Bien, esto era inusual.

Al principio incluso creyó que se encontraba en medio de la ilusión de algún enemigo o peor, en algún sueño absurdo como producto del estrés y cansancio.

¡Tendría sentido! Scott Summer llevaba como 4 días y medio sin pegar el ojo, cualquier comenzaría a alucinar con eso y su cantidad de cafeína en el cuerpo.

No lo juzguen, este escenario hasta era una caricia en comparación a cuando estaba así por misiones en lugar de sus exámenes de fin de año.

Pero ese no era el punto ni tampoco lo importante del caso, sino el hecho de que todo esto era real, y que su nada disimulada expresión de sorpresa resultaba casi ofensiva tomando en cuenta que la otra persona envuelta era Wolverine.

Dios, Scott vivía en un riesgo constante solo por eso. Pero no podía evitarlo, era todo un acontecimiento encontrarse a Logan en la biblioteca, y más aun leyendo.

– ¿Qué tanto me ves, niño bonito? -Casi gruñó el viejo hombre, apartando la vista de lo que iba leyendo desde hace rato.

– ¿Eh? No, nada. Es solo que...

Scott carraspeó con cierta incomodidad, buscando las palabras adecuadas mientras su vista bajaba a lo que el inmortal leía.

No parecía cualquier libro de la biblioteca, estaba un tanto maltrecho y polvoroso, además de poseer desigualdades muy visibles entre sus paginas, como si estuviera lleno de marca páginas.

Era un cuaderno de notas para ser más exactos, uno que probablemente Logan trajo consigo para revisarlo allí, quizás.

Por ahora no eran más que especulaciones propias de Scott a decir verdad, en un intento por entender que sucedía y evitar la mirada asesina del contrario.

No lo entendía, pero al parecer lo interrumpió en medio de algo importante.

– ¿Y bien? -Incluso desde su posición el mayor vislumbraba el nerviosismo del chico, pero no por ello ablandaba su expresión. No tenía por qué, al que no le dejaban leer tranquilo por quedarse mirándolo como estúpido era a él.- Si no me vas a decir nada, solo vete.

No sonaba tan molesto ni deseoso por iniciar una discusión allí mismo. El joven líder de los X men ya sabía diferenciar esos tonos de "gruñidos", pero aun así no tentó más a su suerte y se retiró hacia las siguientes estanterías.

No necesitaba nada más de allí, pero pudo permitirse recuperarse de su asombro inicial, así como también sintió a su curiosidad interna cosquillear.

El punto bueno: Descubrió que efectivamente Logan sí leía algo más que periódicos... A veces, pero lo hacía.

Y el punto malo: Ahora se moría por saber de qué iba ese cuaderno, y puede que incluso eso le daría vueltas en plenos exámenes.

¡Rayos!