🍄Chapter six.
Después de la fiesta de halloween, las cosas se fueron en picada para Jimin.
Habían pasado cuatro días completos, y desde la noche en que Yoongi lo acompañó hasta su casa, no lo había vuelto a ver. El peli negro tampoco lo había buscado, de nuevo, no sabía nada de él.
¿Qué había pasado?, sencillo, Yoongi no quería verlo por ahora.
No tenía un motivo coherente, o aparente para empezar, que le provocara ese rechazo; solo que él siempre había sido pésimo con las relaciones sociales, mucho más con las "amorosas", y tendía a alejarse siempre que tenía un contacto más grande, sin importar que él mismo lo hubiera buscado tener.
Y ahora estaba en su casa hecha con una tetera, sentado en el sofá, sin siquiera pensar en hablar con Jimin.
Cómo si todo lo que pasó con él tan solo cuatro noches antes no hubiera significado nada, o peor, que aquello ni siquiera hubiera existido.
No tenía intención alguna de cambiar su actitud en esos momentos, pues erróneamente pensó que al rubio tampoco le importaba la situación. Él creía con firmeza que Jimin estaba feliz, tranquilo en su casa, dándole igual.
Lo que no sabía era que la pobre hadita de luz se encontraba deshecha en llanto, sobre pensando, sin poder entender porqué Yoongi estaba desaparecido después de haberlo besado.
"¿Habré hecho algo mal?, ¿cuándo vendrá a buscarme?", solo eso pasaba por su adolorida cabeza.
No era posible que, luego de dos noches mágicas que el pálido le había regalado —por voluntad propia, recordemos— se estuviera negando, o incluso escondiendo, como si fuera así de insignificante.
Jimin no significaba nada para Yoongi, pero el rubio no quería pensar en ello ni siquiera como una probabilidad.
"Pero me pidió ser su acompañante en el festival"
"Me invitó la cena esa noche"
"Él quiso que estuviéramos juntos en la fiesta"
"Pero Yoongi me besó"
Entonces, ¿por qué él no está aquí ni siquiera para decirme un mísero "hola"?
—Mimi, ¿cómo estás hoy?—preguntó Taehyung cuando su amigo le abrió la puerta.
Había ido a verlo por cuarto día consecutivo para ver cómo se encontraba de ánimo, y hasta ahora, cada que lo recibía se veía peor y peor.
—Tú dímelo...—lanzó un suspiro pesado, mientras pasaba sus manitas por su rostro para limpiar las lágrimas que se mantenían cayendo de sus ojitos.
Por supuesto, el castaño supo de inmediato a lo que se refería.
Bastó con mirar un momento a las alas de Jimin, las cuales brillaban con una intensidad preciosa en tono dorado, o bueno, en su caso, tal vista deslumbrante no tenía la belleza como punto principal.
Más bien, que brillara tanto era preocupante.
—No te ha enviado ni un mensaje, ¿verdad?—el rubio negó con la cabeza—Ese tipo... ¿Qué acaso se le cayeron las manos al idiota?
Taehyung estaba enojado, furioso, iracundo.
No podía creer que la misma hada que había hecho tan feliz a su amigo en el festival y la fiesta, fuera el mismo que se había desaparecido así sin más.
—No le digas así...—Jimin trataba de parar de llorar para poder hablar claramente.
—¿Cómo no?, es lo que es, ningún hada que no sea idiota haría esto.—se cruzó de brazos, sin poder reprimir su molestia—De verdad lo siento Mimi, pero no sé de qué otro modo expresarme de él.
El rubio bajó la mirada, resignado.
¿Qué podría decir para objetar?, Yoongi no le estaba dando motivos para defenderlo.
—¿Y si voy a su casa?... Puedo pedirle a Jungkook su dirección...—sugirió Jimin con la voz entrecortada, forzando una respiración profunda.
Taehyung quería decirle en mil idiomas que no era una buena idea, que no lo hiciera; pero sabía perfectamente que, así se lo dijera en chino mandarín o hebreo, Jimin de todos modos no le haría caso.
Regla de los mejores amigos: Se darán consejos entre si, pero nunca los llevarán a cabo realmente.
—¿Crees que sea prudente?—solo eso cuestionó, sabiendo que no tendría ningún efecto aún así.
—Al menos lo vería...—una lágrima más resbaló por las mejillas sonrojadas del rubio, y sus alas destellaron como un faro en medio del mar—¿Puedes hacer que Kook venga?...
El castaño desvió la mirada, no estaba de acuerdo con ese plan, pero no tenía mucha elección; solo asintió con resignación, y le prometió que volvería con Kook en unos minutos. Se fue volando, dejando atrás a un hada que comenzaría a llorar de nuevo en pocos segundos.
"Solo quiero verte, ¿por qué eso es tan difícil?"
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