Prólogo
Hace años, vi a mi querida diosa de piel de chocolate y pelos rizados marcharse de casa para poder trabajar en lo que más amaba, que era la moda, un trabajo que consume todo tu tiempo libre y privado.
La vi con las maletas metidas en el taxi, despidiéndose de sus padres y viniendo a mi casa para soltar esas palabras que me daban asco escuchar.
Cuando llamó a mi puerta, la abrí e intenté no llorar delante de ella, pero era imposible.
—Jennifer, no te pongas así, nos veremos pronto —intentó consolarme mientras me abrazaba, pero era imposible no ponerme en ese estado.
—Lo sé —en realidad me hubiera gustado creer que la vería pronto—, es solo que te echaré muchísimo de menos —también me habría gustado declararme en ese momento.
—Y yo a ti. Sé que tú, yo y los demás somos una familia, una piña, y que nos apoyamos entre todos. Es por eso que volveré lo antes posible, ¿vale? —ella también lloraba, ¿por qué motivo?
—Vale. Lo más pronto posible, porque si una se va, todo se desmorona por un largo tiempo.
—Sé que serás fuerte, por eso te admiro —acarició mi mejilla y me hizo mirarla a los ojos—. Has hecho tantas cosas por mí que haré todo lo posible por devolver todos esos favores.
Esas fueron sus últimas palabras antes de despedirse de mí y subirse a aquel taxi que me destrozó mis ganas de levantarme de la cama todos los días.
El único motivo por el que recuerdo esto es porque he recibido una invitación de mi mejor amigo, el cual cita a todo el mundo a su boda.
—"Querida Jennifer: estás invitada a la boda de Ricky y Marth que se celebrará este fin de semana en la dirección que se adjunta en esta carta. Esperamos que puedas venir para reunirte con toda la familia. Te queremos, Ricky y Marth. Sobretodo Marth."
Esta carta me hace reír, porque es cierto que Marth me quiere más que su novio, ya que hemos pasado muchas cosas juntos.
Es increíble que esa relación llegue tan lejos. Desde que lo vi le eché una semana, pero no pensaba que fuera algo tan fuerte.
En todo caso, asistiré para verlos en su primer minuto como casados. Es mi deber como toda buena amiga.
Pero hay una cosa que me pregunto.
¿Me encontraré con mi princesa Gloria?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top