Capítulo 23

—Necesito que vayan a Hogwarts. Potter esta buscando los horrocruxes, tienen que detenerlo —exclamó Voldemort desesperado.

Él a estado muy débil e histérico... esta peor que yo, y eso que yo soy la embarazada.

Draco y yo asentimos.

—Vayan, ya avisé a Snape —mencionó y nosotros desaparecimos.

Llegamos a Hogwarts, más específicamente a la sala comun de Slytherin.

—Shantal —exclamó Daphne mientras me abrazaba.

—No puedo creerlo —exclamó Pansy impresionada viendo mi vientre.

La única que lo sabía a parte de mis hermanos era Daphne.

—No perdiste el tiempo Draco —mencionó Theo impresionado.

—¿Cuantos meses tienes? —preguntó Pansy.

—Tengo seis meses —contesté sonriendo.

Blaise que venía entrando me vio y abrió la boca impresionado.

—Esto si que no me lo esperaba hermano —contestó golpeando  juguetonamente a Draco en la espalda.

—¿Sabes que será? —preguntó Dapnhe sonriendo.

—Lo queremos sorpresa —admití y ellas sonrieron.

—Reporte del clima, cayo un relampago, repito, cayó un relámpago —se escuchó en los parlantes.

Vi confundida a las chicas y ellas negaron sin saber que decirme.

—¡Todos a al gran comedor! —ordenaron.

Tomé la mano de Draco y él me vio con miedo.

La guerra daría su início.

Bajamos en orden al gran comedor, al llegar hicimos cuatro filas y Snape habló.

—Ustedes se preguntarán que hacen aquí. Se me ha informado que esta noche, más temprano vieron a Harry Potter en Hogsmeade — explicó —. Si cualquier profesor o estudiante sabe información sobre él, deberán decirme o si no su castigo será severo — dijo caminando de un lado a otro —. Muy bien si alguien aquí sabe algo de los movimientos de Potter lo invito que pase al frente, ahora —ordenó

Nadie habló, en eso Potter pasó al frente, sorprendiendo a todos.

—Aunque haya puesto requeribles conocimientos, parece que tiene problemas de seguridad, director —dijo Potter remarcando la palabra director con disgusto.

Abrieron las puertas de golpe, eran los aurores.

—Dígales como vio a Dumbledore morir ¡como uno de los estudiantes mató a Dumbledore y usted no hizo nada para impedirlo! —exclamó Potter enojado.

Snape levantó la varita, Mcgonagall se puso al frente de Potter y  empezaron un duelo.

Snape terminó escapando mientras Mcgonagall le gritaba que era un cobarde.

Todos aplaudieron felices, pero de un momento a otro se puso el ambiente se puso oscuro, la voz voldemort se metió en la cabeza de todos, hablando con voz firme y aterradora.

"Entrégenme a Potter y no serán lastimados, entréguenme a Potter y tendrán una recompensa, dijo la voz de Voldemort"

Entonces Pansy habló.

—Que esperan — dijo apuntando a Potter —. ¡Qué alguien lo atrape! —exclamó desesperada.

Todos se quedaron en silencio viendo a Potter, pero la chica Weasley y su grupo se puso frente a él.

—¡Hay estudiantes fuera de la cama! ¡estudiantes fuera de la cama! —gritó Filch entrando al comedor.

—Tienen permiso de estar fuera de la cama, grandísimo idiota —dijo molesta Mcgonagall.

—Oh, lo siento profesora —contestó Filch apenado.

—Aunque su presencia me servirá, Filch necesito que lleve a la señorita Parkinson y al resto de  Slytherin fuera de la sala —ordenó seria.

—¿Adónde exactamente profesora? —preguntó Filch confundido.

—Al calabazo —indicó y las otras casas aplaudieron felices.

Entonces Filch los llevó.

—¿Qué necesitas Potter? —preguntó Mcgonagall.

—Tiempo, necesito todo el tiempo requerible —contestó viéndome de reojo.

Draco y yo jalamos del brazo a Goyle y a Blaise.

—Vengan —ordené y fuimos corriendo.

—Hay que seguir a Potter —dijo Draco y lo seguimos.

En eso Pansy vino corriendo y les dijo algo, los tres la siguieron apuraron.

Iba ir detrás de ellos, pero vi a Potter correr por un pasillo, así que lo seguí, él corría adelante pero al oír pasos, dejo de correr y se volvió para verme.

—Necesito que me devuelvas el favor —dijo apurado.

—¿Qué quieres? —me crucé de brazos.

—Tu tataraabuela no me dijo exactamente en donde estaba la diadema ¿en donde puedo encontrarla?—preguntó viendo mi vietre.

—En la sala de menesteres —contesté indiferente.

—Vamos —tomó mi mano y corrimos hacia allá.

En el camino vimos a Granger y Weasley, corrieron junto a nosotros.

—¿Qué hace ella aquí? —preguntó Weasley indiferente.

—Nos ayudara a encontrar la peineta —respondió Potter.

Llegamos a la sala de menesteres.

Empecé a caminar buscando en cada rincón.

—Allí está —exclamó Granger.

Hice una mueca, corrí y la agarré poniéndola arriba de mi cabeza.

Los cuatro nos vimos.

—¿Shantal? —preguntaron a mis espaldas.

—¿Draco? —dije asustada y me volví.

Me encontré con Draco, Blaise y Goyle apuntando al trío de oro.

—Hay que matarlos, son enemigos, los cuatro —mencionó Goyle apuntándome con la varita.

Me tensé, coloqué mi mano en mi vientre en forma de protección y con la otra agarré con fuerza la varita.

—¡Tu le haces algo a Shantal o a mi hijo y juro que te mato con mis propias manos! —escupió furioso Draco.

Goyle hizo una mueca.

—Bueno, quedan tres ¡Ava... —exclamó hacia Granger pero yo fui mas rápida.

—Expelliarmus —dije y su varita cayó en mi mano.

Él me miro, tiré al piso con asco la varita y él rápidamente la agarró .

—Qué te pasa, es mi novia idiota! —exclamó enojado Weasley persiguiendo a Goyle.

—¿Shantal que haces? —preguntó Blaise confundido.

—No pregunten, sólo le debía un favor a Potter, esta diadema es de mi familia, es mi deber destruirla —dije y apunté la diadema de mi cabello.

—Bien ¿qué hay que hacer? —preguntó Draco rodando los ojos.

Yo le iba a responder, pero Weasley vino corriendo hacía nosotros.

—¡Corran, Goyle prendio fuego al lugar! —gritó Ron desesperado y jaló de la mano a Potter y Granger corriendo hacia la salida.

En eso vimos el fuego, nos vimos asustados y corrimos rápidamente.

Draco tomó mi mano y nos guió por un corredor.

Nos subimos a una pila de cosas cuando vimos que ya no teníamos salida, Goyle llegó donde estábamos nosotros.

—¿Eres idiota? cómo se te ocurre prender fuego el lugar si aún seguimos aquí —exclamé molesta.

Goyle me vio y se encogió de hombros.

Estabamos escalando las cosas, mis manos temblaban, no puedo más... el fuego nos alcanzaba.

—Draco —murmuré cansada.

—Todo esta bien, ya casi llegamos —dijo Draco preocupado.

Goyle cogió una silla, pero en un movimiento fallido esta cayó a igual que él.

—Goyle no —susurré conteniendo mi llanto.

Llegamos al borde y nos levantamos, el fuego nos rodeaba.

Draco me abrazó con fuerza.

—¿Qué haremos? —preguntó Blaise desesperado.

En eso vimos al trío de oro viniendo hacía nosotros en unas escobas.

Blaise se resbaló y los tres nos caímos, sosteniéndonos solo con nuestras manos, me quejé adolorida mientras veía el fuego.

Granger vino rápidamente hacia mi, tomé su mano y me monté en la escoba, atrás nuestro Potter llevaba a Draco y Weasley a Blaise.

Cuando llegamos a la puerta, Granger bajó despacio para no caernos y golpearme, los chicos se tiraron y rodaron por el piso.

Saque rápidamente la diadema de mi cabello, Granger agarró un colmillo de basilisco.

—Hazlo —exclamó Potter.

Granger agarró la peineta y yo le clavé el colmillo, una niebla negra salió de esta empujandonos, haciendo que cayera de espaldas, pero me levanté rápidamente hasta la peineta y tire a la sala, quemándose en las llamas, la puerta se cerró justo a tiempo

Otro Horrocrux menos.

Draco jaló mi mano y corrimos por los pasillos desapareciendo del trio de oro.

—¿Qué fue eso? —preguntó Blaise agitado.

—¿Alguno de nosotros sale herido? —preguntó Blaise desesperado.

—No, pero las visiones son inciertas —contesté negando.

En eso vi a Greyback matar a un chico de Hufflepuff, después de matarlo y tragar su sangre vino hacía nosotros.

Por Merlín.








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