capítulo 11.

"CONFLICTO O ATAQUE"

—No puedo más… —El cuerpo de TaeHyung se encontraba arrinconado contra los azulejos de la ducha, los besos de JiMin y el vapor que rodeaba el cuarto de baño lo estaban mareando.

Se habían decidido a tomar una ducha para limpiar sus cuerpos y salir a desayunar por fin, pero TaeHyung notó el enorme bulto en los bóxers del alfa, lo que lo llevó a esta situación. Su futuro esposo lo tenía pegado a las frías baldosas mientras masturbaba a ambos con un vaivén delicioso.

Las piernas del omega comenzaron a temblar a medida que los movimientos de la mano del azabache se hicieron más rápidos y descontrolados. Sus manos buscaban la piel de JiMin en busca de algo a lo que sostenerse.

—TaeHyung… —gruñó JiMin cuando el chico se dedicó a morder su cuello y el lóbulo de su oreja. Se les había hecho tarde, lo sabían, sin embargo la necesidad que tenían el uno por el otro evolucionaba a cada segundo.

Los pies de TaeHyung resbalaron en el piso, el azabache lo alzó con rapidez y lo afianzó con su brazo izquierdo mientras con el derecho daba las últimas estocadas a sus erecciones. El omega se corrió con fuerza, acallando un glorioso gemido en los belfos de JiMin, este lo siguió a los segundos manchando el vientre del omega con su semilla.

—Mierda... te hice daño —Declaró TaeHyung con la respiración agitada, JiMin lo miró expectante con la boca entreabierta—. Aquí, mordí muy fuerte —aclaró tocando con cuidado las gotas de sangre que descansaban sobre los delgados labios del azabache.

El alfa usó el pulgar de su mano para retirar el rojo líquido de su boca, Tae tragó saliva, no comprendía lo hermosamente provocador que se veía el alfa, su pecho subía y bajaba con rapidez, sus rizados cabellos goteaban agua que descendía en una cascada por su pecho y abdomen. Pero sus ojos eran tiernos y amorosos, demonios ¿Qué haría con todas las emociones que estaba sintiendo?

—No te preocupes, ¿yo te he hecho daño? —TaeHyung negó lentamente mientras volvía a colocar los pies sobre el suelo—.  Ya es tarde, debemos salir antes de que piensen que nos han raptado.

—¿Crees que nos hayan oído? —Una sonrisa satisfecha surcó el rostro de JiMin.

—Cuento con ello, amor —El omega negó divertido, debía ser más prudente la próxima vez. Porque estaba seguro que las habitaciones de YeonJun y Hwang estaban cerca de la de JiMin.

Debido a la hora, el desayuno se convirtió en almuerzo, comieron sentados frente a frente, en un cómodo silencio. Tae evitó mencionar que el alfa se sonrojaba increíblemente cuando sus miradas se cruzaban por demasiado tiempo. El omega no lo había mencionado, pero estaba seguro de que JiMin no tenía una vida sexual activa, no porque no fuera malo en ello, en definitiva no lo era, TaeHyung podía jurarlo, sin embargo el azabache luego de sus encuentros se mostraba increíblemente tímido, como si los recuerdos se arremolinaran en su cabeza y por fin se diera cuenta de lo que había hecho.

Luego de su comida, el alfa debía retirarse en compañía de YeonJun para arreglar algunos asuntos antes de la reunión de esta noche donde se firmaría el nuevo contrato. JiMin se retiró con las mejillas encendidas en rojo cuando el guardaespaldas de éste le había preguntado si se había lastimado o algo por el estilo cuando notó la herida en la comisura de su labio. TaeHyung río disimuladamente dando un casto beso a sus labios y deseándole suerte.

Ahora este se encontraba en la terraza del hotel enfundado en grandes capas de ropa que lo mantenían alejado del frío a la espera del aliado. Soplo aire caliente a sus manos y respiro llenando sus pulmones de aire frío. El paisaje era realmente hermoso, le hubiera gustado visitar el país en condiciones diferentes, tal vez de vacaciones, estaba lejos de encontrarse en una situación así.

—Debería entrar, mi luna, este clima no es bueno para usted.

—Los golpes de anoche tampoco fueron buenos para mí —Contraatacó el omega.

—Lo lamento, pero era parte del trabajo, al final todo ha sido perfecto —Hwang comenzó a avanzar hasta TaeHyung.

—Lo sé, aun así debí haberte devuelto el favor. Parecía que era un papel familiar para ti, me pregunto qué haz estado haciendo los últimos tres años aquí —El alfa siguió avanzando a paso lento—. Alto, no te quiero cerca de mí.

—Eso no es algo que deba importarle y soy su guardaespaldas por lo que debo estar cerca —Argumentó HyunJin guardando la distancia.

—Tienes razón, no me importa, lo que sí me importa es saber los resultados de mi trabajo. Y respecto a la distancia, a un metro de mí estarás bien.

—Como desee. De acuerdo a mi gente, Baldrich fue encontrado muerto alrededor de las 7 de la mañana. La gente del club dijo que se retiró al cuarto sin acompañante debido a que ninguno de los que estaban ahí esa noche lograron acaparar su atención. El informe del forense aclaró que fue un paro cardiorrespiratorio y encontraron drogas y alcohol en su sangre, no habían heridas o lesiones recientes, nada fuera de lugar. Fue un trabajo perfecto.

—Si, lo fue. ¿El contrato sigue en pie verdad?

—Así es. Esta noche todo habrá terminado —El omega asintió con la mirada pérdida en el horizonte. Se permitió bloquear las imágenes de la muerte del beta—. Deberías prepararte, Boss le ordenó a JiMin que debía llevarte.

—De todas maneras iba a pedirle que lo hiciera. Necesito un favor Hwang HyunJin —Tae se volteó a mirar al alfa, escondió sus manos dentro del abrigo mientras fijaba sus ojos en el hombre.

—Lo que desees, estoy aquí para servirte, luna.

—Necesito un arma, una pequeña y automática para esta noche —Hwang inclinó la cabeza en señal de aceptación y siguió a TaeHyung hasta la entrada de la habitación.

Llegó la tarde y Tae pasó los últimos minutos acomodando el traje sobre su cuerpo, volvió a utilizar un blazer largo acampado que le daba la libertad de esconder un arma. Agregó guantes cortos de cuero y una boina azul decorando su cabeza. Maquilló su rostro y colocó su anillo de compromiso en su dedo anular.

Bajó las escaleras y se dirigió a la sala de estar para esperar a JiMin. Allí ya se encontraba Hwang en una esquina con su traje oscuro y YeonJun a su lado. Se sentía algo inquieto, una sensación de inseguridad se acentuó en su vientre. Llevó las manos a su regazo mientras aceptaba los cumplidos de los dos guardas.

A los minutos bajo el alfa vestido completamente de un azul oscuro, sus cabellos oscuros se veían aún más brillantes con aquella ropa. Una corbata delgada rodeaba su cuello y podía vislumbrar desde aquí el material del porta armas que llevaba siempre, sus grandes manos estaban cubiertas de anillos. No podía negar el atractivo del azabache, era demasiado llamativo para la mafia, le extrañaba que no modelara en grandes pasarelas. Si tuviera un modelo como JiMin nadie despegaría su mirada de él.

Les tomó casi una hora llegar al lugar de reunión, iban en una camioneta blindada acompañados de Hwang y YeonJun. Se ubicaban entre dos autos que conducían el resto del personal de seguridad del alfa.

TaeHyung se encontraba con la cabeza apoyada en el hombro de JiMin, este a su vez mantenía la mirada fija en el camino mientras sostenía su mano brindando suaves toques a sus falanges. No habían hablado mucho durante los últimos minutos, quizás el azabache se sentía incómodo con la compañía de los dos alfas, por lo que se mantenía al margen.

La enorme mansión se encontraba en la cima de una colina boscosa, TaeHyung memorizo el camino en sus retinas, por el trayecto logró visualizar varias estaciones con hombres enfundados en armamentos, lo frondoso del bosque lograba esconder por completo las inmediaciones de la residencia. Esta poseía una estructura sólida, al menos 3 pisos podía divisar el omega, la entrada tenía enormes escalones que presentaban dos gigantescas puertas de un blanco inmaculado.

Una fuente de agua rodeaba el lugar donde aparcó la camioneta donde se encontraban. JiMin se giró a mirarlo con ojos tranquilos, se acercó lo suficiente para depositar un dulce beso en su frente y salió por la puerta del vehículo. Por su lado Tae hizo lo mismo, Hwang abrió su puerta y se ubicó tras su persona. Junto a las puertas de la mansión se encontraba una mujer, llevaba un traje gris de dos piezas, su cabello hasta los hombros y un labial oscuro decoraba sus labios, era increíblemente alta. Pero parecía joven y ligeramente incómoda. No le sorprendió la enorme cantidad de personas que la acompañaban.

—Alfa Jenell, es un gusto verla nuevamente. Mis más sinceras condolencias por la muerte de su hermano. Lamento que nuestra reunión se realizará en momentos tan críticos como este —JiMin habló en un perfecto Alemán cuando llegó junto a la mujer, TaeHyung se mantenía a una distancia prudente del asunto, un ligero aroma a cítricos llegó a sus pulmones, extraño para una alfa, pero era un olor agradable a comparación del resto de olores que le inundaban la nariz.

—Señor Park, agradezco sus palabras. Debo decir que es un gusto poder seguir forjando nuestra relación laboral, su clan ha sido un pilar importante para nuestra organización —El azabache agradeció con una ligera inclinación de cabeza. Estiró su mano en la dirección del bonito omega. TaeHyung la aceptó y llegó frente a la alfa.

—Alfa Jenell, este es Kim TaeHyung, mi omega y futuro esposo —Una cálida sonrisa surcó los labios de la mujer, era realmente atractiva y joven.

—Un placer, Kim TaeHyung, espero que mi hogar sea de tu agrado.

—El placer es mío, Alfa Schneider. Debo decir que su residencia desborda carácter y modernismo lo que contrasta increíblemente con la naturaleza que lo rodea —Una de las manos de JiMin rodeó la cintura de Tae mientras este hablaba, sorprendiéndose del hermoso acento en la voz del chico y del hecho que hablara el idioma.

—Eres muy observador. Ahora entremos, las temperaturas descienden aún más a esta hora —Se dirigieron a un enorme salón mientras comentaban animadamente sobre la arquitectura moderna. El omega asentía con calma mientras fingía admirar el lugar, pero lo que realmente hacía era memorizar vías de escape, podría decirse que eran gajes del oficio o paranoia, sea lo que fuera nunca estaba demás ser precavido.

Le estaba inquietando la mano de JiMin en su espalda baja, unos centímetros más y notaría la fría y sólida estructura del arma en su ropa. Se removió un poco llamando la atención del azabache, cuando este lo miró interrogante el omega extendió su mano frente a al alfa. Los ojos de JiMin se movieron entre su mano y su rostro, con calma guió la mano que descansaba en su cintura hacia su mano y entrelazo sus dedos con fuerza.

—Tomen asiento, por favor, espero que la cena sea de su agrado y me gustaría platicar sobre un asunto antes de la firma, ¿está de acuerdo Park JiMin? —Los hombros del azabache se contrajeron en señal de alerta, pero asintió de acuerdo con la propuesta. A su vez Tae notó que el lugar estaba rodeado por hombres y mujeres armados. YeonJun los acompañaba dentro del salón mientras Hwang protegía desde afuera.

—Señor Park, como ya sabe, nuestros tratos se basan básicamente en la construcción de nuevas sustancias ilícitas y tráfico de omegas —Tae se removió incómodo sobre su silla—. Así ha sido desde siempre y se ha encontrado un equilibrio en ello, pero yo no lo he hecho.

—¿A dónde quiere llegar con todo?

—Quiero terminar con el tráfico de omegas, ya no será parte de nuestro contrato. No mientras yo esté al mando de mi organización —JiMin no despegó los ojos de la alfa, esta parte de su trabajo era la que no le terminaba de agradar, el azabache tenía sus ideales y principios, los que constantemente se veían opacados con los de su clan, con los que se debían llevar en este trabajo.

El tráfico de personas era una enorme inversión, una asquerosa, pero enorme inversión. Él también pensó en darle fin y lo haría algún día, cuando encontrara un cambio justo que no llevará a reclamos por la pérdida del dinero. No obstante, todavía no encontraba una solución y tampoco tenía el control total de la mafia.

—No puedo hacer algo como eso —Tae miró de reojo a su compañero, quién soltó su mano bajo la mesa para hablar—. Estamos hablando de gran parte de los ingresos de ambas organizaciones, alfa Schneider.

—Eso es algo que tengo claro, pero seguir con este negocio no es algo que deseo. Hay diversos ámbitos con bastante potencial para invertir —La mujer apoyó los codos sobre la mesa.

—¿Por qué quiere acabar con el tráfico de omegas? —La voz de TaeHyung resonó en las paredes.

—Nunca estuve de acuerdo, pero me mantuve al margen hasta hace unas semanas —Explicó la mujer.

—Pero algo pasó, la veo muy decidida a terminar con eso.

—Mi omega, eso fue lo que pasó. Mientras supervisaba uno de los cargamentos fue que la sentí. Estaba al borde de la muerte bajo los cuerpos de otros omegas que no habían sobrevivido a las condiciones —Mientras contaba lo sucedido, TaeHyung se dio cuenta que los ojos de la alfa ardían en rabia y lágrimas se comenzaban a acumular.

—Lamento lo que pasó, alfa Jenell, pero necesito garantías de que lo que sea que reemplace ese dinero va a funcionar, de otra forma me temo que rechazaré su propuesta, es un riesgo que no voy a correr —Intervino JiMin acallando la intervención de Tae.

—JiMin, por favor, necesito tu ayuda para esto. No dejaré que este trabajo y esta vida me consuman, no dejaré que personas inocentes sigan viéndose perjudicadas por mi beneficio.

El lugar quedó en silencio, JiMin no abandonó la mirada suplicante de la mujer, está entreabrió la boca para volver hablar cuando un hombre de edad mayor entró en escena, el omega vio como su rostro se transformaba.

—Debemos retirarnos. Desalojen a todos de aquí, ahora.

—¿Qué está sucediendo? —El azabache comenzó a moverse de su silla preocupado, el resto de personal fue dejando el lugar. El cuerpo de TaeHyung se tensó—. Amor, ven aquí.

—¿JiMin? ¿Qué pasa?

—Tenemos un infiltrado en la mansión —Decretó la alfa—. Tal vez más de uno, mi gente está en su captura, no sabemos quiénes son.

TaeHyung ni se inmutó cuando las luces se apagaron, tomó a JiMin de la mano y acercó su mano a la espalda en busca del arma. YeonJun estaba tras sus espaldas y el aliado no había hecho acto de presencia. El omega agudizó el oído en busca de algo fuera de lugar. Luces rojas de emergencia llenaron la estancia.

—¡YeonJun, saca a TaeHyung de aquí!

—¡No! Estás loco si piensas que iré a alguna parte sin ti —TaeHyung apretó la mano del alfa al tiempo que este desenfundaba su arma—. ¿Entendido?

La respuesta de JiMin se opacó cuando el ruido de disparos en el exterior los alertó. No había tiempo de discutir, se encaminaron a una de las puertas de la habitación, pero no lograron avanzar mucho cuando las grandes puertas que cerraban el salón fueron derribadas desde afuera. Una lluvia de balas atravesó el aire, pero TaeHyung no fue lo suficientemente rápido para alejar a JiMin.

—Joder… —Un gemido adolorido abandonó los labios de JiMin—. ¡TaeHyung!

—Estás sangrando, mierda, JiMin, te han disparado —Con fuerza Tae arrastró al alfa hacía una de las esquinas del lugar donde los altos pilares de la estructura creaban un hueco. El omega empujó al azabache para protegerlo de las balas, con su pie derribó una de las estanterías cubriendo sus cuerpos—. Déjame ver, estás sangrando mucho.

—Demonios, esto duele como el infierno —La bala había dado directo en el costado de su estómago, Tae levantó la ropa del alfa buscando el orificio de entrada—. Yo… TaeHyung...

—Minnie, no te duermas. Es una bala de plata, no podrás regenerarte hasta que te la saque, ¡escúchame, no cierres los ojos!

—Tie...tienes que salir de aquí… busca a YeonJun y… vete, TaeHyung —susurró JiMin.

Las manos de TaeHyung estaban bañadas en sangre, la respiración del alfa se volvía irregular y su rostro palidecía.

—¡YeonJun! —El omega no obtuvo respuesta, utilizó la chaqueta del alfa para hacer presión, tenía que sacarlo de ahí antes que muriera desangrado.

Los ojos del alfa ya se habían cerrado, y los de TaeHyung se humedecieron, estaba furioso, la lluvia de balas seguía y nadie parecía controlar la situación. Respiro profundo, quitó el arma de su pantalón y sacó el seguro, miró el cuerpo inconsciente de JiMin y tomó en su otra mano una de las armas del azabache. Este era su trabajo, este era su mundo, su rutina. La personalidad que más odiaba sacar a la luz era V, pero este lo había mantenido con vida los últimos años y ahora también lo haría con JiMin, él lo salvaría, destrozaría a sus enemigos y no tenían ni idea cuanto lo disfrutaría.

—Te sacaré de aquí, cariño, solo espera por mí —Depositó un beso sobre los labios de JiMin y se adentro a la batalla.

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