-Señores hoy es el día. Hoy traerán a todos nuestros compañeros que han estado injustamente encerrados en Azkaban -dijo el señor tenebroso, todos se levantaron de su asiento.

-Shantal te necesito en la zona oeste -ordenó Belatrix y todos se retiraron, espere a que el último se fuera para poder hablar con Voldemort.

-Shantal ¿qué haces aún aquí? te necesitan -mencionó serio.

-Necesito hablar con usted señor -murmuré levantándome.

-Te escucho -respondió desinteresado.

-Necesito darle una noticia... estoy embarazada -dije nerviosa mientras bajaba la cabeza.

-¿Draco y tu serán padres? - preguntó, yo asentí -. Felicidades, tendremos un nuevo miembro de los mortifagos -sonrió cínico.

-Señor, sería todo un honor -dije y sonreí falsamente.

-Solo te daremos misiones si son sencillas, puedes irte a casa, mandaré a otro en esta misión -ordenó, hice una reverencia y me fui.

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Habían pasado dos meses, estábamos en una reunión de mortifagos, en eso llegó Snape.

Estaban discutiendo por Potter.

-¿Adonde llevarán al muchacho? -preguntó el señor oscuro.

-Lo trasladarán a una casa de protección, sería muy poco probable atacar allá -recomendó Snape.

-Señor, deme la oportunidad de matar al niño Potter -suplicó Bellatrix.

En eso escuchamos un grito de dolor.

-Colagusano ¿no te dije que mantenieras a los invitados callados? -mencionó Voldemort enojado.

-Si señor enseguida, lo lamento señor -dijo Colagusano, golpeando a la profesora.

-Sí, aunque me guste tu sed de sangre Bellatrix, yo soy el que debe matar al muchacho -dijo y Bella bajó la cabeza.

-Fui a visitar a Ollivander, me dijo que la varita de Potter y la mía son gemelas, que están unidos a un mismo nucleo... si tengo que matar a Potter no lo podré hacer con esta varita, podré herirlo pero no me dejara matarlo -dijo Voldemort levantándose de su asiento -. ¿Quién va tener el honor de darme su varita? -preguntó y se paró frente al señor Malfoy -. Lucuis ¿te gustaría? -dijo viéndolo.

-Mi señor... -dijo Lucius pero Voldemort lo interrumpio.

-Mi señor - lo arremedo con burla -. Necesito tu varita -ordenó firme.

Lucius se la entregó asustado, desde hace meses la familia Malfoy a estado en los ojos del señor tenebroso.

Él odia a Licius y también a Draco, dice que la deben mucho, a sido todo un infierno, aveces los maltrata sin ningún sentido.

Aveces siento que Voldemort no me mira con odio como a los demás, que me mira con anhelo, tal vez me lo imagino, solo estoy siendo paranóica.

-Hoy nos acompaña la profesora del colegio de magia y hechicería de Hogwarts que repartía ciencias muggles -empezó a decir Voldemort -. Ella dice que no somos tan diferentes a los muggles, que deberíamos procrear juntos -exclamó y todos rieron con burla.

-Severus, Severus ayudame por favor -suplicó muy débil la profesora.

Yo la vi con compación.

-Avada Kedavra -exclamó Voldemort y ella cayó a la mesa muerta -. Nagini, tu cena -dijo simple.

Nagini se acercó lentamente, mis ojos se cristalizaron, cuando Nagini abrió su hocico, cerré los ojos con fuerza y apoyé la cabeza en el hombro de Draco.

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Estaba con Draco en su casa, sentados en el jardín.

-Estoy cansada -me froté los ojos.

Realmente estaba agotada y no solo físicamente, también psicológicamente.

Estaba harta de todo y mi apariencia no me contradecía, cabello despeinado, cara demacrada y grandes ojeras, al igual que Draco, que se veía más pálido y tenía dos grandes ojeras adornando su cara.

-Tienes que tomarte un respiro cariño, todo va a estar bien -suspiró mientras me abrazaba de lado.

-Ambos sabemos que nada va estar bien -negué.

-Intenta creerlo, hazlo por el bebé -me vio y acarició mi vientre.

Vi el cielo y suspiré.

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Hoy era la boda de Fleur y Bill.

Y bueno, por ordenes del señor tenebroso tendríamos que atacar la boda.

Ya que era una mision muy importante, tendría que ir.

-El ministerio a caído, el ministro de magia a muerto... ya viene... ya viene -dijo una bola de fuego azul, en eso entramos nosotros.

Nos pusimos en posición y atacamos.

Cuando iba atacar a Potter, este se teletransporto con Granger y Weasley.

Gruñi molesta.

Fui a una esquina, iba a desaparecer, pero alguien tomó mi mano.

-Shantal ¡estas embarazada! - exclamó impresionada -. ¿Cuántos meses tienes? ¿es de Draco? -preguntó curiosa.

¿Qué no se daba cuenta que cualquier mortifago podía atacarla en cualquier momento?

-Tengo dos meses- admití, reaccioné rápidamente -. ¿Por qué diablos me hablas? ve a protegerte-murmuré empujándola.

Vi como todo estaba hecho un desastre, ya que mi único deber era atacar a Potter, iba a salir de ahí, pero un mortifago estaba apunto de atacar a Grabielle la hermana menor de Fleur Delacour, mi vieja amiga.

Era solo una niña, pensé en como podrían atacar a mi bebé.

Me posicione al frente de la niña mientras atacaba al mortifago con un expulso.

La tomé de la mano rápidamente mientras veía como Fleur y Bill estaban rodeados por unos mortifagos.

Los ayudé a acabarlos y le di a Grabielle, Bill me vio intrigado mientrad Fleur me abrazó con fuerza.

Sonreí cortamente mientras me teletransportaba. La verdad no era tan mala a como todos me veían.

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-Shantal Slytherin, Colio, Fydel y Sevan, necesito que vayan al expreso a ver si Potter se encuentra ahí... si está, tráiganmelo -dijo firme Voldemort.

Fuimos en nuestra forma mortifaga a la estación, cuando llegamos, Sevan paró el tren y nosotros nos subimos.

Fuimos pasando por los vagones hasta llegar a los de Gryffindor, ahí pasamos uno por uno.

Todos me venían entre asustados e impresionados.

-Mi padre se enterara de esto -dijo Mclaggen.

Recordé a Draco y sonreí burlona.

-Oigan tontos, él no esta aquí -mencionó Longbotton levantándose.

-Vámonos -gruñó Colio y desaparecieron.

-¿Qué haces aquí Slytherin? ¿nos matarás, monstruo? -preguntó Brown irónica, sonreí y la lancé contra el piso con un hechizo.

-¿A ti? ganas no me faltan -dije pateándole el estómago

Fui caminando hasta los vagones de Ravenclaw.

-Toma, con esto nos comunicaremos -mencioné a Roshell que estaba sentada con sus dos amigas, le di una pulsera.

-Esta bien, cuídate y escríbeme -dijo sonriendo.

Asentí y desaparecí.

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Estaba en mi habitación leyendo un libro muggle sobre maternidad.

Tocaron la puerta y Sabik apareció en mi campo de vista.

-Pensé que estabas en Francia con Selene -dije viéndolo indiferente.

Ambos se habían ido a Francia con nuestra tía, ya que no querían ser parte de esto.

Sabik a estado ignorándome desde que le dije que estaba embarazada, ellos se fueron y él ni siquiera se despidió de mi.

-Lo estaba, pero me di cuenta de lo estúpido que fui para darte la espalda. Eres mi hermanita y te tenía que apoyar, no enojarme, lo siento tanto Shantal -mencionó abrazándome.

Yo le correspondí el abrazó, era mi hermano, no podía estar molesta con él.

-Bien, estas perdonado hermano mayor -dije con una sonrisa de lado.

Él sonrió y vio mi estómago.

-Así que sere tío - dijo acariciando mi vientre -. Espero que sea niño -comentó divertido.

-Selene y Roshell piensan lo opuesto -dije sonriendo.

-Ni lo creas, será niño -afirmó con un brillo de emción en sus ojos.

Seguimos charlando hasta que se tuvo que ir.

-Te vere pronto, te quiero -dijo y besó mi vientre.

Sonrió y desapareció yo suspiré cansada mientras me sentaba en mi cama.

Todo este tema me esta carcomiendo la cabeza, no quiero seguir siendo mortifaga, no quiero que el bebé sea parte de esto.

¿Qué sería un mundo con Voldemort como gobernador? ¿quiero eso para mi futuro?

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