capítulo 16.
"¿PUEDES ENTENDER QUE NO QUIERO PERDERTE?"
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—JiMin —Su boca se sentía seca.
Trataba de cubrir su desnudez, la poca ropa que traía no dejaba mucho a la imaginación. —Le pido… que se retire, señor, hoy no estoy disponible, si… gusta puedo llamar a otro… omega.
El alfa estaba quieto, su mirada penetrante le cortaba las palabras, era aterradoramente guapo y ni había dicho palabra. V seguía mojando las sábanas de seda bajo sus muslos.
Comenzó a llorar cuando el dolor recorrió su espalda baja y vientre.
Unas grandes y calidas manos ahuecaron su rostro.
—No llores, pequeño —El omega alzó la vista encontrándose con unos ojos profundamente oscuros, destellaban de manera preciosa, el aroma reconfortante se asentó en sus fosas nasales. Tenía a un alfa frente a él, tenía a su alfa, tenía a un magnífico lobo frente a él.
—Duele mucho —Gimió.
—Voy a cuidar de ti. ¿Me dejarías hacerlo, pequeño? —V asintió, no podía dejar de anhelar las manos de aquel hombre sobre él, solo sentía calidez, tanta que parecía un sueño—. Gracias, bonito.
—¡Bonito! ¿Dónde estás? —Los ojos de Tae dejaron su mente cuando JiMin lo llamó desde el cuarto. Estaba dentro de la bañera, el dolor del celo seguía allí, pero su corazón dolía aún más. Despertó llorando cuando los recuerdos volvieron a su mente. Uno tras otro. No podía ser real, no podía ser cierto, su mente le estaba jugando una mala pasada. Porque estas cosas no sucedían, quería arrancarse los cabellos.
—¿Por qué lloras, amor? ¿Te lastimé? TaeHyung por favor dime algo —JiMin se acercó a la bañera completamente desnudo. El azabache observó al omega, su cabello negro estaba mojado de manera que los mechones oscuros brillaban en demasía, su morena tez estaba pintada en manchas que dejo con su boca y su bonito rostro estaba cubierto de lágrimas. Las feromonas del celo se entremezclaban con dolor.
—Solo recordé algo, vino a mi en un sueño —Sus piernas estaban pegadas a su pecho, se abrazaba a sí mismo tratando de protegerse de los errores que había cometido.
—¿Fue algo malo? —Cuestionó el alfa llegando a un lado de TaeHyung. Quiso tocarlo, pero tuvo miedo de ser rechazado.
—No lo sé, solo me asusta haberlo olvidado. Me aterra pensar que estoy mezclando memorias con anhelos —Su garganta estaba apretada por el llanto contenido, quería dejar salir todo, pero no podía, TaeHyung estaba perdido y lo supo cuando recordó que ya había conocido a JiMin, hace 3 años el alfa se apareció en la casa del Piacere y provocó su propio celo. Y al parecer ninguno de los dos recordaba, no se reconocían, ¿Por qué no lo hacían?
—A veces nuestra mente es un caos, tanto que sentimos miedo de lo que contiene. A veces olvidar es la única forma de mantenernos a salvo —JiMin limpió las lágrimas que caían por el rostro ajeno con sus labios—. No creo que estés creando situaciones, bonito, creo que era momento de que esas memorias volvieran a ti.
—Te quiero, JiMin —Los labios de TaeHyung temblaron al pronunciar aquellas palabras. Los ojos del azabache resplandecieron.
—Yo te quiero aún más, bonito —la boca de JiMin tomó la contraria acallando los lastimeros gemidos del pequeño omega. Estaba extasiado, TaeHyung lo quería, su bonito chico lo quería y no podía pedir más. Siguió dejando besos sobre su rostro hasta que la boca de Tae fue a parar a su cuello.
—Bonito... olvide el condón. Necesito conseguirte una píldora —TaeHyung se removió dentro del agua, mierda había sido su culpa. No podía pensar con claridad y ver a JiMin dispuesto a complacerlo lo hizo olvidarse del preservativo.
Un bebé.
Basta, no.
—¿Puedes conseguirla ahora? Ya han pasado algunas horas, entre más rápido es más seguro.
—Iré por ella, ¿estarás bien? No quiero dejarte solo amor.
—Esta… estaré bien. Ya no duele tanto —JiMin asintió, dejó un beso sobre su frente y salió del baño. Solo cuando escuchó la puerta de la habitación ser cerrada pudo permitirse llorar desconsoladamente. Golpeó su pecho repetidamente en un intento por detener su corazón, dolía, dios como dolía recordar. Se había acostado con JiMin hace 3 años, no podía ser cierto, ¡No podía!
Pero tal vez sí. El omega en su interior no estaba unido a él, TaeHyung nunca se dejó unir a esa entidad que lo volvía débil. Cuando la persona y su lobo interior no congeniaban, no se fundían en un solo ser, cada uno de ellos existía por separado, de modo que las vivencias del omega se quedaban para él, TaeHyung no tenía modo de acceder a ellas y viceversa. Como su encuentro había sido bajo el celo, no era Tae el que estuvo con JiMin aquella noche, fue su omega. Y tal vez lo mismo pasó con JiMin, Tae vió personalmente la distancia entre ambos, el azabache y su lobo.
¿Qué haría ahora? ¿Le diría a JiMin que ya se conocían?
¿Qué esta no era la primera vez que hacían el amor?
Un momento, no podía. Este era su trabajo, estaba olvidando qué hacían allí. El no era V, era TaeHyung. No importaba lo que hubiera pasado antes, ahora solo debía encargarse de cuidar del alfa, sin embargo se había confesado, entregó su cuerpo y alma.
Salió de la bañera salpicando agua a su alrededor, comenzó a dar vuelta hasta que su vista se posó en su propio reflejo sobre el gran espejo. Estaba completamente marcado, desde su cuello hasta sus muslos. Su vientre plano ahora sobresalía, toco la piel sobre esta provocando que una sensación placentera le recorriera la espalda. Estaba lleno, lleno de JiMin.
No había una marca sobre su cuello, pero el alfa marcó su alma. Lo destrozó por dentro, con cálidos besos, suaves manos y palabras dulces. Le había mostrado cómo se siente ser amado y TaeHyung sabía que de ahora en adelante no podría vivir sin aquel hombre a su lado.
Independiente de si se conocían antes de firmar el contrato nada cambiaba. V murió, esa pequeña criatura murió. TaeHyung era su presente y no importaba cuán doloroso fuera, él iba a terminar con su trabajo, mantendría con vida a JiMin y lo vería convertirse en el Líder de la mafia Park. Golpeó su cabeza contra el espejo, sus manos se movieron con brusquedad sobre sus ojos, obligó a sus lágrimas a desaparecer. No sería débil, no se dejaría consumir por su pasado, haría lo único que sabía haber bien y luego, bueno no tenía un plan para después, su bienestar dejó de importarle hace ya mucho tiempo.
—Eres hermoso —El cálido cuerpo de JiMin lo abrazó por la espalda. Una de sus manos viajó hasta el abultado vientre de TaeHyung, el reflejo del alfa detrás de él lo hizo salivar—. Estas lleno de mí...
—¿Las tienes? —JiMin soltó un sonido de afirmación—. Bien, porque ha vuelto a doler, alfa. Y tú llevas demasiada ropa.
—¿Sabes por qué JiMin tiene una mala relación con su lobo?
—No del todo. Min es un alfa complicado, ser un lobo puro es caótico. Sus sentimientos y emociones son más puras y sus acciones más grandes que las de cualquier alfa. Pero suele ser doloroso y solitario también, teme dañar a las personas que ama y eso hizo que en vez de congeniar con su lobo lo tratara de controlar. No puedes controlar a un lobo, no uno que forma parte de ti.
—No logro entenderlo.
—Nuestro lobo interior siempre tendrá la razón por sobre nosotros, la racionalidad en ocasiones nos hace temer y alejarnos de nuestras oportunidades, tu lobo solo salta al vacío en busca de aquellas oportunidades para hacerlas suyas. Eso aplica en todo sentido.
—JiMin, está en discordia con su alfa por el hecho de sentirse una amenaza para el resto.
—JiMin es demasiado cuidadoso con todo, ya sean negocios o relaciones, creo que no poder controlar su lobo hizo que creciera el rechazo entre ellos, eso y el mismo odio que se impuso a sí mismo. Según lo que escuche, cuando era pequeño lastimó a alguien con su transformación, pero nunca supe si realmente había sido así.
—Pensé que te sabías todos los secretos de esta casa.
—Solo los importantes. Algunos tuyos por ejemplo.
—Mm, sigue hablando. Tal vez JiMin o ChanYeol deseen saber que te estás acostando con JeongIn —Escupió TaeHyung acomodándose sobre la silla del café donde se encontraban. Hwang tosió su bebida sobre la mesa de la impresión.
—¿De qué mierda hablas? —El alfa se irguió sobre la silla.
—Lo que escuchaste, soy muy buen observador. Además eres bastante obvio cuando lo miras, pareciera que quisieras arrancarle la ropa —Lo que sí le sorprendió, fue el hecho de que JeongIn lo miraba de la misma forma, al parecer el sentimiento era mutuo.
—No es así. No nos acostamos —Terminó por aclarar.
—Sí, pero te gustaría hacerlo.
—Eso no es algo que te incumba, V —HyunJin no pensó que sería tan obvio, trataba de no mirar mucho, de no acercarse demasiado, no obstante veía que falló magistralmente.
—No terminará bien, para ninguno de los dos. Sobre todo para JeongIn. Eres más grande que él, deberías saber a lo que se enfrentan —A TaeHyung no le gustaba involucrarse en asuntos ajenos, pero JeongIn era un buen chico, con demasiados problemas y mantener una relación con otro alfa lo terminaría por desterrar del clan.
—¿Quisiste salir de la mansión solo para amenazarme sobre algo que no ha pasado? —Algo que Hwang deseaba que pasara.
—En parte, pero realmente necesitaba salir de aquella habitación —Aclaró.
—Por supuesto, debe ser difícil contener a un lobo. Pensé que tú experiencia en el tema te daría algo de resistencia —La voz del alfa parecía cabreada, sus dientes se apretaban unos contra otros, si pudiera golpearía al impostor.
—Cierra la boca. No quiero hablar de eso, no te incumbe.
—Sí, pues lo que suceda o no con Innie y yo, tampoco te incumbe a ti —Y esas palabras terminaban por confirmar las sospechas del impostor.
—Eres demasiado infantil, ¿Qué edad crees que tienes? —Replicó.
—30 años. Soy mayor, deberías tratarme con algo de respeto, V. ¿No lo crees?
—No me tientes, Hwang, porque estoy muy seguro de como debo tratarte.
—Bien, dime porque deseabas salir entonces.
—¿Has sabido algo sobre el atentado en Alemania? ¿Ha pasado un tiempo ya, no? Deberían tener alguna idea de quién fue —El hecho de que haya pasado un tiempo sin tener noticias del incidente, no significaba que lo haya olvidado.
—No tenemos nada. Pero creo que alguien cercano tomo el mando de aquel grupo, tal vez Baldrich tenía a alguien de confianza a su lado.
—Eso creo, pero debió ser alguien que tuviera acceso a información sobre el clan Park.
—¿Por qué lo dices? —Cuestionó Hwang terminando de devorar su pastel de chocolate y menta.
—Hay un detalle importante que todos estan pasando por alto. JiMin fue atacado específicamente con balas de plata, sabían que era un lobo. Los únicos que saben que esto es así son los integrantes del mismo clan. Sabes que ser raza pura no es algo que se diga a todos, es peligroso y la familia Park lo sabe.
—¿Crees que alguien dentro del clan nos está traicionando? —El rostro del alfa se tenso.
—Podría ser una posibilidad. Una que debemos descartar.
—¿Debemos?
—Mi trabajo es proteger a JiMin, lo haré aunque sea de su propia familia y eso también te incluye.
—Estás demasiado paranoico, ¿Pasó algo? —Demasiadas cosas paga gusto de Tae. Su celo había terminado hace un día, tuvo prácticamente que obligarse a dejar la cómoda cama y a JiMin. Ni habían hablado mucho durante esos días, la boca del azabache había tomado otras acciones, pero TaeHyung deseaba conversar, se habían declarado el uno al otro, ¿Qué cambiaría con eso? Y ni hablar de su encuentro hace 3 años, si JiMin se enteraba era obvio que sabría el verdadero origen de TaeHyung, ChanYeol lo mataría.
Así que se sentía acorralado, lo suficiente como para poner la atención sobre otros temas.
Le era complicado dejar la mansión sin una buena razón, sin embargo mientras estuviera bajo la "protección" de HyunJin no se veía tan preocupado por dejarlo ir.
Además con el tema de la boda y la sucesión del clan, las excusas eran suficientes para moverse de un lado a otro. Le preocupaba que algo o alguien interrumpiera la ceremonia de mando y solo faltaban 3 meses. Poco tiempo tratándose de la magnitud del evento.
—Nada que no pueda controlar —Terminó por decir—. Es hora de irnos, JiMin debe de estar por llegar.
—Investigaré por mi propio medio. Tú no hagas nada que comprometa tu identidad.
—JiMin me vio matar a alguien y sigo aquí —La boca de Hwang se abrió de la impresión—. Sé cómo hacer esto, ahora cierra la boca.
—¡¿Por qué estás tan tranquilo con eso?! —El omega siguió caminando a la salida ignorando al imponente alfa que trataba de alcanzarlo.
—TaeHyung —Un auto desconocido estaba estacionado frente a la infraestructura—. Deberías esperar un momento.
—¿Por qué? ¿Dónde está JiMin? —JeongIn permanecía quieto en el recibidor de la mansión. El omega trato de no alterarse.
—Algo salió mal con la venta.
—Dímelo —Pidió con brusquedad, HyunJin intentó acercarse a JeongIn, pero la mirada que le lanzó TaeHyung fue suficiente advertencia para mantener su lugar.
—La gente no está contenta con lo que pasó en Alemania, piensan que mi hermano tiene la culpa. Se negaron a hacer el intercambio, dicen que JiMin terminará por destruir el clan.
—Entiendo, pero aún no me dices donde está —TaeHyung se acercó lo suficiente para tener a JeongIn a unos centímetros.
—JiMin trató de calmar sus dudas. Pero terminaron hablando más de la cuenta, comenzaron a insultar a su omega, a mí, incluso renegaron de la madre de Min. Se puso como un loco y terminó matándolos —La mirada de JeongIn se levantó cuando Tae apretó su antebrazo—. Lograron herir a JiMin, luego apareció mi padre.
TaeHyung no necesito más. Corrió subiendo los escalones de dos en dos. Buscó el cálido aroma del alfa por el lugar. Cuando se acercó a la puerta de la habitación vió como personas entraban y salían.
—¿YeonJun? —Preguntó cuando logró alcanzar la entrada. El guardia lo miró con calma.
—Tranquilo, mi luna. Él está bien —El omega terminó por botar todo el aire contenido—. Solo está algo alterado.
—¿Puedo verlo? —El hombre se movió de la entrada, dándole paso a TaeHyung. Su corazón seguía agitado, necesitaba ver a JiMin para asegurarse de que aún respiraba.
El cuarto olía a sangre y alcohol. El fuerte aroma del alfa estaba por todo el lugar, junto con potentes ráfagas de ira.
—¡Ni una mierda, no me voy a tranquilizar! —Los gruñidos del azabache le dieron la bienvenida—. ¡Si hubieras escuchado lo que dijeron de ellos no estarías así!
—Voy a golpearte si no te calmas. Acabas de matar a uno de nuestros socios, a su familia —La tranquila y grave voz de ChanYeol acompañó a JiMin.
Sus ojos encontraron al cuerpo de JiMin apoyado contra el colchón de la cama. Su blanca camisa estaba bañada en sangre que hacía un camino desde su cuello y terminaba en su abdomen. Una beta intentaba presionar un gasa sobre la piel herida, pero el alfa logró empujarla sobre el suelo.
—Minnie —Tae habló con toda la calma que podía tener en una situación así. Paso a un lado de ChanYeol buscando tocar a su alfa.
—No deberías estar aquí, bonito —Cuando logró alcanzarlo apretó su cuerpo en un abrazo, JiMin le correspondió intentando no mancharlo de sangre—. Tranquilo, estoy bien.
—No hables —Se separó buscando la bandeja que tenía la mujer de traje blanco—. Voy a cuidar de ti, ¿No me empujarás también a mí o si alfa?
—Nunca, omega —TaeHyung asintió limpiando el cuello ensangrentado, fragmentos de la bala seguía enterrados en la piel—. ¿Qué haremos ahora?
—¿Tú? Nada. Yo me encargaré de esto —La mandíbula de JiMin se apretó con la negativa de su padre. Mientras tanto la beta se acercó a TaeHyung para cuestionar lo que estaba haciendo.
—Puedes retirarte, todos pueden hacerlo. Yo me haré cargo de Underboos —Tae le lanzó una mirada al líder buscando aprobación.
—Ya lo oyeron. Obedezcan —ChanYeol fue el último en salir, no sin antes terminar de regañar las acciones del alfa.
—TaeHyung —Habló el azabache.
—No hables —Sus manos se movían con velocidad para darle paso a su lobo, esperaba que le ayudará a regenerarse.
—Estás enojado, por favor, no lo hagas. Estoy bien —Tranquilizó el hombre dejando un beso sobre una de sus manos.
—No puedes verte así y esperar que no me preocupe —El omega estaba enojado, sí, pero la tranquilidad que sentía por el bienestar de HyunJin le hacía disminuir las ganas que tenía por encerrarlo en una habitación para que nada pudiera dañarlo—. ¿Podrías… podrías, por favor, pensar en mí antes de hacer algo como esto?
—Mi amor....
—No quiero que mueras —TaeHyung terminó sentado sobre el suelo tapando su rostro con las manos.
—Mi amor, no voy a morir —JiMin lo llevó hasta su regazo buscando estar más cerca, comenzó a soltar suaves feromonas para darle calma a TaeHyung—. Nada me alejará de ti, no debes preocuparte.
—No puedes asegurar eso, Minnie.
—Puedo, soy un Park. Créeme que acabar con nosotros es lo más difícil del mundo —Los besos que dejó sobre el cuello del omega le provocaron cosquillas a este.
—Te quiero tanto, Minnie. Tanto que duele —Por un minuto se permitió ser él mismo, ahí acurrucado contra el hombre que algún día tendría que soltar.
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