《 Diecisiete 》




♡  Él es un tanto lento para comprender señales básicas.

( Alpha! Shigaraki × Omega! Reader )




Las hojas de arce en el suelo eran bellos recordatorios del otoño, estaban en todos lados, alfombrando las calles a sus anchas y haciendo la lúgubre mañana más animada con los colores cálidos.

Lo que más añoraba ________________ en esta estación era una humeante taza de chocolate caliente con malvaviscos, un sándwich tostado de queso y una rebanada de tarta de calabaza, las calabazas la ponían de muy buen humor, su color naranja chillón le alegraba las mañanas cuando las veía en el jardín de la Universidad.

Ahí es a donde se dirigía actualmente, después de cuatro horas en el Hospital debía ir a la Universidad en busca de algunas fotocopias y algo para comer, agradecía infinitamente que la Facultad estuviera a tres cuadras del Hospital, y también que al lado de la librería hubiera un Starbucks.

—Quiero un chocolate caliente y un paquete de malvaviscos —ordenó, la cafetería estaba un tanto vacía a estas horas, por lo que su pedido sería hecho rápido—. Sí... sí... ¿Puedes envolver el sándwich? Ajá...

Terminó por entregar su tarjeta para recolectar sus preciadas Stars, hace unas semanas había orgullosamente llegado a nivel Gold.

Prestó atención a su celular mientras buscaba una mesa a espera de su orden, tenía un par de mensajes en su bandeja.

Bubu ♡


¿Has visto mi hoodie? La de color negro, creí que estaba en el clóset, creo que es la única limpia, no la encuentro.
✓✓ 19:21

Tengo frío.
✓✓ 19:22

:(
✓✓ 19:22

________________ apartó lentamente la mirada un tanto nerviosa, hundiéndose en el hoodie negro de su novio para responder.

Bubu


No lo he visto
✓✓ 19:26

( ●♡● )
✓✓ 19:26

Estoy caminando a casa, te llamaré cuando llegue, pídele a Twice un par de mantas para abrigarte, él y Toga deben estar viendo Boys Over Flowers, la empezaron a transmitir hace poco.
✓✓ 19:27

¡Y diles que nadie puede acercarse a la cocina si yo no estoy!
✓✓ 19:28

Te amo bubububu ♡
✓✓ 19:28


________________ rió en voz baja mientras caminaba, su orden descansaba en la bolsa de papel que llevaba en su mano izquierda. Le dio una mirada a la prenda que estaba usando, era la capucha negra que Tomura usaba normalmente cuando salía a las calles.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca de su edificio empezó a buscar la tarjeta de acceso entre sus bolsillos.

No tuvo cuidado cuando cerró la puerta de golpe, tiró su mochila por algún lugar y dejó la bolsa de la cafetería tambaleante sobre la mesa de la cocina.

Su única preocupación fue llegar a su habitación en ese momento, casi corriendo y con el corazón acelerado, había esperado todo el día para esto.

Se echó sobre su cama.

Sonrió sinceramente mientras olía el débil aroma impregnado en la prenda de Tomura.

En realidad, la habitación entera olía a él.

Pronto todo estuvo a oscuras, el sol se había ido hace varias horas por el horizonte, y ahora la habitación era iluminada sutilmente por las luces de la calle que se colaban a través de su ventana.

Débilmente los delgados halos de luz alumbraron la pequeña montaña de ropa y desorden que había sobre su cama.

La razón por la que Tomura no tenía cobijas era porque todas estaban aquí.

También habían algunas prendas que logró hurtar en una de sus tantas visitas a la guarida de La Liga, debía ser cuidadosa con estas últimas, Shigaraki no poseía un amplio clóset por lo que si notaba que faltaban al menos cuatro de las diez piezas de ropa que solía utilizar siempre quizás armara algún disturbio.

Eran muchos los elementos que conformaban aquella especie de maraña, quizás semejante a un dique o un iglú.

De alguna forma ________________ se adentraba en ese nido para poder estar en éxtasis con el aroma de Tomura.

Rodó un par de veces como si su cama fuera el campo del Edén, estaba embriagada por el olor, se aferró aún más al hoodie que traía puesto y abrazó la almohada que pertenecía a su novio, suspiró, sintiendo su temperatura corporal incrementarse lentamente.

—¿Esa es mi sudadera?

________________ abrió los ojos por la sorpresa, deteniendo sus acciones y aferrándose a las sabanas para cubrir su rostro.

Había sido descubierta.

Lo único que se lograba ver entre la montaña de ropa sobre la cama eran los grandes ojos de ________________ temblando ante la imagen de su novio.

Tomura había aparecido en su habitación.

—N-No.

Shigaraki hizo una expresión incrédula, suspirando y encendiendo la luz de la habitación.

Kurogiri lo habia traído al departamento de ________________ con la esperanza de que ella tuviera algunas mantas, nadie en La Liga poseía algo extra y en verdad estaba congelado, el idiota de Dabi se negaba a servir de estufa para la organización.

Se acercó a pasos lentos hasta tener frente a él los temblorosos ojos de su pareja. ________________ estaba tiritando con una sonrisa nerviosa en su rostro.

—¿Esas son mis sábanas? —preguntó Shigaraki con algo de molestia, frunciendo los labios y viendo a su novia agitarse como respuesta—. Tira todo eso, está sucio. Ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez que lavé las sábanas de mi cama —exclamó, intentando tirar de un extremo de aquel revoltijo, aunque ella lo impidió—. Si quieres construir un nido solo pídeme ropa, pero no las tomes sin avisar. ¡Ahora estoy avergonzado porque todo eso debe ser basura!

—¡Huele a Tomura! —se quejó ________________—. No apesta, huele a Tomura, yo lavo tus sábanas siempre que voy a la guarida —defendió, exhibiendo solo la parte superior de su rostro—. Sé lo que está limpio y lo que no.

Shigaraki cubrió su rostro, había enrojecido como resultado de una mezcla de cólera y vergüenza—. Buscaré ropa para ti, pero en serio, no puedes dejarme sin nada para usar. Lo último que quisiera es que tuvieras aquí un-...

________________ apartó la mirada de forma disimulada, intentando ocultar la ropa interior de Tomura que reposaba en una esquina.

—¡Tú! —gritó Shigaraki, señalando a su pareja con el índice, pudo sentir que incluso sus orejas estaban calientes—. ¡Desvergonzada!

________________ se limitó a parpadear de forma inocente mientras mostraba una sonrisa—. ¡Lo lamento! —suplicó, abrazando la pila de pertenencias que había extraído con el tiempo—. P-Pero todo esto huele a Tomura, s-sé que no podemos vernos con frecuencia así que armé esto para satisfacer mis...

Shigaraki abrió los ojos estupefacto, ________________ continuaba hablando y él solo podía pensar en todas las cosas que ella podía haber hecho ahí dentro.

Siendo un alfa algo extraño, además, sumándole a esto que posiblemente no hubiera asistido a la escuela, podías sospechar que Shigaraki nunca recibiera una clase de educación sexual, posiblemente ni siquiera supiera sobre los calores de los omegas o de la existencia de su propio celo.

________________ pensó en todo esto a mitad de su conversación, dejó de hablar, haciendo que Tomura se extrañara.

Usualmente ella nunca cerraba la boca.

Shigaraki nunca sabría que ella estaba en celo si no se lo decía directamente.

Los supresores reducían casi en totalidad al aroma que desprendía, así que tampoco había forma de que lo notara naturalmente.

—Tomura —llamó.

—¿Qué? —respondió.

—¿Cogemos?



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