《 Dieciséis 》







♡  Irónicamente, él es tu héroe.
Aparecerá cuando más lo necesites.





El aire frío del campus abrazó sus piernas, pero ni el viento gélido o los últimos halos dorados del sol parecían inmutarla, ________________ simplemente se mantenía sentada en un banco, quizá aún no se habría dado cuenta pero, tiritaba.

Elevó la mirada una vez más, manteniéndose estática y con los ojos brillando por aquella gruesa capa acuosa en sus orbes, observó detenidamente la imponente fachada de la Facultad de Medicina, se sintió diminuta e insignificante ante sus veinte y más pisos de altura.

Sus pies estaban helados, al igual que sus manos y las puntas de sus dedos.

La primera lágrima cayó después de arrugar la pequeña hoja que traía consigo, sintió el dolor en su pecho incrementándose, frunció los labios y aunque intentaba mantenerse fuerte, lloró, con la garganta ardiendo y con los sentimientos desbordados lloró de forma estrepitosa, intentando aliviar el la ira en su interior.

Abrazó sus piernas e intentó ocultar su rostro, temblando, su enrojecido y caliente rostro contrastaba con sus extremidades congeladas. Había salido tan rápido del aula que ni siquiera tuvo la delicadeza de tomar su abrigo o la mochila en su casillero, no importaba.

En estos momentos nada importaba.

Lo único que rondaba su mente era el número escrito con tinta roja en la hoja que había hecho bolita hace algún tiempo.

Rompió su examen, sin querer saber nada más en realidad.

Se sintió frustrada, cada lágrima era un pesado recuerdo de sus arduas horas de estudio por las noches, el dinero invertido, el tiempo, la vida se le había ido por ese examen.

Si hubiera sabido desde un principio que volvería a reprobar la materia ni siquiera se hubiera inscrito en ella desde un principio de ciclo.

Hubiera pasado más tiempo con Tomura.

Eso la hizo sentir aún peor, cuando las lágrimas parecían haber cesado después de largos minutos, el suave recuerdo de su novio la golpeó, hundiéndose aún más en busca de calor. Rechazó a Tomura un par de veces para poder concentrarse en sus libros, habiendo conseguido estos resultados, simplemente quería desaparecer y ahogarse en su propio llanto.

—¿Debo creer que esto es algo común entre los estudiantes?

________________ hipó al oír la voz de Tomura, y un escalofrío recorrió todo su cuerpo al notar la extraña calidez que envolvía su cuerpo.

Ni siquiera quiso verlo a los ojos, abrazó aún más fuerte sus rodillas y se mantuvo en silencio, las lágrimas tibias continuaron bajando por su rostro mientras tiritaba en un esfuerzo por no hacer ningún sonido.

Shigaraki quiso hallar palabras adecuadas para saber cómo solucionar aquel problema, sus iris carmín observaron de forma curiosa la pequeña bolita de papel que estaba en el suelo. La tomó entre su índice y pulgar con cuidado, deshaciendo aquella maraña e intentó alisarla lo mejor que pudo, temiendo convertir todo en polvo.

—Oh.

________________ reconoció rápidamente el sonido del papel al ser desdoblado, temblando, levantó la cabeza de golpe y extendió su mano con rapidez, intentando tomar su examen en manos para alejarlo de su novio, sin embargo fue en vano—. ¡Tomura, no lo veas!

Shigaraki frunció el ceño al oír el lamentable y lloroso tono de su novia—. ¿Esto te hace sentir mal?

—N-No es eso, solo-...

Tomura aplastó el examen en su mano, inmediatamente este se convirtió en simples cenizas.

—Listo.

Quizo sonreír ante esas palabras, sin embargo lo único que pudo apreciarse en su rostro fue una mueca y un par de lágrimas nuevas deslizándose por sus mejillas—. No es tan fácil, cariño.

Tomura mantuvo su expresión neutral, sentándose junto a su novia en aquella congelada grada de concreto. Estaban en el parque frente a la Facultad, eran de las pocas personas que estaban en los alrededores, el aire gélido golpeaba mucho más fuerte en un área abierta como esa.

—¿Quieres hablar sobre eso? —murmuró Tomura, apoyando sus manos en el banco para mantener su postura.

Por más que intentara ocultarlo e intentara estar confinada en soledad, solo ella y su tristeza, no podía. ________________ sintió que su corazón se encogió ante las suaves palabras de su novio y se lanzó a sus brazos.

Shigaraki la tomó por la cintura con sorpresa, evitando que ambos cayeran y manteniendo el equilibrio, agradeció tener aquel par de guantes consigo en ese instante.

________________ se limitó a aferrarse al cuello de su novio, buscando la calidez en su persona y llorando de forma lamentable. Su propio abrigo la estaba cubriendo, al parecer Tomura había ido en busca de sus pertenencias antes de encontrarla.

—Me esforcé —murmuró de forma acuosa entre lágrimas con aquel pequeño hilo de voz que aún le quedaba—. J-Juro que me esforcé.

Se había acercado aún más a él en busca de afecto, las caricias que Tomura dejaba en su espalda la reconfortan lentamente. Se limitó a llorar en silencio, descansando sobre el hombro de su novio y recibiendo toda la atención de su parte.

—¿Por qué quisiste hacer esto? —murmuró Shigaraki, descansando su barbilla sobre la tibia cabeza de su novia. En su cabeza no cabia el por qué alguien hacía algo que lo lastimara.

Hubo un pequeño silencio, en la cabeza de ________________ se reprodujeron sus recuerdos. Regeneración celular era el producto de combinar los quirk de sus padres, tenía límites. En ese momento vio a su madre explicándole todo eso cuando aún estaba en la secundaria.

Con un kosei así, ella dijo que no serviría para nada más que curar personas.

—Entré aquí por mis padres —confesó entre susurros, las memorias de su pasado se acumularon, haciendo que su corazón doliera—. Si tengo un kosei como este... sería un desperdicio si no hacía lo que es mejor para la sociedad.

Tomura acarició suavemente su mejilla, sintiéndose molesto ante aquellos ideales tan heroicos—. ¿Por qué estás en un lugar donde no eres feliz? —preguntó con ira—. La sociedad... no merece a alguien como tú. Solo has lo que quieras.

—Me quedé aquí por ti.

El rostro de Tomura era incrédulo, abriendo sus ojos de par en par por la sorpresa de la respuesta—. ¿Qué?

________________ se alejó lo suficiente como para apreciar el rostro estupefacto de su novio, sonrió, acunando sus mejillas y viendo aquellos rizos pálidos bajo la capucha negra que él usaba—. Por ti, me quedo aquí por ti —susurró, lo suficientemente bajo como para que solo Tomura pudiera oír. Volvió a acercarse con lentitud, juntando su frente con la de él, disfrutando de su calidez—. Me esfuerzo cada día para poder aprender, porque quiero salvarlos a todos.

—Princesa, si tú no eres feliz, entonces no...

—Te amo —confesó, dejando un rápido beso sobre los agrietados labios de su novio—. Soy feliz a tu lado, y no es que no me guste estar aquí, solo estoy frustrada por no conseguir lo que quería.

—¿Tú nos curas, verdad? Eso es suficiente.

—Quiero hacer pronto las prácticas en el Hospital, seré mucho más útil para ustedes así —susurró, dejando caricias en el rostro de su novio, viendo como las grietas de su piel desaparecían poco a poco bajo su toque—. Hay cosas que mi kosei no puede hacer, y solo aquí aprenderé a curar verdaderamente a una persona —informó, tomando una pausa—. No quiero salvar a la sociedad, quiero salvarte a ti y a La Liga, quiero aprender todo para poder ayudarlos, los curaré, nunca más tendrán que soportar dolor por no poder tener asistencia médica.

—________________...

—Me gusta el camino que me impusieron, pero yo elegiré a quien servir —habló de forma dulce, viendo directamente los brillantes iris carmín de Tomura—. Ayudaré a la persona que amo a cumplir su objetivo, por eso sigo aquí, me esforzaré más al saber que tiene más subordinados. Me diste una familia, Tomura, quiero que todos puedan pelear por sus ideales sin ataduras, porque yo estaré detrás de ellos para atenderlos.

Tomura sintió su corazón acelerarse con cada palabra, escuchando las palabras sinceras de su novia, creyó que incluso lloraría por todo lo que ella decía.

Ambos se acercaron lentamente para juntar sus labios.

Se besaron un largo tiempo, alejándose milímetros solo para volver a encontrarse con deseo, no había nada mejor que los besos de Tomura después de un mal día.

Incluso al romper su contacto con un pequeño ruido bochornoso, ambos sonrieron, apreciando lo hinchados y rojos que se encontraban sus labios después de minutos y mordidas.

Tomura dejó un último beso en la frente de su ________________.

—Si lo que en verdad quieres es continuar con esto, no te preocupes por el tiempo que te tomará —susurró, intentando que sus palabras sean las correctas—. Y si cada vez que ocurra esto debo estar aquí para consolarte, lo haré.

—Tomura...

—Yo me esforzaré por ti, así como tú por nosotros —hablo en forma suave—. Nunca fui a la universidad —susuró—. Pero puedo ver todo tu esfuerzo, y comprender la frustración de no conseguir lo que quieres después de todo lo que has hecho... Así que déjame ser el hombro donde llorarás antes de seguir adelante.

________________ sonrió, posiblemente al borde de las lágrimas nuevamente—. Cariño —susurró, intentando cubrir su propio rostro—. Voy a vivir para ti, mi sol y mis estrellas.

—¿Te sientes mejor? —preguntó en voz baja, tomando suavemente las muñecas de su novia mientras ella asentía con debilidad—. Déjame verte.

Esas dos palabras hicieron que ________________ solo apretara más sus manos contra su rostro—. ¡No! —gritó—. Lloré un montón, debo estar roja, hinchada y horrible.

Tomura rió por su suposición—. Mi princesa es bellísima en cualquier momento.

________________ sintió la calidez en sus pómulos, descubriendo su rostro lentamente—. No puedo creer que cambies me estado de ánimo tan fácilmente —confesó, aferrándose a los hombros de su novio—. Quiero estar siempre a tu lado, Tomura.

—Siempre.












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[ N/A: Espero que este capítulo te ayude de alguna forma si estás atravesando un momento difícil o similar. Esto es lo que siempre quise que pasara después de reprobar Anatomía hace tiempo. ]

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