10•

Jimin se había ido de la escuela antes del horario del almuerzo, como últimamente tenía de costumbre. Así que esta vez, Jungkook almorzaba con él.

— ¿Has hablado con Seokjin?— Preguntó de lo más normal.

Namjoon estaba a punto de darle una mordida a su sándwich y se quedó mirándolo serio. — ¿Me dejas comer tranquilo?—

Jungkook resopló y rodó los ojos. — Sólo quiero saber si estás bien—

Namjoon masticó, bebió un sorbo de su bebida. — Estaré bien si no me lo nombran a cada segundo—

— No lo he visto estos días. Es raro—

Namjoon se quedó pensativo esta vez, Jimin lo había notado, y ahora Jungkook... quizás es una señal. ¿Y si le sucedió algo? Automáticamente dejó de comer porque se le revolvió el estómago.

— ¿Y tú con Jimin? ¿En qué anda eso?—

— Supongo que igual que siempre... aunque... ¿Puedo confesarte algo?—

— Por supuesto, sabes que puedes confiar en mi—

— ¡Quiero creer que no has hablado con nadie de esto, orejón!—

Namjoon frunció el ceño — Me ofendes, Jungkook— negó indignado, aunque reía internamente.

Jungkook rodó los ojos, — Bueno, para hacerte una confesión... me gusta, Jimin me gusta—

Namjoon abrió sus ojos y su boca por la confesión que acaba de escuchar. Sonrió y palmeó la espalda de Jungkook. — Gracias por confiar en mi. ¿Puedo confesarte algo, ahora?—

Jungkook asintió algo sonrojado.

— Yo creo que tienes chances con él—

Jungkook sonrió ampliamente. — ¿De verdad? ¿Y por qué lo dices? ¿Qué es lo que te hace pensar eso?—

Ambos caminaban a sus salones. La campana había sonado hace minutos. Tenían una clase más, pero no la compartían. — Eso deberás averiguarlo tú mismo, Jeon.—

— Pero él me ha dejado en claro que sólo buscaba sexo, es imposible que se fije en mi de esa manera, ¿no cree-—

Debían separarse en los pasillos para ir a sus respectivas clases, Namjoon volteó a verlo y palmeó su mejilla mientras lo interrumpía — Tan, tan ilusos— y siguió su camino.

Jungkook resopló indignado por no poder seguir esta charla, pero luego tendría tiempo.

.....

Namjoon no se dirigió a su clase, al contrario de eso, caminó hacia donde estaban los salones de los cursos más chicos, que eran en otro sector de la escuela. La angustia lo estaba matando, quería corroborar que Seokjin estuviera en clases, y si no era así, averiguar porqué estuvo faltando.

Necesitaba asegurarse de que Seokjin estuviera bien.

— Vaya, vaya. ¡A quién tenemos aquí!— Esa voz, ugh... odia esa maldita voz.

Namjoon volteó a verla cuando la escuchó. Se estaba ocultando en una de las columnas para no ser descubierto. Tuvo un deja vu de aquellas veces donde espiaba a Seokjin en los recreos... se ríe de él mismo al pensar en eso. Estaba actuando como un psicópata obsesionado otra vez.

— ¿Qué quieres, estúpida?—

Nayeon apoyó ambas manos en su cintura, sonriente — Creo que la última vez que te vi de esta manera, escondiéndote así, fue cuando intentabas robarme a Seokjin. No aprenden más, Kim... ¿aún no entiendes que Seokjin es mi-—

— Sí, sí, es tuyo. Ahórrate el discurso, dientona tarada— Namjoon caminó por su lado chocando hombro con hombro, y se dio vuelta antes de alejarse. — Si tuvo sexo contigo fue porque yo lo dejé, fuiste el descarte—

— Descarte o no, él pareció disfrutarlo mientras gemía en mi cama—

— Si bueno, linda. También gemía cuando yo se la metía hasta el fondo, así que, no te creas importante. A Seokjin le gusta el pene, el mío, más específicamente.—

Nayeon rodó los ojos — Tú mismo lo dijiste: 'gustaba', ya no más— sonrió y se dio media vuelta dramáticamente, haciéndose la diva, como siempre.

Namjoon negó enojado, casi rechinando los dientes. Odia quedarse con la palabra en la boca y odia tanto, tanto a Nayeon... también odia a Seokjin, lo odia mucho en este momento. Siguió su camino y se cruzó con Taehyung; al verlo, el castaño quedó más pálido de lo que era.

— N-Nam h-hola—

— Taehyung— Namjoon hizo un movimiento con la cabeza en forma de saludo, y pasó por su lado. Quería preguntarle por Seokjin, pero aún estaba renegando internamente por lo de recién.

— ¿Has ido a ver a Seokjin, Nam?—

Namjoon se quedó quieto, sin darse vuelta y frunció el ceño — ¿Por qué? ¿Sucedió algo?—

— ¿No te enteraste? Tuvo un accidente con su madre, el lunes por la mañana—

Namjoon se dio vuelta al instante, casi desesperadamente — ¿Qué mierda dijiste? ¿Qué?— Sacudió a Taehyung.

— No le sucedió nada. Sólo tiene el brazo vendado. Creí que lo sabías, todo el mundo lo sabe—

Namjoon negó, echándose su cabello hacia atrás, y todo rastro de enojo en ese momento se esfumó. Salió del colegio con suma urgencia porque necesitaba ver a Seokjin, y corroborar con sus propios ojos que su bebé esté bien.

Una vez que llegó a su casa, la mamá lo recibió contenta; aunque ella sabía que ellos habían roto su relación, le hizo bien saber que Namjoon aún se preocupaba por su hijo.

— Perdón por no haber venido antes. Acabo de enterarme. ¿Usted está bien?—

— Si, hijo. Sólo un golpe en la cabeza, pero nada grave—

— ¿Puedo ver a Seokjin?—

— Por supuesto, Nam. Sube, está en su cuarto—

Tocó la puerta y nadie contestó. Tocó nuevamente y esperó unos segundos para abrir la puerta. Al adentrarse al cuarto confirmó lo que sospechaba. Seokjin dormía.

Intentó ocultar su sonrisa apretando sus labios, pero las arruguitas en sus ojos eran evidentes, sus ojos brillaban como cada ves que veía a su bebé dormir.

Se acercó a la cama y se puso de cuclillas mientras llevaba los mechones de Seokjin hacia atrás, porque no le dejaban ver su hermoso rostro. Acarició su brazo vendado suavemente y se acercó a besarlo. Luego acarició su rostro y miró al suelo.

Quería despertarlo, besarlo, mimarlo y cuidarlo como cada vez que estuvo enfermo, pero no podía. Él era muy orgulloso y demasiado hizo estando allí en ese momento.

Se puso de pie, besó la yema de sus dedos y luego las posó sobre los labios rosa de Seokjin y salió de la habitación.

— ¿Ya te vas, Nam?—

— Sí, Seokjin duerme. No quise despertarlo. Sólo quería comprobar que esté bien... él está bien, entonces me voy tranquilo—

La madre de Seokjin asintió apenada — Te extraña, Nam. Me lo dice cada día—

Namjoon bajó su mirada asintiendo. — Adiós señora— le dio un abrazo y se fue.

.....

Jungkook no debería de sentirse engañado cuando ve a Jimin llegar con ella esa madrugada de sábado. Se supone que ellos tienen en claro lo que son y qué es lo que hacen. No debería sentirse usado, pero lo hace. Se siente de esa manera.

Jimin nunca llevó a ninguna de sus citas a su casa, menos aún sabiendo que está su familia entera allí y posiblemente la vean salir de su habitación el domingo al mediodía. Jungkook está jodido.

— Hey, ¿puedo pasar?— Jimin tocó a su puerta aquel domingo a la noche. No era tan tarde.

— Si— Jungkook intenta no mostrarse nervioso, mientras sigue leyendo su cómic.

— ¿Qué haces? Te escribí esta tarde para vernos, no contestaste— aquello sonó casi como un reproche.

— No tengo el celular encima— contestó, aún sin mirarlo.

— Pero los leíste— se sentó en el borde de la cama y con una mano bajó el cómic para que Jungkook lo mirara de una vez — ¿Qué sucede?—

— ¿Qué podría suceder?— Jungkook elevó una ceja, indiferente.

Jimin se encogió de hombros e hizo una mueca de cansado. — Está bien, no quieres. ¿Puedo dormir contigo igual?—

Él tiene todo bajo control, sabe que Jungkook a veces está en modo arisco y no quiere tener sexo y sólo duermen, pero siempre a la mañana siguiente se despiertan el uno al otro con mamadas sorpresa, y terminan haciéndolo. Jungkook nunca lo rechaza.

— No.— Dijo Jungkook.

Jimin rió al instante, creyendo que era una broma, pero su sonrisa se desvaneció cuando notó que el rostro de Jungkook estaba serio. — ¿En serio? ¿No quieres?—

— No podemos volver a tener sexo, Jimin— lo soltó como si nada y sonrió muy falsamente.

El pelinegro frunció el ceño — ¿Qué? ¿Por qué?—

— Porque tengo novia, ¿recuerdas el trato?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top