🍄Chapter four.

Habían pasado algunos días desde el trágico primer brillo de Jimin, y durante ese lapso, Yoongi no se había vuelto a presentar frente a él.

Apenas y le había enviado un par de mensajes con el búho mascota de Jungkook -amigo de Yoongi y Taehyung-, y ninguno había sido para disculparse por dejarlo plantado.
Uno decía: que bueno que no te molestó lo de la otra noche, ya te veré después.
Y el último era menos amable: no me busques por favor, yo te buscaré, no me gusta que me insistan.

Jimin intentó no llorar cuando los leyó, pero por supuesto no lo logró. Lloró frente al búho, llenando el ambiente de luz; y el ave, al no poder hacer nada por él, simplemente lo cubrió unos segundos bajo su ala, a manera de abrazo.
Incluso el búho sabía que aquel brillo tenía algo triste en él.

Para ese momento, el rubio todavía no entendía porque brillaba solamente cuando comenzaba a sentirse mal. Había pasado varios días decaído, y notó que sus alas se iluminaban cuando su ánimo bajaba en demasía; cuando empezaba a llorar, o a recordar aquel amargo momento, o cuando se tiraba en su cama de hojita y se abrazaba a sí mismo.

Le dolía el corazón porque jamás había vivido una grosería así; además de haberlo dejado plantado, no había vuelto a buscarlo ni siquiera para saludar.
Y le dolía aún más por no entender qué le pasaba a su cuerpo.

-¡Jimin, es el festival del otoño, diviértete!-dijo un hada de flores muy animado, tratando de sacar a relucir la alegría característica de su mejor amigo.

-Lo sé, todo es precioso... Pero sigo algo triste, Tae...-respondió el rubio con un semblante decaído y un destello leve en sus alas que amenazaba con encenderse cuál lámpara muy pronto.

-Tranquilo Mimi, te aseguro que las cosas mejorarán, mientras tanto, ¿qué tal si te invito un rol de canela?, están frescos.-sonrió Taehyung abrazando por los hombros a su amigo.

No era que no le importara su sentir, sino que trataba de que su mente se relajara al menos por un rato.

En esos momentos acababan de llegar al Festival anual del Otoño, el cual era organizado por las hadas del maple justo después del primer cambio de fase de octubre -ese que Yoongi había hecho junto con su falta de respeto-, y hadas de todas las especialidades eran cordialmente invitadas.

Jimin no quería ir, a decir verdad, pues se sentía aún muy mal con respecto a Yoongi y al misterio de sus alas. Pero Taehyung lo había convencido de asistir al menos por un rato y disfrutar de la noche lo más que pudiera.

Todo el lugar estaba repleto de hadas volando y caminando de aquí para allá.
Podías ver mesitas de venta con roles de canela recién horneados, frasquitos de miel de maple fresca, pancakes con moras silvestres, pan tostado, pay de manzana y calabaza, un lugar especial para comer sopa de zanahoria y una deliciosa crema de tomate, y la estrella de la noche, una nueva receta llamada pumpkin spice latte.

Por supuesto había té y café al por mayor, y las ventas se realizaban con monedas de cacao repartidas en la entrada del festival.
Todo era perfecto y tan cálido, que sería imposible que alguien no lo pudiera disfrutar.

La decoración constaba de tiras de hongos lumínicos colgadas sobre el evento, calabazas talladas con caritas y convertidas en linternas y algunos faroles de luz azul brindados por las hadas de las estrellas.

Incluso para Jimin, todo comenzó a verse mejor conforme más se adentraba al festival, de verdad se había empezado a sentir un poco mejor y se había estado concentrando en Taehyung y el evento.
Quizá su noche hubiera permanecido en calma, de no ser porque pudo ver a Yoongi a lo lejos.

Ahí estaba el hada peli negra, sosteniendo una pequeña taza de café y un plato de roles, platicando con Jungkook como si nada estuviera pasando.
Se veía tan normal y tranquilo, que incluso Jimin empezó a dudar de su propia realidad; ¿Es que acaso me lo he imaginado todo?, pensó al ver aquel rostro pálido sin perturbaciones.

-Tae, ahí está...-susurró el rubio a su amigo, frenando por completo sus pasos entre el gentío.

-Vaya, sí vino... Jungkook me dijo que él no estaría aquí.-confesó el castaño mirando la misma dirección que su amigo.

-¿Qué debo hacer?... ¿Me voy?-y esque Jimin nunca había enfrentado una situación similar, por lo que de verdad no sabía que hacer o como actuar ahora.

-No, él no va a echarte a perder la noche de nuevo.-aseguró y siguieron caminando, ésta vez, cambiando el destino a la mesa de pays.

Pero, el plan no pudo ser completado, pues un hada muy animada se acercó a ellos sin saber que las cosas no estaban precisamente bien.

-¡Tae!, vengan, vamos a cenar juntos.-habló Jungkook llegando a su lado, siendo seguido por supuesto, por Yoongi.

-Ay... Kook, no sé si sea un buen momento...-respondió el castaño con la voz baja y una mueca.

Otro punto a mencionar es que Taehyung no le había dicho toda la situación a su amigo de las estrellas, Jungkook solamente sabía que había algo de tensión pero nada más, y creyó que sería lindo compartir el festival entre los cuatro para aligerar el ambiente.
Claramente, eso no era lo que estaba sucediendo.

-No te preocupes Tae, está bien... Si quieres ve con él, yo iré a casa...-el rubio bajó la mirada para no conectarla con Yoongi, y trató de fingir un tono normal de voz para evitar preguntas.

Sin embargo, después de días y días de indiferencia, el hada de la luna finalmente se dignó a cambiar de actitud.
¿Por qué?, quizá un mero impulso, pero al menos por ahora, era suficiente.

-Espera, Jimin...-esa voz gruesa retumbó en el pecho del hada como si de un llamado especial se tratara, haciéndolo levantar la mirada-Yo... Quisiera que vengas con nosotros, podría ser tu acompañante para el festival... Si gustas.

Ambos amigos se quedaron perplejos ante tal propuesta repentina, más Jimin por supuesto, quien miró a Taehyung en busca de una respuesta o ayuda para contestar; el castaño solo le dió una leve sonrisa y asintió con la cabeza, diciéndole con eso "dale una oportunidad".
Quizá sería un error.

-Yoongi, yo...-el peli negro se acercó a él, extendiendo su mano con el afán de ser correspondido en un contacto suave, y ahí, ya no hubo más dudas de la respuesta de Jimin-Si claro, acepto que me acompañes ésta noche.

El rubio le dió la mano haciendo que ambos se juntaran un poco más, y como si nada hubiera pasado antes, Yoongi le sonrió mirándolo a los ojos.
Quizá era un acto más de cinismo que de disculpa, pero para el hadita de luz que había pasado días llorando, era la acción más bonita que habría podido recibir.

De hecho, Jimin llegó a pensar en reclamarle a Yoongi si en algún momento este se dejaba ver, estaba dispuesto a decirle todo aquello que le había hecho sentir e incluso mostrarle su coraje sin consideración.
Pero vamos, Jimin no lo haría, al menos no con Yoongi, y por eso es que no dijo nada.

"Hay muchas cosas que quiero decirte ahora, pero no lo haré, solo dejaré que esta noche pase", se dijo para sí mismo, y se dejó guiar por el hada lunar entre el festival. Otro error que tal vez notaría algún día, el dejar pasar las cosas sin poner un límite antes; quizá de haberle reclamado, todo habría cambiado, pero no, Jimin prefirió sonreírle de vuelta y compartir una velada con el hada que le gustaba.

¿Lo más curioso?, es que sus alas no volvieron a brillar en toda la noche, ni siquiera un mínimo destello.
Y ahí, lo comenzó a comprender.


Casi dos años sin tocar esta historia y por fin tuve inspiración para ella, pido perdón jajaja.
Cómo son capitulos cortos, espero escribir el siguiente hoy mismo o mañana.

Los amo ❤️

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