15•
Ese momento incómodo cuando te das cuenta de que tu amigo te dijo 'Te amo' estando consciente...
— ¿Cóm-cómo? Yo creí que tú- que estabas...—
Jungkook sonrió y palmeó su rostro al pasar por su lado — Yo me voy a casa. ¿Vienes? ¿O te quedas un rato más?—
Jimin cerró la boca, y asintió, bajando su mirada. Siguió a Jungkook, quien caminaba abrazando a Seokjin, llevándolo hacia el auto.
Seokjin no dejó de llorar en todo el viaje, que no duró más de 10 minutos. Jungkook le hablaba, intentando que dejara de llorar, pero Seokjin estaba destruido porque sabía que Namjoon es muy rencoroso y seguramente no lo perdone ésta vez, a pesar de que no haya sido su culpa.
— Debes entender, Seokjin. Es lógico que se haya ido de esa manera luego de verte besando a Nayeon. Le hizo muy mal saber que te has acostado con ella— explicó Jungkook.
Seokjin frunció el ceño, limpiándose las lágrimas con las mangas de su camisa. — Yo no me acosté con Nayeon ni con nadie. ¡No entiendo por qué cree eso!—
Jimin negó, serio. — Seokjin, sabemos bien que te acostaste con Nayeon en la fiesta de ella. Fue por eso que Namjoon y yo-—
Seokjin asintió entendiendo. — Yo sé que Namjoon se acostó con alguien más esa noche, pero yo no lo hice. ¡Juro que no lo hice! Yo debería ser el ofendido aquí, no él—
Jimin frunció el ceño nuevamente. — Seokjin, Namjoon está completamente seguro de eso. Es decir, no me dijo cómo supo, pero sé que lo hizo porque se enteró primero lo de Nayeon. Alguien le mintió—
— La realidad de esa noche es que bebí demasiado y luego vomité todo, porque yo no soy de beber mucho. Sé que Taehyung me cuidó, y con Nayeon me recostaron en su cama y... no sé, no sé quién puede ser capaz de- ¡Nayeon!— Seokjin negó, indignado... — ¡Fue ella! ¡Mierda! Fue ella, estoy seguro que fue ella—
— Esa tipa está loca. Planeó todo— Jimin rodó los ojos.
— Llegamos, Seokjin. Escucha, no estés mal. Nosotros ayudaremos a solucionar esto ahora que sabemos la verdad, no te preocupes—
— ¿De verdad me ayudarán? ¿Tú también, Jimin?— Seokjin bajó la cabeza un poco, sabe perfectamente que el pelinegro es muy celoso de él.
Jimin negó sonriente. — Nam te ama, tú lo amas. Supongo que... sí—
Seokjin sonrió, a pesar de que estaba llorando, se bajó del auto y se adentró a casa. Jungkook y Jimin siguieron su camino. Las casas de ellos no quedan muy lejos de allí tampoco.
Ambos bajaron del coche, se quedaron frente a frente, mirando al suelo y sin decir una sola palabra. ¿Qué podrían decir? Volvieron a tener sexo, y eso era una costumbre para ellos, pero se dijeron algo que posiblemente cambie las cosas.
Aquellos pocos minutos que estuvieron de pie frente a frente, parecieron eternos. Jungkook alzó la vista, haciendo ruido con sus llaves, no esperaba que Jimin se acercara a besarlo fugazmente en los labios, para luego decir — Adiós, Kookie— y prácticamente corriera a su casa.
Jungkook se quedó estático, observándolo alejarse. Quería sonreír, llorar, todo junto. Aún no había amanecido, pero igual. Jimin lo besó en los labios en plena calle. Eso era algo que estaba completamente lejos de su realidad, casi imposible. Se rozó los labios con las yemas de sus dedos un momento y luego sonrió mientras se adentraba a su casa.
....
Habían estado teniendo sexo desde hace horas. Ella solita lo citó y lo esperó de manos y rodillas sobre el colchón, ansiosa porque Daddy le diera lo que tanto le gustaba.
En cada brusca embestida pedía más y más, mientras se masturbaba con desesperación al sentir como Jungkook tocaba su punto justo una y otra vez. Espasmos recorrieron por todo su cuerpo, haciéndole temblar hasta el último músculo, es que el orgasmo estaba en puerta y pronto sintió su líquido caliente chorrear en su mano y manchando las sábanas.
Daddy aún no estaba listo para terminar, al contrario de eso, tomó con fuerza sus caderas para atraerlo hacia él brutalmente. En la habitación se escuchaban sus jadeos y el ruido de sus cuerpos chocando con un frenesí imparable. Ella decidió ayudar a Daddy a conseguir su propio orgasmo, moviendo su trasero al ritmo de las embestidas, abriéndose de piernas, ansiosa e impaciente por seguir recibiendo más.
Jungkook se recostó con todo su peso sobre su espalda, penetrándolo profundamente. El miembro de Jimin comenzó a cobrar vida nuevamente y ella se masturbaba, a la vez que se movía mas aceleradamente para conseguir más fricción.
Jungkook sacaba su miembro hasta la cabeza, lentamente y lo volvía a meter con rapidez, y así fueron los últimos minutos hasta que llegaron al orgasmo al unísono.
Jimin pudo sentir como el líquido caliente llenó su interior y chorreaba por su entrada, también cayendo por sus piernas... sonrió a la nada, satisfecho por lo que recibió.
— Te amo, Daddy—
— Yo también te amo, Princesa—
Jungkook despertó desnudo, y como si eso fuera poco, también sumamente duro. Era domingo al mediodía y acaba de tener un sueño húmedo con su amigo. Se frotó su miembro con una mano, y con la otra rozaba sus labios con las yemas de sus dedos. Aún puede sentir el beso que Jimin le dio antes de despedirse aquella madrugada. Cerró los ojos concentrándose en sentir el contacto con aquellos hermosos labios de su Jimin sobre los suyos.
No quería hacerse ilusiones de nada, porque con Jimin nunca se sabe, pero... lo besó. ¡Mierda! Lo besó en plena calle y... él le confesó amarlo, y Jimin dijo que también lo amaba, es decir... ¿se aman? ¿Están enamorados? ¿Debería pedirle que sean novios ahora o esperar un poco más?
Estaba emocionado, y ansioso por volverlo a ver... bueno, sólo tenia que mirar por la ventana para saber qué es lo que hacía su amigo. Observó por un instante hacia la ventana del cuarto de Jimin, pero no había rastro de él. Cuando quiso saber la hora se dio cuenta de que no era mediodía como pensaba, sino que era domingo por la tarde, y no tardaría en oscurecer.
Bajó por las escaleras preocupado, porque su madre siempre lo despierta para almorzar los domingos y era raro que lo dejara dormir hasta esa hora.
— Ma, ¿por qué me dejaste dormir tanto? Es tarde y he perdido todo el día y... ¿por qué me miras así?—
Su madre reía, avergonzada. — Nada, hijo—
— No, dime... ¿por qué me miras así?—
Su madre se sentó con su taza de café en la mesa de la cocina, y sonrió negando. — Me da vergüenza confesarte esto, hijo, pero cuando quise ir a despertarte, te escuché—
Jungkook frunció el ceño al instante — ¿Escuchaste qué?—
— Llamé a tu puerta varias veces cuando hubo silencio. Entonces creí que hablabas por teléfono y no me escuchabas—
Jungkook se frotó el rostro, impaciente. — A ver, mamá. No te entiendo—
— Luego entré a tu cuarto, hijo. Estabas desnudo y... con cierto asunto...— Jungkook frunció el ceño. Su madre bajó la vista un momento a su entrepierna y luego a sus ojos, dándole a entender.
Jungkook murió de vergüenza al instante y se cubrió el rostro dándose vuelta — Agh, ¡Mamá! Ya te dije que no entres a mi cuarto sin golpear.—
Su madre se puso de pie, siguiéndolo. — Lo hice, sólo que no me respondías. ¡Anda, amor! ¡Dime! Dime quién es—
Jungkook frenó a mitad de la escalera y se dio vuelta. — ¿Quién es? ¿Quién es quién?—
— Ella—
— ¿Eh? Mamá deja el café— Jungkook siguió subiendo a su cuarto. Hasta que su madre volvió a hablar y se detuvo en la puerta.
— Decías 'te amo, princesa'... ¿Tienes novia, amor? ¿La traerás pronto? Nunca has traído a nadie, avísame antes de hacerlo así yo preparo algún almu-—
Jungkook la dejó de escuchar cuando le cerró la puerta en su rostro. Su madre solía ser demasiado extremista y más si se trataba de Jungkook, que era su bebé y su único varón.
Ansioso salió de su habitación por la ventana, para dirigirse al cuarto de Jimin. No había hablado con él durante todo el día. Era casi de madrugada, así que supuso que estaría bien que durmieran juntos esa noche.
Golpeó a la ventana, pero Jimin no contestó. Se tomó el atrevimiento de entrar y notó que la cama estaba tendida, no había rastro de su amigo. Frunció el ceño al instante, era demasiado tarde, se supone que debería estar acostado porque mañana tenían clases. No quiso pensar demasiado en donde estará, simplemente se acostó en su cama a esperarlo.
— Kookie... Kookie— Jimin lo despertó, frotando su brazo. — Jungkook, ¿qué haces aquí?—
Jungkook bostezos y miró la hora en su celular, eran casi las 5am. En sólo 3 horas debían estar en el colegio. — ¿Dónde estabas? ¿Con quién?—
Jimin rió al instante por el repentino interrogatorio. — Por ahí... aún no me has contestado. ¿Qué haces aquí? Quiero dormir, Jungkook—
— Vine a verte—
— ¿Para qué? Tengo sueño—
— Quería dormir contigo—
— ¿Por qué dormirías conmigo? ¿No tienes novia?—
— No, no tengo—
— Dijiste que tenías novia...—
— Te mentí—
— Y yo acabo de-... ¿por qué me mentiste?—
— Porque quería darte celos—
Jimin negaba, frunciendo el ceño. Era demasiada información y él sólo quería dormir. — Jungkook, no jodas, en serio—
Jungkook se puso de pie, frente a frente. Tomó su rostro con sus manos y le hablo casi rozando los labios. — Quería darte celos porque me gustas. Yo te amo, y tú me dijiste que me amabas también. ¿Me amas?—
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