Este episodio originalmente lo había terminado el 28 de diciembre de 2021. Siendo este el último del año. No se preocupen. Todavía vendrán más episodios guardados esperando cada semana. Espero que les guste.

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Habían pasado semanas. Al ahorrar y gastar muchas gemas, así como restaurar y amueblar, al fin su barco sería una nueva casa. Pero... ¿Qué será de estos dos compañeros de casa después de esto?

—¿Piensas que una cama muy grande está bien ahí?— el chico peliazúl preguntó cconfundido. —Digo... Sabes que yo siempre duermo afuera. Aun que si lo quisieras para ti sola, lo entendería muy bien.

—Escucha, niño. Dormirás conmigo de ahora en adelante. Y no lo digo por mala onda. Me preocupa que duermas afuera como un perro enfermo depresivo con ganas de amanecer muerto.

—Perdón, queri... digo Rotty. ¿No podemos arreglarlo de una forma pacífica?— preguntó nervioso. —Es solo que si duermo contigo, pensarías que te pateo, ronco frente a tu oído o hago alguna cosa indebida hasta que llegaras al punto de arrancarme el cerebro y comértelo.

Por mucho que el peliazúl insistía en dormir afuera para evitar perder su cerebro de forma literal, la respuesta de la chica zombi siempre consistía en una sencilla con dos letras formando la palabra “NO”. Al seguir insistiendo, Bolo sería golpeado por Rottytops para calmarlo.

—Te acabo de decir no. ¿Cuantas veces te lo debo repetir para que entiendas? Sabes que hay que hacer cosas por nuestros propios bienes...

—Dirás por ti por haberlo preguntado en un principio.

—¡Pero si tú también lo aceptaste, idiota! Ahora no pongas tus panchos ni mucho menos me salgas mariconeando por que no tienes casa. Estás en una y ya dije.

Con esas palabras salidas de la boca, Rotty finalmente dejaría callado a Bolo causando que este último se quedara sin decir nada. Para así sentarse en el comedor y quedarse sin decir nada. Pasaban horas, Bolo estaría dormido en la mesa. Por lo que Rotty no dudaría en llevarlo a la cama para abrazarlo un momento. A lo que Bolo dormido también haría lo mismo. Otra hora después, Bolo despertaría dándose cuenta de no haberle hecho daño ni de un solo rasguño. Entonces fue que le daría otro abrazo. Pero esta vez un poco más cariñoso.

—¿Por qué demonios hago esto?— el chico peliazúl pensaba pero con una combinación de tranquilidad y nerviosismo. —A medida que nos peleamos, siempre nos acercamos. ¿Será que así me tratará el destino? ¿No será que Rotty está...? No me lo creo... Luego averiguo por qué.

Otras horas pero con unos minutos después del descanso, Rotty se daría un baño y se quedaría en estado de tranquilidad. Luego se pondría un vestido corto negro elegante, unas zapatillas negras y de paso un labial de color rojo. Dejando a Bolo con brillos en los ojos y una sonrisa inesperada.

—¡Te ves ardie...!— Bolo decía con un tono emocionado pero tratando de contenerse para evitar que su cerebro fuera comido por la chica zombi. —Quiero decir, te ves elegante. Más con esas zapatillas. No sé cómo te mantienes tan así de bellísima.

La chica zombi se sonrojaría pero a la vez se sentiría emocionada por lo dicho. Pero el chico peliazúl creería que ella se pondría en estado de odio...

—¡Discúlpame, Rotty! ¡No ha sido mi intención!— dijo el peliazúl con nerviosidad.

—No te preocupes.— dijo la chica zombi soltando unas ligeras risas. —Igual me da risa cómo te contienes...

Tras esto, Bolo se asearía y se pondría un traje fino, una gabardina negra y botas cafés. A su vez se peinaría de lado.

—Te ves guapo, Bolo.— Rotty dijo con una hermosa sonrisa. —Conozco un lugar dónde comer tranquilamente...

Schnareff's Swamplands. Un buffet tranquilo ubicado entre en una parte de las afueras de Mermaid Falls y unos pantanos desconocidos. Donde se sirven desde pescado y carne de todo tipo hasta insectos como grillos, langostas, hormigas y algunos más... A pesar de que algunas partes del lugar cuentan con paredes llenas de raíces de varias plantas, el mantenimiento en la comida era aceptable para cualquiera.

—Este lugar lo conozco todo este tiempo.— La chica zombi expresó con mucha emoción. —Algunas veces suelo comer aquí. Especialmente cuando hay cerebros de peces bien tratados, osos y cocodrilos en cada ciertos meses.

—¿Ciertos meses? Creía que hacían esto diariamente como otros.

—Hay que dejar que se reproduzcan aun que sean en masa. Aun que eso implique una sobrepoblación, al menos no implica una extinción en la vida animal si se trata de una especie inusual. Si muchos quieren sobrevivir comiendo carne, hay que dejar que se sobrepueble la carne. En caso de quedar una cantidad promedio o muy poco, dejamos que se reproduzcan en masa de nuevo. Así me como cerebros de animales a gusto.

—... Ok... Bien. ¿Qué vas a querer ordenar? Yo picho.

—Eres muy amable. Pero a la vez estás bien mensito. Este es un buffet. Ahí simplemente pagas dependiendo de cuantas personas van. Después te sirves lo que se te cante la regalada gana. Así va la cosa.

Minutos después en una mesa tras terminar de servir, Bolo y Rotty comerían tranquilamente a la vez que tendrían una conversación.

—Oye, zombi.— Bolo comenzaría la conversación. —Perdona la pregunta pero... ¿Cómo pensarías describirte?

—No sabría pero en simples palabras diría veloz, agilidosa y algo enérgica. Dime tú.

—Quizá alguien tonto estúpido sin cerebro o alguna clase de idiota.

—Pero al menos haces reír en momentos como este.— dijo feliz y tranquila.

—Nunca te noté así pero... Debo admitir que me agrada tu simpatía. Esa sonrisa encantadora que me sentaría bien proteger...

Tras terminar de comer al quedar satisfechos, nuestros protagonistas de esta historia irían de paseo caminando en un rio desconocido ubicado después de la abandonada fábrica de sirenas falsas de Mermaid Falls.

—Al escuchar cómo corren los ríos, se siente esa cálida tranquilidad. Incluso me encanta cómo la luna refleja esa agua.

—¿Verdad que sí, Rotty? Lo mismo diría por esa notoria grupada de peces corriendo.

Al ver esa bellísima vista, Bolo y Rottytops se darían de la mano. Para posteriormente recostarse juntos a ver el cielo con muchas estrellas brillando. Así como estrellas fugaces.

—¡Una estrella fugaz!— la chica zombi dijo emocionada. —¡Pide un deseo!

—Desearía poder proteger esa sonrisa. Así como hacer una mejor vida con ella cuando crezcamos.— el chico peliazúl pensó.

—¿Ya pediste tu deseo, azulito?

—Sí. Con todo gusto.— respondió con entusiasmo. —Pero es una sorpresa. Dime tú ¿También es una sorpresa?

—Más que es una sorpresa. Preferiré que lo descubras cuando seamos grandes.

—... Ya veo...

Después, Rotty medio dormida se quedaría abrazando a Bolo. Entonces fue que este también la abrazaría con un gran cariño.

—Se siente lisa y suave.— el chico peliazúl pensó al momento de acariciarle de la cabeza a la parte de arriba de la espalda. —Se siente mejor de lo que creía. Me sorprende que huela mejor. Aún con la piel muerta. Me pregunto cómo es que mueve su cabeza y resto de su cuerpo aún decapitados. Supongo que su alma le ayuda a sobrevivir. Por ello sospecho que se siente mas viva en esta forma.

Al final de la salida, Bolo llevaría cargando a Rottytops dormida a casa. Al acostarla y cobijarla, Bolo iría a la cubierta a quedarse pensando un momento.

—Nunca me había enamorado de ella verdaderamente pero ¿por qué últimamente y ahora sí? ¿Será acaso que nos volvemos cada vez más cercanos? Ni la menor idea.

Tras un momento de reflexión, Bolo volvería adentro. Pero esta vez para acostarse tranquilamente en la cama con Rottytops.