[01]
Estaba oscuro, estaba solo, tenía miedo... Un casco en mi cabeza me impedía comer o beber, encerrado en esa habitación oscura, solo me dedique a ver a través de los barrotes.
No había nada interesante allá fuera, pero de todas formas no me cansaba de mirar. Como en espera de alguien...
¿Que sigo esperando? reiju no vendrá a esta hora.
Ese era mi pensamiento todos los días antes de las tres comidas, aveces hasta me cansaba de pensarlo. No sabía que era como un perro esperando libertad o un dueño que jamás llegaría.
Mi pecado fue haber nacido con la luz de mi faro tan baja. Prácticamente ni existía..., me esforcé todo los días desde mi nacimiento para hacerlo brillar, pero todo era en vano.
Por lo que me convertí en una vergüenza para mi familia y para ellos, que brillaban tanto como el sol, yo morí.
Para todos menos mi hermana mayor, ella venía a traerme comida y hablaba conmigo de ves en cuando. Me traía libros, me curaba cuando mis hermanos venían a pasarse de listos conmigo.
Ella era la luz de todo mi existir, su faro siempre brillando tan potente, era envidiable... O eso opinaba cuando escuche un fuerte golpe aun lado de la ventanilla de mi habitación esa noche. ¿Que fue eso?. Me acerque curioso aunque no era lo suficientemente alto para poder mirar a través de ella.
Pero aún desde mi sitio pude ver esa potente luz aún lado de la rama del árbol. Nunca había visto un faro tan brillante en mi vida, y no quería perder la oportunidad de ver de quien se trataba.
Apile mis pocas cosas en una esquina y me subi para poder ver, allí fue a cuando lo vi por primera ves.... Había un niño de mi edad sentado sobre las ramas del árbol, comiendo un pan mientras veía el cielo estrellado.
Él parecía alguien pobre, pero de ser así no me explico porque su faro brillaba tanto. Un pobre no podía ser tan feliz y libre ¿no? No podía ser más feliz que yo ¿verdad?.
Mi vista de nubló, estaba llorando y que vergüenza, porque justo él volteo y me miró... Al contrario de lo que pensarían, los días transcurrieron con él volviendo cada noche y cada tarde para hablar conmigo.
Me contaba sobre el exterior, sobre qué le gustaba y yo hacía más o menos lo mismo pero más aburrido. Pronto reiju noto su presencia y venía un poco más seguido para quitarme ese casco y que pudiera hablar con él.
Y de pronto, nos enamoramos cuando estábamos entrando en la adolescencia, donde me di cuenta de que tenía todas para ser el alfa de una manada.
—¿sabes? Nunca te he visto en tu forma animal. —Finalmente alcanzaba la ventanilla sin ayuda lo cual nos favoreció porque él empezó a tomar mi manos más seguido.
—Si me transformó aquí arriba me caeré, además tampoco he visto la tuya. —aún recuerdo sus pucheros mientras ponía mi mano sobre su mejilla, tan tierno.
—Bien, bien... ¿Quiere ver? —Lo solté para alejarme un poco y él me siguió con la mirada.— ¿puedes verme desde allí?.
— Si, solo hazlo.
Reiju nos miraba siempre desde una esquina con una sonrisa alegre, finalmente había conseguido a alguien que me comprendiera. Por eso soltó una risita cuando me transforme.
—¡Wow! ¡Que tierno, no te ves como un lobo! —Se pego más a los barrotes de la ventanilla mirándome y yo jamás me sentí tan bien conmigo mismo que cuando vi su dulce mirada en mi.
Increíble, una de las razones por las cuáles estaba encerrado se debía a que no me parecía un lobo, sino más bien a un perro, y uno con muchos rizos.
No tenía sentido, ya que toda mi familia eran claramente lobos, sospecho que mi padre engañó a nuestra madre y por eso nací yo tan diferente.
Porque saben que no me creo que esa chica de cabello rojo sea mi madre.
El punto es que... Jamás pensé que a él le gustaría esta forma... Me levante en dos patas moviendo mi cola mientras le veía con alegría.
—¿Cierto? ¿Cierto?.
—awww, demonios, ahora quiero acariciarte todo....
—Haslo, no tengas pena.
Y esa fue la primera ves que mi faro brillo tan fuerte, festejamos un rato y eso llegó a oídos de mi padre, que ese mismo día por la noche hizo que comieramos todos juntos en el gran comedor.
Incómodo.
Con mi faro intermitente por mi temor a lo que podría pasar en esta cena y la mirada de todos sobre mi, pude ir escuchar a mi padre.
—Los guardias aseguran a ver visto un brillo bastante fuerte venir de tu celda. —Seguramente fue el brillo de zoro el que notaron, pues ahora el dormía cerca de la ventanilla para que no estuviera solo.— ¿Qué nos escondes, Sanji?.
—Nada....
—...Desde ahora voy a cortar el pelo de tu forma animal, serás uno de nosotros y por lo tanto debes verte igual. Sin objeciones.
Él no vio la mirada de desprecio que me dieron mis hermanos al saber la noticia, ni la de preocupacion que tuvo reiju, solo siguió comiendo y yo igual... Quizás sea bueno el que porfin este siendo incluido.
El mundo se encargo de demostrarme que fue una mala decisión y que quizás ser un vinsmoke no estaba hecho para mí. Debía convertirme en un joven ejemplar, así como zoro que cada día que pasaba se veía más como un alfa.
En lugar de eso solo parecía un inútil de rango inferior, ni si quiera alcanzaba a omega ya que no podía separar a mis hermanos cuando peleaban o tan sí quiera calmar las aguas.
Fui un fracaso en casi todas las áreas, con rendimiento tan bajo que incluso la seguridad que había ganado con zoro la había perdido... Una ves más mi faro bajo su brillo volviéndose casi insistente.
Y mi padre me hizo saber lo decepcionado que se sentía de mi.
Volví a aquella habitacion que era mi prisión, no obligado, si no porque no quería ver a nadie. En ese momento zoro llegó con su faro más brillante que nunca esa noche, de hecho, estando de espaldas a la ventanilla, gracias a ese faro fue que note que era él.
Silencio...
—¿Sanji? ¿Que... te paso?
Joder, que envidia, su faro ilumina toda la habitación y me hace sentir a mi... Tan mal....
—No es nada.
—... Me dijiste que tu familia ya no te tenia aquí, entonces ¿porque tan deprimido?. —me abracé por inseguridad, molestia, quería llorar pero lo reprimia de todas las formas posibles. —... ¿Que le paso a tu faro?.
Él atrapó su faro en su mano, notando la oscuridad que había cuando no estaba brillando.
—.... Debe ser lindo ser tan libre, tan feliz ¿no, zoro?.... Yo.... No estoy hecho para esto. He intentado de todas las formas hacer que mi faro brille, ser aceptado, pero.... Nada funciona. No puedo ser lo que lo familia quiere y necesita.
—.... Pero tu eres lo que quiero y necesito. —voltee sin creer lo que había escuchado, estaba llorando mientras él me miraba, allí mirándome a los ojos con nada mqw que verdad.— Yo no tenía a donde volver hasta que te conocí, tampoco tenía una familia o alguien a quien amar. No tenia amigos ni ganas de vivir... Tu me diste eso y más. ¿Sabes cuando empieza a brillar más mi faro? Cuando pienso en ti, es por eso que mientras yo tenga vida haré todo lo posible para brille en su máximo esplendor, para que encuentres tu caminó y siempre puedas encontrarme.
—Zoro...
No me importo los barrotes en el medio de la ventanilla, lo abracé mientras lloraba y él me recibió.
—Hagamos algo, espérame. Me iré para convertirme en soldado de la manada, será un viaje algo largo... —Le mire asustado, no quería que se fuera, obviamente lo contradeci enseguida pero el siguió calmandome— Tranquilo. Nos volveremos a encontrar y cuando eso pase te sacaré de aquí como mi esposo, dalo por hecho.
Le mire ilusionado y él me sonrió acariciando mis mejillas. Esa noche tuvimos nuestro primer beso y mi faro brillo una ves más, pero también esa noche fue la última ves que lo vi y la última ves que mi faro brillo... No volvió aunque los años pasaron y me hice adulto.
Una parte de mi no perdía la fe en él, otra le estaba haciendo una tumba en lo profundo de mi mente.
Ya no me importa mi apagado faro, solo me importa ser un bien hijo de la familia vinsmoke. Si, logre hallar un lugar como administrador y la comida en toda la manda, de esta forma me deshice de la hambruna del invierno.
Pero yo, aún con un lugar al fin en el que obviamente no soy feliz... Quiero verlo, al menos quiero callar esa parte de mi mente que dice que moriste.
Al menos quiero ser feliz en esa parte, es lo único que pido...
—¡Miren, hay 18 faros en horizonte!
—¿que? ¿Serán enemigos?
—No puede ser...
—¡Avisenle a los soldados!
—Wow, se ve que tienen un fuerte espíritu, mira como brillan. —Solo voltee porque mi hermano Yonji esta mirando, pero realmente no es que me importe mucho.
—¡Wow, es verdad! ¡Parecen faros de verdad! —Escuche decir a niji con gran sorpresa, idiotas, pensé.
Ahh, la brisa fresca y la nieve... Eliminan todas mis preocupaciones por un momento mientras veo aquellos que se acercan con sus brillantes faros... ¿Pasto?
¿Porque demonios habria pasto en pleno invierno? Ah, esperen, no es pasto.
—Eso es.... ¿Un lobo? —Me abrí paso entre la multitud, ese color de pelo, ese estilo de cabello... No estas muerto ¿verdad? ¡¿Has vuelto, verdad?!.
Mire con una sonrisa delante de todos como ellos frenaban cuando estuvieron cerca, un grupo de lobos con brillantes faros a los cuales los guardias de la manada les dieron la bienvenida.
Mierda, me quedé sin voz, no puedo dejar de ver a ese lobo que se parece tanto a él, y su faro es tan brillante.
¿Eres tu, zoro? ¿Esa luz es tuya? Si tan solo te hubiera visto en tu versión lobo... Quizás si me ve me recuerde, de esa forma sabré si es él.
¡Vamos, por favor mírame!
—¿porque te ves tan emocionado?
—Cállate niji.
¡Se están transformando! Ohhh....
Es tan... Definitivamente es zoro, debe ser zoro. ¡No acepto un no por respuesta-... ¡Mierda, me está mirando!!
¿Me reconoce?...
—Bien, ya no vamos. Camina roronoa. —¿Roronoa? ¿Entonces no era zoro? Él no tenía apellidos... ¡...!
Me esta mirando curioso mientras camina, y se fue... Oh por dios... ¿Entonces si era zoro? Demonios ¿¡quien es!?.
Quizas si sea zoro y no me reconoció... ¿Tendrá que ver con mi nuevo color y corte de cabello? Pero ni si quiera me veo diferente.... Comencé a caminar a mi "hogar" pensando en todo hasta que vi mi faro colgando en mi cuello... Totalmente apagado.
Él... Zoro, Me dijiste que harías que tu faro brille para que pueda encontrarte pero pareces ser tu el perdido.... Hm... ¿Y si trato de iluminarte? Aunque Quizás mi luz no sea suficiente para guiarte... Pero Haré todo los posible porque me encuentres.
¿Que puedo hacer para encender mi faro? Si una ves que un faro se apaga es casi imposible que se vuelva a encender.
No importa, lo haré.
Haré todo lo posible para que me encuentres, solo mírame zoro. ¡Recuerda que me prometiste matrimonio, pasto inútil!
¡Y devuelveme mis ganas de vivir!
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