005
Fénix Pov's.
Los días pasaron y hoy por fin era el día en que vería de nuevo a Vicky.
Y a los chicos, por supuesto.
Estaba emocionada y se me notaba, hasta en el tono de voz que usaba.
— Cálmate. — Dijo Alisson riendo. — Ya la vas a volver a ver.
Ella también estaba emocionada, y sabía por qué, o más bien, por quién.
— Cállate, tú también estás emocionada.
Ella se sonrojó un poco y bajó la cabeza, yo negué con la cabeza y una gran sonrisa en el rostro.
Los chicos llegarían a las 2:00 de la tarde, ahora mismo son la 1:20, obviamente ya estábamos listas.
— Ven, vamos al carro de una vez, así llegamos antes, una nunca sabe.
Rodé los ojos, parece que ella estaba más emocionada que yo.
Tomamos nuestras cosas y nos fuimos a su carro, habíamos pensado irnos en el mío, pero no tenía gasolina y ya era muy tarde para ir y echar.
Alis comenzó a manejar al aeropuerto, que quedaba a unos 20 minutos, dependiendo del tráfico.
Fuimos hablando, Alisson no dejaba de hablar de que estaba emocionada porque vería a Mariana, aunque cada vez que se daba cuenta que solo nombraba a Mariana "corregía" y decía 'A los chicos también, por supuesto'
Llegamos, más rápido de lo que creía, no hubo tráfico entonces fue rápido, además que Alisson quiso dárselas de flash y manejo a lo mardito.
No nos bajamos, nos quedamos dentro del carro hasta que se hiciera la hora de bajar, o hasta que nos avisen que llegaron
Hablábamos, mientras a cada rato ambas veíamos la hora o un mensaje de que habían llegado.
Ella creía que yo no me daba cuenta que sus nervios aumentaban cada que pasaba un minuto.
Nadie hasta el momento sabía de lo que Miko y yo 'tenemos', no es una relación como tal, pero ya lo han de sospechar.
Nosotras habíamos quedado que les diríamos si llegamos a ser novias, ya que no queríamos ilusionarlos.
Tin, tin, tin.
Sonó mi celular.
Rápidamente lo agarré y efectivamente, era un mensaje de Vicky que decía "Ya llegamos, acabamos de bajar".
— ¡Ya llegaron!
Grité, que hizo que Alisson diera un saltito.
— ¡Pues vamos! ¿Qué esperas, idiota?
La miré mal, pero le hice caso y me bajé —no me lo tenía que mencionar dos veces. —
Bajamos, estábamos en la puerta esperándolos.
— Hey, para que aún no vean mi cabello, iré acá atrás y luego saldré, ¿oíste?
Ella asintió sin mucho problema.
Me fuí atrás de una máquina expendedora que había ahí.
De un momento a otro, los ví, los tres estaban totalmente tapados.
Ví a Victoria, quién subió la mirada, yo quedaba detrás de ellos por lo que no me verían.
Alisson les comenzó a hacer señas, que quien las vió fue Vicky, que la señaló rápidamente.
Mariana fue la primera en correr y abrazar a Alisson, luego Vicky y de último Mauro.
Todos estaban de frente a Alisson, bingo.
Salí de mi pequeño escondite, dando pasitos suaves.
No me escucharon ni se dieron cuenta de mi presencia.
— Hola, ¿Es Young Miko? Soy tu fan, ¿Nos tomamos una foto?
Ella volteó inmediatamente y al verme abrió los ojos, soltó las maletas y me abrazó fuertemente, obvio se lo devolví.
— ¿Me extrañaste?
— Claro que sí, chula, ¿Qué te hiciste? ¡Te queda precioso ese color!
— Gracias, Vicky. ¡Hola, chicos!
Los fuí abrazando a uno por uno mientras me decían lo bien que me quedaba el nuevo look.
— Ya sé, me queda precioso. — Dije, moviendo mi cabello con ego.
Ellos rieron un poco, hasta que les dije que fuéramos al auto.
Ésta vez, yo maneje y Alisson se fue atrás, ¿Por qué será?
Mauro iba en la puerta, Mariana en el medio y Alisson a su lado.
Vicky iba como mi copiloto.
Todos íbamos hablando, entre risas, extrañaba esto.
A pesar de tener tan poco de conocernos, se volvieron muy importantes para mí.
Cada risa que compartimos, es algo mágico para mí.
Hace mucho no compartía con amigos reales, más que con Alisson.
Todos me buscaban por mi fama y todo eso.
Vicky puso una mano en mi muslo apretándolo un poco y me sonrió.
Le devolví la sonrisa y ella quitó su mano de allí.
Alisson no iría a mí casa ya que su mamá la llamó y le dijo que tenía que ir con ella porque "no pasa tiempo con su vieja"
Cosa que es mentira, Alisson pasa muchísimo tiempo con su mamá.
Dejé a Alis en casa de su madre, y los chicos y yo nos fuimos a la mía.
Antes de llegar, les pregunté si querían comer algo y me dijeron que no, que ellos habían comido en el avión.
Al fin, llegamos a mí casa.
Supuse que estaban cansados, entonces les dije dónde podían dormir y con gusto fueron.
Vicky jeje... Capaz hice una pequeña maña para que ella duerma conmigo.
Ocupé la tercera habitación de invitados con algunos muebles convirtiéndola en una pequeña salita.
Obvio, para nada planeado.
— Esta es mi humilde morada, ahí está un armario por si deseas desarmar tu maleta.
— Gracias, Fer.
Le sonreí.
Ya hace un mes y medio, estábamos intentando algo, y yo estaba más que segura de lo que sentía.
Pero tenía miedo, miedo de que Vicky se de cuenta que no siente nada por mí.
— Fer. — Llamó mi atención. — Hoy tengo algo preparado para ambas, ¿vamos?
— Claro que sí, Vicky, ¿a qué hora?
— Nos vamos a las 7:40pm.
— ¿es una cita? — Ella soltó una risa nasal.
— Efectivamente, es una cita.
Yo me acerqué a ella y la abracé, la había extrañado.
Nos quedamos así un buen rato, hasta que le dije que si quería ver una película.
Dijo que sí e inmediatamente puse La princesa y el sapo.
La película acabó y seguimos viendo más y más.
Hasta que la hora se hizo, fuí a arreglarme y al terminar, me sentí súper linda.
Me había puesto un vestido negro largo la cuerpo.
Bajé y ahí estaba Vicky.
— Dios, mar... Te ves, no tengo palabras, hermosa te queda corto.
— Gracias, Vicky, tú también estás hermosa.
Ella sonrió y me dió un beso en la mejilla.
Salimos y nos subimos al carro, el lugar estaba cerca, por lo tanto no tardaríamos en llegar.
Fuimos hablando, de muchas cosas, era algo muy nuestro, podíamos hablar siempre y nunca se nos terminaba un tema de conversación, es una conexión que no cambiaría por nada.
Finalmente, llegamos.
El restaurante era muy lindo y elegante.
Victoria dijo que ya tenía una reserva, por lo tanto, nos dieron una mesa con mucha facilidad.
Fuimos afuera, una mesa que tenía vista al mar.
Ahí esperamos un buen rato hasta que tomaron nuestro pedido.
[ ... ]
Hace unos veinte minutos, habíamos terminado de comer.
— Ven, chula, quiero mostrarte algo. — Dijo extendiendome su mano, la cuál tomé con gusto.
Me llevó caminando hasta un lugar de la playa más apartado.
Ya a este punto, yo estaba confundida.
Al llegar a un lugarcito que había allí, Victoria se detuvo.
— Baby, quiero que te pongas esto. — Me extendió una venda.
— ¿De dónde... Sacaste eso?
— Tú solo póntelo y ya.
Asentí y me lo puse.
Sentí como Victoria me iba guiando, caminamos por unos 10 minutos, más o menos.
Pasaba el tiempo y mis nervios aumentaban más y más, no sabía por qué, pero estaba muy nerviosa.
— Chula, quiero que te quedes aquí y te quites la venda cuando yo te avise.
— Dale.
Escuché sus pasos alejarse.
No tardó mucho en mandarme a quitar la venda.
Cosa que hice de inmediato.
Me quité la venda y tardé un poco en enfocar lo que tenía delante de mí.
Había un camino de pétalos de rosa y margaritas clavadas en la arena junto a muchas velas.
Levanté la vista y me entraron ganas de llorar.
Vicky estaba ahí, frente un cartel que decía "¿Quieres ser mi novia?"
— Antes de que llores, quiero empezar mi discurso; Mafer, te conocí por medio de tus canciones, las cuales con tus letras y ritmos, quedé encantada, pero sobretodo por la escritora de esas preciosas letras que tanto me encantaban. Busqué más y más, cada día conociendo un poco más de tu persona, y si te soy sincera, jamás pensé en conocerte y estar dónde estamos ahora.
Al principio pensé que estaba confundida, pero conforme pasaba el tiempo, me dí cuenta que no era así, realmente me gustas, me gustas mucho, ese día que me dijiste que querías intentar algo conmigo, no era capaz de creermelo, él día en que acepté mis sentimientos por tí y me dijiste que sentías lo mismo, no me lo creía, jamás me imaginé estar contigo.
Si hace unos meses viniera alguien y me dijera "en el futuro, sales con tu cantante favorita y esa que te gusta" posiblemente me le reía en la cara y lo tachaba de idiota y tonto, pero ahora, estoy feliz de tenerte, de poder decir que estoy saliendo con alguien tan linda como tú. Por eso te digo, Mari, ¿Me darías el honor de ser mi novia? — Culminó.
Obviamente ya yo estaba llorando a mares, cantaros.
— Claro que quiero ser tu novia, Vicky.
Vicky pareció relajarse, como si se hubiera quitado un peso de encima.
Me acerqué corriendo a ella y la abracé con mis fuerzas mientras ella me alzaba por los aires.
Nos separamos y nos quedamos mirando a los ojos.
Vicky se fue acercando poco a poco a mí, al punto dónde sentía su respiración muy cerca de mí.
sus labios rozaron los míos, y de un momento a otro, me tomó de la cintura y juntó nuestros labios en un beso suave, lento y tierno.
nuestros labios encajaban a la perfección, como si de un rompecabezas se tratase.
este era nuestro primer beso, ¿pudo haber sido mejor? nada que ver.
Esos labios que había querido probar desde hace tanto tiempo, labios que ahora, serían mi droga.
Victoria me acaba de pedir ser su novia y ahora lo soy, nada mejor que eso.
Nos separamos del beso y nos miramos sonriendo, sus ojos más brillosos que en cualquier momento.
— Tus ojitos brillan mucho, Vicky.
— Tus ojitos también están brillando mucho. — Me la devolvió, con una sonrisa, sabiendo que ella es la causa de ese brillo en mis ojos.
La volví a abrazar, cerrando mis ojos y sintiendo la paz, alegría y el torbellino de emociones del momento.
Duramos un rato así, hasta que Vicky me dijo para irnos a sentar en la orilla del mar, eso hicimos.
Me quité los zapatos al igual que ella.
Nos sentamos juntas, ese día, la luna estaba muchísimo más brillante y hermosa que cualquier otro día, como si estuviera ahí para nosotras.
— Vicky. — Hizo un sonido para que siguiera hablando. — ¿Sabes la historia del sol y la luna? ¿O la del hilo rojo?
— No me sé ninguna, ¿Me las cuentas?
Asentí emocionada, esas historias son mis favoritas.
— Se dice que, hace muchos años, el sol y la luna estaban perdidamente enamorados, pero nunca se veían, pues cuando la luna salía, el sol ya se iba. Así pasaron miles de años, hasta que Dios vió lo que pasaba y decidió hacer algo por ellos, creó el eclipse, así podrían verse aunque sea una vez en muchos años, y a pesar de la distancia y separación, el sol y la luna nunca dejaron de amarse, su amor fue siempre puro, fiel, hermoso y sobre todo, siempre vivió esa llama que los encendía. — Culminé y la miré, ella me veía con ternura. — ¿Te gustó?
— Me encantó.
— Ahora la del hilo rojo: Cuenta la leyenda, que ese hilo rojo, está extendido por todo el mundo, hasta llegar al corazón de otra persona, se dice que, las almas que estén conectadas con ese hilo rojo, están destinadas a estar toda la eternidad juntos, que son almas gemelas, medias naranjas, simplemente, están destinadas a estar juntas para toda la eternidad, y un día más.
— ¿Cómo haces para saber si estás conectada con dicho hilo rojo con otra persona?
— Bueno, pues sientes una conexión inmediata con esa persona, como si la conocieras de antes, y te sientes libre de contarle muchas cosas, de demostrarle cariño, etc.
— Entonces, ¿Tú eres mi hilo rojo? — Sonreí como idiota enamorada.
Le dí un casto beso en los labios, cosa que hizo que ella sonría también.
Y ambas le volvimos a prestar total atención a la luna, quedándonos en un silencio hermoso.
HOLA, PUERCAS. ¿QUÉ ONDA?
¿ME EXTRAÑARON? Espero que sí, en fin.
Me ayudarían mucho haciendo lo que acabo de dejar en mi tablero, vayan por favor.
Dedications time 💚
Sophixcz
deadpoetsouls
CoffyCreamV
Vicky_mi_casita
@ids_gabs_world
UnaChicaObsesionada
unsomio
jungwirk
Krizllyr1
A todas las amo con mi vida. 💚
Espero les guste el cap, coman, bañense, tomen agua y lavense el tulín. Les adoro!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top