Akutagawa caminaba al lado de LiHu y Atsushi iba cabeza baja al otro lado de LiHu – siempre ha sido muy callado – menciono Akutagawa – pero es muy servicial

― ¿en serio? – sonrió LiHu – fue tu sirviente por muchos años ¿no?

― Así es, sabíamos que era hijo ilegitimo de Chuuya pero no se puede solo subir – miro al peliverde – al menos que se case con un príncipe ¿no cree?

― Tienes toda la razón – menciono acariciando el cabello de Atsushi – imagino... que eres devoto a mi hermana

― Oh claro – sonrió Akutagawa – ahora que la conocí solo voto por ella

― ¿Antes?

― Oh eso sería una vergüenza – sonrió - ¿lo llevaras a las montañas?

― Si, allí tengo todo lo importante

― Ooh, si comprendo – Akutagawa acabo la llamada que realizaba desde su bolsillo

Pues desde que se encontró con LiHu había iniciado una llamada a Chuuya, quienes escucharon todo, ahora tenían una pista, las montañas.

Akutagawa se encargaría de distraer a LiHu, no lo sabían, no lo habían planeado pero sabían cómo moverse, Chuuya rápidamente fue por Dazai y la princesa, Li les siguió, irían a las montañas.

El trayecto era boscoso y rocoso, peligroso, digno del príncipe LiHu, cada paso era igual a caminar entre puntas afiladas y el más cómodo era Chuuya, por sus habilidades claro; aun así hacía "caras de mortificación" por subir, no podían permitir que la princesa supiera de sus habilidades, aunque Dazai lo notó rápido y lo toco haciendo al pelinaranja molestarse.

Después de casi medio día escalando la montaña, llego el trabajo duro... encontrar aquellas manzanas – Princesa, debería descansar – dijo Chuuya

― Estaré bien, quiero acabar con esto y mi hermano no es bueno para el templo, ni para Atsushi, mientras ganemos más tiempo esto será mejor

― ¿Dónde cree que esté? – pregunto Chuuya

― Seguro en un árbol de manzano

― Un árbol viejo... - susurro Dazai al ver el gran campo de manzanos

― So-son demasiados – dijo la princesa

― Debe ser uno, busquemos en todos

― S-si

...

Atsushi no reaccionaba todavía, Akutagawa lo miraba preocupado, LiHu por su parte elegía ropa entre algunas gabinetes – Jinko, hey – susurro – Jinko – le hablo en susurro pero grueso, el albino volteo a verlo – Jinko, no puedes casarte, tenemos un trato

― ¿de qué hablas? – dijo el albino - ¿Quién eres?

― Jinko, si no me conocieras no reaccionarias cuando te llamo "Jinko"

― "Jinko" me suena familiar... - menciono el albino – pero no sé quién eres tú

― Soy a quien amas

― No – dijo molesto y miro al príncipe LiHu – yo amo a LiHu

― Jinko, es el dragón quien te controla, despierta, eres un tigre, ustedes se odian, así que despierta

― Akutagawa – hablo el príncipe LiHu y Akutagawa lo miro

― ¿sí?

― ¿Qué te parece esté? – dijo sacando un kimono blanco con flores - ¿no es muy japonés? No sé bien que le vendría mejor y quiero una boda japonesa tradicional para honrar a los dioses

― Atsushi siempre viste atigrado, le gustan los tigres – suspiro, el azabache sabía que debía ayudarlo y hacerse pasar por un verdadero cuñado – en Japón los hombres se casan usando un Montsuki, es un kimono de etiqueta negro con dorado con el emblema de la familia

― Pero quiero que se case como una mujer – dijo chillón el príncipe y Akutagawa apretó los puños molestos

― En ese caso debe usar un Shiramuko, es un kimono blanco con detalles rojos y lo debe vestir con un wataboshi o un tsunokakushi

― ¿Qué es el wataboushi?

― Wataboshi – corrigió – es una capucha redonda de color blanco bastante llamativo que cubre la cabeza de la mujer, solo se ve su rostro

― ¿Y el tsunokakushi?

― Es un tocado

El príncipe miro a Atsushi y sonrió – quiero el Wataboshi. ¿Cómo se celebra una boda japonesa?

― ¿no prefieres que se casen al estilo chino?

― Quiero hacer ambas

― ¿ambas?

― Así – sonrió LiHu – vamos continua hablando – Akutagawa suspiro profundo

― Iniciemos por la fecha de boda – sonrió el azabache – debe ser el noviembre o un día 11 ya que para la tradición nipona el 11 es un numero de buena suerte, aunque como Japón es un país superpoblado, suele haber bodas todo el año.

― Falta mucho para que sea 11, estamos a 14 – dijo el príncipe LiHu

― Deberá aplazar su boda japonesa

― Quiero saber más, continua

― Se celebra en santuarios japoneses

― Aquí hay uno, ¿Qué más?

― Los primeros en entrar son los invitados y luego la pareja: la novia entra de la mano de su madre y saldrá, ya casada, de la mano de su suegra. El novio, por el contrario, entra y sale acompañado de su padre.

― La ceremonia es siempre sencilla y bastante rápida, ya que no dura más de 20 minutos. En ella los novios cumplen un ritual de purificación, se leen palabras de compromiso y se hacen ofrendas a los Kami, que son los dioses sintoístas. Pero el acto más importante de una boda japonesa es el tradicional San sankudo

― ¿Qué es el San sankudo?

― significa "tres veces tres a nueve", un rito que se da luego del intercambio de los anillos y los juzus son una especia de rosarios, a través del cual la pareja hace una promesa de matrimonio ante Gohonzon que es un objeto de devoción en el budismo japonés, que consiste en tomar tres vasos de sake, que representan al cielo, la tierra y el hombre en tres sorbos. Este proceso primero lo hace el novio y luego la novia, y se hace de esta forma ya que el 3 es un numero sagrado que traerá felicidad a la pareja y representa la unión de la misma en cuerpo, mente y espíritu. Al terminar la ceremonia los invitados realizan una procesión detrás de los novios hasta el lugar donde se sacarán la foto familiar.

― Se escucha sencillo, lo haremos – dijo LiHu sonriente mientras abrazaba a Atsushi. Akutagawa volvió a apretar los puños

― Hay algo muy importante, en la ceremonia de purificación

― ¿Qué es?

― Debe dar a los dioses algo sumamente importante, de valor, algo que jamás nadie podría dar, algo solo suyo – dijo Akutagawa tomando esperanzas

― Eso sería Atsushi – sonrió LiHu – serás sacrificado a los dioses japoneses cariño mío ¿Qué te parece la idea?

― Lo que tu veas correcto, estaré feliz y agradecido – dijo Atsushi a LiHu. Akutagawa estaba molesto

Habían vuelto al palacio, Akutagawa estaba más que furioso, LiHu había logrado hacer todo y apartar todo para ese fin de semana, boda china y japonesa, ¿Qué era todo eso? Estaba molesto, estaba cansado, quería matar a alguien, atravesar algo, o simplemente...

Una llamada lo saco de sus pensamientos - ¿Chuuya? – respondió el teléfono

― Lo tenemos Akutagawa, tenemos el árbol de manzanos – dijo vía telefónica

― ¿y bien?

― Necesitamos a Rashoumon o que no esté la princesa – dijo Dazai desde el teléfono

― Entiendo – suspiro Akutagawa – díganle que estoy preocupado, si puede venir o algo así

― Claro, claro, mientras, no dejes que Atsushi-kun coma más manzanas

― ¿eh? ¿Por qué? Hoy comió como 3

― No, no lo dejes, las manzanas son lo que lo controla, además...

― Cariño – hablo la princesa quitándole el teléfono a los chicos

― Pri-princesa LiHi, dime, ¿Qué es lo que ocurre? Estoy preocupado, no se de ti

― Oh cariño, estoy bien, discúlpame – suspiro la princesa al saber que tan bueno era el azabache – estaré bien, quiero ayudar a rescatar a Atsushi de mi hermano, veras, si come esas manzanas no solo está siendo hipnotizado, está siendo unido al tigre, cada parte de él, su esencia, su alma y cuerpo se unirán al dragón, no dejes que las coma – pidió y Akutagawa se quedó sorprendido

― En-entiendo – trago saliva – lo evitaré lo mejor que pueda

― En cuanto logremos arrancar el manzano iremos por ustedes, por favor, sé que pido mucho y quizá de miedo, pero distrae a mi hermano

― Será un honor y un placer princesa – sonrió el azabache.

Lallamada finalizo, Akutagawa había recuperado algo de su ánimo extraviado, fuecuando la puerta de su habitación se abrió, el azabache se sorprendió de lo queveía, - t-tu ¿qu-que haces aquí? – Hablo molesto – no debes estar aquí – agregopero no obtuvo respuesta    

¡Hola!

Solo diré... que quien entro a la habitación de Akutagawa hará del siguiente capitulo algo muuuuuuy interesante. 

Espero lo disfruten pues, está llegando a su final y uuuy que final será eh

bueno no sé, aun no lo escribo pero tengo ideas 

¡Gracias por leer!