capítulo 14.
"LA PROBLEMÁTICA DE LOS SECRETOS"
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El lado izquierdo de la enorme cama se encontraba vacío, ligeramente frío y abandonado desde alrededor de una hora. El omega estaba disfrutando del tranquilizador sueño, eso hasta que las pesadillas lo atacaron, solía moverse demasiado cuando eso pasaba así que se forzó a despertar para no interrumpir el descanso del alfa. No necesitaba otra razón para que el susodicho lo alejara aún más.
El papel de impostor le había quedado demasiado grande para este trabajo, se sentía realmente patético e inútil. Su mente crítica debió maquinar en el momento una mentira creíble, algo que calmara al azabache, sin embargo estaba tan alterado por no prever un ataque de ese tipo, que quedó a la deriva. Y ahora que el frío de la madrugada lo acompañaba pudo dar con la variante que estaba disminuyendo su trabajo como impostor. Sentimientos, ese extraño y lejano concepto lo estaba abordando desde innumerables posiciones. Emociones que realmente pensó que eran un invento de las personas para buscarle el lado bueno a la vida. Lo que creyó un montón de mentiras, en realidad eran un hecho y uno que le estaba constando el trabajo.
¿Pero qué podía hacer al respecto? No mucho. Si decidía terminar con el contrato su vida terminaba con este, y su familia quién estaba bajo custodia de la mafia jamás vería la libertad. Eso era lo único que lo mantenía con vida, el bienestar de personas que no recordaba, pero que según sus captores estaban ahí, a la espera de él. Caminó hasta tomar asiento en uno de los futones cercanos al gran ventanal que daba a la terraza de su habitación. Había encontrado consuelo por años en el cielo estrellado, pero ahora ni siquiera la luna lo acompañaba. Todo era oscuro. Estuvo el tiempo suficiente como para que el alfa notara la ausencia de su calor en la cama, el tiempo suficiente para que los engranajes de su cerebro escribieran un diálogo digno de Hollywood.
—TaeHyung —Su nombre fue pronunciado en la habitación, la voz ronca de JiMin por haber estado dormido, lo hizo levantar la vista. Apenas si se movió, sentía el cuerpo dormido producto del frío. La ciudad de Yeonsu tenía un clima húmedo y unido a la brisa del mar que rodeaba la península era aún más helado. Un buen clima para un alfa, más no para un omega, uno que había decidido que sería buena idea dormir con una de las camisas de JiMin. No podían culparlo, la segunda cosa que descubrió Tae que lograba consolarlo, era el aroma a café y chocolate amargo que desprendía el mafioso.
—No quería despertarte. Perdóname.
—¿Pasa algo? —Las sábanas fueron removidas de la anatomía del azabache, este tenía la intención de acercarse para saber qué iba mal.
—Mi padre.
—¿Qué?
—Él solía utilizar armas, como hobby y más que nada tiro al blanco y esas cosas. Después que me presentara como omega, se volvió diferente, protegía cada cosa que hacía. Decía que no quería que alguien me dañara —Las palabras de TaeHyung dolían, sus pliegues vocales se forzaban a terminar con el nudo que los oprimía, mentir sobre personas que no recordaba dolía—. Entonces le pedí que me enseñara, que yo me defendería solo, no importaba que fuera un omega, nadie tenía derecho a dañarme. La razón por la que disparé es porque sé hacerlo, porque estaba tan desesperado por salvar tu vida que no me importó dañar a alguien más. Así que aceptaré el hecho de que me quieras fuera de aquí. Solo quería que lo supieras.
Los ojos oscuros de JiMin analizaron el rostro del hombre que se encontraba sobre el futón. Sus rodillas pegadas al pecho, apenas si se cubrían con una de sus camisas. No podía culpar a TaeHyung, no lo haría. El omega lo había protegido y cuidado, al punto de que fue dañado físicamente y aún así le importó más su bienestar que el propio. Le aterraba que fuera así y al mismo tiempo se sentía agradecido por conocer a alguien como TaeHyung.
—¿Puedo abrazarte? —TaeHyung no tuvo que pensarlo demasiado, se levantó con un impulso de su estancia y saltó hacia el cuerpo de JiMin. El alfa lo recibió en sus brazos, mientras el omega le rodeaba la cintura con sus piernas.
—Bésame, JiMin —El aludido actuó con inmediatez saboreando la boca ajena con su lengua. Succionó la tibia lengua de TaeHyung con movimientos certeros, sus labios se probaron unos a otros sin prisa, confirmando lo que sentían, lo mucho que se necesitaban. La boca de JiMin succionó el labio inferior del omega, buscando más acceso, más profundidad, quería grabar su sabor y suavidad en la piel de sus belfos.
El cuerpo de JiMin se acercó a la cama sentándose sobre las frías cobijas, Tae se apretó más a su anatomía cuando la boca del alfa se decidió a dejar cálidos besos por su rostro, mejillas, nariz y ojos. Lo que provocaba cosquillas en el chico y una enorme sensación cálida en su corazón.
—Eres tan precioso, TaeHyung. A veces dudo que seas real.
—No digas eso —La voz del omega se perdió en la curvatura del cuello de JiMin.
—¿Por qué? Es cierto, eres realmente bonito, omega —Las manos del alfa alzaron el rostro de su amante—. Y eres mío.
—Soy tuyo —Confirmó, ya era imposible negarlo.
Luego de eso se permitieron compartir un largo abrazo que termino con ambos dormidos bajo las sábanas, el cuerpo de TaeHyung sobre JiMin invadido con su calor. El impostor había encontrado calidez luego de transitar por tantos años en la fría soledad.
6 semanas después
—¿Estás bien? —La voz de TaeHyung llenó el espacio de la camioneta. JeongIn a su lado volteó a mirarlo.
—Si, ¿por qué estaría mal? No hay razón para estar mal —La rápida respuesta del alfa no terminó de convencer al omega, estaba demasiado alterado, bastante extraño a su parecer y llevaba semanas así, JiMin también lo había notado.
—Tu cara dice lo contrario, pareces enojado. JeongIn, no era necesario que me acompañaras puedo hacer esto solo, estaré bien —Tal vez servir de "dama de honor" para TaeHyung no fue la mejor decisión, pero el azabache no quería que Tae se dirigiera a comprar el traje para la boda solo. Solo faltaban 3 meses y los preparativos apenas estaban iniciando, todo se retrasó producto del atentado en Alemania. ChanYeol estaba a punto de iniciar una guerra contra los perpetradores.
—Solo ha sido una mala semana. Pero tranquilo, estoy feliz de acompañarte, vamos a comprar el traje más caro de todos, ya veras, haremos que JiMin se babee encima —De a poco la actitud risueña del alfa volvió a escena, el omega soltó una pequeña carcajada por el comentario.
—No creo que eso sea físicamente posible.
—No perdemos nada con intentar —TaeHyung negó divertido. Eran alrededor de las 10 de la mañana, hoy se cumplían 3 meses desde su llegada a la mansión Park. Era el día de elegir el vestuario del omega para la boda, por lo que habían abandonado la cómoda seguridad de los bosques de Yeosu, por la capital del país, Seúl.
Realmente JeongIn estaba encantado de apoyar a TaeHyung y JiMin con la boda. El problema era que el viaje duraba 3 largas horas, donde además de compartir vehículo con el omega, tenía que hacerlo con Hwang HyunJin y su molestia radica en el hecho de que luego del maravilloso y caliente beso que le robó en el despacho, el alfa mayor se había alejado de él y no le ha vuelto a hablar desde entonces. JeongIn lleva alrededor de seis semanas siendo ignorado por HyunJin. Ni siquiera se volteó a mirarlo cuando este subió al auto con TaeHyung.
No entendía qué pasaba por la cabeza de aquel hombre, era la segunda vez que lo besaba y luego desaparecía, en este caso lo ignoraba. JeongIn deseaba estrangularlo con sus propias manos por hacerle esto, ¿por qué lo ilusionaba y luego lo hacía estrellarse con la realidad? Era suficiente sufrimiento con las ideas que se acentuaban en la cabeza del alfa cuando recordaba que una relación entre ambos era imposible, pero se había prometido a sí mismo que esta vez no pasaría lo mismo, él era un adulto, no un niño y los adultos toman lo que quieren y JeongIn quiere a Hwang HyunJin. Después de este viaje se enfrentaría, lo obligaría a hablar, porque necesitaba saber qué demonios pensaba Hwang de todo esto y si solo era un maldito juego para él, lo mataría.
Llegaron a la ciudad aproximadamente a la 1 de la tarde, se pasearon por grandes tiendas de lujo en busca del traje perfecto. Tenían a dos guardias más resguardando los alrededores mientras Hwang los seguía de cerca. JeongIn trataba de no respirar demasiado cerca del alfa, su aroma a canela lo embelesaba. TaeHyung estaba nervioso e incómodo, nunca pensó que llegaría el día de buscar esta clase de ropa, no tenía idea que era apropiado, pero lo descubrió cuando todos los trajes que se le presentaban iban en colores blancos pálidos o brillantes.
—Eres realmente pequeño —TaeHyung fulmino con la mirada a JeongIn por el comentario—. ¿Tal vez un vestido?
—Realmente eres la peor dama de honor.
—Eres muy bonito, tal vez te vendría bien uno.
—No usaré un vestido y punto —Hwang observaba todo desde una esquina, trataba de que sus ojos no se posaran en JeongIn, pero le era imposible, no podía ignorar lo pequeño que se volvían sus ojos cuando sonreía, o como cambiaba su voz para molestar a V. Quería tenerlo entre sus brazos, besarlo, probarlo. Y es que el maldito niño lo había conquistado desde hace años, jamás se vio en esta situación, se había enamorado de un alfa y uno 10 años menor. Estaba realmente jodido.
Los pies de TaeHyung ardían después de tanto caminar, su cuerpo se sentía cansado y afiebrado. Decidieron que era mejor volver a casa cuando sus síntomas empeoraron, su cabeza palpitaba dolorosamente.
—¿Cómo te sientes, bonito? —Se escuchó la voz de JiMin por el altavoz del teléfono.
—Agotado, mi cabeza duele. Quiero dormir —El omega no podía creer que un día de compras fuera más agotador que trabajar para la mafia.
—Ya falta poco, estaré esperando por ti —TaeHyung asintió aun cuando sabía que el otro no podía verlo. Su relación creció enormemente durante las últimas semanas, ya les era imposible separarse por mucho tiempo, dormir separados no era una opción.
El omega decidió cerrar los ojos por el tiempo que durara el viaje de regreso, tal vez eso le haría sentir mejor. Lo estaba logrando hasta que una punzada en su vientre lo hizo despertar de su sueño, se encogió sobre el asiento tratando de calmar el dolor. Una mano sobre su hombro lo alertó, era JeongIn que lo miraba preocupado.
—¿Cuánto falta para llegar? —Preguntó preocupado.
—Poco menos de media hora, ¿Estás bien?
—No… es mi celo —Los ojos del alfa menor se abrieron en asombro, el cuerpo de TaeHyung se removió cuando otra punzada apareció, haciendo que su dulce y empalagoso aroma llenará el auto—. Hwang —Ordenó.
—Ire mas rapido, ya falta poco. Innie trata de calmarlo con tu aroma —Sugirió HyunJin. TaeHyung ni siquiera recordaba la existencia de su celo, no cuando sus días parecían mejorar y mejorar. Pero el dolor que estaba sintiendo y la necesidad que tenía de su alfa harían que no lo volviera a olvidar.
—TaeHyung, voy a tocarte si. No te haré daño —Calmo, Tae dudo por unos minutos, pero se terminó acercando cuando su cuerpo comenzó a arder con intensidad, necesitaba un supresor, necesitaba a JiMin.
El omega apoyó la cabeza en el hombro de JeongIn, mientras este lo envolvió con uno de sus brazos desprendiendo feromonas calmantes, el refrescante aroma de menta y limón del alfa menor logró calmar el dolor de TaeHyung un poco.
Los minutos pasaron demasiado lentos para TaeHyung, quien solo pensaba que iba a morir por lo doloroso de los calambres que recorrían su cuerpo. Sintió un gran alivió cuando su cuerpo fue tomado entre grandes manos repletas de anillos, el aroma característico de JiMin inundó sus fosas nasales cuando su rostro dio de lleno con su cuello. Este de inmediato empezó a marcar a Tae con su aroma cuando sintió el olor de JeongIn en él.
—No me mires así, Min, era eso o TaeHyung retorciéndose de dolor en el auto.
—Gracias por cuidarlo, In —El azabache pegó más a su cuerpo la anatomía del omega, mientras este se sujetaba a su cuello con fuerza—. Despeja el segundo piso de personal, JeongIn, yo me encargaré de TaeHyung ahora.
—Lo haré. Cuídalo ¿sí? —JiMin asintió adentrándose a la mansión.
—Hueles a omega —Hablaron a su espalda.
—Ajá.
—Debo decir que no me gusta.
—Primero me dices que ayude a Tae y ahora esto. ¿Qué sucede contigo? Realmente no logro comprenderte.
—No es nada. Solo quiero que el único aroma que quede grabado en tu piel sea el mío —El alfa mayor iba a hacer que JeongIn se arrancará el cuero cabelludo. ¿Por qué salía de improviso con ese tipo de comentarios? ¿Realmente sentía eso o le gustaba jugar con él?
—Es suficiente, Hyun. No me puedes hacer esto. Deja de jugar, no me trates como a un niño —La voz dolida del alfa menor hizo que la sonrisa se borrara del rostro de HyunJin.
—No juego contigo, Innie —Aseguró.
—¿Ah, no? ¡Sí lo haces! Lo hiciste hace 3 años cuando me besaste y luego me abandonaste para ir a Alemania, y lo haces ahora, me volviste a besar y luego me ignoraste por casi 6 semanas, ¡Se necesito del celo de Tae para que me dirigieras la palabra!
—¡Yo no te abandone!
—¡Si lo hiciste! —Para este punto el personal disperso por la entrada de la mansión los estaba observando. Hwang pudo notarlo.
—Ven, vamos. No aquí —La mano de Hwang tomó a JeongIn intentando sacarlo de ahí, pero este apenas se movió. Sus ojos impactaron con los del alfa menor—. Solo muévete, Innie, no quieres que todos nos oigan.
Los ojos de JeongIn se desplazaron alrededor del recinto y decidió caminar hacia la entrada. Sus pasos resonaban fuerte contra el frío mármol. Esquivo saludos y personas hasta llegar a su habitación, HyunJin le iba pisando los talones, esperó hasta que la puerta fue cerrada con fuerza.
—Bien, ahora sí. ¿Vas a decirme qué es lo que sucede?
—Yo no te abandone, Innie, yo jamás quise dejarte.
—Pero lo hiciste, y tal vez lo entienda. Me refiero, somos alfas, Hwang, y yo era solo un adolescente, pero aún así me besaste y quiero saber por qué —Solo necesitaba la razón, luego de eso ya vería qué hacer con la respuesta.
—Es cierto, yo... he pensado mucho en esto. Al principio creía que me estaba volviendo loco por sentir cosas por otro alfa, por el hijo de mi jefe, pero solo paso. Y no me arrepiento.
—Me sigues confundiendo, por favor, no lo hagas más —Suplicó, el aroma a menta se intensificó.
—No quiero hacerlo. Innie, solo quiero tenerte cerca —Susurró.
—¡Pues pudiste haberte dado cuenta de eso antes de dejarme!
—¡Yo no te deje, ChanYeol me obligó!
—¿Qué? —Su voz se cortó de la impresión, ¿Qué tenía que ver su padre en todo esto?
—Mierda —Susurro Hwang llevando su mano a la boca.
—HyunJin —JeongIn acortó la distancia entre ambos, tomó el rostro de Hwang en sus manos obligándolo a mirarlo. Su corazón latía con fuerza—. Vas a decirme que pasó, ¿sí?
—Tu eras tan malditamente encantador y yo te adoraba, pero cada día estaba en un enorme dilema, porque deseaba tenerte más cerca, pero sabía que no era correcto. Te besé porque deseaba hacerlo, pero no contaba con que tu padre nos descubriera. Esa noche me llamó a su despacho, dijo que nos había visto. Pensé que me asesinaría, en cambio hablamos. Él no quería que tu sufrieras y una relación entre alfas estaba destinada a fracasar, dijo que ya era suficiente con lo que estabas pasando con tu madre, así que lo mejor sería alejarnos. La mañana siguiente ya estaba todo listo para marcharme a Europa, no me dio opción.
—Pudiste haberle dicho algo. Si me quisieras habrías hecho algo —Contraatacó, él era un alfa, pero se sentía demasiado débil.
—Innie, él tenía razón. Una relación entre alfas no tenía futuro y tú eras demasiado joven e inexperto de la vida.
—¿Entonces eso es todo? ¿Vas a besarme cuando se te antoje y luego me botarás como si nada hubiera pasado?
—No, volví por ti. Porque estoy enamorado de ti, JeongIn, y no me importa que tan complicado sea, haré que esto funcione.
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