capítulo 25.
"HARÉ QUE APRENDA A NO TOCAR LO QUE ME PERTENECE"
⠀
—¿De qué estás hablando? ¿Conoces a JiMin? —Los movimientos de Huening se detuvieron y en cambio aparecieron las lágrimas—. Omega...
—Ella nos oirá… —Contestó asustado bajo su cuerpo. A YeonJun no le gustaba que las personas lloraran, pero jamás imaginó que le dolería tanto ver a su pequeño hacerlo.
—Necesito que me expliques bien que está pasando, omega —Huening negó llevando sus manos a su rostro en un intento de tapar el llanto. El alfa terminó descifrando un poco la situación, conocía lo suficiente a Kim Jiyu y sabía de lo que era capaz, así que, que tuviera micrófonos no era nada nuevo, no obstante, la mención de Park JiMin lo desconcertó, debía descubrir qué estaba sucediendo.
—Tienes que pedirle que venga, es el alfa de… —YeonJun escaneó el rostro de Huening y pudo vislumbrar lo que ocurría. Kim V trabajo ahí por muchos años, JiMin perdió el control de la mutación al conocer a su omega ahí dentro.
—¿Conoces a Kim V? —Cuestionó el alfa atónito, Huening asintió gimiendo despacio.
—V me cuido siempre… debo devolverle el favor, por favor, él es el único que puede sacarlo de aquí —YeonJun no sabía que hacer, era muy poca información como para visualizar que estaba pasando.
—Huening, necesito que me digas a quién hay que sacar de aquí —Sujeto al omega por los hombros en un intento de que este pudiera mirar si desconcierto.
—Solo tienes que traer al alfa de V aquí —Terminó diciendo Huening escapando de sus brazos—. Por favor...
YeonJun no pudo decir nada más porque el omega salió rápidamente por la puerta. Se levantó de la cama apresuradamente cubriendo su rostro, no sabía qué hacer ahora. La situación cambió de un momento a otro, no creía que Huening lo estuviera engañando, su impresión al ver la fotografía fue real, además si lo pensaba bien era probable que conociera a TaeHyung, lo poco que alcanzó a contarle Huening de su vida es que llevaba en ese lugar prácticamente desde que era un bebé.
Le tomó unos 15 minutos ver el panorama completo, luego de eso dejó el lugar.
Debía pensar en un plan, JiMin seguía siendo un lobo cuando dejó la mansión, el tema de TaeHyung siendo un impostor era algo que había impactado a todos, pero sobre todo al alfa, el trabajo de YeonJun era proteger a este, tal vez hacerle caso a Huening haría todo lo contrario.
Y otro problema surgía porque no existía una razón lógica para que JiMin se apareciera en la casa del Piacere, debía contarle de la existencia de Huening y las razones que lo llevaron a inmiscuir a su jefe en la problemática y lo más importante era contarle que había descuidado su trabajo por un omega, uno que no era suyo. Subió al auto y arrancó rápidamente para desviar sus pensamientos.
♡
—Bonito —Un cálido aliento le hizo cosquillas sobre su mejilla—. Abre esos ojos para mí...
TaeHyung se movió en busca de aquella voz, aún con los ojos cerrados tanteo con sus dedos en busca del suave pelaje del lobo que creia dormía a su lado, cuando sus manos se estiraron lo suficiente para tocar la caliente piel de un brazo humano se apresuró a despertar del sueño. Cuando lo hizo, aquel hermoso rostro de su alfa lo recibió.
—¡JiMin! —Le tomó dos segundos salir del nido de mantas para abalanzarse sobre el cuerpo del azabache—. ¡Maldición, Minnie!
—Lo siento, mi amor —Las grandes manos de su alfa lo sujetaron con fuerza, había regresado a él, podía llorar de la felicidad—. Debí estar ahí para ti, perdóname, por favor.
TaeHyung negó efusivamente, sabía que JiMin se refería a su bebé, pero no quería que fuera algo que los distanciara, no quería sentir culpa ni hacer sentir mal a JiMin por ello. Por el momento tenía suficiente con que el alfa lo sostuviera fuertemente. Superaría cualquier cosa si JiMin estaba junto a él.
—Solo no vuelvas a soltarme otra vez, JiMin. No toleraría estar lejos de ti nuevamente.
—Nunca, mi omega. No hay otro lugar para mí que no sea a tu lado. Mi corazón te pertenece y tú… —TaeHyung no lo dejó terminar.
—Soy tuyo, Minnie —Los ojos de JiMin brillaron de amor. TaeHyung lo observó con cuidado, el alfa tenía el cabello húmedo y una toalla alrededor de la cintura—. ¿Cuánto tiempo llevas así?
—Como una hora, bonito —El azabache beso sus mejillas—. Solo quería verte dormir y además necesitaba un baño.
—Hueles muy bien, Minnie —TaeHyung comenzó a besar el cuello de JiMin, buscó el lugar preciso de donde salía su aroma característico—. Aunque debiste despertarme para que pudiera ayudarte.
—Si, estoy pensando que tal vez sí —El azabache se sentó sobre el nido colocando a TaeHyung sobre sus piernas—. Quiero saber si hay algo más de lo que quieras hablar, bonito.
—¿Qué pasará de ahora en adelante? —Preguntó algo preocupado el omega. Era algo que estuvo rondando sus pensamientos los últimos días. La verdad, es que nunca imaginó librarse de todos los secretos que poseía, se sentía aliviado de que su compañero pudiera saber todo y a pesar de ello lo amara.
—Bueno, tenía pensado que podríamos amarnos hasta ser viejitos —Comentó en calma JiMin mientras detallaba las pecas de TaeHyung con la yema de sus dedos—. Hasta que mi alma este satisfecha de tu amor, aunque dudo que eso pase, si se trata de ti, siempre deseo más.
—Suena bien para mí, cariño —El omega cerró los ojos y movió su rostro buscando no perder el contacto de su alfa—. ¿Pero qué pasará con el clan? ¿La boda? ¿Tu padre? Creo que Emma me odia y JeongIn… lo lastime con esto. Será mejor que salga de esta casa.
—Controlaré al clan y te mantendré lo más lejos posible de él, bonito. No es algo en lo que quiero que te involucres, no le debes nada a la mafia, a partir de ahora quiero que tomes tus propias decisiones sin amenazas y fuerza de por medio. Por otro lado no dejaré que ChanYeol siga liderando, es su culpa que hayas pasado por todo eso y también por crear tantos adversores hacia mi, si no controlo esto ahora será un caos.
—Sé que tal vez la forma de juntarnos no fue la más ortodoxa, pero si no me hubiera convertido en impostor y aceptaba este trabajo me temo que no seguiría aquí...
—No me digas eso, amor... tú no puedes —Negó el azabache escondiendo la cabeza en el cuello de TaeHyung inhalando lo dulce de su piel.
—Intente muchas veces acabar con mi vida, JiMin, cuando te perdí fue lo más doloroso de mi vida y luego con nuestro bebé el dolor incrementó, no podía seguir así —Las palabras salieron en un susurro desde los labios de TaeHyung, el recuerdo de la sangre cayendo de sus brazos era algo que ya no quería traer de vuelta.
—No pasará otra vez, mi amor —Juró JiMin besando despacito los nudillos de TaeHyung—. Haré que todo el sufrimiento desaparezca, solo deseo que seas feliz.
—Lo soy ahora que te tengo aquí.
—No te preocupes por mamá y JeongIn, estoy seguro de que lo entienden —Terminó por decir metiendo las manos dentro de la camiseta que llevaba TaeHyung—. Y en cuanto a la boda lo único que quiero es que las semanas pasen rápido para hacerte mi esposo. Aunque también podríamos casarnos hoy mismo.
—¿De verdad quieres casarte conmigo? —Interrogó el omega con su corazón latiendo apresuradamente.
—Quiero todo contigo.
—Entonces bésame, Park JiMin.
Y como si fuera la orden más importante que debiera cumplir en toda su vida JiMin alcanzó la dulce boca de TaeHyung en un segundo, un gemido satisfecho se escuchó por parte del omega cuando los dedos del azabache apretaron su cintura. A pesar de la necesidad que existía por parte de ambos sus movimientos fueron lentos y suaves, sus manos recorrían la piel contraria para anclarse a la realidad, porque cada vez que sus labios se unían y sus ojos se cerraban, los corazones se abrían buscando absorber lo profundo del sentimiento que tenían el uno por el otro. No era importante el pasado cuando tu presente era tal y como debió ser.
TaeHyung no dudó en quitar la toalla que cubría la parte baja del alfa, y este por su lado sin apuros quitó el pijama que traía el omega. Sin dejar de besarse TaeHyung alcanzó la erección del azabache, inició con movimientos lentos y precisos que hicieron suspirar a JiMin, era demasiado grande para que la pequeña mano del omega pudiera rodearla por completo. Entonces cuando una idea cruzó por su mente sus movimientos se detuvieron.
—¿Qué pasa? ¿Estás bien? —JiMin abrió los ojos encontrando a su vista el rostro completamente sonrojado del omega, su boca estaba enteramente roja y su labio superior se delineaba perfectamente con su saliva, los ojos de TaeHyung brillaban en deseo—. ¿Tae?
—Recuéstate, Minnie —El azabache pestaño prontamente, pero no se negó. Cuando quedó recostado totalmente desnudo sobre el nido, TaeHyung habló nuevamente—. Quiero que cierres los ojos, alfa, no los puedes abrir hasta que te lo diga —Una corriente cruzó por el miembro de JiMin al oír la sedosa voz del omega darle órdenes.
El alfa suspiro haciéndole caso, solo fueron unos minutos hasta que noto el cuerpo del omega moverse a su alrededor, las manos de TaeHyung recorrieron sus piernas hasta llegar a su pubis, la respiración de JiMin era cada vez más rápida, la incertidumbre lo estaba matando, pero no tuvo que esperar mucho para saber lo que su chico tramaba, al momento en que el cálido aliento de la boca del omega chocó con la punta de su pene, supo que estaba perdido.
Lo siguiente que supo es que la caliente lengua de TaeHyung se paseó desde la base hasta la punta en un placentero recorrido que lo hizo gemir vergonzosamente. Mientras JiMin intentaba procesar que su omega le estaba haciendo un oral, TaeHyung se dispuso a introducir el glande y succionar despacio, dejando lamidas constantemente para probar la esencia de su alfa. Con ayuda de sus manos bombeo el miembro buscando darle más placer al azabache. Con el ápice de su lengua podía sentir las venas que se marcaban fuertemente, mientras que el olor a chocolate y café amargo se volvía cada vez más fuerte. TaeHyung dio una pequeña mordida al glande de manera experimental.
—Maldición, mi amor… —Las palabras del alfa se sentían como un detonador para el omega quien comenzó a lubricar lentamente entre sus piernas. TaeHyung no dijo nada y siguió introduciendo la gruesa longitud en su cavidad oral, aunque lo deseara no podía tomarla por completo, gimió frustrado lo que provocó una vibración en el pene de JiMin—. Quiero verte, necesito…
—Lo que necesitas, cariño, es correrte en mi boca —Indicó TaeHyung succionando el glande juguetonamente. El azabache gruñó roncamente, sus ojos tomaron un café profundo, su lobo salía a escena.
—¡Omega! —JiMin tomó la cabeza de TaeHyung guiando sus movimientos con más velocidad y profundidad, el omega se dejó hacer relajando la garganta y aceptando cada parte que su alfa le estaba dando. Se concentró en respirar por la nariz y mojar bien el pene del hombre que yacía bajo él. Cuando la mano de JiMin tembló, TaeHyung mordió nuevamente el glande y al fin el azabache alcanzó su preciado orgasmo. La base del miembro que sostenía el omega en sus manos comenzó a crecer y las tiras de semen alcanzaron su boca y mejillas—. ¡Mierda, Tae!
—Ya puedes mirar, JiMin —Recuperando el control de su respiración abrió sus oscuros ojos y vislumbro la obscena imagen que tenía TaeHyung para él. El omega estaba arrodillado entre sus piernas con su maravillosa desnudez, su boca aún más roja y rastros de semen caían entre sus comisuras y cuello. Era un desastre y el azabache estaba seguro que esa imagen le bastaba para correrse una segunda vez.
—¿Cómo puedes hacer cosas como esas y seguir viéndote como un maldito ángel? —Interrogó arrodillándose frente al omega, TaeHyung movió su cabeza hacia un lado luciendo inocente—. Mmm, pero aun no termina, bonito, te queda algo… —Los dedos de JiMin recogieron el semen que cayó y lo introdujo despacio a la boca de TaeHyung—. Aquí...
Importándole muy poco que el omega tuviera su propio semen en la boca, JiMin atrapó la boca de TaeHyung devorándola en el proceso, ambos sin necesidad de decir mucho más comenzaron a succionar, lamer y morder los labios contrarios. De un movimiento JiMin lo recostó sobre el nido boca abajo y lo acorraló con su propio cuerpo, su pecho estaba pegado a la espalda del omega. Dejó un camino de besos en toda su espalda y cuello mientras inmiscuía sus dedos en la entrada de su dulce chico.
—Minnie… —Alentó TaeHyung cuando la necesidad de tenerlo dentro era más grande que su vergüenza.
El omega estaba lubricado y dilatado lo suficiente, pero estaba seguro que JiMin quería jugar con él. Cuando esté escucho la pequeña súplica se levantó del cuerpo contrario buscando un preservativo, en el momento en que terminó de colocarlo sobre su pene, regreso a su posición, colocó una gran almohada bajo las caderas de TaeHyung para que estuviera cómodo, entonces delineo la curva de su pomposo trasero y se introdujo de una sola estocada.
—¡Nghm! —Gimoteo TaeHyung por la sensación, su vista se encontraba nublada, lo único en lo que podía pensar era en JiMin, en el calor de su cuerpo, la suavidad de sus manos contra él y lo maravillosamente placentero que era tenerlo de esa manera. Con un ritmo perfecto sus caderas tomaron el control, las penetraciones eran tan profundas que el cuerpo de TaeHyung comenzó a temblar, sentía como con cada movimiento su entrada se expandía más y más, su vientre cosquilleaba buscando su orgasmo, el pene del omega se frotaba con las mantas del nido lo que hacía aún mayor la sensación arrasadora.
—Te sientes tan bien, mi amor.
—Ahaah… JiMin —TaeHyung se apretó contra su miembro liberando su orgasmo, mientras el alfa lo acompañó segundos después cuando su nudo se introdujo en el omega. Cuando logró liberarse de él ayudó a TaeHyung a voltearse nuevamente, cuando lo tuvo de frente lo beso con calma.
—Te amo, bonito.
—Yo te amo más, Minnie.
Mientras JiMin se dirigió al baño para botar el preservativo, TaeHyung se cubrió con las mantas del nido que no estaban sucias buscando el aroma que se formaba cada vez que ambos pasaban suficiente tiempo juntos, la calma inundó su mente hasta que empezó a sobre pensar en el hecho de que el alfa no había intentado marcarlo en todo este tiempo. Y pensaba que sería demasiado sentir inseguridad a estas alturas cuando ambos sabían que eran destinados y se amaban, pero TaeHyung tenía miedo de no ser suficiente para JiMin, para que este quisiera unir sus almas eternamente.
—¿Tae? —Habló llegando el azabache a un lado de él. TaeHyung se movió para que ambos quedaran acostados frente a frente.
—¿Por qué no me has marcado aún? —JiMin intentó decir algo, pero nada salió de sus labios, esa no era una pregunta que se vió venir. Cuando no hubo una respuesta de su parte los preciosos ojos de TaeHyung se inundaron en lágrimas.
—No… no… no, ven aquí —El alfa rodeo con sus brazos el cuerpo desnudo de TaeHyung—. Mi amor, no llores.
—Solo quiero saber el porqué —Hipo el omega, pidiendo con la mirada una respuesta.
—Te amo con mi vida, jamás dudes de eso. Marcarte es algo en lo que he pensado desde la primera vez que te vi, pero a medida que te iba conociendo más y más, me pude dar cuenta de lo fuerte e independiente que eres, ahora que sé quién eres realmente, esa percepción de ti se hizo más sólida.
—No entiendo.
—La marca hará que seas dependiente de mí, fortalecerá todas esas cualidades de tu omega que se que odias, no quiero que mi marca te haga daño de esa manera, bonito —Confesó besando la frente contraria.
—Lo sé, pero a pesar de eso lo quiero, quiero ser completamente tuyo, Minnie. Y te preocupas hasta ese punto por mi que no me puedo imaginar sin ti. Eres mi alfa, quiero esto contigo —Aseguró TaeHyung.
—También yo, mi amor, quiero sentir lo que tu sientes y acompañarte tanto en el dolor como en la felicidad —Las lágrimas de TaeHyung se detuvieron con aquellas palabras—. Además he oído que los destinados luego de formar el lazo se pueden comunicarse mentalmente mediante este.
—Entonces esperare con ansias, alfa.
♡
—Hay algo que debo confesar, Underboss —Habló Choi YeonJun cuando JiMin volvió a aparecer frente a él en su forma habitual.
—¿Ha ocurrido algo, Jun? —Cuestionó JiMin adentrándose a su despacho, se aseguró de dejar a su omega descansando antes de salir del nido para ponerse al día de todo lo que se había perdido estando transformado en un lobo.
—Conocí a un omega. Mi omega —Confesó con seriedad. El azabache lo miró sorprendido.
—Lo entiendo. ¿Hay algún inconveniente con eso? —Terminó por decir JiMin.
—Más de los que puedo manejar —Ambos se encontraban uno frente al otro. El azabache se ubicaba apoyado al inicio del escritorio mientras YeonJun estaba al centro del lugar, sus manos nerviosas permanecían tras su espalda.
—¿Necesitas ayuda con algo? Sabes que puedes contar conmigo.
—Lo conocí mientras trabajaba hace algunos meses, fue dentro de la casa del Piacere —Cuando aquel nombre abandonó la boca del guardaespaldas, JiMin sintió la tensión hacer parte de su cuerpo.
—¿Cómo…?
—Él es uno de los omegas de Kim Jiyu, he estado descuidando mi trabajo para ir a verlo durante las noches, pero no me arrepiento de ello —JiMin camino alrededor del lugar—. Él reconoció a TaeHyung en una de las fotos de mi celular, las que me pediste sacarles, no estoy seguro de esto… pero me pidió que te llevará allí, dijo que Jiyu te quito algo que perdiste hace mucho tiempo.
¿Realmente está ahí?
—¿Cuál es el nombre del omega?
—Huening Kai...
—Prepara un auto para mí. Saldré en media hora. Tú vienes conmigo.
—Por supuesto, Underboss —YeonJun hizo una reverencia y salió pidiéndole a la diosa luna que esto no terminara mal.
—¿A dónde crees que vas? —Cuestionó TaeHyung.
—Necesito investigar algo. Quiero que te quedes a descansar —Respondió arreglando su corbata.
—¿Qué cosa?
—Nada importante.
—Estas bastante agitado para no ser algo tan importante, alfa —JiMin sintió la mirada fulminante del omega en su espalda.
—Tae…
—Me estas ocultando algo —Confirmó con rapidez el impostor.
—¿Conoces a un omega llamado, Huening Kai? —A TaeHyung se le cortó la respiración cuando escuchó aquel nombre.
—¿Cómo es que...? —Dijo con voz temblorosa, no comprendía qué estaba sucediendo, ¿Por qué JiMin hablaba de Kai?
—Al parecer es el omega de YeonJun.
—Eso no puede ser, Huening es un niño —Negó rápidamente.
—Él quiere que vea algo ahí dentro.
—Voy contigo —Declaró finalmente.
—No, tú vas a quedarte aquí —Avisó mientras terminaba de colocar sus anillos alrededor de sus dedos—. Estás agotado.
—No más que tú —Contraataco TaeHyung buscando su ropa.
—Omega.
—Tienes que dejarme sacar a Kai de ahí. Jamás te he pedido nada, Minnie, ese lugar le pertenece a la mafia Park, así que, por favor, sácalo de ahí —TaeHyung se odiaba por muchas razones, una de ellas era el abandono a Huening, el omega era un hermano pequeño para él y no hizo nada para ayudarlo.
—Lo haré —Prometió besando su frente el azabache—. Pero aún así debes quedarte ahí.
Al final TaeHyung también encabezaba parte del grupo que se dirigía a la casa del Piacere. JiMin no podía quejarse, el omega tenía métodos excelentes para convencerlo. El azabache no soltó la mano del omega en todo el viaje, podía sentir la inquietud de TaeHyung en su propia piel, como una amenaza que le advertía que no se encontraba listo todavía para volver a ese lugar. Ya se daría el tiempo para acabar con cada uno de los bastardos que se atrevieron a ponerle la maldita mano encima.
—¿Ella sabe que vamos?
—No, si se entera tal vez se encargue de esconder bien aquello que Huening pidió que buscáramos.
—Me siento tan culpable de haberlo dejado allí adentro —Confesó en voz alta.
—No había mucho que pudieras hacer por él, mi amor —Quería sentir consuelo en las palabras de JiMin pero la culpa era más grande.
—Era el que peor la pasaba, era muy pequeño y Jiyu se empeñaba en ganar dinero con él de cualquier manera —Susurró tristemente.
—¿Sabes cómo terminó ahí?—Interrogó YeonJun en el asiento del conductor.
—Es su hijo. Es el hijo de Kim Jiyu.
Después de esa confesión nadie más habló, YeonJun tenía la mandíbula apretada conteniendo la rabia que lo embargaba. TaeHyung se dedicó a buscar calor en los brazos de su alfa, mientras este trataba de mantener quieto a su lobo que no dejaba de removerse ansioso en su interior, el azabache tenía un nudo en la garganta y no entendía el por qué.
Cuando llegaron TaeHyung fue el primero en salir, sus piernas se sentían dormidas, pero no se debía al viaje, el omega tenía miedo de volver a entrar y no poder salir nuevamente. YeonJun tocó a la puerta mientras JiMin sujetaba su cintura por detrás.
—No te preocupes, yo te protejo, bonito —TaeHyung asintió caminando y adentrándose al oscuro pasillo que llevaba al recibidor, el aroma a velas y aceites le provocó náuseas.
—YeonJun, ¿Dónde está? —Cuestionó JiMin, mientras TaeHyung se aferraba a uno de sus brazos intentando que no lo reconocieran—. Necesito hablar con él.
—Señor Park, es un placer tenerlo por aquí. Dígame qué puedo hacer por usted —Habló una de las omegas que logró reconocerlo.
—YeonJun.
—Necesitamos a Kai aquí. Ahora —Ordenó YeonJun a la mujer.
Solo bastaron 5 minutos para que Huening apareciera por una de las escaleras. Estaba cubierto por una bata de seda negra, habían rastros de pequeñas heridas en su rostro. TaeHyung se soltó de JiMin y corrió hacia el omega lo más rápido que pudieron sus piernas, cuando lo atrapó en sus brazos no pudo controlar el llanto.
—Oh, por dios. Perdóname, por favor, lo siento tanto —Suplicó TaeHyung con la voz rota.
—Me alegro de que encontrarás a tu alfa, V —Susurró suavemente Huening.
—Yo no quería abandonarte aquí, Kai.
—No me abandonaste, no te atormentes con eso —Tranquilizó el omega menor inhalando el dulce aroma de TaeHyung.
—Te quiero, no sabes lo que te he extrañado.
—¿Bonito? —Huening se despegó al oír una voz desconocida.
—¿Eres Park JiMin, verdad? —Interrogó esperanzado el omega.
—Así es —TaeHyung tomó una de las manos de Huening entre las suyas.
—Tienes que sacarlo de aquí.
—Necesito más información que esa —Pidió el azabache. La situación no era clara para ninguno.
—Su oficina —Dirigió Huening con rapidez, tuvo que soltar la mano del omega mayor para alejarse cuando todos los observaban—. Tienes que buscarlo ahí.
—YeonJun, trae al resto. Busquen a Jiyu y tráiganla a mí.
Cuando llegaron a la oficina de la mujer, los hombres que acompañaban a JiMin se dedicaron a dar vuelta todo el lugar en busca de algo que nadie tenía seguridad, la mano de TaeHyung rodeaba la del alfa mientras las lágrimas seguían cayendo por su rostro. YeonJun buscaba a Jiyu por toda la casa, pero al parecer la mujer aun no regresaba.
Luego de 10 minutos la habitación era un caos, era difícil buscar algo que no tenía una imagen, nadie sabía realmente que estaban buscando por lo que tenían cuidado de observar todo a detalle, el escritorio, las sillas y el diván fueron lanzados a un lado, al igual que algunas repisas y pilas de papeles que estaban por todos lados, cuando el último mueble en una de las esquinas fue removido, una puerta escondida fue descubierta, los hombres miraron a JiMin esperando órdenes.
—Derríbenla —Solo les tomó unos segundos destrozar la estructura, pudieron ver dentro de ella unas escaleras que daban a un sótano.
—JiMin —habló TaeHyung.
—Yo iré a ver. Tú te quedarás aquí, es una orden, omega, te quiero a salvo —Besó sus labios castamente y se dirigió a los guardias—. Protejan a TaeHyung mientras bajo.
TaeHyung camino de un lado a otro con su corazón bombeando descontroladamente, no entendía qué estaba pasando, ¿Por qué Huening le pediría algo como eso a JiMin? ¿Qué era lo que estaba ocultado Jiyu? Los guardias que quedaron con él lo alejaron de la puerta principal y lo custodiaron mientras daba vueltas en círculos, no podía oler ni escuchar a JiMin, estuvo a punto de pedirle a uno de los hombres que bajara con el azabache cuándo pudo oír un sollozo que le pertenecía a su alfa.
—¡JiMin! —Corrió bajando los escalones sin cuidado alguno, el lugar estaba pobremente iluminado, cuando llego al cuarto que daban los escalones, observó al azabache arrodillado en el suelo dándole la espalda, podía observar como su cuerpo temblaba producto del llanto, su aroma estaba por todo el lugar, pero muy en el fondo olía a vainillas.
Cuando quiso avanzar hacia el alfa notó que había una cama en uno de los rincones, algunos juguetes y mantas cubrían el suelo, un mueble con la pintura gastada tenía sobre la ropa demasiado pequeña. Olía a vainilla con fresas.
—JiMin —susurró con la voz rota.
—Lo hemos encontrado… todo este tiempo estuvo aquí.
TaeHyung se movió hasta alcanzar a JiMin, cuando vio la razón por la que su alfa sollozaba perdió el control de sus piernas y cayó de rodillas sobre este. Park JiMin estaba sosteniendo a un pequeño niño entre sus brazos, quien con una mano se aferraba a las ropas del alfa mientras en la otra sostenía una cadena con un anillo doble colgando de él.
—Mi lobo siempre supo que seguía con vida, lo que tanto ha estado buscando, es nuestro hijo, bonito —Confirmó con el rostro bañado en lágrimas.
—No… ¿por qué?
Al momento en que la pequeña criatura oyó de cerca la voz de TaeHyung comenzó a llorar sin control, el omega en el interior del impostor comenzó a rasgar por salir, entonces pudo entenderlo, aquel pequeño bebé que sostenía con fuerza JiMin era suyo, no había muerto. Se acercó al alfa extendiendo los brazos, cuando el diminuto cuerpo del cachorro tocó sus manos todo en su interior quedó en calma, al igual que los sollozos del bebé, quien hundió la cabeza en el cuello de TaeHyung.
—No lo entiendo...
—Tranquilo, mi omega, yo me encargaré de esto —JiMin los rodeó en un abrazo mientras los marcaba con su aroma—. Es precioso, es igual a ti.
—Es demasiado pequeño, jamás pude verlo cuando nació —Las manos de TaeHyung temblaron.
—Mira, se encargó de guardar esto por nosotros —dijo JiMin observando el anillo que el bebé rodeaba con sus diminutos dedos.
—JiMin —Habló YeonJun bajando las escaleras.
—¿La encontraste?
—Está arriba —Explicó con incertidumbre. YeonJun quería buscar a Huening y sacarlo de allí lo antes posible.
—Ayuda a TaeHyung a salir con el bebé —Ordenó.
JiMin ayudó a TaeHyung a cubrir a su hijo con el abrigo que traía, subió los escalones de dos en dos hasta que llegó a la oficina, uno de sus hombres sostenía a Jiyu por los brazos mientras esta gritaba que la soltaran, cuando observo a JiMin los movimientos se detuvieron, al instante en que esta divisó a TaeHyung y al niño en sus brazos una risa retorcida lleno el ambiente.
—Tanto tiempo sin vernos, V. Veo que tienes algo que me pertenece —El alfa no la dejo terminar, agarró a la mujer por los cabellos e impactó su rostro contra el suelo.
—¡No te atrevas, perra! —El azabache la levantó arrojándola contra una de las paredes, nadie dijo nada—. Enciérrenla y córtenle las manos, haré que aprenda a no tocar lo que me pertenece.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top