magia tenebrosa
Mini Keller estaba volando entre unos árboles con sus hermosas alas doradas iluminadas por la luz de la luna.
Por primera vez en mi vida no pensé absolutamente nada ni intenté encontrar la razón de que ella estuviera ahí, y corrí hasta ponerme justo debajo de ella.—dame la mano -dijo mini Keller volviéndose hacia mí—como sabías que yo...—conexión ángel humano -me interrumpió extendiendo su manoLa tomé y como si fuera lo más normal del mundo, mini Keller me levantó del suelo.—como hiciste...—por ser mitad ángel tengo una fuerza sobre humana -me interrumpió de nuevo—cierto -respondí como un completo ignorante mientras trataba de no caermeSe puso delante de mi sin soltarse de mí mano y me dijo algo que jamás hubiera creído que diría —¿quieres bolar conmigo?—claro que quiero, pero no tengo alas -respondí—no las necesitasY antes de que yo pudiera preguntarle por qué, hiso que yo la abrazara.Ella me cargó tan delicadamente como si yo fuera una flor diminuta y frágil y por un segundo pude ver miedo en sus ojos.—¿listo? -preguntó aleteando—sí -susurré.Y de un segundo a otro, el aire golpeaba mi rostro de una forma agradable. Estaba volando junto al amor de mi vida y no sabía cómo sentirme.El miedo se había desvanecido de sus ojos y una expresión de felicidad lo reemplazó.—te sientes bien? -preguntó mini Keller —sí, eso creo -respondí —se siente hermoso bolar ¿verdad? -dijo ella con una sonrisa—es lo mejor del mundo -respondí —si, lo se. Suelo bolar cuando estoy estresada. Me ayuda a pensar—sí, eso supuse -respondí dubitativo mientras apoyaba mi cabeza en su hombro.Era increíble. Estaba volando, con la persona a quien amaba, a la luz de una luna redonda y brillante. Nunca me hubiera imaginado que haría esto. Era algo tan romántico ¡y pensar que detestaba lo romántico! Y de pronto, una pregunta se me vino a la mente, como si fuera un relámpago. Tal vez no era el momento, pero algo en mi interior me decía que era ahora o nunca.Tomé aire disimuladamente y dije en un tono decidido.—mini Keller...tu ¿te quieres casar conmigo?—¡Sherlock! ¡te he estado buscando por todos lados! Quería pedirte...esperen... ¿interrumpo algo?¡tenía que ser!—sí, claro que interrumpes -dije apretando la mandíbula con fuerza.—bueno, no importa -dijo Lucifer sin escucharme—necesito que vengas conmigo—¿qué? ¿por qué? -pregunté mientras mini Keller descendía para ponerse a la altura de su hermano—porque tenemos algo que mostrarte. Y Helen, tienes que regresar a tu casa ahora mismo -respondió.Acepté fulminándolo con la mirada y en cuanto aterrizamos en el suelo, Helen me soltó y susurró en mi oído—tendremos esta conversación más tarde.Le sonreí y le di un pequeño beso en los labios—¡por qué tengo que irme! -alegó Mini Keller cuando llegamos a su casa.—porque Amenadiel me dijo que estarás más segura aquí -respondió él—¡ya no soy una niña! ¡y soy mitad ángel! -protestó ella —Helen. ¿no lo entiendes? ¡estás en peligro! Sin mencionar que aún no sabes controlar tus poderes -regañó su hermano—yo no soy como las demás chicas con las que ustedes se han topado. No necesito que me protejan -replicó ella intentando no alzar demasiado la voz—detesto admitirlo, pero tu hermano tiene razón. No sé qué haré si te pasa algo. NO me voy a arriesgar ¿lo entiendes? -dije recordando lo que había pasado en el incendioElla suspiró y me palmeó el hombro.—está bien, cariño. Pero si algo te ocurre, yo lo sabré y ten por seguro que yo tampoco dejaré que algo malo te pase. Sin mencionar que tenemos una conversación pendiente¿eso era un sí? NO tenía ni idea ¡por qué tengo que ser tan malo para el amor!Nos dimos un beso corto ante la mirada de repulsión de Lucifer y mini Keller se metió en la casa.Narrador, Lucifer Estrella de la Mañana.tomé aire y lo solté de golpe. Aún no podía tolerar del todo las muestras de amor entre humanos, y la verdad es que no podía entender como mini Keller se había enamorado de ese hombre sin sentimientos.Pero eso era algo de lo que no me podía ocupar ahora. Debía proteger a mi hermana mitad humana de esos tipos y castigarlos si era necesario. Eso hacen los hermanos mayores ¿no?— los gemelos Stones están justo allí -dije tras haber caminado un tramo corto—parece que están hablando sobre algo muy importante -observó el detective fríamente—sí, así es. Por eso estamos aquí -respondí.No estábamos de frente a ellos, pero podíamos ver perfectamente susciluetas que parecían estar furiosas.—¿dónde está Amenadiel? -preguntó el detective sin quitarles la vista a los gemelos malvados—está con Helen en la casa. NO quiere dejarla sola—mmmm, buena decisión. Podríamos estar tras algo mucho más grande de lo que esperamos y mini Keller necesita más que nunca a su ángel de la guardaIgnoré ese comentario y pregunté—¿qué haremos entonces?—esperaremos a que algo ocurra. No pasará mucho tiempo antes de que su conversación termine. Si hablan de lo que creo que están hablando, uno de los dos va a perder la cabeza en cualquier momento -respondió concentrado—y ¿de qué crees que están hablando? -preguntéPuso un dedo en sus labios en señal de silencio y su cara adoptó una expresión molesta. Al parecer, a el detective no le gusta que lo cuestionen.Justo cuando comenzaba a aburrirme, una de las siluetas calló al suelo y Sherlock me sugetó d e un brazo para evitar que saliera del escondite.—¡que haces! -exclamé bajando la voz—¡evitando que nos descubran por tu culpa! —¡eres un humano insoportable! -dije con furia—¿quieres callarte? Estaba intentando contenerme para no matarlo en ese preciso momento así que para distraerme, miré hacia las dos siluetas. Una yacía acostada en el suelo y la otra parecía estar riendo.—¿está muerto? -pregunté—no está muerto, pero podría estarlo -me respondió Holmes soltando mi brazo—¡me llevo yo! -exclaméHolmes hiso un gesto de silencio de nuevo y en seguida comprendí la razón. La silueta que se encontraba parada comenzó a hablar.—lo siento, amigo. Pero no puedo dejar que te ballas. Sabes demasiado—¿estás loco? ¡Helen no te ha hecho nada malo! -dijo la segunda cilueta retorciéndose de dolor—¡tu no tienes idea de lo que pasó! —podemos resolverlo...no es necesario que tu...por favor...Sus palabras se interrumpieron cuando una luz segadora le dio de lleno en el cuerpo. —ese no es uno de los gemelos -exclaméAntes de que yo pudiera reaccionar, Sherlock tiró de mí y ambos corrimos hasta ponernos junto a el cuerpo en el suelo que se retorcía de dolor. Pero antes de que yo pudiera darle un golpe al agresor, este desapareció—que carajo...—parece que estamos ante algo mucho más complejo de lo que pensamos -exclamó Holmes sacando una pequeña linterna de su bolcillo.—sí, eso pareceAl iluminar de lleno el rostro de el cuerpo en el suelo, casi me da un infarto.—ese no es...—sí, me temo que es Caleb -me interrumpió Holmes examinando detenidamente el cuerpo —la buena noticia es que yo tenía razón, no está muerto Ambos cargamos al chico hasta la casa de Helen y ya imaginarán la expresión de Amenadiel—¡que pasó! -dijo él sin aliento—te tiremos, pero primero necesito saber donde está Helen -dijo Holmes severamente—aquí estoy -dijo ella saliendo de su habitación—preciosa, tengo que decirte algo -dijo Sherlock—¿que está pasando?Les contamos todo lo que había ocurrido y Helen no dejaba de sollozar en los brazos de mi hermano.Cuando terminamos, Helen exclamó con una furia que no había visto en mi vida—¡el no se merece esto! ¡hay que salvarlo!—tranquila, lo haremos -dijo Amenadiel abrazando a Helen para consolarla—no se como, pero te prometo que voy a encontrar a esos gemelos y me aseguraré de que resivan su castigo -dije apretando los puños con furia—no creo que sean ambos gemelos. Solo había uno en la escena. Pero no voy a descansar hasta saber quien es—esto no es cosa de ustedes. Me quiere a mi así que solo tengo que entregarme y nadie saldrá herido.—¡claro que no!. Tu no vas a entregarte. Averiguaremos que es lo que trama -dijo Amenadiel firmemente—esto se sale de lo terrenal y me atrevo a decir que no es nada celestial -afirmó Holmes mirando a Caleb que yacía en un sofá.—tiene razón, esto no tiene nada que ver con el cielo o el infierno. Es más como lo que ustedes llaman magia negra -dijo mi hermano—muy bien, entonces hasta averiguar como combatir esto, alguien tiene que quedarse a cuidar a Caleb y a Helen. El chico sabe algo que el tipo no quiere que sepamos y sabe que no lo mató así que vendrá por él -dedujo Holmes —sí, así es. Yo me quedaré a cuidarlos a ambos. Después de todo, no tiene idea de que Helen, Lucifer y yo somos ángeles -respondió Amenadiel—muy bien. Por ahora es mejor que todos ballamos a dormir -dije yoHelen se separó de Amenadiel y Holmes y ella llevaron a Caleb a la habitación—tranquila preciosa. El va a estar bien. Es un chico fuerte -escuché a Holmes decirle a mi hermana—lo se -respondió ella.Helen serró la puerta y poco después, Sherlock salió de la habitación con aire pensativo—hay que buscar a alguien que sepa de magia negra -dijo cuando se sentó junto a nosotros—no estarás pensando en Strange ¿verdad? -preguntó mi hermano—sí, estaba pensando justo eso -respondió Holmes con un suspiro. ¡hola!¿qué les pareció?¿quién creen que sea el gemelo malvado? ¿aparecerá doctor Strange en el siguiente capítulo?Cuéntenme sus teorías.Se les quiere mucho.
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