Oh, no.

Estaba pasando algo realmente malo ahora. 

Sun Wukong necesitaba tanta ayuda que tuvo que recurrir a MK por ayuda, pues solo no lo lograría.

Era algo realmente terrible.

...

Su primer aniversario con Macaque.

Si, era realmente algo preocupante, porque no era precisamente el primero, sino el primero que iban a celebrar tras haberse separado. ¿Por qué estaba tan preocupado el rey mono? Bueno, fácil, y es que pudo escuchar algunas veces de Macaque sobre los comentarios que daba ante los aniversarios de boda y esas cosas de los humanos. 

Además de que le daba "like" a ese tipo de publicaciones, de hecho, hasta lo conversaba con MK algunas veces, como si realmente deseara disfrutar de algo así con el rey mono. 

Y por si ese no fuera el verdadero gran problema...

...

El verdadero problema es que a el gran sabio como el cielo se le había olvidado. 

Aquella mañana había comenzado como cualquier otra. Una preciosa mañana donde Wukong abría los ojos y no solo olía el dulce olor a mango de su pareja, sino que también podía encontrarse con sus bellos ojos, con la imagen de su pareja allí, acostada a su lado, que satisfacción era sentirse así de feliz solo porque alguien estuviese con el. 

Y es que no era cualquier persona, era su amado Macaque. 

—Buen día, Peach.— Su dulce voz llegó a los oídos del rey mono, notaba que el mono de pelaje oscuro estaba con buen humor.

—Buen día, Moonlight.— Respondió Wukong sonriendo, si Macaque estaba de buenas, significaba que podía responder de la misma manera o más dulce. 

Macaque sonrió y se acercó para unir sus labios con los de su pareja, no se trataba de un beso apasionado, sino de uno dulce, pequeño e inocente, lleno de cariño. Luego repartió besos pequeños en el rostro del rey mono. 

Wukong no entendía por qué tanta atención, más no se negaría. Macaque finalmente se detuvo y volvió a darle un beso en la boca a Wukong, para entonces volver a hablar. 

—Feliz aniversario.—

Aquellas palabras solo hicieron que el mundo del rey mono se cayera a pedazos. 

Mierda, mierda, mierda, mierda. 

Había olvidado el maldito aniversario. 

Monkey King trato de esconder por completo sus nervios y siguió sonriendo. 

—Feliz aniversario, mi precioso Mango.—

El mono dorado se acerco y también repartió besos en el rostro de Macaque, pronto volviendo a unirse en un beso más largo y pasional. Al final ambos se levantaron, pero Wukong le pidió a Macaque volver a acostarse. 

—Es nuestro aniversario, y tu siempre cocinas, planeaba hacerte algo.—Dijo Wukong. 

Mentira, no planeaba nada, pero necesitaba improvisar. Si Macaque se enteraba de que olvidó algo tan importante como su aniversario definitivamente esta vez si habría un divorcio. 

—¿Cocinar? ¿Tu? Me vas a matar.—

—Oye, no cocino tan mal.—

—Cierto, ni siquiera cocinas, todo es tu pelo.—

—Bien, bien, me atrapaste, no planeaba cocinar, solo iba a comprar algo. —

—Entonces podríamos ir juntos.—

—No, no, tranquilo. Yo traeré todo, no quiero que mi dulce luna se canse... Puedes bañarte y prepararte para nuestro desayuno en casa y luego la gran sorpresa.—

Si, claro, "gran sorpresa" que se acaba de inventar.

—¿Preparaste acaso algo tan especial, mi sol? Que sorpresa.—

Definitivamente necesitaba salvar su matrimonio. 

—Así es, así que... Ya vengo.— Wukong besó la frente de su pareja y se fue de allí lo más rápido que pudo. 

Y así es como volvemos al presente, donde Wukong estaba llevando en manos unas bolsas llenas de comida para el desayuno con su pareja. MK estaba con el, ambos viajando en la nube de Wukong, estaban de camino devuelta a Flower Fruit Mountain mientras charlaban.

—Entonces... Déjame ver si entendí. ¿Quieres que reserve un restaurante romántico y ahora que llegamos ir a tu sala del tesoro para buscar lo más valioso que pueda gustarle a Macaque para que se lo des?—

—Si, eso.—

—...¿De verdad olvidaste tu aniversario?—

—¡No lo sé! ¿Okay? He estado descuidando los días, ya sabes, no he estado tan organizado ya que volvía a una vida algo... Movida, con Macaque. —

—No necesitaba tantos detalles...—

—¿Qué?  ¡No, espera! No es nada de lo que crees, solo... Ugh. De verdad necesito ayuda, hijo. Definitivamente Macaque me va a matar si no le doy un buen aniversario.—

—Bien, bien, ayudaré.—

Claro, MK no quería que ahora que tenía familia, pues... Se divorciaran. Sería realmente irónico. 

Así que lo mejor era salvar aquel matrimonio... Otra vez. 

...

Si es que salía bien.