3.
Park Chanyeol tenía toda una vida escondida detrás de su fachada de soy-el-hijo-perfecto. Ni siquiera le gustaban los negocios, él prefería la música y tocaba una vez al mes en un teatro poco reconocido. Iba a fiestas y se acostaba con chicos porque las mujeres no le atraían ni un poco. Claro, a los ojos de su familia él tenía una hermosa novia con la cual se casaría y le iban a dar muchos nietos.
— ¿Cómo conociste a Do Kyungsoo?
Chanyeol casi se atraganta con la cena. Miro a su padre con los ojos exageradamente abiertos y limpio sus labios con una servilleta. — Yo... Por los periódicos, padre.
Comenzó a sudar frio.
¿Do Kyungsoo sería capaz de delatarlo?
— ¿Por qué la pregunta, padre? —intento sonar normal.
— No, por nada.
Siguieron cenando en silencio en el restaurante favorito de su padre. Cuando acabaron, fueron por el auto donde el chofer estaba esperándolos.
— Oh, había olvidado comentarte esto, Chanyeol —rompió el silencio su padre y, sea lo que sea, no quería saber que tenía que decirle—. Estarás con Do Kyungsoo en el proyecto, tendrás que guiarlo por la empresa, ayudarle y acompañarlo a los viajes de negocios. Claramente, hago esto porque eres mi hijo y tengo más confianza en ti que en nadie de la empresa.
— Esta bien, padre.
No, no estaba bien. Quería estar lo más lejos de Kyungsoo.
El chofer lo dejo en su departamento y se despidió de su padre con una venia. Subió por el ascensor y cuando llego a su puerta coloco la clave. Dejo sus zapatos y se quitó el saco tirándolo al sofá. Subió las escaleras y fue directo a darse una ducha.
— Soy Oh Sehun —dijo el chico de esos labios en forma de corazón que le habían robado la atención.
¿Por qué le importaba tanto que le hubiera mentido?
***
— Esta es su oficina, Sr. Do —dijo su nueva secretaria: Jisoo—. Cualquier cosa que necesite, yo estaré a solo un llamado de distancia.
Cuando salió, volvió a sumirse en un incómodo silencio mientras Sehun lo miraba desde el sofá que había en la oficina. Le sostuvo la mirada hasta que se cansó de ese absurdo juego.
— Dejemos esto, Sehun.
— No, Kyungsoo —se negó—. Tú fuiste él que dijo que te esperara, que tú harías lo mismo. ¿Por qué simplemente no me dijiste que ya no me amabas?
— Te amo, Sehun. Pero, no de la misma manera en la que lo hacía antes.
— Entonces, hare que vuelvas a hacerlo, hyung.
Con eso, finalizaron el tema. La puerta de la oficina fue abierta y el menor de los Park entro, ganándose la atención de las dos personas dentro del lugar.
— Venia a asegurarme de que ya estuvieras instalado —dijo y su mirada se posó en el chico en el sofá—. ¿Él es...?
— Soy Oh Sehun.
La mirada del pelinegro mayor se posó en Kyungsoo instintivamente y este le sostuvo la mirada. Frunció el ceño y, al ver que no cedería a darle explicaciones, procedió a seguir hablando, que era para lo que estaba ahí. — Mi padre me delego a ayudarte. Cualquier cosa acerca de la empresa que necesites, no dudes en pedírmelo.
— Okay.
— Bien, eso es todo.
Se giró, pero cuando estaba a punto de salir detuvo sus pasos.
— Hay... una reunión esta tarde, a las 2 pm. Debes estar ahí —lo miro—. Es en la sala de Conferencias.
— ¿Esa no es la hora del almuerzo?
— No —dijo firme.
— Bien —frunció el ceño—. Estaré ahí.
Una vez que el pelinegro mayor saliera, Sehun señalo la puerta preguntando sin palabra quien era ese chico que acaba de entrar.
— Es el hijo del CEO. Park Chanyeol.
— ¿Y el almuerzo con tu padre? —volvió a cuestionarle algo—. ¿No iras?
— Es trabajo.
***
Entro a la sala de Conferencias y no había nadie, tan solo estaba Park Chanyeol sentado en una silla mientras lo miraba con una sonrisa. ¿Acaso es una broma? Avanzo más hasta que quedo solo a dos metros de distancia del pelinegro. — ¿Qué...?
— ¿Solo sabes decir mentiras?
— ¿De qué jodidos hablas? —frunció el ceño—. Ahora, ¿en qué mentí, según tú, Park?
— Oh Sehun, es ese chico que estaba en tu oficina... No era "un nombre que vino hasta tu cabeza" —sí, sonaba justo como un reclamo y una sonrisa llena de burla no demoro en atravesar los labios del más bajo.
— ¿Y eso en qué te afecta? —dijo—. Pensé que éramos... desconocidos.
— Lo somos.
Asintió y se giró haciendo el amague de irse.
— No soy el único mentiroso —sin embargo, se quedó y dijo—. ¿A qué hora comienza la Conferencia, Sr. Park? ¿Va a demorar mucho?
El cuerpo del mayor se juntó a su espalda, su respiración cayendo sobre su cuello antes de ser girado y atrapado en los fuertes brazos del pelinegro. Lo miro sin dejar que la sonrisa de sus labios desapareciera.
— Chanyeol, Chanyeol... —canturreo—. ¿Así es como piensas disimular que nos conocemos?
El mayor apretó la mandíbula y también el agarre en el cuerpo del más bajito.
— ¿Qué te avergüenza tanto como para querer esconder que me conoces? Tu padre ya lo sabe, le dije que nos habíamos visto unas cuantas veces... Espero que no te moleste.
El agarre de Chanyeol bajo hasta su cintura, elevándolo un poco hasta dejarlo sentado en la mesa de Conferencias. Envolvió sus brazos alrededor del cuello del mayor y se echó para atrás, mordiendo su labio inferior mientras recordaba la manera en la que el pelinegro lo había hecho suyo meses atrás.
— ¿Quieres repetir lo de esa noche?
El rostro de Chanyeol se descoloco.
— Eso nunca volverá a suceder —aseguro, aunque sus manos en el cuerpo del menor decían todo lo contrario. Lo soltó al darse cuenta de eso—. Puedes irte, la reunión fue cancelada de todas formas.
— Nunca existió ninguna reunión —afirmo Kyungsoo mientras columpiaba sus pies sentado en la larga mesa de la sala de Conferencias.
— Piensa lo que quieras.
— ¿Así es como piensas comportarte con tu nuevo socio? —sonrió burlón y se bajó de la mesa. Atrajo al más alto de la corbata y dejo un beso en su mejilla, caminando a la salida como si no hubiera hecho nada—. ¿Quieres cenar conmigo?
***
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