capítulo 4.

"MI SECRETO, NUESTRO SECRETO"

La vista de JiMin permanecía completamente nublada, no era capaz de observar dónde se encontraba. El dolor se hizo tan insoportable que perdió la consciencia y el lobo tomó el control, a pesar de esto su agonía aún no terminaba, necesitaba encontrarlo, descubrir en qué lugar del mundo podía ubicar a esa persona que estaba destinada a estar a su lado. Él solo quería amor, pero lo único que había obtenido era dolor.

Sentía culpa por hacerle esto a TaeHyung, el omega solo quería ayudarlo, no obstante él se negaba a dañar a la primera persona que en silencio había aprendido a entenderlo. Deseaba con todas sus fuerzas que aquel chico que dormía en su cama fuera la persona que su lobo buscaba.

Tienes que darme el control.

No, debo encontrarlo.

Ya está con nosotros, no hay nadie a quién buscar.

Una guerra por el control se encontraba en su interior, quería volver a su forma humana, pero el lobo dentro de él quería otra cosa. Cuando conocieron a TaeHyung ambos se sintieron satisfechos y en armonía con el omega, pero ahora el lobo seguía insistiendo en que allí afuera se encontraba alguien destinado a ellos.

—JiMin —Detrás de unos árboles venía TaeHyung acompañado de sus hombres y JeongIn. El chico solo traía puesto el delgado pijama con el que se había acostado hace unas horas, ni siquiera llevaba zapatos.

Como aún no amanecía era difícil visualizar la figura del lobo, TaeHyung se acercó con cuidado cuando un rugido enorme se alzó a su alrededor. Frente a él un enorme lobo negro apareció en escena, su cabeza era del tamaño de un automóvil, su pelaje iba en tonos negros y grises, unos rasgados ojos rojos adornaban la imagen. Parecía sacado de un libro de terror, sus filosos dientes intimidaron al omega que a pesar de su entrenamiento, estaba seguro que sería presa fácil para una bestia así. Era demasiado grande, demasiado imponente, era JiMin, el callado alfa que le había propuesto irse al primer segundo que piso esta casa. Ahora entendía el porqué trataba de alejarlo.

El lobo comenzó a oler a las personas a su alrededor fijando sus ojos en él cuando este intentó acercarse de más. TaeHyung se preguntó qué tan suave sería su pelaje, si podría correr tan rápido como lo señalaban los libros, si sus ojos verían a través de la noche, quería tocarlo de manera desesperada y en este momento noto que no era él, su omega había salido al exterior en busca de aquel alfa que lloraba en silencio, buscando protegerlo y cuidarlo entre sus brazos. Porque aunque lo intentara, estaba en su naturaleza este instinto protector.

—Lo lamento, alfa. Sé que no es a mí a quien buscas. Sé que duele la soledad, pero estoy aquí para ti y seguiré aquí hasta que decidas que no soy suficiente. Sé que el amor no entiende lógica ni razones, el instinto te dice que hay algo más allá afuera para ti, pero justo ahora yo estoy aquí dispuesto a todo por ti.

Aléjate de aquí, omega.

—Prometo acompañarte hasta que mis días se extingan, protegeré tu corazón y alma del dolor, puedo ser quién tu desees, y juro que si en algún momento esa persona destinada aparece, desapareceré de sus vidas, me atendré al destino, pero ahora que no hay nadie más, devuélveme a JiMin.

Tenemos que encontrarlo, nos necesita.

Él es todo lo que necesito.

TaeHyung es una parte.

El lobo triste se acercó a TaeHyung buscado reconfortarse con ese familiar aroma que desprende el omega, se entristece de saber que ese chico frente a él es solo una pieza del rompecabezas que desea reconstruir, pero aún falta algo de lo que JiMin no es consciente. El lobo está dolido y confundido, aún hay algo allá afuera que lo está llamando, que debe proteger una parte del que le fue arrebatado. Así que decide aceptar para tranquilizar a todos, pero no se rinde a su búsqueda.

Nuevamente con cuidado el chico camina en su dirección, alza su mano cuando esta lo suficientemente cerca y hunde sus dedos en el pelaje del lobo, es más suave de lo que imaginó. El lobo levanta la mirada y nota los destellos dorados en los ojos de TaeHyung, ni siquiera es él, su omega ha tomado el control buscando calmar al alfa. La parte irracional de JiMin observa con cuidado los orbes del omega tan profundos y en calma que logran tranquilizar ese deseo inhumano de emprender camino.

El lobo se aleja un poco dejando que el cambio suceda y JiMin retorne a su cuerpo, el sonido de huesos crujiendo es todo lo que se oye esa madrugada y con el sol haciendo su entrada el azabache regresa a su forma humana, sus ojos cambiaron a un color natural y TaeHyung se permite abrazar su dolor y darle la bienvenida. Con ayuda del alfa menor cubren la desnudez del azabache,  emprendiendo camino hacía la mansión.

El omega se queda atrás intentando calmar a su corazón y sus pensamientos. Sus ojos siguen destellando en dorado. No sabe qué demonios acaba de pasar y está seguro de que ha cometido un error, porque este es un trabajo, no una maldita novela. Debe proteger a ese hombre con su vida y no dejarlo jamás, a menos que rompa el contrato, lo que terminaría con su vida.

El celo del alfa terminó a mediodía, TaeHyung lo supo gracias a una de las empleadas que se encargó de llevarle el almuerzo a su habitación. Después de la búsqueda de JiMin, el omega intentó ir en busca del alfa y ayudarlo en las horas próximas, pero este se negó enviando a YeonJun, su guardaespaldas y jefe de seguridad de la mansión, para avisarle que no se acercara en las próximas horas a su habitación.

Tal vez se entrometió demasiado, su cabeza daba vueltas en búsqueda de soluciones para que después de esto el azabache no colocara distancia, eso imposibilitaría sus cuidados.

Decidió tomar un baño para calmarse, a pesar de llevar poco tiempo en este trabajo demasiadas cosas han pasado. Aún debe establecerse definitivamente en la sociedad de la mafia y hacer frente a su nuevo título. Deberá pasar el resto de sus días al lado de un hombre que busca a alguien más, cuidando su sombra y deteniendo cualquier ataque, colocando su propia vida en juego para mantener estabilidad en una organización que desestabilizó su propia vida. No cree que haya algo más para él en un mundo como este, durante años le han arrebatado una y otra vez todo lo que a conseguido.

La venganza podría ser un punto interesante que tratar ahora que está dentro de la mansión, podría acabar con todos en una sola noche y nadie se lo vería venir. No obstante su corazón le aseguraba que convertir a la mafia en un puño de sangre y dolor no le devolvería nada de lo que perdió, su inocencia y vitalidad, su calma y amor, nada volvería, ni siquiera esa pequeña criatura de la que tenía recuerdos borrosos podría regresar a él.

Así que se conformará con mantener a su familia a salvo. Eso es lo único que importa, luego de eso esperaría con gusto su final y descansaría hasta que el destino quisiera lo contrario.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la puerta de su habitación fue abierta con lentitud.

—¿Omega? —El dueño de aquel dulce susurro camino hasta adentrarse en el cuarto, observó la cama revuelta y la ropa que descansaba en el suelo.

—Aquí —La respuesta brotó desde el cuarto de baño, JiMin se detuvo a pensar si era apropiado entrar, pero sus pies no esperaron. Entro con cuidado observando la imagen frente a él. TaeHyung estaba sumergido en la bañera, su cabeza estaba apoyada en su brazo que descansaba sobre una de las esquinas de la tina.

—Lo lamento, esperaré afuera —TaeHyung ni siquiera levantó su cabeza, en cambio cerró sus ojos y pidió—. Acércate, alfa, debemos hablar —JiMin ni siquiera reclamó, solo siguió avanzando hasta que alcanzó su objetivo. Quitó su chaqueta y se sentó en el frío suelo, en su interior surgió nuevamente la necesidad de retirar aquellos húmedos cabellos que tapaban el tranquilo rostro de su omega, y le aterrada tener tanta seguridad de aquello. Pero nada podía hacer al respecto, era él, lo había encontrado y algo se calmó dentro suyo, lo supo porque su celo no había sido tan terrible como los anteriores y al mismo tiempo sabía al igual que su lobo que faltaba algo, pero no tenía idea de lo qué era y no quería seguir una búsqueda que tal vez no los llevaría a nada. Se conformaría con ese suave y misterioso chico que había llegado a su vida de improviso.

—No quiero molestarte —Susurro despacio, tenía a un hermoso chico desnudo dentro de una bañera repleta de espuma, su aroma inundaba la habitación, le costaba descifrar lo que era, dulce y refrescante. Podría morir allí y no le molestaría, sentía calma.

—Pensé que a un alfa como tú no le molestaría la desnudez de un omega. Pero pareces incómodo.

—¿Un alfa como yo? ¿Y eso que significa? Que pertenezca a la mafia y sea un alfa no significa que me follo a cada omega que se me cruza. Se que llevamos poco tiempo conviviendo, pero pensé que tenías una buena imagen de mí —El azabache seguía hablando despacio, sin malas intenciones detrás de sus palabras, quería conocer los pensamientos de aquel omega.

—No me refería a eso, JiMin.

—¿Entonces a que? Acabas de convivir con uno de mis celos y aún así piensas que tengo una amplia gama de conquistas y que mi vida sexual daría para escribir un libro —Su voz sonó triste, se había vuelto bastante lejano con el amor, no se atrevía a acercarse de manera voluntaria a algún omega.

—Eres muy apuesto y eso en definitiva hace que seas codiciado. Pensé que ya tendrías pareja y me sorprendió la propuesta de tu padre.

—A mi también, no pensé que llegaría con alguien como tú.

—Mmm... No sé como tomarme eso, alfa —TaeHyung se acercó a JiMin, como el alfa estaba apoyado a la bañera su espalda quedó cerca del chico, así que de manera natural apoyó su cabeza entre su hombro y cuello, justo a la altura del lugar donde desprendían los alfas su característico aroma. El café y chocolate estaban mezclados con un olor fuerte y picante natural en el celo, aun así se permitió calmarse, después que su omega había tomado el control se sentía necesitado de afecto y apoyo.

—Fue un cumplido, eres muy inteligente y gentil, TaeHyung. De verdad me alegro de que estés aquí y lamento que mis acciones o palabras hayan podido lastimarte —El alfa trató de calmar su respiración, estaban tan cerca. Y en su mente aún bailaban imágenes del beso pasado.

—Te lo agradezco. ¿Estás bien? ¿Aún sientes dolor? —Las palabras fueron dirigidas con genuina preocupación, seguía sorprendido por el extraño y doloroso comportamiento de JiMin durante su celo, sentía lástima por él y culpa por este sentimiento, porque habían personas en peores circunstancias y él solo quería saber cómo estaba aquel hombre que se dejaba delatar por su aroma.

—¿Puedo besarte? —La interrogante rompió el cómodo silencio dentro del baño. TaeHyung ni siquiera se inmutó, no movió un músculo, seguía escondido entre el cuello de JiMin respirando calmadamente. Por otro lado el alfa quería salir corriendo de aquel lugar, ni siquiera lo pensó aunque últimamente parecía haber perdido la capacidad de hacerlo cuando se encontraba frente a el omega. No quería obligarlo a nada, no tenía intención de incomodar, a pesar de esto moría por tenerlo aún más cerca, fundirse en aquella suave piel y morir ahogado en su aroma.

—JiMin… —Y solo eso basto para que perdiera la calma, y es que moría un poco más cada vez que el chico pronunciaba su nombre, para algunos era una necesidad que se dirigieran a ellos con el término alfa, pero para el azabache, que su nombre fuera pronunciado de manera perfecta por aquel hombre había sido su perdición.

—Perdóname, no sé qué sucede conmigo, podría justificarme con el celo, pero no es así… yo de verdad lo lamento, no me hagas caso. ¿Debíamos hablar? Si eso era, hay que hablar, ¿De que deseas hablar? —Las palabras salían de manera atropellada de su boca y TaeHyung no tenía que pensarlo mucho, había encontrado tranquilidad en los labios del azabache hace poco días. Y era su omega, por contrato o por destino, lo era y aunque no quisiera ese hombre podría hacer con él lo que quisiera, aún así le había preguntado, dispuesto a tomar su opinión, dispuesto a obtener un no como respuesta. Un vago recuerdo llegó a su memoria.

—JiMin, bésame —El alfa giró despacio en su lugar para encontrarse a centímetros de la boca ajena. Con calma colocó su mano a un costado del rostro de TaeHyung y dejó amorosos toques por su mejilla. Su pulgar llegó hasta su labio inferior y entreabrió su boca acercándose hasta que su dulce aliento golpeo en su propia boca. Y entonces paso, sus bocas hicieron contacto, movían sus labios en una danza infinita perfecta, probando aquello que más deseaban, y se volvió desenfrenada cuando JiMin mordió el labio inferior del omega pidiendo permiso. La boca de TaeHyung se abrió y sus lenguas colisionaron, tomando todo de sí. Tae se elevó un poco en la bañera tratando de estar más cerca, ni siquiera el agua cayendo sobre sus ropas del alfa los detuvo.

El omega se sujeto de la camisa del azabache y JiMin lo acercó más, cuando su mano fue a parar en la espalda desnuda del omega logró separar su boca y darse cuenta de la situación, su omega estaba completamente desnudo y su pecho húmedo se pegaba a su torso.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top