【Ｔｒｉｇｇｅｒ　Ｗａｒｎｉｎｇ　

－　Ｅｓｃｅｎａｓ　ｅｘｐｌｉｃｉｔａｓ　ｅ　ｉｍｐｌｉｃｉｔａｓ　ｄｅ　ｖｉｏｌｅｎｃｉａ　

－　Ｌｅｎｇｕａｊｅ　ｓｏｅｚ　

－　Ｃｏｎｓｕｍｏ　ｄｅ　ａｌｃｏｈｏｌ　

－　Ｓｅｘｕａｌｉｄａｄ　
　

－　Ｐｕｔｏ　ｓｉ　ｓａｃｒｉｆｉｃａｓ　ａｎｉｍａｌｅｓ　ｇｅｎｔｅ　ｐｎｄｅｊａ】

En aquel pueblo casi tranquilo se encontraba la gente alrededor preocupados, murmurando lo que podría estar pasando tras esas cintas amarillas en el bosque.

Era acaso otro caso de supuesta brujería...o era algo más turbio.

Algo que nadie sabía cómo explicar cómo aquel pueblo tranquilo y pacífico se veía afectado por cosas tan retorcidas. Era acaso peor que unos simples vasos de líquido espeso de dudosa procedencia, era algo más que un cadáver de animal con una simbología desconocida.

Esto iba algo más allá de algo hecho por supuestos jóvenes haciendo de las suyas por la época en sí. El olor qué expide la zona acordonada era insoportable, putrefacción y azufre.

Nada de esto era una broma de mal gusto, la policía podía lidiar con matones de quince años creyendo los malos asesinando de forma inhumana animalitos. Quitándoles la piel, lanzándoles piedra piedras, torturando aquellas criaturas inocentes que solo existen por naturaleza.

Los policías podían manejar esa situación...lo que ahora tenían frente ellos, alteraba todo lo que alguna vez fue ese pueblo.

Todos los vecinos ahora miraban con desconfianza y recelo.

Aquellos rumores, mantenía a todos al filo de la histeria colectiva al borde del temor.

Ahí estaba....

Un cuerpo femenino.

Específicamente el de una mujer jóven, él rostro desfigurado, parte de la piel de este mismo no estaba, su cuero cabelludo había sido arrancado parcialmente, la mandíbula era inexistente, el pecho estaba abierto dejando expuesto sus órganos que animales e insectos habían hecho su trabajó de alimentarse, tenía varios huesos rotos y signos de que intento luchar, pero por fuerza se notaba que había perdido. 

Sus ojos tenían la imagen pausada de sus últimos momentos de vida, terror.

Puro y oscuro terror.

Nada de lo que veían parecía ser hecho por algún humano, curiosamente la mano izquierda sostenía un collar extraño, con alguna piedra desconocida.

Solo la mano estaba intacta, bueno más bien, estaba seca. Deshidratada, mostrando sus huesos.

No había forma de identificarla, no en el momento.

Quienes habían encontrado el cadáver fue una pareja de jóvenes, que al parecer buscaban algún lugar para echar pasión. Ellos fueron interrogados sobre el hallazgo perturbador.

"Nos alejamos bastante para no lidiar con gente molesta, pero a pesar de la distancia podíamos escuchar la música, después de un rato.... había gruñidos extraños, y si principio él y yo pensamos que era algún animal, después creí que algún idiota de la fiesta, pero...vimos unos ojos enormes brillantes, al rojo vivo y después nada"

"¿Cómo dieron con el cadáver?"

"Nos perdimos, por qué empezamos a correr aterrados, y en medio de nuestra huida, escuchamos gritos espantosos, y yo como el hombre soy, protegí a mi querida Mermista y le encargué de protegerla, y al comienzo del alba, nos encontramos con el cadáver, pero sin rastros de la bestia"

"¿Cómo dieron con el cadáver?"

"El idiota de mi amigo, se cayó gracias a qué sus pantalones estaban en sus pies, y tuve que ayudarlo a pararse, y comenzamos a huir de ahí, cuando vimos más de esos extraños ojos verdes, muy aterradores o algo así, pensamos que nos seguían, pero el idiota de Sea Hawk se trepó a un árbol, hasta la madrugada y cuando por fin pude ayudarlo a bajar, comenzamos a caminar perdidos, hasta que dimos con...eso. Toda la noche escuchamos gritos y gruñidos pero muy lejos de nosotros"

"¿Consumió algún estupefaciente?"

"No, solo bebí"

"¿Joven, usted algún estupefaciente?"

"Negativo"

"De todos modos, harán una prueba anti-dopping y se les volverá a tomar una declaración"

Pasaron un par de horas, cuando varias familias comenzaron a buscar a sus hijos entre los demás con miedo, no tardo mucho tiempo que una pareja se dio cuenta que la víctima era ni más ni menos que su propia hija.

Toda la preparatoria cayó en una tristeza gigantesca, todos estaban devastados al saber quién era aquella joven...cabello rubio cenizo, ojos negros, tenía algunas pecas, muy delgada, no era ni más ni menos que la estudiante de penúltimo año.

Perfuma.

En la sombría mañana después de la fiesta, aunque la familia ya lo sabia en el pesar de sus corazones aquel desfigurado cuerpo solo pudo fue identificado por las misma autoridades y anunciada la identidad del cuerpo horas después. 

Mermista había escuchado los gritos de su mejor amiga.... ahora más que nunca Mermista se sentía aún peor, y ahora todos buscaban a la sospechosa, Huntara, una mujer que nadie del pueblo conocía, y que solo la apareció durante la fiesta, una mujer por lo que cuentan, alta, musculosa, pelo teñido y diversas cicatrices por todo su cuerpo. Perfuma había ido en compañía de su grupo de amigos, con Bow el cual fue separado del grupo por su novia, quien quería hablar, Mermista la encargo con Adora, la rubia estaba ocupada en "vigilar" que Catra no hiciera algo estúpido aun cuando ninguna de las dos eran algo oficial, y Scorpia fue tomada por Lonnie para hablar.

La dejaron sola.

Mermista no se perdonaría jamás esto, a pesar que esto no era su culpa, no había modo de que ella supiera quién gritaba era Perfuma, ella no merecía una muerte tan dolorosa, tan solitaria y fría. Aquella chica no merecía morir tan joven, ahora se lo tomaba a pecho Mermista y también Scorpia, quien en secreto nunca pudo confesar lo que sentía por la difunta.

Ambas estaban dolidas.

El pueblo se sintió sombrío, todo lo que alguna vez fue color, ahora era oscuro, gris, el pueblo quedó en pausa, y ahora no solo era un cadáver.

La única pista quien haya cometido el crimen apareció.

Y en efecto Huntara apareció, sin vida, garganta desgarrada, entrañas al descubierto, pero su cadáver ya estaba más descompuesto. Al parecer murió en la misma madrugada que murió Perfuma kilómetros lejos de donde se ubicó cuerpo de la joven. 

Y ahora había más cosas que estudiar de estos casos, en la zona del pueblo de Bright Moon no tenían animales tan grandes capaces de que hacer esto, tenían animales pequeños y en su mayoría inofensivos pues estos mismos suelen alejarse de los mismos humanos.

Pero estos cuerpos no eran producto de algo humano, era claro que era producto de un animal, ¿un oso? Tenía muchos huesos rotos, rasguños profundos, signos de lucha, cosa extraña, las marcas no coinciden con las de Perfuma, eran garras más grandes, y a diferencia el cuerpo de Huntara no había sido devorado, el objetivo principal era Perfuma, solo asesinaron a la chica más grande y dejaron a Perfuma para el final. 

Lo que en años no sucedía, no desde el incidente en una villa vecina, la cual fue asolada por la muerte de varias personas, el caso más conocido, Mara Grayskull, chica de dieciocho años fue asesinada por "animales".

Únicos testigos, la novia de ella y su hermana menor, solo describieron: Algo se metió a su casa en la madrugada, decidieron ir esconderse, y Mara nunca llego al escondite, los gritos despertaron a los vecinos, algunos llamaron a la policía y ambulancias llegaron. La escena fue impactante.

Ese fue de las últimas víctimas de estos animales salvajes, quedando como una leyenda, días después mataron un león, que culparon como el causante de todas las muertes de la zona del terror, nadie se lo creyó, pero ya no hubo más casos parecidos.

Volviendo al caso actual: Hasta ahora, tal vez su complexión delgada fue lo que atrajo la atención, estudiando más a profundidad los huesos, hay diversas mordidas, lo que significaba que no fue un animal, fueron varios, una manada. Pero las marcas eran irregulares, a incluso algunas parecía ser como las de un humano. Todo el pueblo estaba en alerta de algún animal salvaje o algo muy sospechoso, y con esto poco a poco el pueblo se volvía algo desolador, ya no había niños en parques, mucho menos gente. No desde que se encontraron otros cinco cuerpos en días diferentes, dos niñas y tres niños y otros tres de unas adolescentes de quince años.

Entrando octubre, los cuerpos no paran de aparecer, al menos tres personas devoradas en los primeros días de octubre, estas agresiones fueron despiadados, lo único que quedó de una de las chicas fue casi imposible de reconocer de no ser por qué se le hizo una prueba de ADN y a varias familias que de igual forma estaban desesperadas.

Y cuando se trataban de chicas, a diferencia de los niños, los cuerpos femeninos, no tenía en su mayoría su ropa puesta, la ropa rasgada, de dónde el cuerpo, y usualmente sus cráneos estaba en su mayoría intactos de no ser por la de algunos mechones de cabellos arrancados desde el cuero, pero lo demás, se encontraba devorado, dando una sensación de mucha rabia encontra el cuerpo femenino.

Otro cuerpo, una adolescente de dieciocho años, delgada lo único que la familia enterró fueron unos huesos, fue lo que se pudo rescatar de ella, todo el cuerpo está destruido, y al parecer, había muerto en un viernes trece atrayendo más misticismo al día.

Las escuelas pedían a modo de seguridad que los padres se organizarán para recoger a sus hijos y evitar que salieran.

Las autoridades pertinentes buscaban como encargarse de este problema, pues conforme el invierno se acercaba los ataques podían aumentar pues los animales buscaban el calor y probablemente usarían la sangre para mantener el calor, y todo apuntaba que no era uno, si no varios animales de este estilo.

Pero aún con todas las pruebas de que eran animales, había algo que no cuadraba, era un detalle que tanto los detectives no podían dar con este mismo.

En el caso de los niños, Tyler él había estado en su casa, cuando su perro fue asesinado, el pequeño estaba con su hermano mayor el cual estaba en el segundo piso con música a todo volumen, la puerta tenía un seguro para niños pequeños, era imposible que alguien tan pequeño pidiera abrir la puerta, además que está misma se abría desde adentro, alguien le abrió la puerta.

Punto número dos, si son animales, ¿Cómo es que entraron a la morada? y no destruyeron nada nada, solo se llevaron al niño de seis años

Los animales en busca de comida, suelen hacer un desastre y hacen un desastre por su paso, rompiendo y tirando cosas, en este caso, solo entraron por la puerta y se llevaron al niño.

Y último detalle, había huellas tanto de animal y humanas, al inició eran huellas extrañas que poco a poco se transformaron en humanas, todas en línea recta.

El pequeño Tyler, fue encontrado horas más tardes, aún con algo de vida, una muy débil vida, pues se estaba desangrando.

Todo indicaba que algo había más allá de unos simples animales atacando....

[...]

Dos jóvenes huían, con el aire fríos golpeando sus rostros, mientras sus piernas se mueven lo más que les permitían, intentando no caer gracias alguna rama, rezando por no tropezar, la chica...ella pedía poder volver a ver a su madre una vez más. Sus corazones estaban acelerados, y cada vez parecía que el bosque se volvía infinito y más aterrador, y a pesar de ser de día, todo parecía ser sombrío.

- ¡Vamos a morir!, ¡vamos a morir!, Glimmer vamos a morir - Chilló un moreno mientras seguía corriendo tomando de la mano de la mencionada.

- ¡Cállate Bow y sigue corriendo! - La chica grito, aferrándose a la mano de su novio.

- Soy muy joven para morir - Bow lloriqueo sin detener el trote.

Llegando a un punto terminaron en un claro, sin aire. Ya no parecía a ver rastro de aquellas amorfas criaturas amenazantes que los cazaban.

Ambos se quedaron jadeando un buen rato, recuperando su aliento y repasando lo que miraron.

- Eran humanos ....

- y animales - terminó de agregar Glimmer - Eran mitad y mitad -

Ambos se miraron, intentando confirmar lo que acababan de presenciar....

Ingresaron al bosque por el simple hecho que Glimmer había discutido con su madre y no pensaban alejarse mucho, de hecho, no muy a lo profundo del mismo se encontraba una de las bibliotecas de la familia de Bow, pero en medio del fervor del desahogó de Glimmer, escucharon algo.

Ambos sabiendo que había animales, lo que escucharon fue algo extraño, jadeos constantes, y después diversos cuchicheos extraños. Ambos fueron de la forma más sigilosa que pudieron, curiosamente Glimmer se le daba bastante bien el acercarse de forma cautelosa, conforme se acercaron, lo que escuchaban parecían ser rezos, y un llanto horrible, lo que vieron colina abajo los dejo helados.

Eran humanos, en específico, hombres cubiertos con una toga blanca que se quitaron, quedando desnudos, y en medio de ellos, ahí estaba una chica, semidesnuda, su ropa estaba desgarrada, y amordazada, además estaba en el suelo retorciéndose, desde su posición podían ver qué la chica tenía fracturas externas. No podían ver los rostros de los hombres, no del todo, ambos no sabían que hacer o decir.

Pero no hizo falta que hicieran algo.

- Hermanos, tenemos compañía - Dijo una voz masculina que apareció desnudo un hombre y como si todos los hombres supieran desde un principio donde se encontraban los miraron de la forma más penetrante y vacía y escalofriante, unos ojos verdes inhumanos destellaron, pero algo no estaba bien en su rostro además de toda la situación, algo no cuadraba con lo que ambos miraran. Aquel detalle que hacia la situación el doble de perturbadora, ambos adolescentes seguían intentando descifrar que estaba mal con ellos, fuera de lo obvio, era algo sutil que hizo que el chico moreno le aumentara la ansiedad, era imposible. Glimmer no pronuncia nada, solo estaba paralizada del miedo, y Bow se dio cuenta, empalideció rápido, toda la sangre de su cuerpo se fue a sus pies, quedando mareado y débil.

- Glimmer, sus rostros....

- Bow, vámonos de aquí - Glimmer de la conmoción comenzó a llorar un poco.

Sus rostros estaban al revés, y continuaban deformándose y retorciéndose de forma inhumana, y en los segundos donde ambos quedaron paralíticos del miedo, ellos aprovecharon para acercarse.

- No se preocupen hermanos, nuestra hermanita estará bien, al igual que ustedes - El hombre que hablaba mostró la sonrisa más inhumana.

El miedo los hizo reaccionar, corrieron con las piernas temblando e impresionados. Ellos comenzaron a huir y sus cazadores se volvían cada vez menos humanos, en unas grandes y rápidas masas oscuras y peludas, que de ellos provenían bufidos y jadeos extraños. Lo ficción parecía superarlo todo. Era insólito. Al girar al ver atrás, Glimmer se arrepintió, incluso su cabeza de amorfa sabía que esta de cabeza y sonriendo de forma macabra.

Esa enferma sonrisa, se grabó en la mente de Glimmer que ahora según esto fuera del peligro se quedó pensando, teniendo su estomago hecho un desastre, con un nudo en la garganta, con infinitas ganas de gritar, el miedo y la realización que todo lo que presenciaron era real.

- Glimmer, tenemos que irnos de aquí - Bow habló después de largos instantes en los que ambos se quedaron en un silencio.

- Bow no - Glimmer pare estar al borde colapsar de los nervios, Bow la atrajo a él, abrazándola y protegiéndola, el también estaba aterrado, pero si continuaban por esa dirección terminarían en lo más profundo del bosque con esas cosas sin civilización, nada.

-Glimmer, escúchame - Sostuvo sus mejillas haciéndola que lo mirase - Yo te protegeré, como pueda, ¿ok?, correrás lo más rápido y yo los distraeré, si, - Glimmer sollozo aún más fuerte, el perder a su mejor amigo/novio le causo una punzada en su corazon, y se abrazó aún más fuerte a él. - Glimms, princesa, hay que irnos, eso haremos si algo malo pasa, ahora mismo tenemos que irnos, para llamar a que nos auxilien. Vamos linda - Finalizo dándole un beso en la frente de la peli rosa, quien fue todo el camino alertada, miles de cosas pasaban por su mente. Aferrada a la mano de Bow.

La chica.

- ¿Esa chica sabes quién era? -

- No - Se quedaron en silencio, Bow al crecer toda su niñez en el bosque le era normal el paisaje que tenía enfrente y teniendo un buen sentido para no perderse, concia medianamente el bosque y si algo sucedía solo debía indicarle a Glimmer que corra derecho hasta llegar a un rio, del rio seguirá corriendo hasta llegar al pueblo, la muerte de Perfuma le afecto y no podría vivir sabiendo que perdió a su mejor amiga recientemente novia - Voy a llamar Angella - Avisó mientras sacaba su teléfono

- Mamá va a matarme - Recordó el altercado que tuvo con ella horas atrás.

- Eres su hija Glimmer, si eres terca y necia, pero no te va a matar, ella daría su vida por ti, al igual que yo- Bow la rodeo con su brazo y seguían caminando.

- ¿Tienes que llamarla? -

- Si, por qué esa chica necesita ayuda y la policía sabrá que hacer -

- La puta policía no nos creerá, es más no creo que puedan salvarla - esto último lo dijo en voz bajita con lágrimas en sus ojos.

- Algo podrán hacer - Bow murmuró.

Ambos apuraron el paso, asustados por algunos ruidos que escuchaban provenientes de todos lados, aterrados y acelerados salieron del imposible bosque, y caminado directo a un café cercano de la zona, no entraron a la tienda, pues Angella ya los esperaba a los pálidos chicos.

Subieron a la patrulla, muy a la fuerza, pues Glimmer no quería separarse de Bow, ya en coches distinto se lleva a cabo la declaración de ambos.

- ¿Qué sucedió? - Una policía comenzó con Glimmer, quien no sabía que decir.

- Íbamos a visitar la casa de uno de los hermanos de Bow, y nos desviamos por qué escuchamos muchas voces, eran unos hombres, como unos diez con togas blancas no llevaban otra ropa y sus rostros no se veían por las capuchas, y ... En medio de ellos había una chica, desnuda con brazos y piernas heridas- Le dio un escalofrío y tuvo una sensación en su estómago, de repente toda la habitación se sintió helada, un frio que calo los huesos de las dos mujeres que estaban en la sala de Glimmer.

- ¿Cómo era el aspecto de esta chica? -

- Ella era joven, de unos catorce años, pequeña, y de ojos negros y cabello largo oscuro, era un poco más blanca de que yo y creo que usaba un uniforme de porrista. - La entrevista continuó por unas horas, ya estaba anocheciendo y se formaron los escuadrones en busca de la joven. Dicho y hecho la encontraron muerta, en un mismo estado como todos los cuerpos anteriores.

Una mujer se encontraba revisando informes que llegaron, como asunto urgente, ya siendo la madrugada, una figura apareció en el portal de su gran dormitorio.

- Mamá, hay algo que no mencioné...- Entró a la habitación de su madre como cuando era más pequeña y tenía una pesadilla

- ¿Glimmer? - Angella se retiró sus lentes, y miro a su pequeña hija.

- Mamá, sus rostros, estaban de cabeza - Sollozó al sentir un escalofrío - y sus ojos brillaban y tenían colmillos enormes.

Angella se quedó callada, y Glimmer seguía describiendo a los hombres, su pequeña hija lloraba del desasosiego que había sentido, sus uñas estaban sangrando de haberla mordido hasta que no quedara casi nada.

- No voy a dejar que nada malo te pase - Dijo Angella segura de sí misma, y con suavidad la tomó entre sus brazos y mimo su cabeza, Glimmer continuó llorando - Tenía miedo de perderte -

- Y yo de no volver a verte mamá - Siguió llorando en el regazo de su madre.

- Ven linda, ¿Quieres dormir aquí? - Preguntó suavemente su madre dándole un beso en cabeza. La chica asintió con la cabeza, sintiéndose un poco más segura en los brazos de su progenitora.

- Solo si no le dices a nadie - Dijo limpiando sus lágrimas y extendiendo su dedo meñique. Angella lo extendió de igual forma y dejo que su hija se recostada a su lado. - Gracias má.

- Descansa, amor - Dijo con cariño y le dio un beso en su frente y la arrulló hasta que se aseguró que su hija cayó dormida. Aunque las pesadillas continuaron, preocupando a su madre, quien cumplió con su palabra cuidándola, cada que se retuerce de miedo.

En el mismo pueblo, a muchas manzanas lejanas, después de una discusión muy peculiar, Adora había dejado entrar a su casa a una castaña despeinada, quien reclamo que no la ayudo a entrar a su habitación en medio de las tres am, Adora no había dormido, Bow le marco llorando de lo sucedido y aun que quiso ir a darle apoyo, Light Hope, no se lo permitió, desembocando en una estruendosa pelea, que envió Adora a su habitación y teniendo una llamada muy larga con Bow. Y apenas colgó a dos y media, fue cuando en la ventana escucho un rasguño horrible, temerosa por los fantasmas del pasado se asomó valientemente sosteniendo su lámpara de su mueble de cabecera, lista para atacar a lo que fuera este intruso. Se encontró colgando de unas ramas de un árbol seco por la temporada a la castaña pecosa de ojos bicolores con una sonrisa.

- Hey Adora, linda noche, verdad - Dijo de la forma mas casual que pudo, aun aferrada a la rama frágil del árbol

- Catra, ¿pero que demonios haces aquí? - Cabe mencionar que ambas discutieron una horas atras, pues Adora continuaba confundida por la actitud de la castaña, tanto que exploto reclamando heridas pasadas y Catra igual de dolida, saco de igual forma trapitos de su historia juntas. - Te dije que no quería verte. - Mentira, pero aun así tenia algo de orgullo.

- En primera, linda noche para ti también princesa, en segunda, ¿qué no es obvio? Vine a verte - Finalizó con un sonrisa, Adora apretó sus labios pues una sonrisa quería arruinar su expresión de confusión y enojo. - Si sigues haciendo esa cara vas a tener arrugas antes de los treinta, princesa - Adora giro sus ojos y siguió mirando a Catra - ¿Vas a seguir enojada conmigo? - dijo en un tono dramático, Adora siguió sosteniendo su sonrisa - Como puedes estar enojada con alguien como yo, soy un amor

- Y a veces un dolor de cabeza -

- También - Sonríe socarrona, Adora negó con la cabeza con una sonrisa pequeñita.

- Catra vete a casa, te llamaré un Uber, si Light Hope se da cuenta que estas aquí, nos va a colgar a las dos de este árbol.

- ¡No!, espera. Yo quiero estar aquí contigo, me entere de lo que le paso a Chispitas y se que tu y ella son cercanas y...¿quiero saber como estas? - Adora la miro con los ojos entrecerrados sin creérse ese monólogo, casi la convence pero no.

- Bien, ahora largo de aquí - La cara de Catra cambio a una de fastidio.

- Lo digo en serio princesa -

- Yo también, largo -

- Adora, sabes que estoy loca y voy a saltar de esta inestable rama de árbol a tu ventana, y si no me atrapas me romperé la espalda por tu culpa - Catra se acomodo lista para su estúpida hazaña, Adora la miro incrédula, bueno puede que le preocupara que salte por un estúpido capricho, aunque no cree que lo hará, ¿verdad?

- Eres una toxica - Adora abrió la ventana apresurada

- Solo tuya bombón - y sin titubear salto a la ventana, golpeándose de lleno contra la pared del exterior, pero aun así alcanzo a sostenerse de una baldosa muy apenas. Adora saco la mitad de su torso y tomando del brazo y de la camisa, levantó el cuerpo de ella con algo de facilidad, lo difícil era meter su propio torso dentro de la habitación, Catra comenzó a poner de su esfuerzo después de las quejas de Adora y al verla muy dispuesta al dejarse a ambas caer al suelo.

Torpemente ambas entraron a la habitación, cayendo una encima de la otra.

- ¿Entonces me puedo quedar a dormir contigo? - Dijo inocente - No serias capaz de enviarme a mi sola, solin, solita en medio de la noche a mi casa. - Expreso trágicamente, ayudando a levantar a Adora.

- Tu casa esta a dos manzanas de aquí dramática, y no. Para mi mala suerte, te quedaras aquí, solo por hoy, tú dormirás en...- La rubia no termino de hablar pues Catra ya se paseaba en la habitación de la rubia. - ¿se te perdió algo?

- Que gruñona, asi de mal tratas a tus invitados - Le sonríe burlona, sacando destruyendo la paciencia de la dueña del cuarto.

- Si, usualmente a la gente se mete por mi ventana a las tres y media de la noche no los suelo tratar bien - Se sentó en la orilla de su cama resignada - Podrías no hacer ruido al menos. - Catra la miro con detenimiento y con su mano empujo de forma "accidental" un termo metálico que resonó por todo el cuarto, molestando aún más Adora.

- Upsie -

- Catra eres imposible - Espeto con los brazos cruzados

- El sentimiento es mutuo - Dijo con sorna sacando de quicio a la rubia. - Aun así, no sé por qué insistes en preocuparte por mí - Dijo refiriéndose a la pelea de horas atrás. La rubia se levanto para recoger el termo.

- ¿Por qué me importas? No es obvio - Adora dijo muy bajito.

- Aw, te preocupas por mí - dijo con un tono forzado de amabilidad, demostrando su enojó - Ya déjate de estupideces, sé que me odias. - susurro.

- ¡Yo nunca te odiado! - Grito Adora dolida. - Nunca podría - admitió mirándola a los ojos, sus manos se fueron a las de Catra y las sostuvo de forma delicada.

Catra estaba muda, ninguna de las dos sabía bien lo que decía o hace.

- ¿Entonces me odiaras? - Catra pregunto insegura de la respuesta, esto le dolió a Adora, que Catra no estuviera segura de su amor, la tomo del mentón para mirar a esos bellos ojos.

- Catra, podrás ser una perra con todos, pero nunca te podría odiar - Adora le respondió con una expresión coqueta que fastidio a su mejor amiga de la infancia. - Ni en esta vida y ni en las que siguen. - Admitió ya fuera de broma y abrazándola.

- Lo que hare, es pedirte un favor, no sé a quién más recurrir, Adora escúchame esto es serio - Adora la miraba confundida así que se separo.

- No me digas que estas embarazada y por eso me evitas - Adora la alejo mirándola asustada

- ¡QUE! No seas idiota Adora - La rubia hizo un puchero y se tranquilizó - Adora lo que te diré no es fácil, y probablemente no me creas, y probablemente me odies y me tengas miedo, te juro que yo no fui quien hizo esto, es más ni si quiera pedir ser convertida en mi que soy actualmente, esto se trata sobre los que están causando todo este desastre, que ni siquiera se supone que deberían de existir están yendo en contra de nuestra naturaleza, juegan a ser dioses. El punto es...yo se quienes están haciendo toda esta masacre, yo se quien mato a Perfuma. Necesito que confíes en mi - Dijo rápido y nerviosa.

- Catra, esto no es gracioso - Adora se abrazó a sí misma, pues ella se suponía que debía cuidar a Perfuma esa noche y no la cuido por estar fijándose en Catra y en lo que hacía.

- Escúchame, algo paso cuando tu me abando....ahem...te fuiste años atrás - buscaba las palabras para no sonar como una desquiciada drogadicta - La zona del terror paso por lo mismo, ¿Lo recuerdas? Supongo que sí por tú expresión, ya sabes, comenzó a morir mucha gente: niños y mujeres jóvenes, destazados con signos de haber sido asesinados por animales, pero Adora la zona del terror es una ciudad muy pequeña, que nunca ha tenido animales que causen esto, y lo sabes. Todo esto empeoro y algo me paso, no fue solo a mí fue a Rogelio y Lonnie, Shadow Weaver dijo que esto ayudaría a controlar todo lo que pasaba - Adora cada vez la miraba incrédula como si le estuviera contando una broma de mal gusto - La utilizaron, a ella y a su magia, pero ya no tenía tanto poder, así que cuando se dio cuenta que la habían utilizado, fue muy tarde, solo pudo crear a cinco de nosotros como se suponía que debía de ser. Pero este hombre Hordiano, le dio las herramientas para ser Dios, pero él creo monstruos.

- Catra déjate de estupideces - Adora la miro enojada. - Esto es serio gente está muriendo, amigas.

- ¡Adora yo lo sé, y podemos detener esto!, somos muy pocos, Lonnie fue a buscar a Scorpia pero ella se negó rotundamente y hoy fue a intentar convencerla, pero si no es así, tú eres nuestra última opción porque lo último que quiero es que salgas herida aquí, pero estamos desesperados, ellos necesitan mujeres para poder intentar reproducirse, y cada vez parecen acercarse más - La rubia la miraba horrorizada no entendía lo que decía - Van a ir tras de las mortales, luego tras las especiales, brujas o hechiceras, por eso fueron por Perfuma, las mujeres de su familia tiene una historia con la magia y poder, e irán por tu amiga Brillitos, la chica de cabello azul, y ....tras de ti. Porque eres especial Adora. Y hay muchas vidas en riesgo. - Adora no se lo podía creer, todo lo que decía Catra sonaba disparatado- Bright Moon es conocido por sus pueblos enteros de practicantes de magia, de la que sea, ya sea magia caos, blanca, negra, la que sea, no importa, tienen magia aquí, y es lo único que Hordiano no puede manejar, creo algo, jugando a ser Dios, pero la magia es de la naturaleza, e ir en contra de la madre natural trae sus consecuencias.

- Esto es demasiado Catra - Adora se alejó y camino en círculos

- Mara, ella también por naturaleza ella era como yo, algo así - Fue la gota que Adora pudo soportar, se dirigió a ella enojada y la tumbo sobre la cama enojada.

- No metas a Mara en esto - La sostuvo de sus muñecas.

- Venga Adora, sabes que lo que digo es verdad, todo alrededor de Mara fue extraño, estuviste esa noche, sabes muy dentro de ti sabe que eso no era un simple animal - Light Hope, pregúntale, sabes que eso no era un solo un oso.

- Mierda no te entiendo Catra Weaver - Adora está enojada y confundida, camino perdida en sus pensamientos hasta que se pudo sentar en la suave cama, Catra la siguió pues Adora aun no soltaba su fuerte agarre.

- No todo es casualidad, Adora - Catra aprovecho que la rubia se permaneció pensativa, con una fuerza que Adora desconocía en Catra fue puesta debajo de la castaña quien la reprimía sosteniendo sus brazos y con sus piernas alrededor de su cintura. Ambas se miraron intensas, sobre todo Adora quien seguía algo sorprendida con todo lo que sucede en el ahora y en el pasado. - Adora, te enseñare algo...no quiero que te asustes, bueno creo que será imposible, maldición. Solo no me odies, al menos no tanto - Catra soltó las muñecas de Adora, y esta se apoyó en sus brazos para verla mejor, a pesar de la obscuridad del cuarto, exceptuando la luz de la luna que entraba por la ventana dándole una vista tenue, Adora vio como aquellos ojos heterocromáticos brillaron como farolas y se volvieron amarillos, poco a poco aprecio como unas orejas puntiagudas se asoman, la rubia se quedó muda al ver las manos de Catra cubiertas de pelaje y una garras largas y negras, la figura de Catra pareció aumentar de tamaño. Adora no podía apreciar bien, pero veía esos gigantescos rasgos de animal sobre de ella, a su merced, tenia miedo, pero dentro de ella le decía que Catra no le causara daño, confiaba ciegamente en ella o en lo que sea fuera la cosa sobre de ella.

- ¿C-catra? - La voz le tembló un poco del pequeño pánico que crece en su interior - Catra

Unas telas cayeron sobre de ella, rasgadas, y un peso enorme se desplomó encima de ella, encima de ella solo había el rastro de una criatura nada humana, que gruñe muy bajo, tenía un pelaje suave y abundante, escucho algunos sonidos parecidos a los de algún felino salvaje, y de entre la oscuridad emergió otra criatura más visible, ojos azules y una melena de este mismo tono, se asemeja algún gran felino, una mezcla entre una pantera o gato grande, este enigmático animal se acerco a paso calmado moviendo su cola, casi podría decir que podía sonreír, el ser salto sobre la cama y lamio la mejilla de la rubia, que soltó una pequeña risa de los nervios, este ser se la paso lamiendo la cara suya y calmándola, lentamente y sin estar segura de lo que hacia acaricio su hocico tiernamente, obteniendo un sonoro ronroneo, no pudo evitar sonreír, pero un bufido la llamo, miro al otro ser que la miraba con cierto brillo; era un brillo salvaje, como el de un animal, lo cual es en esos momentos, Adora titubeante acerco sus manos donde supuso que era el hocico de esta criatura que era ahora su mejor amiga, paso su mano, el hocico al contrario que el de un lobo, pelaje corto, siguió explorando curiosa, y causando unos gruñidos de parte de esta, encontró los colmillos, filosos y puntiagudos perfectos para arrancar carne y triturar huesos, se sintió intimidada por estos, pero siguió adelante, hasta que llego a sus orejas, las cuales comenzó a mimar, rascándolas con cariño y cuidado, lo que parece ser Catra, comenzó a ronronear aun mas fuerte, Adora contuvo una risita, si era intimidante la bestia pero también no podía con la ternura de sacar ronroneos y menos cuando escucho el estornudo de la "temible" bestia estornudo que fue imitado por el otro felino, Catra o lo que sea que fuera ella, se quedo encima del pecho de Adora tumbándola de lleno y sin posibilidad para quitar al animal de encima suyo.

Adora continuo mimándola hasta que poco a poco el peso disminuyo, y aquellos salvajes ojos se desaparecieron, Adora solo miraba ahora unos ojos humanos, aun seguía atónita dejándola con muchos pensamientos sobre lo que acontece en su habitación. Catra se bajó de ella y se hizo bolita en la orilla de la cama, su respiración se regulaba, respiraba lento intentando no llorar o gritar, un golpe de frenesí la asolaba con un enjambre de pensamientos negativos que la carcomen desde hacia semanas, intentaba pensar en una sola cosa.

Solo le había revelado su naturaleza a dos personas y una de estas estaba muerta, Perfuma. Ella la había guiado por un turbulento camino y al final no pudo protegerla, ahora temía por no ser capaz de proteger al amor de su vida. - Esto ultimo lo descubrió gracias a Perfuma - todo lo que hacia, era por justicia, algo que iba mas allá de la venganza, le era difícil en controlar todo, no sin la guía de la runa de Perfuma, su familia al ser por generaciones druidas, ella fungió como su ancla a su humanidad, ayudando a los demás aceptar que su lado humano y lado sobrenatural todo era al final de cuenta parte de su esencia, era lo que los unía aun mas a la naturaleza. Perfuma ayudo a ser aceptados, y la razón de aquella noche la chica se alejo fue por que la mujer que tenia frente suyo parecía ser algún solitario licántropo, toda manada necesitaba un líder, y esa mujer parecía ser la candidata, Perfuma le dijo a Catra se distrajera a Adora, para poder acercarse a la gran mujer y poder charlar sobe eso.

Catra lo ultimo que pudo hablar con aquella gran mujer, antes de morir después de luchar por intentar proteger a la druida. Si matas al druida de la manada los dejas totalmente vulnerables, y al ser una manada poco homogénea conforme a las especies, y a falta de un alfa, era pan comido para otras criaturas , que estas mismas criaturas o manadas no suelen meterse en territorios ajenos, pero como no se trata de criaturas comunes creadas por la madre naturaleza, sino por el hombre claramente no podrán contra de ellos, y no tienen un respaldo que pueda interceder por ellos mismos.

Adora noto el aire tenso en la castaña, no dudo en levantarse por fin, dejar de lado sus pensamientos y acaricio sus hombros para luego mirarla vulnerable y la abrazo. Catra se separo del abrazo, con los nervios en su estomago. Pensaba en Perfuma para calmarse y en sus estúpidas sesiones espirituales que aun que lo niegue la ayudaron para recobrar algo de sentido, la otra razón del por que su visita con su rubia.

- Adora necesito que me des una respuesta clara, ¿nos ayudaras? - El felino extraño se puso en el regazo de Catra, y la castaña la miro por encima de su hombro nerviosa. - Esto es real, todo lo que conté es verdad, necesito de tu ayuda, te necesito.

- No eres humana - Adora atino a decir en un tono que Catra no supo figura si era temor o impresión pura.

- Ciertamente nunca lo fui, Shadow Weaver, solo saco lo que mi genética llevaba, lo hizo con Rogelio y Lonnie. - Catra explico mas calmada, pues su gran amigo la ayuda a calmarse.

- ¿Y esa cosa? - Dijo apuntando al felino morado - ¿Es mágico?

- Oh, Melog, fue quien me transformó, Shadow me encerró en una cueva dónde había criaturas como él, o bueno solían existir en abundancia, y el creo un vínculo conmigo y ahora los dos somos casi que la última especie, pero en sí. Este amiguito es mágico y es por muy cliché que suene, es un guía.

Adora se quedó meditando toda la información.

- Ciertamente estoy maldita, solo una criatura como yo o parecida podrá matarme, o algo así...los demás también lo están, Shadow Weaver nos maldijo, y para reforzar conmigo me encerró como ya te comente.

- ¿Y me vas a maldecir a mí? - Adora sonó algo alterada

- !¿QUÉ?! No,no,no...hoy es luna roja, y hay una forma, bueno de hecho hay varias formas de volverte como nosotros, pero supongo que está es la más fácil, jeje - Catra sonaba algo incómoda. - Lo de nosotros fue como ultima instancia, una medida desespera, esto también lo es, pero será mas simple. Adora callada, y estremeciéndose, tomo el rostro de Catra, y descanso su frente junto con la de Catra, mezclando sus respiraciones. Catra se puso aun mas nerviosa por la cercanía de Adora, disfruto el olor de ella, con su corazon acelerado.

- ¿Somos los buenos? - Dijo en un hilo de voz, sin estar segura de lo que estaba aceptando.

- Duh -

Un largo lapso de silencio, entre que Catra se debatía en besar Adora o esperar una respuesta.

- Okay, confío en ti Catra - Jadeo un poco y evitando hacer contactó con ella a sabiendas que ella estaba desnuda. Su cuerpo se erizó al sentir como Catra la empujaba de nuevo a la cama suavemente.

- Tal vez esto deje un cicatriz - Adora estaba asustada, pero confiaba en Catra - No quiero lastimarte.

- Catra, confío en ti, solo hazlo, puedo manejarlo - Sostuvo el rostro de la castaña tiernamente, dándole caricias con su pulgar en sus mejillas, la castaña se inclinó dándole un beso en sus labios. Tomándola desprevenida, pero respondiendo al suave toque de sus finos labios.

Las manos heladas de Catra recorrieron el pijama de Adora y levantaron la playera gris de tirantes, mientras el beso continuaba, cada vez ambas necesitaban mas de la otra, había un color creciente, Adora se retorció un poco al sentir sus manos heladas en su cálido torso. Incluso jadeo levemente. Catra se separó del beso, y Adora vio esos brillantes ojos amarillos, sintió en sus costados unas garras, mismas que subieron y sujetaron los brazos de la rubia. Se sintió algo vulnerable, además que pensaba que todo esto era algún tipo de sueño, miente si dice que nunca ha soñado algo parecido con la castaña, trago saliva, deseando que fuera un sueño como esos y que despertara en un momento culminante de su calor.

- Si no fuera por todo esto, diría que tú, Catra Weaver, estas enamoradas de mí, y tienes unas terribles ganas de hacerme el amor - Adora hablo con un tono que Catra no supo si lo decía enserio o bromeaba , una de las manos de Adora se deslizo afirmándose en la fina cintura de Catra, dándole una mirada deseosa, trazando círculos en una zona sensible de Catra, haciéndola estremecer. - Catra. - Adora no sabía si era un sueño, pero el sacarla de su lado racional y ponerla nerviosa, lo disfrutaba.

- ¿mm? - Estaba tan nerviosa en todos los sentidos que no sabía si podría hablar sin que su voz de rompa en un gemido por como Adora la toca.

- Te amo - Confeso, creyendo que era un sueño, Catra no lo resistió más y la volvió a besar apasionada, liberando la otra mano, manos que, sin perder tiempo, recorrieron la espalda desnuda y su más allá.

- Esto no es por qué me gustes - Jadeo y tembló al sentir las manos de Adora recorrer su cuerpo y asentarse en su parte baja jugando con la parte interna de sus muslos, haciendo que tiemble y jadee.

- Yo no dije nada - Adora le sonríe coqueta, para hacer que se siente sobre su estómago para sentirla, y admirar a tientas el cuerpo de Catra, sentada prosiguió a besarla cada vez con mas necesidad, sintiendo la mano de Adora sobre sus pechos, Catra perdía la lucha que tenían sus lenguas, cada que sus bocas se separaban un gemido se escapa, y mas al sentir como apretó su pecho de forma suave y delicada, pero firme, temblando bastante.

- Esta bien tal vez me gustes un poco - Admitió sintiendo otro toque mágico sobre su ardiente piel. Ambas rieron un poco, y la tensión entre ellas se disipó y Adora no perdía el tiempo besándola y comenzando sacarle pequeños gemidos. Adora podía hacer con ella lo que quisiera su cabeza estaba perdida en esos besos húmedos, con una mano cubre su boca, pues sabe que no están solas en la casa. La cabeza de Catra era un descontrol total, no sabía qué hacer, quería continuar con lo que sucedía, pero también tendría que morderla justo ahora, sino, no habrá otra oportunidad.

Catra formuló muy apenas un plan, pues su cabeza era interrumpida por las caricias íntimas de Adora, que poco a poco la arrastraría al delirio del libido que deseaba tanto. La besó nuevamente pero un poco mas agresiva, y esta vez la felina, se acercó a su cuello, dejando marcas moradas, que causo gemidos Adora, pues también tocaba el pecho firme, se siente tan suave, tan delicioso, pero esto no debe continuar, al menos no por esta noche.

Y prosiguió a su bien definido abdomen a besar, marcando, Catra gracias a su fuertes ojos puede apreciar las expresiones que Adora hace, simplemente se sentía tan deleitada por mirarla tan excitada. Pero eso cambiaria, tristemente para ambas, sus colmillos aparecieron, y los gemidos de placer de Adora, se tornó en uno de dolor agudo. Catar la miro en todo momento. Adora cubrió su boca de los sonidos de dolor que se le escapan.

El sabor metálico inundó las fauces de Catra, quien lo saboreó, el veneno ya estaba. Adora no la quito de encima como reacción, poco a poco la rubia se quedó quieta. Catra se levantó y lamió la sangre para limpiarla. Y miro a su rubia, algo pálida más de lo usual.

- Tranquila, aquí estaré toda la noche a tu lado- Adora tenía algunas lágrimas del dolor, pero asintió se sentía débil. - Te enseñaré sobre todo esto, no estarás sola yo te protegeré, lo prometo - Catra asustada tomo la mano de Adora sosteniéndola y dándole muchos besos cortos en su dorso, intentado consolarla del dolor aprensivo

- Está bien - la miro con una pequeña sonrisa, Catra se acercó a sus labios que estaban ahora helados.

- Hey Adora -

- Hey Catra - Adora respondió al saludo con una sonrisa débil temblando del frío y algo del dolor.

- Te amo - Beso su frente, le dolía a ver hecho eso. Pero no había otro modo, al menos uno más fácil y tradicional.

- Aw que cursi - La molesto un poco, y Adora cayó dormida eventualmente. 

- Descansa.