-Baking-
De todas las personas que alguna vez pudo imaginar un talento culinario, Logan fue quién más le sorprendió por poseerlo.
Lo esperaría de cualquiera menos él.
Cocinar requería de paciencia, delicadeza y eficacia, cosas que en concreto tendía a no relacionar a alguien como lo era el hombre detrás de la máscara de Wolverine. Sin embargo, tras descubrirlo y analizarlo un poco, tampoco era tan descabellado como su primer visión de éste le hizo creer.
Era alguien independiente, que caminó por el mundo de manera variada por largo tiempo. El poder ser auto suficiente en las cosas básicas del día a día son una necesidad, y por ende era normal imaginar que el mayor las manejara con cierta soltura. No, no era un afamado chef de Europa o similar, pero tampoco era un inútil que no hacía ni hielo.
Estaba en ese ideal plano gris que le permitía subsistir, y al que llegó a observar en reiteradas ocasiones cuando se lo encontró en la cocina de la mansión o preparándose algo a la luz de alguna fogata.
Por ello el impacto perjuicioso que tuvo poco a poco fue perdiendo fuerza, y podía actualmente tal vez ya no sorprenderse tanto como en el pasado.
Tal vez...
Y es que los años no lo hicieron menos impresionable a Scott, ni a Logan más predecible. La prueba de ello podría verse casi cada mañana, cuando al bajar rumbo a buscar su desayuno, se encontraba con el viejo inmortal sin perder el equilibrio tras voltear algunos panqueques o esperando con singular paciencia a unos muffins en el microondas.
Ciertamente, un escenario único en su clase, pero tan válido como cada pequeña sorpresa que se lleva con éste.
– ¿Inspirado con el estómago? -Saludó una de tantas veces, recibiendo una expresión dudosa.
– Flaco, despertaste. -Ya debería estar acostumbrado a la rutina madrugadora del aludido, pero al parecer no.- ¿Vas por el café?
Scott asintió, sin evitar notar que curiosamente esta mañana Logan volvía a prestar atención casi brutal frente al microondas, dejando claro que allí estaría el desayuno.
En verdad se le notaba muy concentrado en ello, casi tanto como para creer que había estado ignorando al mundo antes de que bajara.
¿Se habría dado cuenta de su presencia desde antes?
Quizás, a ese olfato resultaba difícil el ocultar algo, pero quien sabe.
No discutiría contra eso, y mejor se dedicaría a perderse en el aroma de lo que se estaba preparando y hacer algo de compañía al 'chef'.
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