-¡No! ¡Por favor! ¡aléjate!-gritaba una joven de cabello castaño y ojos azules en el bosque.

-¡NO!¡NO!¡Nooo!

-Solo era un sueño...-.me dije al despertar.

Estaba confundida. Se sintió tan real. 

El aroma de sangre humana llega a mi nariz de repente. Miro en la alfombra. Hay gotas de sangre en ella. 

-Pero qué...-digo mientras me agacho y mancho mi dedo con una.

Estaba fresca. Revisé en mi en busca de una herida. Tenía una cicatriz al costado de mi brazo. Supuse que la sangre era mía, haciendo que ignorara el tema.

Me dirigí al club. A penas que entré, Miracle ya me estaba esperando para continuar mi entrenamiento. Fui en busca de mi espada de entrenamiento cuando me encontré con Liam:

-¡Hola Ev!-dijo con una sonrisa.

-¡Oh, hola Liam!

-Oye...necesito contarte algo...

-Dime-dije con expresión seria.

-Bueno, sabras...

Liam fue interrumpido por el estridente sonido de la compuerta que se habría. De ella salieron dos hombre cargando un saco. Daymon apresurado se acerca a ellos y les pregunta:

-¿¡Qué está pasando!?

-Un cadáver humano, señor. Asesinato de hombre lobo.

~¿Un cadáver?~pensé. 

Me acerqué un poco y pude sentir el aroma de su sangre...Era el mismo aroma que la sangre de mi cuarto. 

Y así fue, por las siguientes dos semanas. Cada día, mi habitación tenía manchas de sangre, cada día un nuevo cadáver con el aroma de aquella sangre aparecía en el club y cada noche tenía aquellos sueños. Empecé a sospechar hasta que una noche decidí poner cámaras en mi habitación.

A la mañana, encontré una mancha de sangre en la puerta del baño y la cámara en el suelo. Revisé el rodaje.

Estaba dormida cuando me levanto y mis ojos se encienden de un color plateado brillante y salgo corriendo a través de la ventana. Pasó una hora. Entré por el mismo lugar por donde salí. Tenía la boca llena de sangre al igual que mis manos. Luego, voy al baño y me lavo y así me acuesto a dormir.

Al terminar el video, no lo podía creer. Mis ojos se inundaron de lágrimas y me desplome en la cama. Me había convertido en una asesina.

Llevé el video conmigo al club. Esperé a que trajeran al nuevo cadáver. Pasaron algo más que 20 minutos cuando los muchachos llegaron con el cadáver.

-¿Ahora que es?-dijo Daymon

-Una niña señor.-.respondió uno de los sujetos.

~¡¿Asesine a una niña?!~me dije, mientras trataba de que mis ojos no se aguaran.

-Ya no sé qué hacer. Estos asesinatos deben parar.-dijo Daymon enfurecido. 

Me acerqué lentamente a él lentamente.

-¿Daymon?-.le dije con la cara agachada.

-¿Si?

-¿Podemos hablar?¿En privado?

-Claro. Sígueme.

Me guió a su oficina. Cerró la puerta y cubrió las ventanas.

-¿De qué me querías hablar, Evangelyn?-pregunta Daymon.

-Eh...bueno...Sé quién es el culpable de los asesinatos.-.dije,mientras sentía como mi voz se iba quebrantando.

-¡¿Enserio?! Dime.

-...Es...es...¡Soy yo, Daymon!...¡Soy yo!-.grité mientras rompí en llanto y le entregaba el video.

Después de que Daymon terminara de verlo, se me acerca y me dice:

-Evangelyn...no es tu culpa...

-Perdón...No entiendo.-dije confundida.

-Tu eres nueva en esto y como las recientes lunas llenas no te afectaron, su eecto se acumuló y ahora es que te esta haciendo efecto. En esta dimensión, ese fenómeno es muy raro que le pase a un hombre lobo, pero no imposible. Tranquila, tengo la solución.

Al decir eso, va a uno de los cajones en su escritorio y de él saca un frasco con un líquido brillante en su interior y una jeringa.

-Inyéctate este líquido antes de dormir hasta que aprendas a controlarte. 

Lo miré con ojos de esperanza y luego me abalanzo hacia él dándole un abrazo.

-¡Gracias!

-De nada. Ahora quítate de encima.-.me dice con expresión de disgusto.

-Eh...sí...lo siento...

Le dije de nuevo las gracias y después salí y corrí a mi casa.

Antes de dormir me inyecte el líquido y al día siguiente no hubieron más muertos.

***

Pasaron 3 días de pura tranquilidad hasta que llegó el día de mi cita con Bryan. 

Me vestí con un vestido blanco con flores rosas y azules en él y unas sandalias brillantes.

Al reloj marcar las 8, una bocina suena a las afueras de mi casa. Era Bryan y su carro. 

-Hola...-.digo nerviosa al entrar.

-Hola Ev. ¿Te puedo llamar Ev, no?

-Si...claro. ¿Y a dónde me llevas?

-Ya verás...

Recorrimos casi una hora de camino. Nos adentramos a un camino en el bosque que nos llevó a un pequeño restaurante frente a un lago. 

-Bienvenida a "Luna Llena".-.dice al bajar del auto y abrir mi puerta con una pequeña reverencia.

-Gracias.-. digo soltando una pequeña carcajada y una reverencia para seguirle el juego.

Entramos al local y la mesera nos pregunta:

-¿Mesa para dos?

-Sí, por favor.-.respondemos al unísono.

-¿Adentro o afuera?-preguntó la mesera.

-Afuera.-.responde Bryan.

Nos sentamos en una mesa hermosamente decorada con una vela en el centro, la cual ofrecía suficiente luz para vernos las cara, y unos elegantes platos y copas de vino.

-¿Que se les ofrece?-.preguntó la mesera.

-Yo pediré una "Viande avec du bacon a la Chef".-.respondió Bryan...

~Se oye tan sexy hablando en francés~pensé.

-¿Y usted?-.preguntó

-Eh...yo...Una ensalada verde, por favor.-.dije saliendo de trance.

Luego la mesera se retira y Bryan dice:

-Bueno, cuéntame de ti.

-¿De mi?

-Si. Que yo sepa no hay otra Evangelyn aquí.-.dice en tono burlón.

Suelto una pequeña risa y digo:

-Bueno, mi padre trabaja en Inglaterra, mientras yo vivo aquí con mi mamá. Me gusta el chocolate, oír música, vivir aventuras y como, ya sabes, ui mordida hace unas semanas, claro, porque tu tuvistes ahí.-.dije riendo.

-Interesante.-.Él responde.

-Ahora, dime de ti.

-Bueno, mis padres trabajan como astrónomos, me gustan los batidos de helado, la nieve, acampar y también vivir aventuras.

-Sabes, nunca pude darte las gracias.

-¿Por?

-Ya sabes, por salvarme la vida...-.le digo mirando abajo.

-No hay de que.-.responde con una sonrisa brillante.

-¿Y que le paso a ese lobo?-pregunté curiosa.

-Murió. Fue encontrado muerto en el bosque inexplicablemente. Se cree que fueron los cazadores.

-Oh...

Segundos después llegó la cena. Nos las pasamos hablando de acontecimientos graciosos y memorables antes de nuestras conversiones. Cuando nos fuimos, nos pasamos escuchando música todo el camino hasta llegar a mi casa.

-Bueno, ya llegamos.-.dijo Bryan, mientras se estacionaba.

-Gracias por todo...-.le dije

-De nada...-.respondió él.

Hubo un momento de silencio. Pero yo lo interrumpí antes de que llegara, ya saben, a mayores.

-Bueno, eh, nos vemos luego.-.le digo mientras abría la puerta del carro y le daba un beso en la mejilla.

-Adiós.-.respondió él sonrojado.

Al entrar, mi mamá ya estaba durmiendo. Subí a mi habitación, me cambié, me acosté en la cama y mirando al techo pensé:

~Después de la locura de estas semanas, todo terminó bien~

Y con eso cerré mis ojos para empezar a soñar.