Hana

-Esto apesta! Tuve que tomar clases de regularización con este calor de m*****- Dije en voz alta por la molestia de tener que ir a clases

-Ya deja de decir que esto apesta. Es tu culpa, por negarte a estudiar- Me dijo mi espíritu acompañante, Amidamaru. El cual le pertenecía anteriormente a mi padre Yoh Asakura.

-Tal vez, pero dime. Si pienso que no lo necesito entonces ¿Porque tengo que estudiar?- Re truquee al espíritu.

Amidamaru suspiro -Ya se lo dije muchas veces señorito. Usted es el heredero principal de la familia Asakura. Señorito Hana debe proteger y mantener la línea de la familia, entre otras cosas. Para la próxima batalla de Shamanes- Me dijo algo serio.

-Pero aún es demasiado pronto, es por lo que faltan muchos años que tiene nada que ver conmigo pero seria genial, porque gracias a la batalla de Shamanes, papá y los demás pudieron saltarse las clases- me queje. El se acercó en una forma que me intimida mucho hacia mi.

-Señorito Hana- Me llamó muy enfadado.

-No te me acerques así, Amidamaru!- Dije totalmente intimidado.

-El señor Yoh tuvo que dejar la escuela para ir a pelear muy lejos sufriendo hasta el final, porque se vio obligado a terminar esa triste y solitaria tarea ¿Como te atreves a decir que solo lo hizo con el fin de saltarse las clases?-Me miró totalmente decepcionado.

Yo como toda persona normal, lo calle con un puño en su cara -CÁLLATE!- Lo mire con mucho enojo -No te olvides que yo también soy un Shaman, Amidamaru! Yo no quiero estudiar, quiero ser un Shaman y luchar como lo hace papá!- lo dije señalandome.

Hao

Me encontraba sonriente vigilando a mi pequeño sobrino mientras esperaba a mis dos hijas, después de todo hoy se irían al mundo humano.

Estaba escuchando los pensamientos del soldado Amidamaru, y sonreí dirigiéndome hacia el lugar donde estaba el.

-Exacto, ha llegado el momento, pronto tendrá que ser probado- Dije Divertido y volví al lugar de donde vine, esperando a mis hijas, mientras miraba como el soldado se empezaba a asustar por mi presencia.

Miraba la pequeña disputa familiar que había en esa casa muy divertido, hasta que sentí una mano en mi hombro. Mire a la persona que me había tocado el hombro y sentí que mi corazón se aceleró al verla.

Melody... tan delicada y hermosa... parecía como que si se fuera a romper cuando la encontré. Pero ahora se había convertido en una hermosa Mujer, con la cual tengo dos hijas, por lo que sonreí con un leve sonrojo.

-¿Se te ofrece algo, querida?- Ella me miraba cariñosamente, pero note que había duda en sus ojos color café.

-Querido... ya es hora... - Me dijo un poco dudosa, tome sus manos, las cuales estaban temblando y le sonreí.

-No dudes que si les pasa algo malo... no lo dudaré, y las traeré a casa lo antes posible- dije para que logre tranquilizarse.

Luego de un momento a otro, nuestras dos hijas estaban frente a nosotros con ropa casual para no llamar mucho la atención.

Milu

Lin

Ellas me miraban felices, después de todo. Visitarán un lugar nuevo, con nuevas cosas por hacer. Algo que nos dejaba tranquilos era que su abuelo (o sea el padre de Melody) las recibiría en su casa por lo que estarán bajo la protección de la familia de Melody.

Lin

Estoy tan emocionada! Ya quiero conocer el lugar en donde se conocieron mamá y papá! Seguro Milu está tan emocionada como yo, pero lo está ocultando.
Papá se acercó a nosotras, y nos dio un beso en la frente a cada una, según por lo que nos contó mamá Melody eso significa protección, luego vi que se abrió un portal bajo nuestros pies por lo que empezamos a descender saludando a nuestros padres.
Luego de que el extraño portal se cerrara totalmente, quedamos frente a una enorme mansión en la que nos recibió un hombre de avanzada edad. Supongo que es nuestro abuelo, hicimos una reverencia y entramos a la enorme casa en compañía a nuestro abuelo.

Hao

Luego de que mis pequeñas hijas se fueran volví a mirar a la peculiar familia Asakura, pero... vi que Hana preguntaba por mi por lo que fui a ver que quería.

-¿Me llamabas?- Pregunte mientras me apoyaba en el árbol rodeado de gatos, el se quedo callado unos minutos, confundido por la cantidad de gatos que había a mi alrededor.

-¡¿Qué te pasa?! haciendo ese tipo de entradas mientras alguien está deprimido!!!- Me dijo intentando darme una patada, la cual detuve sin problema.

-¿Por quién me tomas? Esos ataques tan simples no me pueden...- pero fui interrumpido por una patada en mi rostro.

-¡Aun tengo mi pierna izquierda!- Gritó dándome una patada lo suficientemente fuerte como para hacer que saliera volando. Una vez que toco la tierra yo simplemente me volví a apoyarme en el árbol -¿¡Porque me recuerdas a mi papa?! Ah!! No me digas que tu eres... ¿¡El Tío Hao?!- Sonreí.

-No me llames así, soy el Rey Shaman- Le dije totalmente tranquilo.

-No pareces un Rey del todo. No tiene sentido, debes sentirte muy solo como para tener todos estos gatos- Me dijo con total confianza.

-Soy los mil vientos que abrazan este mundo. Lo que significa que solo estas viendo una pequeña parte de mi, nada mas que una ilusión- Le mentí, ya que en realidad esa es la personificación que decidí tener en este mundo -Si no luzco como rey ahora mismo es porque no lo necesito- dije con total tranquilidad. -Pero más importante, estoy aquí para darte una prueba- dije serio.

-¿Una prueba?- me dijo totalmente confundido.

-Si porque en parte soy responsable de ti así que Hana Asakura, es tiempo de que conozcas a tu futura esposa- me desvanecí dejando mi voz retumbando por el lugar -Hasta por donde yo se, ella es una excelente shaman que cumple con todos los requisitos. Pero ten cuidado, ella es dura-

Hana

-¿Qué quiso decir con eso?- mire hacia la ruta y vi a una chica parada mirando hacia mi.
-Cuantos gatos tienes ¿En Serio te sientes tan solo?- Escuche que me dijo.
-Los malditos gatos no son míos! -Grité -Tu eres...-
-Yo soy Anna la tercer sacerdotisa. Hija de Silver descendiente del Rey de los Shamanes Hao y la mejor discípula de Anna, vivo en los Ángeles-.

CONTINUARÁ...