Capítulo 2: El Novio
—Adelante —suena su voz como respuesta después de llamar a la puerta.
Abro y mis ojos captan la sonrisa nerviosa de un chico mayor hecho y derecho que mira por la ventana las flores del jardín en el que se posa el altar para la celebración.
Va vestido con un esmoquin blanco que le queda estupendamente, su mentón recién afeitado está listo para ser sujeto por el novio y darle el beso. Su cabello castaño recién peinado da ganas de revolverlo cual gata queriendo tirar el árbol de navidad.
Sus ojos se desvían de la ventana a mí, su sonrisa es amplia y denota cariño, ternura y nerviosismo.
—¡Jennifer! Me alegro que estés aquí —se acerca para darme un par de besos.
—Yo me alegro de verte, estás hermoso con este esmoquin —se lo aliso un poco por el pecho.
—Gracias —se sonroja—. En la vida esperaba vestirme así en una celebración de este tipo.
—Y sobre todo tuya.
—¿Verdad? Es una locura —suelta una leve risa—. Tú estás como una modelo.
—¿Cuándo no he estado así?
—Me has pillado —recapacita en lo que quiere decir—. ¿Has visto a Gloria?
—No, aún no —me he encontrado con mucha gente, pero ninguna es mi querida Gloria—. Supongo que no vendrá.
—¡No pierdas la esperanza! Esta mañana me llamó para decir que se iba a retrasar un poco por el tráfico del aeropuerto hasta aquí.
—¿En serio? —me alegro al momento.
—Sí, en serio. Esos ojos que brillan quiero que se los muestres a ella cuando la veas, mientras le dices que la amas.
—Esto... —acaricio mi brazo, dudando de lo que debería hacer en aquel instante.
—No me digas que tienes miedo —no es la palabra que estoy buscando, pero es similar.
—¿Y quién no lo tendría? —me miro en el espejo de la habitación—. De seguro tiene novio y yo estoy aquí haciendo la tonta.
Se me acerca por la espalda y posa sus manos en mis hombros, dejando ver su cabeza al lado de la mía.
—Nadie hace el tonto. Solo tienes una oportunidad para dejarle todo claro de lo que sientes. Y si tiene novio, te ayudo con el asesinato —estas tonterías son las que me hacen reír.
—Necesitaremos el coche de tu novio.
—Le quito las llaves.
—Entonces todo planeado —da unos cuantos pasos, se pone delante de mí y empieza a ponerme bien el vestido.
—Nunca digas nunca. Es un dicho muy viejo, pero funciona para no perder la autoestima.
Sonrío de nuevo. De repente, la puerta suena y voy a ver quién es. Salgo y recibo al novio Ricky, con su esmoquin blanco, una barba poco poblada que le queda bastante bien y ojos brillantes de felicidad.
—Hola, Jennifer. Que alegría verte. ¿Está mi novio dentro?
—¿Para qué?
—Para hablar con él un momento, es sobre los invitados —intenta entrar, pero lo detengo.
—¡¿Estás loco?! Ver el vestido del novio da mala suerte.
—¡¿Vestido?! ¿Se ha puesto un vestido? —su mueca ahora es de preocupación.
—No, pero es lo mismo. Da mala suerte. Y de seguro no vas solo a "hablar" —hago comillas con los dedos.
—¡Necesito besarle! —da la verdadera razón.
—¡Mejor! Así lo besas apasionadamente en el altar cuando digáis los "sí quiero".
—¿Me vas a hacer sufrir de amor?
—¡Sí! —se escucha a Marth gritar dentro.
—¡No me hagas esto, cariño!
—¡No quiero mala suerte! —Ricky se desespera, se queja con un berrido de niño pequeño y una voz de la misma edad.
—Venga, cariño —se pega a la puerta, que está cerrada por dentro, y pone morritos—. Necesito de tus labios.
—Vete, Ricky.
—Ah, está bien. Pero esta noche no te libras.
—¿Y quién dice que me quiera librar?
Con una mirada pícara, Ricky se va sabiendo que su presa estará en su punto esta noche.
—Marth, estoy yo aquí y estáis hablando de cosas indebidas.
—Tú eres de la familia, así que no importa.
—A mí me importa. Me gustan los amores gays, pero escucharos decir esas cosas me ponen nerviosa, porque siento que estoy en un fuego cruzado. Y me hace sentir mal porque yo no tengo novia.
Abre la puerta y me deja verle.
—Vamos, no te pongas así. No todos tienen pareja.
—Dana tiene, Jorge también, tú te vas a casar, Lola la bruja se ha pillado a su compañero Jackson, Jacob ha conseguido a su chica "gamer" perfecta, Estela ya lo sabíamos, ¡incluso tu hermana tiene novio! ¿En qué mundo vivo?
—¿Qué pasa con Hansel y Farren? ¿Acaso no tienen amor en sus corazones?
—Es demasiado pronto para decir lo que tienen, siquiera sé cosas de ellos.
—Y eso que hemos creado un chat en grupo para hablar entre todos.
—Ya, pero entre los cambios de números nos hemos estado perdiendo.
—La familia sigue, pero el chat se ha perdido. Supongo que habrá que crearlo de nuevo.
—Como quieras...
—¿Por qué no te das un paseo por los alrededores? Así te relajas y respiras aire fresco.
—Tienes razón. Necesito aire para despejarme esta idea de las parejas.
—¡Así se habla! Y no te preocupes, tarde o temprano tendrás a tu princesa.
—Me gustaría que fuera temprano, pero bueno... Nos vemos en la ceremonia.
Nos abrazamos, dejo que se quede dentro, con el pestillo echado para que no entre el novio sin avisar, y me pongo a caminar por el hermoso jardín de flores de vivos colores.
¿Habrá sido Marth quien ha elegido este lugar para la boda? ¿Habrá sido la madre? ¿O Ricky? No tengo idea, pero me gustaría celebrar la mía en este mismo lugar, ya que veo revolotear unas pocas mariposas.
Tan ensimismada en una que, cuando se posa en un lugar, mis ojos se agrandan. Ese tono color chocolate, esos rizos hipnóticos que me dejaron enamorada al primer minuto que los vi, esos ojos hermosos color chocolate y esos labios carnosos que me gustaría probar en este mismo momento.
Se me queda mirando, en mitad del túnel de hierbas que deja entrar rayos de sol por los orificios que las hojas no pueden pasar, iluminando su piel y su cabello.
—Me alegro verte —su sonrisa es muy amplia, me mata por dentro de ternura.
—Gloria...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top