29. Cruzar los límites

Gracias por la espera!  es la recta final de capítulos, dejen sus cometarios porfa, eso me ayuda a crecer. los quiero.

Solange mantenía la mandíbula apretada y sus manos intentaban doblar la tablet por debajo de la mesa. Al mismo tiempo miraba de reojo a Ian, no necesitaba leer sus pensamientos para saber que no iba a admitir que le alegraba tenerlo de regreso y al mismo tiempo odiaba que no hubiese sido ella quien lo había logrado, sino Alice, quien no dejaba de mirarla con una sonrisa de cínica victoria.

Las cosas iban a volver a cambiar en Transalterna con Ian al mando.

Loid, el mayor de todos los hijos Key del proyecto, se mantenía estoico en la pantalla. Seguro frustrado porque no había forma de regresar a la isla de Seaborga ni a Scielo1. El espacio aéreo y marítimo seguía cerrado por amenazas de tsunamis.

—Bien, ¿y ahora qué?—Daniel rompió la tensión formada en la reunión.

—Gracias por hacer lo posible por traerme de regreso —dijo Ian—. El proyecto continuará de momento, hasta que sepamos qué es lo que el Círculo quiere en esta dimensión y en la otra.

—Imponer su estupidez del Estado Utópico, eso es obvio. —Solange interrumpió—. Lo que íbamos a detener por completo hace cinco años, si es que algunos de ustedes no lo hubiesen arruinado—me miró directamente.

—Oh, mil disculpas por no dejarme asesinar—le respondí con sarcasmo.

—Solo queríamos cortar la conexión con Maya y acabar todo ese circo de dementes en ambos lados a la vez. A ti te hubiésemos dejado vivir —me respondió.

Por supuesto, matarme no era viable dado que sabían que estaba embarazada y Nicky era una inversión. No lo mencioné, no era el momento.

—Pues Marcus tenía otra idea.

—Tal vez él no hubiese cometido esa tontería, si ustedes dos hubiesen cumplido con su misión desde un inicio—esta vez miró a Daniel e Ian.

—Olvidemos lo que pasó hace años. Evitamos que el Demiurgo entre a esta dimensión, hubo daños colaterales, pero fue una victoria, enfoquémonos en el presente—Sam habló con tono conciliador.

—Ustedes no hicieron nada. El Demiurgo no iba a venir, no era el momento—Alice intervino. Habló muy distraída, jugando con una tira larga de regaliz, que comía con mucho gusto.

—¿De qué hablas? ¿No se suponía que todo ese ritual con la luna roja era para eso? ¿Para usar a Sophie como puente? —Ian le preguntó e incluso Loid se acercó más a la pantalla.

—No... era solo una inspección —explicó como si fuese algo obvio—. Pero eso tú ya lo sabías ¿no es así? —le preguntó a Solange con el tono cínico y hostil con el que le hablaba siempre.

—Sí, pero... da igual lo que haya sido, sin Círculo en ambos lados... no hay ciclos que repetir. —La mujer intentó demostrar su mejor rostro de seguridad, mas yo sabía que esta se le había esfumado.

—Alice, explícate. Pensé que habían fracasado e intentarían lo mismo en la siguiente luna llena, usando a Nicky—dijo Ian.

—No, claro que no, no es ese momento del ciclo, durante la próxima luna llena será el rito de selección, no de posesión—volvió a explicar como si todos entendiéramos.

—Espera, Franz Ayala mencionó eso. Me dijo que tocaba el rito de selección y yo ya no les era útil. ¿De qué se trata todo eso?

Puso un rostro de desconcierto un momento, terminó de comer su regaliz y empezó a explicar.

—El Círculo se fundó hace doscientos cuarenta años, y desde entonces se ha estado preparando para el Estado Utópico. Fortaleciendo a sus principales líderes y escogiendo personas. Son ciclos, que cada vez que se cumplen se van cerrando más—explicó dibujando Círculos en el aire—. Selección y revisión. En cada ciclo o generación, nacen alrededor de seis niños portales. Al menos uno por cada familia fundadora. En el ciclo de selección, se escoge a uno, o dos, que seguirán siendo portal. El resto, pues... pierde la conexión con una de las dos dimensiones.

—Con eso te refieres a que muere—afirmé.

—Solo en un lado—dijo sin importancia y continuó—. Él o los seleccionados se preparan para el rito de posesión, que se realiza diez eclipses lunares después. En ese rito, al menos uno de los portales sirve como puente para que el Demiurgo tome posesión de los lideres, adquiera todo el conocimiento que ellos han obtenido con los años y evalúa si la dimensión está lista para empezar el Estado Utópico. Claro que no siempre se pasa la evaluación y no siempre se logra la posesión. En la última no se logró, pero no fue la primera vez. Es muy raro que el portal en cuestión colabore. Los portales de las últimas tres generaciones, tomaron rumbos propios.

—Okey, no estoy entendiendo algo. Yo nunca participé de ningún rito. ¿Cuándo fue que me seleccionaron?

—Oh, en tu generación no hubo rito... no fue necesario, ya que no hubo candidatos. —Volvió a mirar a Solange.

—Claro, ¡los asesinaron! Mataron a mi hermano y a Grecia y a los otros niños y ese no fue el Círculo. Fueron ustedes—miré a Solange también.

—Anthony tomó la decisión de adelantarse al rito y cortar la selección. Sin niños portal, el Círculo no podría hacer el rito de selección. —Se apresuró a justificarlo.

—Es una forma de decir que me utilizó para encontrarlos y asesinarlos luego —reaccionó mi novio.

—Para evitar la muerte de miles más y una dictadura manejada por entes interdimensionales—se defendió ella.—Pero no funcionó, porque no sabíamos que la familia Ayala tenía dos niños portal. Sabíamos de tu hermano—me dijo—, Pero hicieron un buen trabajo ocultándote a ti. Franz Ayala se quedó con tu hermano y dejó que tu padre te ocultara. Haciéndonos creer que no habías nacido en Scielo1. Nos enteramos que estabas viva y eras portal años después, cuando entraste a trabajar a 3IE. Así que mandamos a Aaron y Christopher a completar la misión antes del rito de selección, pero claro; las hormonas pudieron más que el sentido común. Aaron mató a Christopher porque sabía que él sí cumpliría la misión y luego convenció a su padre de tenerte bajo nuestra protección y vigilancia en lugar de acabarte.

—Me encanta como confiesas todo con tanta naturalidad—Alice ya no hablaba cínica, esta vez lucía enojada.

—Algunos sacrificios deben hacerse por el bien común.

—Es gracioso, el Círculo piensa igual. Claro... debiste aprenderlo de ahí. —De golpe cambió su semblante y el cinismo apareció de nuevo.

—¿Tú eras del Círculo?—quien habló sorprendido esta vez fue Loid, alanzando su voz para que se lo escuchara por el parlante.

Solange se vio acorralada y como seguía con la intención de confesar todo lo que sabía volvió a hablar con naturalidad.

—Todos los portales naturales de Scielo1 venimos del Círculo. No es un secreto.

—Solange viene de una de las familias fundadoras, los Hall. —Alice la delató y empecé a entender más cosas—. Una de las portales seleccionadas en la generación anterior a la tuya, junto con tu madre: Natalia. Ambas pasaron el rito de selección, pero ambas abandonaron el Círculo antes del rito de posesión.

—¿Eso es verdad? ¿Conociste a mi madre? —la interrogué.

—¿Solange es portal? —Daniel preguntó casi al mismo tiempo.

—Lo era—La susodicha le respondió primero a él—. Perdí la conexión, da igual, es irrelevante y sí... conocí a tu madre como cualquier niña conoce a otra del Círculo. Cuando empezaron a prepararnos me di cuenta que era un circo ridículo. Sus normas absurdas, eso del Estado Utópico. Conocí a Anthony, quien también escapó de eso años antes y me habló del proyecto. Para investigar y explotar el potencial de los viajes interdimensionales por el camino de la ciencia y la razón en beneficio de la humanidad, y por treinta años, nos dedicamos a esto, y ahora, el grupo de mocosos que él mismo creó lo está destruyendo y dejando en manos de esos dementes. —Furiosa, tomó sus cosas de la mesa y abandonó la reunión.

—Mucha información por hoy. Mañana continuaremos en el otro lado. Vayamos a descansar—nos ordenó Ian a mí, Daniel, Emily y Sam, directamente le colgó la video llamada a Loid.

Durante toda la reunión tuve la esperanza de que Solange confesara la verdad sobre sus hijos, mas se había contenido.

—Vaya que Solange tenía secretos—le mencioné a Ian, ayudándolo a caminar lento por el pasillo, con nuestro hijo siguiéndonos los pasos sin desprender la vista de su videojuego.

—Seguro nos oculta más cosas. Con el acceso ilimitado que tenemos ahora a los archivos del proyecto, nos enteraremos de mucho más.

Los archivos... Ian no tardaría en revisarlos y ahí se enteraría de la verdad. Tal vez era lo mejor. Que lo supiera de la misma forma en la que yo me había enterado, asegurándome de estar a su lado cuando sucediera.

***

No sabía por qué había aceptado reunirme con Alice en casa de mi padre a las cinco de la mañana. Moría de sueño, sin embargo, ella se veía fresca, peinada y con uno de los vestidos ligeros y cortos que siempre usaba. Yo iba por mi tercera taza de café y ella por su segunda copa de vino. Empezaba a pensar que era demasiado amiga del alcohol.

Estábamos sentadas frente a frente en el suelo, me dio un pequeño mortero de madera y varios polvos, malaquita entre ellos, y me iba indicando qué cantidades poner. Ian nos miraba desde el asiento, muy intrigado. Casi me daban ganas de decirle que fuese él quien aprendiera de Alice a hacer lo que fuera que me estaba enseñando mientras yo me iba a dormir.

—Pronto nos quedaremos sin malaquita —mencionó pasándome una bolsa pequeña de lo que parecían ser pétalos de flores secos.

—¿No puedes hacerla?

—Sí, pero hay ingredientes difíciles de conseguir.

—Los huesos humanos, imagino—dije oliendo las flores antes de echarlas a la mezcla.

—Eso es de lo más sencillo de conseguir, igual que los huesos de entes. Triturarlos es el problema y necesitan un tratamiento especial que no es agradable. Solo alguien como Benjamin es capaz de hacer cantidades. Su familia se ha dedicado a eso por años. Prefería comprársela antes que hacerla, pero eso ya no es una opción. Claro que Adam puede conseguirla por nosotras —justo tuvo que mencionar el nombre que menos quería que Ian escuchase alguna vez. Mi leve esperanza de que no le prestara atención al nombre se desvaneció cuando de inmediato se agachó hacia nosotras para preguntar.

—¿Quién es Adam?

Alice levantó la vista hacia mí y no me dejó responder.

—Solo un tipo que vende materiales a la gente del Círculo. Es amigo mío.

Yo me entretuve moliendo los pétalos con el mortero, fingiendo que aquello no tenía importancia, rogando que Alice no usara la información sobre Adam para chantajearme con Ian en un futuro.

—Siempre podemos ver la forma de hacer más. Lo industrializamos, lo vendemos y les quitamos el negocio —Intenté bromear para desviar el tema.

—Es una excelente idea. Mi hermano lo intentó... ya sabes qué pasó con él—Alice respondió tomando un trago.

—¿Qué le pasó? —quiso saber Ian, ya había olvidado a Adam.

—Se lo comió el Domiurgo... vivo, no fue agradable. —Recordé, no quería que nadie cercano a mi acabara de esa manera—. De todas formas, ¿qué es lo que la malaquita tiene? La analicé mucho y sé de los huesos y material orgánico, Samy halló polvo y minerales que solo se ha encontrado en meteoritos.

—Básicamente, tierra del espacio interdimensiones. Nada que no podamos conseguir corriendo peligro de muerte.

—Sí, pero, ¿para qué? ¿de qué nos sirve?

—Los inciensos tienen muchos usos. Este que hacemos, lo pondrás en tu habitación y la de Nicky, lo enciendes antes de dormir en la luna llena y evitará que traigan entes.

—No voy a ponerle nada de esto a mi hijo.

—¿Por qué? ¿crees que voy a envenenarlo o hacerle algo malo?

—Hasta donde sé, todavía lo necesitan para su rito de selección. Todo esto puede ser una trampa—se lo dije de manera directa y ella no se inmutó. Tomó un pequeño frasco con algún tipo de aceite, lo puso en su mano, luego una cucharada del polvo que molía y comenzó a formar una masa.

—Podría ser, pero ya te dije que no voy a traicionarte.

—Que me repitas una y otra vez que no me vas a traicionar no lo hace verdad. No confío en absolutamente nadie. Todas las personas en las que he confiado alguna vez en la vida, me han traicionado —afirmé y de inmediato ella miró hacia Ian, quien se mantuvo estoico en el sillón. Seguí hablando como si él no estuviera—. Otra cosa es que decidí perdonarlos.

—Sophie...—él intervino.

—Ian, estas de regreso, es lo que importa. No quiero tocar cosas del pasado—sentencié.

—Es una decisión sabia, vivir el presente, perdonar el pasado... yo no sería capaz—dijo Alice, dejando en la mesa de café al lado nuestro, el pequeño triángulo de incienso que había armado—. Soy muy rencorosa—añadió.

Dejamos la conversación cuando mi padre entró por la puerta. Me fijé en la hora, no eran ni las seis de la mañana. Afuera los cristales de la casa que daban al jardín seguían mojados con el rocío de la mañana y el sol no terminaba de salir. Pensaba que él dormía en su habitación, pero llegaba con ropa de calle. De nuevo se había quedado en la oficina trabajando toda la noche.

—Ya están aquí —afirmó a modo de saludo y me percaté que llevaba su tablet debajo del brazo y se sostenía la mano derecha que sangraba.

Corrí hacia él.

—¡¿Qué te paso?! ¡¿quién te hizo?!...—le examiné la palma de la mano, tenía un corte horizontal.

—Nadie me hizo nada. Se me rompió una tarjeta en el bolsillo y me corté al sacarla, un accidente estúpido, es que...

—Estás muy cansado y estresado y así todo te sale mal. —Alice me hizo a un lado, le quitó las cosas a mi papá y me las pasó sin dejar de mirarlo. Me quedé estática, viendo como ella lo llevaba hacia la cocina y ponía su mano debajo del chorro de agua. Apenas escuché a Ian mencionar algo sobre traer el botiquín.

—Sí, mientras no abran las fronteras, seguiré igual. Sophie está ocupada con ese proyecto suyo y ahora Samy renunció—exclamó muy enojado—. Daniel la convenció de trabajar con él en Transalterna.

—Bueno, tienes que admitir que entre crear celulares e investigar viajes inter dimensionales, lo segundo es más emociónate. No para mí, yo estoy harta de eso. Ya te dije que puedo trabajar para ti de inmediato.

—Sí, lo sé, solo quería darte un descanso, pero creo que voy a necesitarte. —Mi papá le respondió evaluando su herida, que al parecer ya había dejado de sangrar.

—Por suerte no te cortaste la línea de la vida—Alice lo miró con calma, pasando sinuosamente el dedo por la palma de la mano de mi papá y dedicándole una mirada seductora.

—¡Oh! también eres de las brujas que leen las manos.

—No, solo leí un libro de quiromancia una vez. Es divertido. Pero los inciensos y los viajes astrales son más lo mío.

—Espero que no me hayas dejado cosas raras por la casa.

—Solo algunas protecciones.

—Alice, te dije que no quiero ver nada de eso...

—Y no lo verás, está muy escondido. —Le sonrió y sentí que ya era suficiente. ¿Qué se creía? ¿Qué era su amiga? ¿Por qué se atrevía hablarle con tanta confianza?

—Aquí está —Ian apareció frente a mí con el botiquín del baño, se lo arrebaté e interrumpí la conversación de Alice y mi padre poniéndome entre ambos.

—Alice, ¿por qué no vas a limpiar y a recoger lo que hayas puesto por aquí? mi papá ya te dijo que no quiere nada de eso en su casa.

—Tranquila Sophie, realmente no me importa —mi papá la defendió.

—Ian, por favor ayuda a Alice a limpiar mientras yo curo la herida de mi papá—ordené, ignorando lo que me acababa de decir

—Okey...—Alice susurró saliendo de la cocina con Ian.

—¿Me puedes explicar de qué me perdí? —le reclamé a papá mientras sacaba desinfectante y una venda.

—¿De qué hablas?

—¿Cómo que de qué? Alice. La conociste hace dos días y de pronto es como tu mejor amiga.

—Estos días conversamos un poco. Me mandó unos mensajes, contándome lo que piensa enseñarte y convenciéndome de contratarla en GALATA. Nada más—dijo como si no tuviera la menor importancia.

—Qué curioso, no tienes tiempo de dormir, pero sí de hablar con ella.

—¿Tratas de insinuar algo?

—No es necesario, es bastante claro.

Me obligó a soltarlo y terminó de vendarse él, mostrándose molesto.

—Si crees que está sucediendo algo inapropiado con ella, estás muy mal. Esa chica tiene tu edad. Solo la estoy ayudando.

—¿Por qué tienes que ayudarla?

—¿Por qué no? está escapando de la familia tóxica por definición y empezando una vida desde cero, sin nadie. ¿Sabes quiénes hicieron eso hace veintiséis años? tu mamá y yo. Aunque nos teníamos el uno al otro no fue sencillo, y luego tuve que mantenerte oculta y escapar de tu abuelo por años. Si alguien debería comprenderla y tener empatía, somos nosotros. Y eso no significa que debamos confiar ciegamente, te he ensañado a siempre ser precavida con todos, pero no a ser una... bruja prejuiciosa.

—No soy una bruja prejuiciosa—me indigné.

—Te comportas como una. Con Alice. ¿Te hizo algo? ¿O a Nicky?

—No—respondí, con algo de vergüenza. De pronto me sentí como una niña de siete años, mientras mi papá me sermoneaba por pelear con una niña del colegio.

—Entonces dale una oportunidad. Es una muchacha como tú, que no lo demuestra, pero debe estar asustada, sola y busca desesperada gente que la ayude. —Me tomó del rostro con ambas manos y me obligó a mirarlo.

—Está bien —respondí a regañadientes—. Igual le pediré amablemente que se ubique contigo.

Papá me volcó los ojos y me dio un beso en la frente, avisándome que se iría a descansar.

Sintiéndome regañada por culpa de Alice, les fui a ayudar a terminar los inciensos. Como si nada hubiera pasado, Alice me puso un poco del aceite en la mano y me explicó como amasar un triángulo igual al de ella. Se sentía como esas arenas kineticas que le compraba a Nicky para jugar, por lo que lograr que mantuviera la forma era complicado, se me desmoronaba. Ian se nos unió, y como no, a él se salieron a la primera. Estuvimos así unos minutos, como tres adultos haciendo manualidades con plastilina. El aroma era agradable y no se me hacía familiar. No era como los inciensos de Amanda.

—Alice, ¿sabes cómo hacer uno de estos que me ayude a hacer Shifting? —le preguntó Ian.

—Claro, necesito un ingrediente especial. Si lo consigo te hago unos.

—Gracias, en la dimisión T52, solo lo lograba ayudándome con LSD. La marihuana no era muy efectiva y....—dejó a hablar al notar como lo miraba. Sabía que no me agradaba que usara drogas.

—Las drogas alucinógenas ayudan mucho en los viajes, pero te aseguro que nada es como los hongos morados que encuentras en el espacio inter dimensiones. No son fáciles de hallar, están en una zona peligrosa, pero te juro que con solo olerlos te das el mejor viaje de tu vida y no hablo de hacer shifting.

—¿Podrías no recomendarle drogas a mi novio? —intenté ser amable, pero el tono irónico se me salió solo. Mejor eso que solo gritarle.

—Perdón...—se río.

Cuando acabamos toda la masa que quedaba dejamos los triángulos a secar sobre la mesa. Ian mencionó que sería bueno comer algo y yo aproveché de hablar con Alice. Papá tenía razón, podía ser más empática con ella; pero aun así quería ser honesta y dejar las cosas claras.

—Alice, perdón si fui un poco hostil contigo. Como te dije antes, no confío en nadie, sin embargo, no es motivo para tratarte mal —le dije con sinceridad.

—No te preocupes—me respondió poniendo un mechón de mi cabello de tras le oreja, me alejé un paso, sintiéndome rara.

—No es por ti, se lo diría a cualquiera. Hay límites, y me parece que que ya los estas cruzando con mi papá. Seguro no es tu intención, solo... ten cuidado, en especial si vas a trabajar con él, podría mal interpretarse—traté de ser sutil. Ella arrugó la frente.

—¿Qué tratas de decir? —un segundo de silenció y de golpe una sonrisa—. Ahh, ya entiendo, ¿crees que intento algo con tu papá? ¿Qué estoy coqueteando con él?

—No te estoy acusando, tal vez no te diste cuenta y...

—Es exactamente lo que estoy haciendo. Te apuesto que para fin de mes, voy a ser tu madrasta.

Y aquí es donde Sophie la agarra de las greñas... o quién sabe XD

Gracias porleer! esta semana fue mi cumple y estaba arreglando cositas para participar de la Feria del Libro de La Paz! 

Pronto subiré la versión editada de Trasnalterna y pues recuerden  seguirme en Instagram, ahí respondo preguntas, y charlamos un rato. Mi usuario es Hittofictions, lo mismo en twitter y tik Tok

Los quiero un montón, gracias por su apoyo!

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