Epílogo

Se durmieron abrazados, o bueno, Jimin  lograba dormirse en cualquier momento y fácilmente. A Jungkook se le dificultaba más por el hecho de que no dejaba de pensar en que Jimin  se iría en algunas horas y... no quiere que lo haga. 

Sin pensarlo dos veces, con una mano en su mentón, alzó el rostro de Jimin  para poder unir sus labios. Al principio fue a penas un roce, pero su objetivo era despertarlo... despertarlo a besos. 

— ¿Kookie?—  Jimin  abrió un ojo con suma dificultad. Era muy perezoso si estaba dormido, pero la lengua de Jungkook pedía acceso en su boca y él se lo permitió en cuanto fue consciente de lo que hacían. 

— ¿Te irás? ¿Mañana te irás?— 

Jimin  ahora correspondió al beso con más ganas. — S-si... me iré— 

Jungkook lo besó otra vez, con más ansias que anteriormente. — Entonces vamos a aprovechar al máximo el tiempo que tenemos. ¿Sí?— 

Jimin  asintió ansioso y unió sus labios una vez más. 

— Me gustaría poder hacerte tantas cosas.—  Jungkook se quedó sin aliento en el cuello de Jimin . — Quiero ver cómo te corres como nunca, amor—  Se estremeció y arqueó, tirándose contra Jimin . Ya estaba caliente y húmedo debajo de su pijama. Se movió sobre él, frotando sus miembros — ¿Lo quieres, Princesa?—  Dejó un beso descuidado en el cuello, lamiendo cada parte descubierta. 

A Jungkook le encantaría hacérselo lento, y con cuidado, pero sabe bien que a ella le gusta más de esta manera y él siempre se encargó de satisfacer cada una de sus necesidades, haciéndole todo lo que le gusta. 

— Me gustaría hacer cosas para ti, también—  Jimin  sonrió en el beso, y alcanzó ansiosamente el pene de Jungkook . — ¿Así que, puedo...?— 

— Ve por él, hermosa.—  Jungkook asintió y simuló una última penetración antes de dejarse ir y recostar a Jimin  sobre él. 

Jimin  acarició el pene de Jungkook , febrilmente emocionado de estar tocándolo y sentirlo duro en su mano; asombrado ante el calor y el peso del mismo, a medida que se hundió su boca. Él gimió y juró en voz alta que sólo ella lograba estremecerlo de esa manera. 

Después, cuando Jungkook dijo que era la mejor mamada que había conseguido, el rostro de Jimin  brillaba y no podía dejar de sonreír porque lo único que quería era darle lo mejor y hacerlo feliz. Luego recordó que aún no le ha confesado su amor correctamente, y posiblemente un — te amo—  sería lo ideal en vez de cualquier otra cosa que pudiera hacerle. Se calló mucho tiempo y éste era el momento perfecto para decirlo. 

Se detuvo antes de Jungkook se corriera y se arrastró de nuevo sobre él, a horcajadas, presionando sus cuerpos juntos para que pudieran frotar sus miembros hasta que ambos estallaran de placer. 

— Uhm... te amo, Jimin —  susurró Jungkook . Jimin  sonrió, arqueó las cejas sacudiendo sus caderas sobre él, llevándolo al máximo. Jungkook echó la cabeza hacia atrás y sonrió al darse cuenta. — A ti también te amo, Princesa— 

La lengua de Jimin  se desliza a lo largo de su labio inferior, y Jungkook abre su boca lentamente. Éste beso se siente nuevo para él, nuevo, diferente, distinto a todos los demás que Jimin  pudo darle alguna vez. Abrió su boca aún más, dejando que invadiera su interior con total acceso. 

Jimin  se toma un tiempo para explorar y reclamar todo lo que puede alcanzar. Él se retira dejando un rastro de saliva hasta su cuello. A medida que apoya la cabeza en su hombro, comenzó a mover las caderas nuevamente, frotando sus miembros juntos. Jimin  aún mantenía su ropa interior, pero la fricción fue suficiente para volverlos locos. 

Su respiración era pesada en su cuello, y Jungkook pudo escucharlo gemir suavemente mientras empieza a tomar velocidad de sus movimientos. Esto se siente demasiado bien, y tan caliente, que Jungkook no se contuvo y lo agarró de las caderas, moviéndolo de abajo hacia arriba con más fuerza, y ambos soltaron un fuerte gemido. 

No quiso esperar más y fue por eso que tiró de sus bóxers, apretando sus cuerpos juntos otra vez. Mordió sus labios y Jimin  comenzó a moverse sobre él. 

Jungkook gimió fuertemente una vez más. Esto de sólo frotarse uno contra otro les resultaba bastante excitante, y posiblemente se correrían en cualquier momento. — Jimin, más fuerte amor.— 

Jimin  empezó a mecer sus caderas más rápido y más duro. Tenía sus manos en el pecho de Jungkook y jadeaba como si lo sintiera dentro de él, pero para Jimin , eso de tenerlo dentro suyo, no se comparaba con nada. Jungkook se sentó y envolvió sus brazos alrededor de su cintura, y Jimin  puso sus labios sobre los suyos de nuevo. Cada vez que sus labios se tocan se vuelven más hambrientos, deseando que este momento perdure para siempre. 

No existe nadie más. Son sólo ellos dos y la cama. 

Jimin  se incorporó más y lo abrazó por el cuello para acercarlo y dejar que hiciera lo que quisiera con él, como siempre. Jungkook respiraba agitado, no quería detenerse, quería estar completamente dentro de ella otra vez. 

Jimin  seguía moviéndose arriba de él y gimió con los brazos en torno a su cuello, y la lengua en su garganta. Jungkook empezó a rozar su entrada con sus dedos. Acarició y tocó el punto más íntimo de su cuerpo, y no se sorprendió al escucharlo pidiendo por más. Jimin  se movía embistiendo los dedos de Jungkook . Estaba completamente agitado y caliente, anhelando tenerlo dentro suyo. Jungkook no lo defraudó, sus dedos sentían su ardor interno, y al escucharlo gemir casi salvajemente, hizo que se incorporara y buscara sus labios. 

Quería besarla muchas veces mientras su miembro estaba dentro de ella. 

— ¿Me extrañaste, hermosa? ¿Extrañaste a Daddy, Princesa?— 

Jimin  sonrió y sus ojos brillaron como nunca, se remordió el labio inferior asintiendo. 

Jimin  ama que Jungkook lo llame Princesa. 

Cuando Jimin  sintió su interior arder, supo que era el momento. Estaba húmedo, listo para recibir a su Daddy, y Jungkook suspiró aliviado, porque ya no podía esperar más. 

Se sostuvo por los hombros de Jimin , acomodó su miembro en la entrada, empujando fuerte y profundo dentro de él en una sola estocada. Jimin  estaba realmente estrecho y gimió casi jadeando de dolor. Respiró profundo y se quedó quieto, no podía moverse. Hace tiempo que no tenía a Jungkook dentro de él y había sentido que alguien irrumpía en su cuerpo con la fuerza de un animal salvaje; sintió un dolor agudo y punzante que lo dejó sin aire. Abrió los ojos y vio la cara de sorpresa de Jungkook que todavía estaba dentro de él y no atinaba a moverse. 

— ¿Por qué no me lo dijiste?—  -le preguntó, casi en un susurro. 

Jimin  se tiró sobre su pecho, suspirando agitado. — No tiene importancia, Jungkook —  -murmuró-. — De verdad, podemos continuar ahora—  dijo levantándose lentamente. 

— Debiste decirme, habría tenido más cuidado, bebé. Yo creí...—  Jungkook se remordió el labio inferior. — Habías tenido a otro, pensé que...—  -siguió diciendo, mientras empezaba a moverse lentamente dentro de él, ahora con la cautela que suponía, Jimin  necesitaba. — Pensé que me engañaste— 

Jimin  se inclinó a besarlo. — Sí, te engañé...—  dijo y Jungkook frunció el ceño — Pero supongo que mi trasero es fiel a ti—  bromeó y ambos rieron. 

Jimin  levantó las caderas y gimió, realmente le gustaba lo que estaba sintiendo. Comenzó a moverse lentamente, pero aumentando poco a poco la intensidad, hasta poder acostumbrarse a Jungkook . Una vez que se sintió preparado para avanzar, comenzó a montarlo rápidamente, gimiendo y jadeando. Jungkook ayudaba desde abajo, agarrándose de sus caderas, levantándolo con fuerza y embistiéndolo cada vez más duro y profundo. 

Jimin  se detuvo al cansarse y se dejó caer sobre el pecho de Jungkook . Se aferró al cuerpo, besando sus pectorales y oliendo el aroma a sudor y sexo que emanaban ambos cuerpos. Ese olor se sentía tan familiar, tan suyo...

— Te amo, Jungkook — 

Jungkook se detuvo de un momento a otro y lo observó casi en shock. Jimin  sonrió de lado y sintió sonrojarse como no lo hacía hace tiempo. — Y todo lo que te dije aquella vez fue de verdad. Lo siento de verdad y-— 

— Dilo de nuevo—  Jungkook interrumpió. — Dilo, dilo otra vez— 

— ¿Cuál de todas las cosas? Porque recuerdo que te dije que-— 

— Dímelo, mi amor—  Jungkook tomó su rostro y su voz se quebró. No quería quedar como un estúpido, pero realmente quería llorar de emoción. 

— Te amo, Jungkook . Te amé siempre, sólo que fui un idiota...— 

— Lo eres—  Jungkook sonrió a pesar de que un par de lágrimas ahora rodaban por sus mejillas. 

Jimin  limpió aquellas lágrimas con la yema de sus dedos, sonriendo también — Bueno, lo soy, soy un idiota, pero te amo— 

Jungkook rodeó su cintura con sus brazos y se inclinó a besarlo. Comenzó a decirle que había esperado muchos años por este momento, que no se imaginaba un futuro sin él, y que quería que hicieran las cosas bien, como corresponden. Propuso que hablaran sobre la relación que tendrían de ahora en más. Tenía tantas cosas por decir, pero...

— Kookie— 

— ¿Qué, bebé?— 

— No me molesta si me dices todas esas cosas mientras te mueves, ¿sabes? Aún te tengo dentro mío— 

Jungkook rió y con fuerza apoyó a Jimin  sobre el colchón. El pelinegro apretó fuertemente sus piernas alrededor de su cintura mientras Jungkook empujó fuertemente dentro suyo hasta quedarse sin aire. 

.....

Ahora estaban envueltos entre las sábanas, tratando de regularizar sus respiraciones. Jungkook lo abrazaba desde atrás mientras besaba su cuello. 

— ¿A dónde tenían planeado irse con Nam ?— 

— Iremos sin rumbo, es decir, no planeamos nada, simplemente nos subiríamos al auto y manejarm-— 

Jungkook se alejó frunciendo el ceño y volteó el rostro de Jimin . — ¿Te irás? Creí que...— 

— Debo ir, Kookie. Planeamos este viaje porque yo insistí, ya no puedo echarme para atrás. Es tarde— 

— ¿Y qué hay de nosotros?— 

— No es que me iré para siempre. Sólo unos cuantos meses. Dos o tres— 

— No, no quiero que te vayas— 

Jimin  sonrió y elevó una ceja. — Eem... no eres mi dueño—  dijo y pronto Jungkook se incorporó sobre él, sorprendiéndolo y sosteniendo sus manos a los costados de su cabeza, imposibilitando sus movimientos. 

— Repite eso, Princesa—  dijo, y lamió su cuello. 

Jimin  tragó saliva con dificultad y cerró sus ojos cuando Jungkook comenzó a lamer por todo el camino de su nuez de Adán hasta su boca. — Tú no te vas a ningún lado. Daddy no quiere que te alejes de él— 

Jimin  abrió sus ojos y sonrió — ¿Y Jungkook ? Yo sé que Daddy no quiere, pero... ¿Jungkook tampoco me quiere lejos?— 

Jungkook soltó sus manos y acarició su rostro. — No quiero que te vayas, Jimin. No me dejes, tenemos un plan tú y yo.— 

Jimin  sonrió y correspondió aquel dulce beso. — No me iré entonces, Jungkook . Te amo—  susurró casi silenciosamente. 

— Yo también te amo, Princesa— 

A la mañana siguiente, Jungkook bajó a la cocina a media mañana para preparar el desayuno de ambos, su mamá estaba muy contenga, por demás, y Jungkook lo notó. Ella estaba a punto de preguntarle acerca de la compañía que tenía en su cuarto, porque lógicamente, había escuchado que la cama de su hijo se movía ruidosamente por momentos.

— Buenos días, señora Jeon— 

Jimin  llegó detrás de Jungkook y su madre lo miraba en completo estado de shock, porque estaba segura de haber escuchado perfectamente un «Te amo, Princesa» de Jungkook y creyó que había vuelto con su novia. Ahora recordó que Jimin  es gay y... oh. 

— Hola, amor. Tanto tiempo que no te veía por aquí.—  La señora se acercó a saludarlo. Jimin  estaba completamente vestido con la ropa de Jungkook . 

Se quedó observándolos disimuladamente desde la sala. Notó que Jungkook le sirvió el desayuno, le preparó tostadas y luego al acercarse besó su cuello y... ellos son mejores amigos, quizás sea sólo su imaginación. 

Ahora el dilema del día era ¿Cómo decirle a Namjoon que no viajaría con él? Es decir, hace meses que planearon este viaje. Ambos iban a gastar sus ahorros y disfrutar de esta experiencia que se suponía que sería de las más emocionantes de sus vidas. Era la primera vez que se alejaban de sus familias y por tiempo indefinido. Sin dudas era una gran experiencia y anécdota que tendrían para su amistad y ahora... no va a haber ningún viaje. 

Jimin  llegó a su casa luego del horario del almuerzo, sorprendiendo a Namjoon quien ahora estaba doblando su ropa en aquella valija. Namjoon estaba súper emocionado por irse a la mierda. Lo que pasó anoche con Seokjin hizo que hiciera un clic y ahora necesita este viaje más que nunca para despejar su mente y tratar de olvidar. 

Namjoon necesita este viaje... va a odiarlo. 

— Jimin. Alcánzame aquella polera que está ahí colgada—  dijo, Jimin  de pie justo en frente de su ropero. 

Jimin  le alcanzó aquella polera, mordiéndose el labio inferior. ¡Mierda!, esto era difícil. 

Namjoon frunció el ceño al ver a Jimin  casi blanco de lo pálido que estaba. Tomó la polera y se inclinó nuevamente acomodándola dentro de la valija. — ¿Te sientes bien? ¿Sucede algo?—  Preguntó tranquilo, sin mirarlo. 

— No v-no voy, Nam . No voy contigo, me quedo— 

Jimin  dejó de respirar al segundo que dijo aquello. Namjoon rió y negó. — En serio, idiota. ¿Tú ya preparaste todo?—  Namjoon se enderezó y miró la hora en su celular. Hizo una mueca de disgusto porque la imagen de desbloqueo es una estúpida foto del estúpido de Seokjin, sonriendo. Ugh, va a tener que cambiarla urgente. — En... exactamente 3 horas nos vamos, Jimin— 

— Nam — 

— Jimin—  Namjoon seguía caminando en su cuarto, de aquí para allá. Eligiendo qué ropa llevar. 

— Nam , hablo en serio. No voy. Jungkook y yo...— 

Namjoon dejó lo que hacía y frunció el ceño nuevamente al notar la temblorosa voz de su amigo. Jimin  miraba al suelo y tenía ambas manos en sus bolsillos, estaba realmente avergonzado. 

Namjoon apoyó su peso sobre una pierna con ambas manos en su cintura — ¿Es una puta broma?— 

Jimin  tragó saliva y alzó su rostro. Comenzó a llorar porque sabe que Namjoon va a odiarlo, va a odiarlo. — No, Nam . Jungkook y yo... anoche... le dije que lo amo y él a mi... y... me pidió que me quedara— 

— Van a intentarlo— 

— Sí. Nam , perdón yo... realmente no sé qué decirte. ¿Me odias?— 

Namjoon se sentó en su cama y frotó su rostro. No sabía qué decir en este momento porque él está ilusionado con este viaje y realmente, realmente lo necesita. 

— No, Jimin . No te odio... pero vete— 

— ¿Qué?— 

Namjoon se puso de pie y abrió la puerta de su habitación. — Que te vayas, porque tengo que seguir con la valija y si me distraes no podré hacerlo rápido. Si no tengo que esperarte me iré en cuanto tenga mi valija lista— 

Jimin  se quedó sin habla y sus lágrimas caían por su rostro. Namjoon ahora lo odia y no puede vivir con eso. — No, Nam . ¿Por qué? Podemos suspenderlo por unos días, yo necesito aclarar unas cosas con Jungkook , ver que hacemos y... luego podemos tomarnos unas vacaciones y...— 

— No, Jimin . Yo necesito irme, como... ahora. Necesito irme, no quiero estar aquí. Los felicito, envíale mis saludos. Me pone muy feliz por ti y Jungkook , porque sé que se aman, pero en serio... vete, Jimin— 

Jimin  salió de su habitación y Namjoon ni siquiera lo miró a los ojos. Lo conoce y sabe que está realmente ofendido y también sabe que es rencoroso, no va a perdonarlo por esto. Ahora se encontraba entre la espada y la pared. Por un lado estaba Jungkook , a quien ama y le rogó que se quedara con él; y por el otro, estaba Namjoon, su amigo, su hermano y el que necesitaba este viaje más que nada. 

Sus ideas nunca son buenas, pero ahora creyó que es su única esperanza. Se lo debe a Namjoon después de todo. Fue a buscar a Seokjin, tenía que hablar con él. 

El pelirosa abrió la puerta al escuchar el segundo sonido del timbre. Frunció el ceño al instante y atinó a cerrarle la puerta en su cara al ver que era él. Jimin  nunca le cayó bien, y eso que Seokjin es de querer a todo el mundo, pero el pelinegro se ganó su rechazo al tratarlo mal en cada momento que pudo, y todo por sus estúpidos celos de amigo. 

— Espera, Seokjin. Necesito hablar contigo— 

— ¿Hablar de qué, Park Jimin ? No sé qué haces en mi casa de verdad.—  Intentó cerrar la puerta otra vez, pero Jimin  puso una pierna dentro y Seokjin resopló cansado. No lo iba a dejar pasar, entonces salió él. 

Se cruzó de brazos. — Habla— 

— Tengo que decirte algo sobre Namjoon— 

Seokjin rodó los ojos. — ¿Otra vez? ¿No fui claro anoche? Ya no hay nada entre él y-— 

— ¿Lo amas, Seokjin? ¿Aún lo amas?— 

— Eso no te incumbe— 

— Sí, me incumbe, porque es mi amigo y no me gusta verlo llorando por los rincones porque el pendejo de su ex novio no puede perdonar sus errores— 

— OK, si viniste a insultarme creo que entraré—  Seokjin se dio media vuelta, a punto de entrar a su casa. 

— En menos de dos horas se va...— 

Seokjin frenó sin darse vuelta. 

— Si no lo detienes tú, se irá Jin. Sé que no soy tu persona favorita, y créeme que tú tampoco eres la mía, pero... Namjoon te ama, y se va por ti. Se va porque no puede verte con alguien más. Yo sé que tú también lo amas, Seokjin. Ve a buscarlo, por favor. No lo hagas por mí, hazlo por el amor que se tienen... por fav-— 

— Deséale buen viaje—  Seokjin entró a su casa y Jimin  perdió toda esperanza de ver a su amigo sonreír una vez más. 

....

Y este era el momento... se despidió de su familia, luego de un sermón por parte de su madre que se cuidara, que llamara diariamente, y bla, bla, bla. El ánimo no era el mismo que hace dos horas atrás, lógicamente. No iba a ser lo mismo que viajar con su mejor amigo, ahora iba a estar solo y la experiencia iba a ser totalmente distinta. Por supuesto que no se iba a quedar, este viaje no lo iba a suspender por nada en el mundo. Lo necesita, necesita alejarse por un tiempo para despejar su cabeza. Luego tendrá tiempo de pensar qué hacer con su vida, si estudiará una carrera o buscará un trabajo. Tiene 19 años aún, nunca es tarde. 

Cuando salió de su casa no esperaba encontrarse a sus dos amigos allí. Ambos estaban apoyados en el auto, Namjoon tenía una ligera esperanza de ver dos bolsos a su alrededor, pero no... no estaban allí para irse con él, sino para despedirlo. No quiere ser egoísta justamente con ellos, y se siente realmente feliz por ambos, pero... por supuesto que le duele irse solo, aunque no vaya a decirlo. Orgullo es su segundo nombre. 

— No hacía falta que vinieran, en serio.— 

— ¿Cómo no íbamos a despedirte, Nam ?—  Jungkook dijo al acercarse y abrazarlo. — Es lo menos que podía hacer, ¿no?—  Dijo Jimin , esperando por su abrazo también. 

Namjoon rodó los ojos y se acercó. — Me debes una—  susurró Namjoon en su oído. 

Jimin  sonrió desganado, su intento de pagarle no funcionó, porque Seokjin no reaccionó como él esperaba que lo hiciera. 

— ¿Al menos son novios?—  Preguntó Namjoon de brazos cruzados y elevando una ceja. — Porque si vas a abandonarme por éste, espero que al menos sea porque son novios—  miró a Jimin . 

Ambos sonrieron y miraron al suelo. Namjoon rió negando. — Bueno, Kookie. Tienes tarea, entonces.— 

— ¿Por qué él? ¿No podría ser yo quién lo pregunte primero? Dijo Jimin , prepotente. 

Namjoon se cruzó de brazos e hizo de cuenta que pensaba. — Uhm... no, Princesa—  dijo. Jungkook y Namjoon comenzaron a reír enseguida, y Jimin  los miró con mala gana. 

— Bueno, bueno. Me voy—  dijo Namjoon, le dio un fuerte abrazo a ambos, saludó con las manos a su familia que aún estaba en la entrada de su casa. 

Namjoon se subió al auto y arrancó su viaje. Se detuvo en una estación de servicio a cargar combustible. Su celular sonó justo cuando estaba saliendo de allí. Corrió alejándose (tiene una especie de trauma con respecto a usar el celular en las estaciones luego de haber visto que varios autos explotaron por atender el teléfono) era Jimin . 

«Idiota. Estaba cargando combustibl-»

«¿Dónde estás, Nam ?»

«En la estación de servicio, te dije que estaba cargand-»

«¡No te muevas de ahí!»

«¿Qué?»

«¡Que no te muevas de ahí!» 

Namjoon estaba a punto de protestar, pero Jimin  cortó la llamada antes de que pudiera decir algo. Se subió al auto, y lo estacionó en la misma cuadra. Llamó a Jimin  como 10 veces, pero su amigo no contestaba. Se estaba preocupando, ya que fue demasiada rara aquella llamada. Se dio por vencido, estaba a punto de arrancar el auto otra vez cuando vio que la puerta trasera se abrió y dejaban un bolso en los asientos. Su corazón dejó de latir porque...

Seokjin. 

Se quedó quieto, y abriendo los ojos del asombro, el menor abrió la puerta de acompañante y se sentó a su lado, intentando ponerse el cinturón de seguridad. Estaba claramente nervioso, y sus manos le temblaban. Miró a Namjoon por primera vez, y el mayor ya tenía lágrimas en sus ojos. 

— Beb- bebé... ¿Qué hac-?—  Namjoon volteó cuando escuchó una bocina, eran Jungkook y Jimin  quienes habían dejado a Seokjin allí. Sus amigos levantaban los pulgares hacia arriba, en señal de emoción. Y miró a su bebé. 

— ¿Me lo puedes poner?... ¡Al cinturón!—  Dijo, sintió sonrojarse al instante, porque él siempre era de hacer ese tipo de comentarios doble sentido, pero en este momento no había sido el caso. 

Namjoon sonrió y secó aquellas lágrimas que aún no habían terminado de caer. Se acercó para colocar el cinturón a Seokjin. Sus rostros estaban demasiado cerca y ambos corazones querían salirse de sus pechos. Abrochó el cinturón torpemente, pero no se alejó una vez que lo hizo. Alzó su rostro y miró los labios de Seokjin. El menor se los remordía tímidamente, luego alzó su vista hacia aquellos ojos de su bebé y se sonrieron. 

Fue Seokjin quien con fuerza, atrajo la nuca de Namjoon para unirse en un beso. 

Un beso que ambos estaban necesitando desde hace tiempo. Ninguno de los dos quería separar sus labios del otro, sintiendo cómo los temores desaparecían, cómo las inseguridades se alejaban. Era un beso de amor verdadero, como cada uno de los que se dieron. 

Namjoon rompió el beso ansioso por exigir una explicación de esta hermosa sorpresa. Pero antes de que preguntara, Seokjin acabó con sus dudas. 

— Me dieron permiso por dos semanas. Nam. Mamá habló con tu mamá, se quedó en tu casa hablando con ella— 

— ¿Dos semanas? ¡Suficiente, bebé! Suficiente, te amo, te amo—  Namjoon dejó miles de besos en su rostro. — Te amo, te amo, te amo—  y se alejó. — Espera... ¿Qué hay de Daewoo?— 

— Em... ¿no sé? ¿Quieres llamarlo tú y decirle que terminamos?—  Dijo Seokjin, acercándole su teléfono y sonriendo. 

Namjoon sonrió asintiendo. — Déjamelo a mí, bebé—  dijo, y se acercó a besarlo otra vez. 

...

Jungkook estacionó el auto frente a su casa. Antes de que Jimin  bajara, se besaron sin vergüenza, sabiendo que de ahora en más lo harían en cualquier momento y frente a cualquiera. 

Le dirían adiós a los miedos, adiós a las inseguridades y se amarían sin arrepentimientos. ¿Todo es color de rosa? ¡Por supuesto que no! Conocerían lo que es una relación con sus pro y sus contra. Toda pareja tiene altibajos, por más que sea amor verdadero, nada es perfecto, tienen el claro ejemplo en Namjoon y Seokjin, pero también saben ahora que el amor siempre termina ganando. 

Jungkook entró a su casa. Su mamá estaba sentada en el sofá, mirando la tele y su papá leyendo el diario. Habló mientras subía las escaleras. 

— Ma

— ¿Si, hijo?— 

— Ésta noche viene Jimin  a cenar— 

— Bueno, amor— 

— Ma, Pa— 

— ¿Qué?—  Dijeron ambos al unísono, sin dejar de hacer lo que hacían. 

— Jimin  es mi novio— 


Fin. 

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