09•
Era sábado temprano cuando Jungkook despertó por aquellos besos que recibía. Una vez abrió que los ojos, Jimin se acercó y sin preámbulos, lo dijo.
— A la mierda todo, te extraño.
Esa es la única advertencia que Jungkook consiguió antes de que Jimin se sentara a horcajadas sobre él y unir sus labios. Jungkook mantuvo sus brazos firmemente a los lados y no hizo absolutamente nada para disuadir a Jimin de agarrar su rostro con ambas manos y con impaciencia chupar su labio inferior.
— Hasta que lo admites, hermosa. ¿Me extrañas? ¿Extrañas mis besos?
Jimin no contestó, simplemente se quedó sentado allí, respirando ruidosamente por la nariz y la boca mientras se besaban, se besaban y besaban.
— Nada de besos.
Jimin se alejó, frunció el ceño — ¿Eh?
Jungkook rió — Que dijimos aquella vez que nada de besos y míranos ahora.
Jimin rodó los ojos y volvió a unir sus labios desesperadamente, mientras hacía movimientos circulares sobre Jungkook.
El rubio rompió el beso del momento para seguir hablando — Tú no querías besarme, y mírate ahora... hermosa— susurró mientras apretaba su trasero, logrando que Jimin sintiera su miembro sumamente duro debajo de él. — Admítelo, te encanta besarme, te encantan mis besos—
No pasaron muchos segundos luego de eso, que Jungkook lo empujó contra el colchón, colocándose sobre él. Sus manos volaron hasta la cintura de Jimin, y él se sonrojó. No podía evitar que sus caderas se balancearan lentamente hacia abajo contra el cuerpo de Jimin, frotando ambos miembros. Jungkook presionó su lengua contra la de él y gimió. Ambos lo hicieron.
Jimin retrocedió, jadeando un poco y estudiando el rostro de Jungkook. — Hm.—
— Dime lo que quieres.— Desafío Jungkook.
Jimin se acarició la barbilla, pensativo. — Hmm... tal vez... sólo tal vez podrías hacer que no me arrepienta de haberme despertado tan temprano—
Jungkook parpadeó. — ... ¿Y qué debo hacer?—
Jimin se encogió de hombros y se aferró de nuevo por más besos.
Se sentía demasiado bien. Esto que hacían, se sentía tan jodidamente perfecto... como si no hubiera nada mejor.
Jungkook sabía que Jimin era difícil de complacer, no se conformaba con simples duras embestidas, ni rudos besos. Siempre buscaba más, y Jungkook era quien trataba de complacerlo en todo.
Unieron sus labios nuevamente de manera descoordinada. Jungkook gimió mientras se sacudió contra Jimin y volvió a romper el beso, jadeando. — Sólo tienes que decirme. Sólo-—
— ¿Hm? ¿Decirte qué?— Jimin apretó sus piernas alrededor de sus caderas, friccionando ambos miembros con dureza.
Jungkook sintió que su miembro estaba por estallar, y él sólo necesitaba escuchar de la boca de su Jimin qué era lo que quería... ama escucharlo gemir, ama escucharlo suplicando por una buena cogida.
Vio los ojos de Jimin bajar la mirada hacia su miembro y como sus cejas se arquearon mientras mordía su labio inferior, para terminarlo, tuvo la audacia de sonreír.
Jungkook se sonrojó. — Sólo voy a... voy a hacerte lo que me pidas, hermosa. Dile, dile a Daddy lo que quieres y cómo lo quieres— susurró en sus labios.
.....
La próxima vez que ocurrió, fue en casa de Jimin. Él estaba en la cama, y Jungkook se había introducido de imprevisto a besarlo y comenzar con su rutina habitual de sexo un viernes por la madrugada.
Jungkook se había sonrojado al despertarse unas horas antes del amanecer y tener a Jimin acurrucado a él. No quería despertarlo, y salió de la cama lentamente para comenzar a vestirse.
El pelinegro se removió al instante, abriendo un ojo. Jungkook susurró. — Shh, duerme. Yo sólo voy a, uh-—
Jimin puso una mano en su brazo. — Está bien, no tienes que irte.—
— Pero-— Jungkook bajó la mirada — Jimin—
Jimin se encogió de hombros. — Puedes quedarte a dormir conmigo... si tú quieres.—
Jungkook se volvió de color rojo brillante. — Entonces... me quedaré— dijo sonriente.
Volvió a quitarse la ropa sintiendo la mirada penetrante de Jimin. — Me quedaré con el jean puesto— dijo, tratando de lucir relajado.
Jimin rió al instante alzando una ceja. — ¿Es necesario?—
Jungkook se encogió de hombros, haciendo muecas divertidas y se lo quitó, quedando en bóxer.
Se acostó en la cama y se acurrucó junto a él, con un brazo debajo de la cabeza y cerró los ojos suavemente, intentando conciliar el sueño otra vez. Estaba lográndolo, pero las manos de Jimin fueron lentamente desde su pecho, siguiendo un camino hasta el elástico de su bóxer, quitándole todo rastro de cordura.
Jimin manoseó su miembro sobre la tela, fue por eso que Jungkook tomo una respiración profunda, y tragó saliva con dificultad. Jimin lo notó nervioso. — Shh... está bien.—
Alzó la vista para mirar a Jungkook, sus ojos aún estaban cerrados y cuya respiración era uniforme y relajada. Entonces, bordeó con sus dedos el elástico de su bóxer, y lo bajó. En ese instante Jungkook abrió sus ojos, con la vista en el techo y se mordió el labio inferior.
Jimin envolvió su mano alrededor del miembro de Jungkook, que de alguna manera estaba mucho más sensible de lo normal. Acarició con rapidez, y comenzó a masturbarlo con fuerza, obligándolo a venirse tan pronto como sea posible.
Jungkook estaba tan excitado que no podía soportarlo, pero no pudo dejar de pensar en cómo Jimin hacia esto, estaban allí, intimando una vez más y se siente tan jodidamente bien.
Jimin bombeaba el puño arriba y hacia abajo, tratando de concentrarse en hacer que Jungkook respirara cada vez con más dificultad.
Le encanta hacerle esto, le encanta verlo excitado y aunque no quiera admitirlo, ama ser quién le haga gemir de esta manera.
Pero también ama hacerlo desear más.
Cuando vio que estaba llegando al límite, se detuvo y suspiró fuerte, echándose a su lado en la cama nuevamente. — Me cansé y te estás tardando tanto tiempo en venirte.— Se rió débilmente. — Tal vez deberíamos, uh, olvídalo -—
Jungkook abrió los ojos y le puso una mano sobre su pecho. — No, sigue adelante, sigue... hazme acabar.— Se levantó sobre sus rodillas y se inclinó para besar sus labios. — No me hagas desear, hermosa. Hazlo—
Jimin abrió la boca y comenzó a acariciarlo de nuevo cuando Jungkook profundizó el beso. De repente ambos estaban sumamente excitados, y Jungkook estaba tan desesperado, con impaciencia, cerca de llegar de nuevo al límite sólo con ser tocado.
Se colocó a horcajadas, presionando su trasero hacia abajo. Jimin arqueó su espalda y gemía en la boca de Jungkook, sintiendo como todo su cuerpo temblaba jadeando del placer.
Y siguieron de esa manera, besándose.
— ¿Has hablado con Seokjin?— Jimin dijo, con su voz algo temblorosa por miedo a la reacción de su amigo.
— Uhm, no...— Namjoon se encogió de hombros, indiferente.
— ¿De verdad se acabó? ¿Luego de dos años? ¿Así como si nada?—
Namjoon rodó los ojos, desganado. No habla de Seokjin, no quiere verlo, ni siquiera quiere escuchar su nombre, pero... ahora que Jimin lo menciona, era mitad de semana y no lo vio estos días en los pasillos del colegio. Por más que se evitaran, o que Namjoon lo evitara, lo veía. Es raro, pero decidió no pensar en él... le duele pensar en Seokjin.
— ¿Y tú con Jungkook? ¿En qué anda eso?— Preguntó, cambiando rotundamente de tema.
Jimin rió al instante, — Igual que siempre. Es decir, bueno últimamente está como más... no sé cómo explicarlo. ¿Cariñoso? No sé qué le picó—
— Le picó el bichito de los celos, creo yo— Namjoon dijo, intentando ocultar su sonrisa.
Jimin lo miró con el ceño fruncido — ¿Eh?—
Namjoon rodó los ojos, riéndose. — Oh... ustedes dos me irritan— dijo, y se levantó del suelo donde estaban sentados, esperando para entrar a una nueva clase. La campana sonó, debían separarse porque no compartían esa materia.
Jimin se levantó de golpe, siguiéndolo. — No has hablado con nadie de esto. ¿Verdad?—
Namjoon giró a verlo — Por supuesto que no, me ofendes— siguió caminando — Igual, creo que tú deberías hablar con él de los que les pasa—
Jimin lo seguía, con el ceño fruncido. ¿Qué quiere decir Namjoon con eso? — ¿Qué quieres decir con eso?—
Namjoon frenó, volteó a verlo y palmeó su mejilla. — Tan, tan ilusos— luego entró a su clase.
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