Lluvia. Relámpagos. Lamentos. Así fue el funeral de Bryan. O así me lo contó Miracle. El funeral fue el día después de su muerte, al igual que el día después que todos los demonios desaparecieron de esta dimensión. No sabemos cómo o porqué, pero desde entonces no han vuelto.

En el lluvioso día del funeral, en ves de estar bajo la lluvia con un vestido negro y un paraguas, me quedé en casa viendo como las gotas de lluvia chocaban con mi ventana. No quería comer, tampoco salir. Liam llamó a mi puerta después de que culminara el funeral.

-Hola Ev. ¿Puedo pasar?-.dijo Liam con una expresión de lamento.

Asentí con la cabeza sin decir ni hacer ningún contacto. Subimos a mi habitación donde pude desahogarme y lamentarme de todas las posibilidades que pude haber tomado para salvar a Bryan. Pero como siempre me decía:

-No fue tu culpa. Te hirieron. No hubieras podido hacer más nada.

Entre otra dosis de lamentos y lágrimas y un bouquet de abrazos,  Liam se despidió y salió por la puerta para no llamar la atención. A estos días aún me sorprendía la capacidad de Liam de caminar bajo el sol.

De igual manera, la noche cubrió Michigan. EL reloj dió las 3 de la mañana. Mi insomnio y culpa no me permitían dormir. Rebusque en mi armario por algo con que distraerme, o dormirme, pero sin embargo me tope con una foto de mi y de Bryan en nuestra primera cita. Eso fue todo.

Mis  ojos se tornaron violetas, mi corazón se aceleró y mi respiración se profundizó. Salí através de la ventana, literalmente, y me introduje al bosque. Mi ira cegó mi juicio. Fue lo peor que me pudo haber ocurrido esa noche. Esa fue la primera noche sin luna llena, donde la loba tomó mi conciencia. 

Cerca del riachuelo donde Bryan y yo tuvimos varios encuentros, había una tienda de acampar donde una pareja disfruta del dulce cielo estrellado. Me escondí detrás de un árbol, mirándolos con ojos homicidas, mientras su envidiosa felicidad me ahogaba. Di un paso adelante. Una rama se quebró.

-¿Escuchastes eso?-.dijo la chica.

-Debe ser un conejo.-.dijo el chico tomando la mejilla de la chica para que lo besara.

Ese fue mi debut. Salí con un salto y me abalancé con mis filosos colmillos sobre ellos. Luego, todo se torna negro. 

Desperté desnuda sobre la tierra húmeda y helada. Mi ropa se rasgó al convertirme; no traía el traje especial. Mis ojos giraron hacia la tienda de acampar. En ella, había marcas de manos ensangrentadas. La fogata estaba apagada y había restos de sangre en la ceniza de la leña. Sin embargo, no había ningún cuerpo, solo una línea de sangre que llevaba hasta el riachuelo. Me asomé al agua. Ahí estaban los cuerpos. A la chica le había destrozado todo el pecho y al chico lo había decapitado. Caí sentada a la orilla, gritando y llorando, cuando veo mis manos cubiertas de sangre inocente. Vuelvo y me asomo al agua, pero esta vez para ver mi reflejo. Mi boca tenía ríos de sangre que salían de mis labios y terminaban muy abajo en mi cuello. Mi ojos aún seguían violetas pero menos brillantes. 

Saqué algo de ropa de una mochila de la tienda. Solo había una simple camiseta, la cual me quedaba como bata para dormir. Me vestí con ella, me limpie y salí corriendo de la escena del crimen. Atravesé el bosque completo hasta llegar al cementerio. La puerta del lugar hizo un horrible chirrido al abrirse. Caminé entre lápidas y flores hasta llegar a lo profundo del cementerio que estaba en el principio del bosque. Y ahí, junto a un árbol lleno de rosas flores se encontraba una lápida que decía: "RIP Bryan Dens Amado Novio y Amigo 1999-2018". Y junto a la dedicatoria, había un papel que decía: "Y un fuerte hombrelobo". 

Tomé una de las flores en el árbol y las junté con las otras flores que había en la lápida. Esta estaba cubierta con gotas de rocío que caían al suelo, mientras rodeaban y pasaban sobre el nombre de Bryan gravado en la piedra. 

Me arrodillé en el suelo y las lágrima comenzaron a surgir. Empecé a lamentarme, de nuevo, de todas las maneras que lo hubiera podido salvar. Sin embargo, podía imaginarme su voz diciéndome que no era mi culpa. Relaté un sin número de cosas que hubiéramos podido hacer si él estuviera vivo. Hubiéramos podido ir a mi PROM juntos, celebrar mi graduación de la universidad y entre otras cosas que ahora solo son una ilusión sin esperanza. Si solo hubiera una forma de volver a traerlo a mis brazos con magia..., pero Denes dijo que ese tipo de magia podría destruir el balance natural, creando una grieta entre la vida y la muerte. 

En el resto de la noche solo me acosté junto a su fantasma a contemplar las estrellas, mientras que una u otra lágrima se escapaba, pero la ventolina me las secaba y podía imaginar que era su tersa mano consolandome. 

Al salir el sol, me levanté y dije:

-Adiós, Bryan. Ojalá estuvieras aquí...Hubieras podido conocer a Stella,...que de seguro nos hubiera inventando un sobrenombre, cómo Bryngelyn, o algo por el estilo.-.dije con una pequeña risa.- Te voy a extrañar mucho. Espero que ahora estés en un lugar mejor. Te prometo que nunca te olvidaré.

Y antes de irme, miré hacia atrás y dije:

-¡Ah! Y Bryan...Te amo.

Desde ese momento, regresé a mi casa donde solo pensaba en él.

***

Ya ha pasado dos semanas sin que haya salido de mi habitación. Ni siquiera he ido al club. Liam se acercaba a mi ventana todas las noches sólo para ver cómo estaba y también para que no me sintiera sola. 

Sin embargo, un viernes por la noche, Miracle toca a mi puerta.

-Hola Evangelyn.

-¡Miracle! ¿Que haces aquí?-.pregunté sorprendida.

-Pues como sabrás,-.dijo entrando a la casa.-hoy es mi cumpleaños.

-¡Hay, sí, lo olvidé por completo! ¡Feliz Cumpleaños!

-Gracias.-.dijo riéndose.-El grupo y yo vamos a la discoteca para celebrar y quería que tu también vinieras.

-Gracias por la invitación, Miracle, pero no tengo ganas.

-¡Vamos! Será divertido. Y será bueno para que te distraigas.

-No lo sé...

-¡Dale! Imagina que es como un regalo de cumpleaños.

Al final...acepté. Compramos un vestido en el centro comercial.  Tenía turquesa y diseños morados, cuál me causó mucha risa porque combinaba con mis ojos violetas.

Nos dirigimos a la discoteca. Por fin una noche como una humana normal que tiene una vida normal.

 Al principio, nos elogiaron por lo bien que estábamos vestidas y luego, bailamos toda la noche. Quizás tomé algunos Whiskey's de más al igual que Bloody Marys; y Tequilas; y Cerveza; y Seco y...mejor termino de nombrarlos. Seguimos bailando y riéndonos sin importar lo que sucediera a nuestro alrededor.

*Mientras tanto en la Dimensión Inferno*

-¡Ahora serás mi guerrera!-.dijo una persona sentada en un trono de piedra obsidiana.-¡Traerás el cuerpo sin vida de la Dixir y luego, reinaremos las dimensiones juntas!

-¡Juntas!-.respondió una chica de más o menos la edad de Evangelyn.

Esta salió de la Dimensión Inferno y se dirigió a la Dimensión X. Ahí se acercó a una lápida y pronunció:

- Mea voluntate, et potestas, iussit corpus tumulo excitare! Et vita mea dum adhuc quasi sole!

*Devuelta en la discoteca*

Llegó la hora del pastel. A cada uno le repartieron un pedazo, sin embargo el mío fue a parar a mi vestido. 

-¡Diablos!-.dije.

-¿¡Estás bien!?-.preguntó Miracle algo ebria.

-Sí. El pastel cayó en mi vestido. Mejor regreso a casa. Igual estoy cansada.

-¡Okay!¡Adiós!

Regresé a casa tambaleándome por la cantidad de alcohol que había en mi sistema. Subí por la ventana para que mi madre no se diera cuenta de mi condición. Me paré al frente del espejo de mi tocador y con delicadeza me empiezo a quitar los aretes que colgaban de mis orejas...hasta que el reflejo de una persona aparece en mi espejo. Me volteo bruscamente asustada y cuando mi vista se enfoca...

-¡Bryan!

-...Hola Evangelyn...

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Mensaje:

-¡Holis! Les quería avisar que la próxima semana no habrá ningún capítulo ya que me voy a celebrar algo en que en mi país (y en muchos otros) se llama Carnavales. Así que estaré off durante semana. Además para guardarle intriga a este capítulo :} <3 

Espero que les haya gustado este ÉPICO final de temporada. Voten y comenten.

¡HASTA PRONTO!

Posdata: ¡Si continuaré la segunda temporada ;)!

Bye.

XOXO