Antes de leer este capítulo, quiero mandar saludazos a un pana llamado PALADINGHOST. Lamento no haber estado activo a causa de asuntos familiares. También por proyectos internos como VTuber.

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Al aterrizar el barco al puerto de la calle principal, muchos se ponían aterrorizados al pensar que sería otro ataque de Risky Boots. Pero finalmente eran Bolo y Rottytops. Entonces los aterrorizados se dieron cuenta de haberse preparado en vano.

—¡Conchas! Debimos haberlos asustado a causa de este barco.— expresó el peliazúl. —¡Oigan! ¡Solo vean esa nave que nos robamos de la chica pirata!

—Déjalos.— la chica zombi dijo. —Si a nadie le importa, es obvio que fuimos opacados por Shantae y Sky.

—¿Acaso tú no? A ti también te celebraban.

—Sí pero al ausentarme en ciertas misiones, decidieron olvidarse de mí.

—¡Tremenenda pena! Bienvenida a mi mundo. Ojalá hubiera traido mi guitarra acústica pero lo dejé en el techo del criadero de Sky. Solo espero que no se lo robe por que me costó un fortunón.

—Nunca me dijiste que supieras tocar una guitarra.

—Solo tonadas fáciles y algunos acordes.

Luego de una larga revisión, Bolo se desharía de los explosivos que Risky iba a volar. Pero el alcalde Scuttlebutt llegaría.

—¡Alcalde!— el peliazúl dijo al verlo. —Antes de que me diga algo, puedo ofrecerle esos explosivos. Solo puede decirles a sus hombres que quiten la pólvora y tal vez crearían fuegos artificiales para un festival.

—No lo diría por eso. Estábamos pensando en ponerte una orden de alojamien... digo alejamiento en Scuttle Town. Incluso te alejarás de las heroínas Shantae y Sky. De lo contrario, si pones un pie, nos veremos obligados a expulsarte a la fuerza.

—¿¡Quién se cree para cometer estas atrocidades turbias!?— la chica zombi interviene. —Se suponía que nunca hacían eso. ¿Qué les hizo pensar tal cosa?

—Para comenzar, este chico recibió denuncias por parte de las chicas del baño.

—¿Y ahora lo dice?— expresó el peliazúl. —Pasaron meses de mi ausencia. ¿No tiene alguno otro en específico?

—Veamos: Violación de propiedades, daños en propiedades y por último, disturbios en ciertas propiedades. Siempre le gusta decir a cada chica hermosa “¡Sé mi novia!”. Y eso me tiene hasta el gorro. Así que necesitaremos que firme y le daremos una semana para largarse de esta isla.

—¿¡Es una broma!?— a la chica zombi no le agradó escucharlo. —Para empezar, a usted deberían acusarlo de abuso de poder. Ahora parece un dictador.

—Déjalo, Rotty.— dijo el peliazúl tranquilamente. —¿No podemos arreglar esto de una manera pacífica, alcalde? Digo, yo y esta chica verde somos héroes. Y llevamos mucho tiempo al lado de ellas salvándoles el trasero. Entonces no sé cómo usted puede no ponernos atención por ser un alcalde tan idiota.

—¡Cierto! Soy un idiota...— el alcalde se sintió ofendido. —¡Y ustedes unos rebeldazos sin padres!—

—¡Uy! Pues adivina. Al menos tengo hermanos... ¿Y tú qué dices, pelo de arándanos...?

Escuchando tal cosa, Bolo decidió ir fríamente adentro del barco sin decir una palabra. Dando a entender que se pondría ofendido.

—¿Bolo?...— La chica zombi no comprendía bien qué le pasaba. —¿Y ahora qué pasó...?

—Bueno, me voy. Tienen una semana o desmantelamos el barco.

Y enconces, Rottytops al entrar a la cubierta miró a Bolo con una cara fría.

—Oye, bolito.— la chica zombi le habló. —¿Por qué te pusiste así? ¿Te ofendiste?

Pero el peliazúl se dispuso a ignorarla. Esto por que recordaba su pasado. Su peor infancia por cuál tuvo que pasar. Durante eso, la chica zombi se dispuso a acostar su cabeza en el hombro de aquél chico. Esto hizo que el chico peliazúl rompiera un mínimo silencio.

—Rotty... ¿Cómo te sentirías al recordar la falta de presencia paternal desde niña?

—No sabría. Supongo que algo como tristeza... Pero ya lo superé gracias a mis hermanos. ¿O acaso no tienes?

—Por desgracia no. Si mi abuela estuviera aquí, habría agradecido estar aquí. Incluso me habría dado consejos buenos. Pero desafortunadamente dejó este mundo a causas naturales.

—Es triste que seas el único en tu familia. Y como Risky siempre pierde todo, incluyendo sus batallas con Shantae, ¿tratas de consolarla o algo? Hablando de ella...

—¿Qué pasa?

—¿Por qué fue que hubieron veces donde querías declarártele? ¿Qué te gusta de ella? ¿Cómo fue que te enamoraste?

—... No sabría recordarlo bien. Solo puedo decir que tiene un lindo cuerpo...

—Pero que tenga buen cuerpo no quiere decir que sea buena tipa. Esa ramera solo quiere ver arder todo ese pueblo. Incluso le encanta masacrar. Y tú sabes que quiere hasta matar a Shantae. Nuestra amiga.

—A quien consideran heroína en mi lugar en Sequin Land. Así como actualmente tiene Sky ese puesto junto con ella. Incluso tú. Tampoco te niegan como heroína aún siendo un zombi. ¿Y qué tengo yo? ¡Nada! Solo recibo abucheos, repudios y amenazas de muerte. Hasta recibo odio de esas chicas aún cuando las salvo.

—A causa del acoso. Una cosa es que quieras conocerla a alguna. Pero estar viéndola tan seguido desde cualquier ángulo ya se considera depravación. Y eso es un delito que evoluciona con el tiempo hasta volverse una locura incurable. Te enamoras pero te la pasas así. ¿Quieres un ejemplo principal? La chica de los baños públicos. Y por lo que veo, tarde o temprano temprano acabarías enloqueciendo. O peor. Meterte con ella hasta que te arresten o te den pena e muerte. Deja esas chicas a un lado. Pueden tener novio. Y alguno de ellos podría golpearte hasta llegar al punto de matarte. Y lo mismo te diré de Risky y esas chicas enemigas. Ellas solo prefieren verte desangrar hasta morir. ¡Piensa, Bolo! No digo que sea malo pero esto sale de control. Ten un límite. Y hazte saber lo de Risky y las demás...

Y entonces, Rottytops iría entrando a la cabina para buscar dónde echarse una siesta. Dejando a Bolo pensando y recordando cómo se sentían aquellas chicas en cada baño público. A primera vista le parecía divertido sentir satisfacción al ver cuerpos de aquellas empleadas en toalla o semidesnudas. Pero al pensar, comenzó a recordar de nuevo y comprender que ellas no estaban emocionadas. Sino que se notaban irritadas y disgustadas. Entonces el chico peliazúl comenzaría a arrepentirse de aquellos actos que llegarían hasta unos centímetros del límite... Pasarían unas horas. El sol estaba a punto de meterse. El chico peliazúl levantaría el ancla y conduciría el barco hasta las orillas de una playa. Ubicada en las casi afueras de Scuttle Town. Tras horas de reflexión, Bolo iría a comprar suministros y una porción de cerebros para la chica zombi. Hecho esto, al entrar al barco, se encontraría a Rotty dormida. Entonces fue que Bolo decidió cobijarla con una manta blanca, darle un ligero abrazo y un pequeño beso en la mejilla. Esto último haciéndole tener un sentimiento que no había tenido poco antes y mucho después de su rehabilitación. ¿Será que ahora sí está realmente enamorado de ella?

—Viéndola de cerca tiene una piel lisa y suave. Pero no debo acercármele mucho o me arrancará el cerebro para comérselo...— El chico peliazúl pensó al verla dormida.

Tras esto pasarían unos minutos. Bolo terminaría cocinando. El olor a cerebro cocido despertaría a la chica zombi de manera contenta. Esta finalmente vería al chico peliazúl con una mentalidad muy estable.

—La muerta viviente finalmente despertó de su tumba.— habló tranquilamente.

—Qué gracioso.— la chica zombi dijo sarcásticamente.

—Perdona lo de hace rato. Realmente solía enamorarme de cualquier chica a mi alrededor. Excepto de Shantae o Sky. Pero ya entendí. No debo acercármeles muy seguido o me creerían un acosador criminal...

—Y...

—No debo acercarme a una enemiga o terminará matándome.

—¿Ni mucho menos a quién...?

—... Ni mucho menos a Risky.

—Parece que sí te rehabilitaste después de todo. Está bien... Todos merecen tener una oportunidad después de la ausencia. Así que sé responsable o te arranco todo el cerebro y me lo como. Y de paso te arranco la nariz y te la meto en el...

—Mejor calmémonos y cenemos. No quieras que se queme el cerebro que acabo de cocinar.

En la cena...

—Interesante esa variedad de sabores cerebrales.— la chica zombi lo sentía al comerse tal platillo. —Hacen que mi boca estalle de la emoción...

—Es sorprendente ver una chica zombi tan tranquila tras apreciar mi platillo. Y a la vez se ve tan linda. Tan especial con esa sonrisa. ¿Pero en qué demonios estoy pensando? Es una chica muy linda. Pero no sé qué sentir. Debo pensar en algo para no hacerle sentir que está con un acosador.

El chico peliazúl pensaba mientras se la quedaba mirando tranquilamente. ¿Por qué motivo? ¿Sería acaso por enamoramiento real? ¿Podría ser algo mejor o peor que eso? Tras terminar la cena, los dos ya estaban listos para dormir. Pero...

—¡Qué forro!— El peliazúl bostezó. —¿Dónde dormirás, chica zombi?

—Hay dos mantas grandes y dos almohadas. Durmamos ahí.

—Iré a la cabina. Tú duérmete a gusto. Así no te haré sentir que estés con un acosador o con un...

—No estoy preguntando. Duerme conmigo. O de lo contrario mueres de hipotermia tras una noche solo.

—... Ya que insistes...

—Solo recuerda no hacerme daño durante esta noche. Tampoco trates de quitarme la ropa o esta vez me como hasta tus manos.

Dicho esto ambos estarían dormidos de lado. Los minutos pasaban. Sin embargo, Bolo parecía disfrutar cobijarse con aquella manta blanca. Aun que durante el sueño, Rotty comenzaba abrazándose a Bolo. Sin embargo, este se alejaba para no “maltratarla”. Luego de un pequeño rato, Bolo iría a la cubierta. Esto para dormir a gusto a pesar de aquél frío clima que cernía afuera.