"Solo un nudo más y estará listo."

Eso era lo que había dicho Logan como hace 20 minutos, pero aun lo veía sobre la rama del árbol y peleando con la cuerda que supuestamente debía anudar.

Suspiró, observando su reloj con impaciencia y volvió a su antigua posición, recostándose contra el árbol, ya demasiado aburrido como para retomar su lectura.

Cuando Scott aceptó ayudar al viejo inmortal con una idea para el jardín trasero, francamente se había imaginado que tendría que levantar materiales o clavar algo, no solo sentarse a esperar sin más.

Tuvo suerte de haber traído su novela para la clase de literatura o ahora mismo habría muerto de aburrimiento, pero aun así no bastaba ni quería seguir leyendo.

- ¿Te falta mucho? -Trató de curiosear al respecto, esperanzado con poder aportar aunque sea una opinión.

Sin embargo, como siempre, Logan estaba allí más que listo para deshacer sus ilusiones.

- En un minuto. No me apures, flaco.

Scott arrugó su nariz en una mueca desconfiada.

¡Quería ayudar, maldita sea!

Bueno, al menos estaba agradecido de haber recibido algo medianamente mejor que un gruñido, pero seguía molesto.

Y es que mínimo le gustaría que le explicase algo, pero nada. Ni sabía qué estaba haciendo entre las ramas y lo tentaba el lanzarle el libro que traía a su jodida cabeza, pero se contuvo.

Eso solo pondría su cuello en riesgo por despertar a la 'bestia' y sin ninguna duda resuelta, así que lo descartó por completo.

¿Por qué no me dice algo al menos? Se preguntó, perdiendo la vista hacia el resto del jardín mientras los minutos continuaban pasando.

¿Qué tanto podría estar haciendo ese viejo lobo allí arriba que fuese tan importante como para necesitar una segunda opinión siquiera?

Pasaron otros 20 minutos más cuando lo descubrió, viéndolo bajar con un simple salto a su lado a la par que dejaba caer cerca y colgado de aquella firme rama lo que parecía un columpio de neumático.

Allí estaba su respuesta.

– ¿Eso es... ? - No quería demostrar su naciente emoción, pero la boba sonrisa que nacía en sus labios le ganaba.

– A los enanos les gustará ¿No? -Sonrió de lado ante su obra maestra. La había estado pensando desde que no supo que hacer con una llanta ya sin su utilidad básica y notó el jardín muy vacío para parecer una escuela de su gusto.- Aunque queda probarlo, así que...

Aquella insinuación era tan obvia que Scott no pudo evitar casi desconfiar. Ya entendía por qué lo llamó, aunque a su vez no vio tal necesidad.

Logan bien podría probarlo solo, pero supuso que deseaba otra opinión... O alguien dispuesto a arriesgarse a una posible caída en caso de no haberlo amarrado bien.

Sí, quizás era más probable lo último, pero aun así no se resistió a la idea. Su niño interno quería columpiarse un rato.

– Juro que si llego a caer... -Fue mascullando al acomodarse, siendo fácilmente ignorado por la expresión despreocupada del mayor.

– Sí, sí. No caerás. Solo pruébalo y dime que tal.

Scott volvió a suspirar, esta vez con una sonrisa adornando sus labios y comenzando a darse impulso.

Quizás no fue tan malo venir.