste morir por una falsa esperanza. Ella tuvo la culpa de todo. Replicó Shinji enojado.-MISATO ME QUERÍA SOLO PARA ELLA.

Shinji comenzó a llorar, se miró las manos, de nuevo estaba temblando, el chico albino tomó las manos del tercer elegido, le sonrió. Kaworu junto su frente con la de Shinji, de nueva cuenta, el joven Ikari parecía en paz. En ese momento el tren hizo un movimiento brusco que los obligó a separarse, Kaworu alzó su vista a la ventana del tren. El joven Ikari supuso que era porque debían recoger más pasajeros, pero el conductor del tren se acercó a los dos pasajeros y les dijo.

-El tren necesita reposar unos minutos, caballeros. ¿podrían bajarse?

Kaworu asintió y respondió.

-Claro Shinji, vamos.

Shinji Ikari asintió, y siguió a Kaworu a lo que parecía ser una estación de tren abandonada, y al final un enorme faro en una pequeña montañita, Shinji pudo sentir en el aire el aroma del mar y la arena.

Kaworu con su sonrisa relajante y lenguaje corporal invitó a Shinji a que lo siguiera y así fue. Los dos caminaron, y subieron al farol, el joven Ikari observaba la espalda de Kaworu que caminaba con su usual paso relajado con las manos en los bolsillos. Ambos fueron subiendo al farol hasta que llegaron al balcón. Shinji volteo a mirar al faro que emitía una luz tenue, al parecer aquel sitio era un lugar bastante viejo, pues la luz del faro no era fuerte y en algunas ocasiones parpadeaba. Shinji sintió la briza del mar pegándole en la cara, si definitivamente era verano, ese aroma era característico de esa estación calurosa. Combinado con el mar daban una sensación tan diferente.

Kaworu tomó su mano y le dijo.

-Shinji. ¿recuerdas lo que te dije aquella vez?

Los ojos del chico de Shinji brillaron, cuándo aquello sucedió, Kaworu le había dicho que anhelaba también regresar a casa.

-Recuerdo que me dijiste que deseabas irte a casa. Respondió.

Kaworu le sonrió, puso sus manos alrededor de su rostro, Shinji estaba embelesado contemplándolo, la belleza de Kaworu era tan hermosa e hipnótica. El joven Ikari no estaba nervioso pues en ese instante sintió una sensación de calma absoluta, Kaworu lo sabía pues le dijo.

-Te dije que podrías acompañarme a casa.

-Si es lo que quiero, quiero acompañarte a casa.

-¿de verdad, Shinji? ¿vendrás conmigo?

Shinji asintió..

-Nada me haría más feliz que ir contigo. Confesó Shinji

Kaworu tomó su rostro y colocó un beso en sus labios, esta vez, Shinji le correspondió el gesto, los labios de Kaworu se sentía como una suave acaricia, cuánto tiempo Shinji había anhelado ese tocamiento, esa sensación de sentirse pleno. Cuando el contacto se rompió, Kaworu posó su mano en la mejilla del castaño oscuro.

-Shinji-kun, mi pequeño jarrón de estrellas... El día de mañana tu tendrás la elección de acompañarme a casa.

-¿de verdad? ¿nos iremos juntos?

Kaworu asintió, y le dijo.

-Dependerá de tu decisión.

Shinji lo meditó unos segundos, si, es lo que más deseaba, nada lo ataba al mundo terrenal, sus amigos se habían ido, su padre lo odiaba, Asuka seguía presa del coma, Rei no era la misma que él había intentado proteger, y Misato lo consideraba de una forma que a Shinji para nada le gustaba. Kaworu era el único que finalmente lo había comprendido, qué más daba si era un ángel.

-¿puede ser ahora? Preguntó Shinji. Quiero irme ahora contigo.

Kaworu le sonrió, el joven abrió la boca para decirle algo a Shinji, pero en ese momento un carraspeó interrumpió a los dos muchachos. Ambos se voltearon para observar al conductor del tren quien los miró a ambos con una expresión amable.

-Disculpen que los interrumpa, caballeros. Pero ya es hora de partir.

Kaworu dio una sonrisa políticamente correcta, el joven peliblanco le dijo.

-Ven, Shinji.

El joven Ikari asintió. El muchacho siguió a su compañero de NERV y de escuela al misterioso tren donde los dos se subieron en él. A este punto no habían otros pasajeros eran los únicos que seguían allí. Shinji sentía los ojos un tanto pesados estaba a nada de dormirse, y con el movimiento del tren sentía que este lo estaba arrullando. Kaworu dándose cuenta de eso le dijo.

-Intenta dormir, Shinji-kun.

El joven contempló a Kaworu le dijo.

-Temo que al despertar no estes nunca más.

-Si estaré. Y velaré por ti, Shinji-kun. Ven duérmete.

Shinji estaba dudoso, no quería ponerse a dormir, pues aun deseaba seguir soñando con Kaworu, estar en aquel momento, donde los dos estaban juntos. Shinji no deseaba volver a ese mundo real y cruel.

-No puedo, no quiero. No deseo volver a la realidad.

Kaworu le sonrió y le dijo.

-Este sueño solo se volverá eterno si tu lo deseas el día de mañana. Puede que tu percepción cambie.

-Mi percepción no cambiará. Declaró Shinji.

Kaworu sonrió colocó su mano sobre su mejilla y le contestó.

-Cualquier cosa que decidas, mi querido Shinji-kun, no dejaré de amarte nunca.

Shinji sonrió, Kaworu tomó la mano de Shinji y depositó un beso en su mano, luego le indicó que se acostara en sus piernas, el tercer elegido obedeció, y se quedó dormido en el regazo de Kaworu, siendo arrullado por el movimiento del tren que parecía volar.

Kaworu pasó su mano sobre el cabello de Shinji, echó un suspiro, no deseaba otra cosa el quinto niño elegido que Shinji-Ikari lo eligiera a él, pero al momento de morir, y su cuerpo desprenderse del "yo" terrenal, Kaworu se topó con la reencarnación de Lilith, y esta le contestó: Ikari-kun decidirá qué hará cuando todo se acomode, lo dejaremos todo en sus manos. Eso a Kaworu lo tomó desprevenido y le había contestado a la primer niña elegida o mejor dicho Lilith: "No me equivoqué al decir que tú y yo somos iguales, Ayanami Rei" Y si eran iguales, porque Rei también deseaba al tercer niño elegido más que a nadie en el mundo, en el fondo, ella también anhelaba que Shinji-kun la eligiera, y aunque Kaworu pudo hacerse con la primera victoria pues Shinji había manifestado su deseo de quedarse a su lado, cuando llegase el momento crucial, sería el verdadero punto sin retorno. Mañana SEELE daría el primer ataque a NERV, y Gendo Ikari ejecutaría su plan, pero a este punto, Rei Ayanami ya no lo obedecería ciegamente, ya no era su muñeca después de todo.

Kaworu observó la ventana del tren, seguían cruzando el firmamento, las estrellas de la galaxia iluminaban, y todo bajo el manto de la noche eterna mostraba una calma absoluta. Kaworu echó un suspiro quién diría que al adoptar la forma de un lilim también llevara consigo los sentimientos de uno. El ultimo enviado jamás hubiese esperado enamorarse de Shinji, quizás desde el momento en que Keel Lorenz le enseñó una fotografía de Shinji Ikari cuando estaba en ese tanque de LCL, y Keel comenzaba a darle sus primeras instrucciones, aunque Kaworu estaba dormido en ese momento, memorizó las indicaciones, y que el hijo de Gendo era una piedra en el zapato de SEELE lo mismo que su padre. Eso no hizo más que despertar la curiosidad de Kaworu: por qué padre e hijo era un estorbo, cómo era el hijo, ¿debía lidiar con los pecados del padre? , los lilims eran curiosos, pero de entre todos ellos, Shinji era especial.

Al momento en que pudo moverse la primera vez, a Kaworu le entregaron una fotografía del tercer elegido, lo que provocó que el interés de Kaworu por Shinji no hiciera más que aumentar. Y al momento de conocerlo, el joven Nagisa deseaba aliviar aquella tristeza que yacía en el interior del muchacho de cabello castaño oscuro. Era un hecho: El ver a Shinji feliz lo hacía feliz, incluso al ver a Shinji dormido, provocó en Kaworu una sensación que jamás había sentido antes.

Si pudiese Shinji se quedaría contemplando al tercer elegido, pero en ese momento el conductor fue al compartimiento de los dos muchachos, y le dijo.

-Ya es la hora.

Kaworu volteo a mirarlo solo asintió. Pasó una mano sobre el pelo de Shinji, el joven Ikari al sentir su tacto parpadeó, y vio a Kaworu sonriéndole. Shinji respiró aliviado.

-No estaba soñando.

El joven albino le explicó a Shinji.

-Shinji. Hay volver a bajarnos.

-¡ohh! ¿otra vez el tren necesita suministrarse?

Kaworu respondió con una apacible sonrisa.

-Así es.

Los dos jóvenes bajaron del tren, contrario a la otra estación con el faro, esta era completamente diferente, era un enorme pastizal verde hermoso, con el viento azotando la ventisca verde con un árbol de manzanas al final. Shinji pudo sentir varias emociones, y un sentimiento de absoluta soledad pero de estar completamente en paz, Kaworu tomó su mano, Shinji se la cogió. Los dos caminaron hacía el manzano donde el albino subió al árbol para agarrar una manzana. Shinji la tomó y se la pasó a Kaworu quien la contempló absorto fue en ese momento que unas lágrimas aparecieron en los ojos rojos del muchacho, contemplando la fruta roja hermosa.

-¿Kaworu-kun? ¿estás bien?

El joven albino se sobó las lágrimas y respondió.

-Sí, Shinji-kun estoy bien.. es solo que... El joven albino iba a decir algo pero inmediatamente calló.

Shinji esta vez fue el que tomó sus manos.

-No importa a dónde vaya yo, siempre estaremos juntos.

Kaworu sonrió, acercó su frente a la del tercer niño, este último cerró los ojos, Shinji por un momento pensó que Kaworu y él se fusionarían para siempre, pero nada de eso ocurrió. El joven Ikari abrió sus ojos y descubrió que Kaworu ya no estaba. El joven parecía desconcertado, solamente estaba él, el manzano, la hierba verde azotada por el viento.

-KAWORU-KUN, KAWORU-KUN.

Shinji buscó desesperadamente al muchacho con la mirada, intentó también buscar el misterioso tren pero este también desaparecido, ¿qué había pasado? En qué momento.

El joven Ikari sintió que las lágrimas comenzaron a caer en sus mejillas, de nueva cuenta, con la misma soledad que antes, la misma que había sentido cuando tuvo que dar fin a la vida de Kaworu. Los sentimientos de penuria volvían a su corazón.

Shinji abrió los ojos de sopetón, ahora estaba en el departamento de Misato, sin embargo, había algo extraño, un sentimiento de vacío, pero no solo eso, Shinji se dio cuenta de que estaba completamente solo, Rei Ayanami no estaba, ninguno de sus amigos, tampoco Kaworu, ¿por qué no pudo quedarse en ese magnifico sueño con Nagisa? Cumplirle la promesa que le había hecho de que ambos viajarían juntos en busca de un nuevo hogar, ahora volvía a esta nueva realidad, y por primera vez estaba perdido. Tendría que buscar a Asuka, decirle que lo ayudara, es lo único que se le ocurría. Este era el inicio del fin, podía sentirlo, el muchacho hubiese querido conservar aquel sentimiento de paz que tuvo en ese sueño, pero ahora se daba cuenta de que no deseaba morir en soledad. Si pudiese tener una presencia a su lado, solo una, que le dijera que todo esto de vivir valía la pena. Para no dejarla ir. Kaworu dijo que en el momento crucial ambos se volverían a ver, pero ¿cuánto tiempo tendría que esperar para ese momento? 

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